2. Introducción.
• En política interior, frente al
fortalecimiento de la autoridad
monárquica con Carlos I y Felipe
II, los monarcas del siglo XVII
(Felipe III, Felipe IV y Carlos II),
delegaron sus funciones de
gobierno en manos de los validos,
lo que suposo para la institución
monárquica una pérdida de poder
y prestigio.
• En política exterior el siglo XVII, la
Monarquía Hispánica,
especialmente después de la
Guerra de los Treinta años,
quedará relegada a un segundo
plano en el escenario
internacional, mientras que
Francia se situará como la nueva
gran potencia europea.
• Además, el siglo XVII fue también
un siglo de depresión económica y
descenso demográfico.
• Sin embargo, en el plano cultural
se trata de un momento de
esplendor, por lo que ha llamado
al siglo XVII el Siglo de Oro,
debido a la importante producción
literaria y artística.
• Así, en el siglo XVII, la monarquía
hispánica se caracteriza por una
situación de decadencia y ruina
que escandalizó a los propios
españoles, tal y como demuestran
numerosos memoriales, letras
satíricas (Quevedo)
3. La privanza o valimiento.
• Los monarcas del siglo
XVII delegaron las tareas
de gobierno en un valido,
privado o favorito, con el
que el rey solía mantener
una relación de confianza
y al que el monarca
entregaba las principales
decisiones de gobierno.
Esta figura será similar a
la de otras monarquías
europeas (por ejemplo, la
Monarquía Francesa
tendrá validos como
Richelieu o Mazarino.
4. La privanza o valimiento.
• La mayor parte de los validos
intentaron gobernar al margen de
los Consejos, mediante juntas
reducidas, compuestas por sus
partidarios, con el fin de agilizar la
administración y evitar el control
de los consejos. En este contexto
la corrupción aumentó y, a través
del favor del rey, algunos validos
intentarán controlar la concesión
de cargos, pensiones y mercedes,
que recibían sus partidarios y
familiares.
• FELIPE III: Lerma y Uceda
• FELIPE IV: OLIVARES y Haro
• Mariana DE AUSTRIA (regente):
Nithard y Juan José de Austria
• CARLOS II: (Valenzuela)
5. Felipe III.
• La política interior de Felipe III
está marcada por dos
acontecimientos
fundamentales:
– La aparición del régimen del
valimiento o privanza. El
valido de Felipe III será el
duque de Lerma, que tratará
de acaparar el favor real y de
colocar en todos los cargos
relevantes a sus parientes y
partidarios.
– La expulsión de los moriscos
(1609). Motivada por los
siguientes factores:
• El rechazo de la población
cristiana a los moriscos y el
mantenimiento, por parte de la
población morisca, de sus
costumbres.
• El temor a que apoyasen una
invasión turca.
• El afán de la monarquía en
demostrar su fuerza en el interior
para compensar la imagen de
debilidad por la tregua firmada con
los holandeses.
– Consecuencias:
• Pérdida poblacional de unos
300.000 habitantes.
• En Aragón y Valencia, las zonas
más afectadas, se sufrió una gran
crisis de mano de obra en la
agricultura (la mayoría eran
campesinos)
• Descenso de la producción
hortícola valenciana.
6. Felipe III.
• En cuanto a la política exterior,
el reinado de Felipe III supuso
la interrupción de la tendencia
belicista del siglo XVI,
abriéndose un periodo de paz
favorecido por varias
circunstancias:
– La muerte del rey de Francia
Enrique IV, que lleva a la
regencia a Mariana de
Médicis, partidaria de una
política más pacífica.
– La muerte de Isabel I de
Inglaterra y el fracaso de una
expedición española en las
costas inglesas en 1603,
facilitará el fin de las
hostilidades con Inglaterra, a
la que a cambio de la firma de
la paz se le darán facilidades
comerciales.
– La ruina financiera de la
Corona (con una nueva
quiebra en 1607), que obligará
a firmar la Tregua de los Doce
Años (1609-1621) con
Holanda ante la incapacidad
de costear los gastos
militares.
