2. Hoy queremos recorrer con ella, con su mirada,
todos los objetos sagrados relacionados
con la Eucaristía.
La fidelidad creativa de Santa Teresita
se manifiesta en que con su vida y doctrina ha puesto
a la Iglesia a mirar de nuevo al Evangelio.
Y esa mirada de Teresita es un gran tesoro para nosotros.
3. Teresita
también puso su
mirada penetrante en
los objetos sagrados y
fue lejos…
los quiso imitar.
Escuchémosla
explicándonos con su
encantadora sencillez,
las sugerentes
reflexiones que
produjo en ella esa
mirada.
4. Llave del sagrario.
Pequeña llave yo te tengo envidia,
porque puedes abrir cada día
la prisión de la Eucaristía
morada del amor de Dios.
Mas yo puedo, ¡qué dulce maravilla,
con solo un impulso de mi fe,
abrir también el sagrario
y esconderme muy cerca del gran Rey.
5. Lámpara del santuario
Yo quisiera en el santuario
consumirme muy cerca de mi
Dios, brillar siempre
misteriosamente como
lámpara que arde ante el
Señor.
¡Oh felicidad..¡ siento en mí
un fuego con el que puedo
ganarle cada día un buen
número de almas a Jesús,
quemándolas con su Amor
6. Piedra del altar.
Cada aurora que comienza me produce
envidia, ¡Oh piedra sagrada del altar!
como en el establo bendito
quiere nacer en ti el Dios eternal...
¡Ay, dígnate escuchar lo que te pido!:
ven a mi alma, dulce Salvador...
no quiero ser una piedra fría,
sino el latido de tu corazón.
7. ¡Oh , corporal
rodeado de ángeles!
qué envidia me da tu
misión: sobre ti como
sobre los humildes pañales
veo a Jesús
mi único tesoro.
Cambia mi corazón,
Virgen María en un
puro y bello corporal que
pueda recibir la
Hostia consagrada donde
escondido está tu Cordero.
8. La Patena.
Patena santa, yo te envidio,
sobre ti Jesús viene a descansar.
Que su grandeza infinita
se digne abajarse hasta mí...
Jesús colmando mi esperanza
sin esperar a que llegue la tarde de
mi vida
viene a mí, con su presencia
me convierto en custodia viva
9. El cáliz.
También te envidio a ti,
dichoso cáliz,
donde adoro la divina sangre...
mas puedo en la santa Misa
recogerla cada día.
Jesús quiere más a mi alma
que los sagrados vasos de oro
el altar se convierte
en el Calvario
donde por mí, su sangre
se sigue derramando.
10. La viña.
¡Oh Jesús,
viña santa
y sagrada,
tú lo sabes Rey Divino
soy un racimo maduro
que han de cortar para ti...
sufriendo en el lagar
yo te probaré mi amor.
Mi único gozo será
inmolarme cada día.
11. Los granos de trigo.
¡Oh qué gran suerte la mía!
He sido escogida
entre los granos de trigo
que por Jesús su vida perderán...
¡Qué grande es mi contento!
Tu esposa querida soy,
ven a vivir en mí, Amado mío
¡Oh ven! tu belleza me ha encantado
ven a transformarme en Ti...
12. Medita en tu corazón
cómo quiso ser santa Teresita:
vino, pan, llave,
cáliz, patena, corporal,
altar y lamparita.
Mira cada símbolo,
son todos sencillos, dialoga
con ellos, interiorízalos, déjales
que te hablen a ti
también.
Mira tu vida,
¿cómo puedes utilizarla para
imitarlos?
¿Qué actitudes eucarísticas
puedes desarrollar?