7. Felipe IV.
• En 1621 muere Felipe III, que
será sucedido por Felipe IV, que
continuó la práctica del
valimiento. El nuevo favorito
será el conde duque de
Olivares.
• El ideario del Conde Duque de
Olivares se apoyaba en dos
principios fundamentales:
• La reputación, que obligaba a
restaurar el prestigio exterior de
la Monarquía Hispánica y
recuperar el protagonismo en el
exterior.
• La reforma, que se plasmó en
una serie de ambiciosos
proyectos cuya finalidad
última era fortalecer la
monarquía española y evitar
su decadencia.Su consecuencia inmediata será la
reanudación de la guerra contra
Holanda al finalizar la Tregua de los
Doce Años y la entrada en la Guerra
de los Treinta Años.
8. Felipe IV. Política exterior.
• El conflicto alemán entre
protestantes y católicos
(los protestantes se
habían rebelado ante las
aspiraciones políticas y
religiosas del emperador
Fernando II), acabó
transformándose en un
conflicto europeo en el
que potencias como
Francia aspiraban a un
nuevo orden
internacional. Hasta
entonces, la hegemonía
de la Casa de Habsburgo
en Europa había sido
indiscutida: es la llamada
Guerra de los Treinta
Años (1618-1648)
• El comienzo nuevamente
de la guerra hispano-
flamenca, que comienza
en 1621, se integrará
finalmente en este conflicto
europeo, en el que habrá
dos bandos
fundamentales:
– Los Habsburgo españoles
y austriacos, que
pretenden mantener su
hegemonía.
– Las potencias rivales,
lideradas por Francia
(Dinamarca, Suecia,
Países Bajos e Inglaterra)
y los protestantes
alemanes.
9. Felipe IV. Política exterior.
• La Guerra de los Treinta Años
acabó con la Paz de Westfalia
(1648), aunque España continuó
la guerra en solitario contra
Francia hasta la Paz de los
Pirineos (1659).
• Consecuencias:
– Pérdida de la hegemonía de
España en Europa. Francia se
convertirá en la nueva potencia
hegemónica.
– Reconocimiento de la
independencia de las Provincias
Unidas.
– Cesión a Francia del Rosellón, la
Cerdaña, la región de Artois y
algunas plazas flamencas.
– Agotamiento económico y
pérdida de poder de España en
Europa.
Rendición de Breda. Velázquez.
10.
11.
12.
13. Felipe IV. Política interior.
• Olivares intentará llevar a cabo
una política reputacionista y
reformadora con el fin de
convertir a España en una
monarquía más centralizada y,
además, conseguir la
hegemonía española en
Europa:
• Llevará a cabo tres proyectos
fundamentales:
– Intentará crear una red
nacional de erarios, que
liberase a la Corona de su
dependencia de la banca
extranjera. Reforma que
fracasará por la oposición de
las Cortes que, a cambio
aceptaron un aumento del
servicio de millones.
– Unificación jurídica de los reinos
hispánicos, tomando como modelo
las leyes castellanas (ya que era el
modelo jurídico en que el rey tenía
más poder), tal y como propondrá al
rey en el Memorial Secreto de 1624,
proyecto que no se llevará a cabo
debido a la situación de peligro
internacional.
– La Unión de Armas, que pretendía
crear un ejército permanente
integrado por 140.000 hombres
reclutados en todos los reinos de la
monarquía en proporción de su
población y riqueza. La Unión de
Armas fracasó debido a la oposición
de las Cortes de Aragón
14. Felipe IV. Política interior.
• Las necesidades financieras de la
Corona debido a la Guerra de los
Treinta Años obligaron a aplazar las
reformas y a recurrir a medidas de
urgencia para conseguir dinero:
creación de nuevos impuestos, venta
de cargos públicos… Todo ello en un
contexto de crisis económica, lo que
generó un gran descontento social y
la oposición a la política de Olivares,
dando lugar a numerosas rebeliones,
de las cuales las más importantes
fueron:
– La Rebelión de Cataluña (1640-
1652)
– La Rebelión de Portugal (1640-
1668), que conseguirá su
independencia.
– También se producirán rebeliones en
Vizcaya (1632), en Andalucía (1641 y
1647-1652), Nápoles (1647) y Sicilia
(1647)
Felipe IV.
Velázquez.
El Conde-Duque
de Olivares.
Velázquez.
15. Carlos II. Política interior.
• Cuando muere Felipe IV en 1665,
Carlos II era un niño de cuatro años
débil y enfermizo; siendo su madre,
Mariana de Austria, quien gobierne
durante su minoría con ayuda de una
Junta; sin embargo, también Mariana
de Austria entregará pronto el
gobierno a un nuevo valido: el jesuita
austriaco Nithard, que después será
sustituido por Valenzuela.
• Hasta 1676 el reinado de Carlos II
estará marcado por la lucha de poder
entre Mariana de Austria, apoyada por
sus validos y Don Juan José de
Austria, hijo ilegítimo de Felipe IV, que
se hará con el poder entrando con un
ejército en Madrid (un auténtico golpe
de Estado) y tomando el puesto de
valido de Carlos II hasta su muerte en
1679
16. Carlos II. Política Interior.
• Con la muerte de Don Juan José de
Austria y la entrada como valido del
duque de Medinaceli (que más
tarde será sustituido por el conde
de Oropesa) se inicia una segunda
etapa del reinado de Carlos II. Sin
embargo, la Corte seguirá siendo
un hervidero de intrigas y luchas de
facciones nobiliarias rivales, ya que
pese a la mayoría de edad del rey,
era evidente su escasa capacidad
intelectual.
• La lucha de facciones y cierta
inestabilidad política se hicieron
evidentes con el problema
sucesorio de Carlos II, que no
había engendrado hijos, entrando
las cortes europeas en la disputa
por la sucesión.
17. Carlos II. Política interior.
• No obstante, el reinado de Carlos II, gracias al buen hacer de algunos
de sus validos, también fue un momento de tímida recuperación
económica y social: se reorganiza la recaudación de impuestos, se
recortan los gastos…
18. Carlos II. Política exterior.
• Tras las paces de
Westfalia (1648) y Pirineos
(1659), la Monarquía
Hispánica había perdido
su hegemonía en Europa,
convirtiéndose en una
potencia de segunda fila.
• Esta pérdida de poder se
evidenciará en el reinado
de Carlos II:
– La Monarquía Hispánica
se verá obligada a
reconocer la
independencia de
Portugal.
– La Monarquía Hispánica se verá
envuelta en la política agresiva de
Luis XIV que atacará sobre las
posesiones españolas en Flandes
(en lo que hoy día es Bélgica),
obligando a Carlos II a firmar paces
sucesivas que supondrán pérdidas
territoriales:
• Paz de Aquisgrán (1668) Se cede a
Francia Lille y algunas otras plazas
fronterizas.
• Paz de Nimega (1678) Se entrega a
Francia el Franco Condado y
algunas plazas flamencas.
• Paces de Ratisbona (1684) y
Ryswick (1697) que reafirman los
anteriores tratados de paz.
19. El problema sucesorio.
– Finalmente, las potencias
Europeas intervendrán
directamente sobre la sucesión
española, una ingerencia que
pone en evidencia el declive
político de España en Europa.
• Efectivamente, Carlos II no había
tenido descendencia, de modo
que era necesario elegir un
sucesor al trono español, al que
existían, básicamente, dos
candidatos:
– El archiduque Carlos de Austria,
de la línea Habsburgo.
– Felipe de Anjou, de la cas de
Borbón (nieto de Luis XIV de
Francia)
• Carlos II, antes de morir, nombró
heredero a Felipe de Anjou, con la
intención de asegurar la integridad
territorial de la Monarquía
Hispánica con el apoyo de la
potencia hegemónica: Francia.