2. El Monte Carmelo es un monte
muy bello y rico en vegetación
ubicado en Palestina y bañado por
el Mar Mediterráneo.
Fue el monte donde numerosos
profetas rindieron culto a Dios.
Los principales fueron Elías y su
discípulo Eliseo.
A finales del siglo XII gran parte
de ermitaños procedentes de
Francia e Italia, escogieron al
monte Carmelo como un idóneo
lugar para entregarse a la oración.
Se propusieron orar y santificarse
por el bien del mundo y por la
Conversión de los pecadores.
3. Los ermitaños del MonteLos ermitaños del Monte
Carmelo amaban mucho a CristoCarmelo amaban mucho a Cristo
y lógicamente también a suy lógicamente también a su
Madre la Virgen María.Madre la Virgen María.
La Virgen del Carmen se llamaLa Virgen del Carmen se llama
así por el lugar de su origen:así por el lugar de su origen:
““El monte Carmelo”.El monte Carmelo”.
Los Carmelitas son losLos Carmelitas son los
religiosos, religiosas y seglaresreligiosos, religiosas y seglares
que toman su nombre del Monteque toman su nombre del Monte
Carmelo donde nacieron y queCarmelo donde nacieron y que
se proponen, con todas susse proponen, con todas sus
fuerzas, hacer suyo el lema:fuerzas, hacer suyo el lema:
conocer, amar, imitar econocer, amar, imitar e
irradiar a María siempre y enirradiar a María siempre y en
todo.todo.
4. San Simón Stock
Era un sencillo joven inglés que para
entregarse más a Dios, por medio
de la soledad y el silencio, se
escondió en el tronco de un árbol de
donde tomó el apellido, pues eso
significa stock en ingles significa:
“tronco de árbol”.
Esto sucedía a finales del siglo XII.
Simón Stock vivió una juventud
entregada a la oración, a la
penitencia y a los actos de caridad
para con el prójimo y tenía un
profundo amor a la
Santísima Virgen María.
5. Al enterarse el joven Simón que
habían llegado a Inglaterra unos
religiosos que se llamaban Carmelitas
o “hermanos de la Virgen María”,
como él amaba tanto a María, pidió
ser admitido en su Orden.
Lleno de alegría abrazó su género de
vida. Vistió el hábito de los
Carmelitas, hizo el Noviciado y
emitió la profesión.
Procuró desde entonces
lo que todos debiéramos hacer:
Trató de leer muchos libros sobre
Ella y se propuso tres cosas: amarla
con todo su corazón; imitarla lo más
fiel posible y ser apóstol de Ella
siempre y en todas partes.
6. Simón Stock llegó a ser General de la Orden, una
noche mientras oraba, se le apareció la Virgen
María y mostrándole el escapulario de la Orden le
dijo estas históricas palabras:
“Este será el privilegio para ti y todos: que quién
muriese con él no padecerá el fuego del infierno, es
decir, el que con él muriese se salvará”.
7. Pronto se extendió esta devoción hasta llegar a ser devoción universal.
El escapulario no obra como algo mágico, sino que quien vista lo recibe,
si lo lleva como una especie de memorial de sus virtudes y de la
protección de María, le ayudará a vivir bien la fe y por lo tanto a
alcanzar la salvación.
8. Para gozar del privilegio del Escapulario no basta comprar uno y
ponérselo.
Debe imponerlo un sacerdote, pero los demás que se pongan ya no hace
que sean impuestos.
La Medalla-Escapulario debe estar bendecida para que pueda suplir al
Escapulario, pudiendo bendecirla cualquier sacerdote.
9. El escapulario del Carmen
es el signo externo de
devoción mariana, que
consiste en la
consagración a la
Santísima Virgen María
por la inscripción en la
Orden Carmelita,
en la esperanza de
su protección maternal.
10. El Escapulario del Carmen es un “memorial” de todas las
virtudes, un signo eficaz de santidad y una prenda de
eterna salvación.
11. En 1950 el Papa Pio XII escribió:
“Nadie ignora ciertamente de cuánta eficacia sea, para avivar la
fe católica y reformar las costumbres, el amor a la Santísima
Virgen Madre de Dios, ejercitado principalmente mediante
aquellas manifestaciones de devoción que contribuyeron en modo
particular a iluminar la mente con celestial doctrina y a excitar
las voluntades a la práctica cristiana.
12. Debe colocarse, en primer lugar la devoción del
Escapulario de los Carmelitas, que, por su misma sencillez
al alcance de todos, y por los abundantes frutos de
santificación que aporta, se halla extensamente divulgada
entre fieles cristianos”
13. San Juan Pablo II, acerca del Escapulario dijo:
"También yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el
Escapulario del Carmen!.
Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y
las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente,
para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer
del silencio y de la oración, invocada como
Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la
gracia".
14. El barco del Carmelo reza y canta, al
hacerse a la mar del nuevo día, y en su
mástil por vela se levanta el
Santo Escapulario de María.
Corre, copo de lana bien tejido. Vete al
ancho camino de las gentes. Ilumina la
noche del olvido y recoge el cansancio de
las frentes.
Estamos en la ruta; la esperanza
tiñéndonos los ojos va delante, el corazón
cantando lo que alcanza, y la noche ha
perdido su semblante.
15. Los signos son pequeños: un poco de
pan, un niño, una lágrima, un beso, un
trozo de vestido..., pero simbolizan
mucho, expresan mucho. Son como
ventanas abiertas que nos permiten
captar un amplio horizonte.
-El Escapulario, signo pobre, nos
de una forma sencilla al estilo de vivir
evangélico de María, a su
espiritualidad, alimenta sin darnos
cuenta el cariño hacia la Madre, nos
hace sensibles a la presencia amorosa
de la Virgen en nuestra vida.
16. “Quien se reviste del Escapulario se
introduce en la tierra del Carmelo,
para comer sus frutos y sus
productos, y experimenta la presencia
dulce y materna de María, en su
compromiso diario de revestirse
interiormente de Jesucristo y de
manifestarlo vivo en sí para el bien de
la Iglesia y de toda la humanidad”
(Carta de San Juan Pablo II sobre el Escapulario, 5(.
17. *Quien lleva el Escapulario forma parte
de la Familia del Carmelo, un grupo de
hombres y mujeres llamados a vivir al
estilo de María, para el bien de la
Iglesia y de la humanidad.
•*Revestirse del Escapulario es entrar
en el Carmelo y alimentarse de sus
frutos. Es verdad que la experiencia de
Dios que han tenido los Santos del
Carmelo es para todos, pero quema más
a los que están cerca, como el fuego.
•*Llevar el Escapulario es acoger cada
día la presencia sencilla y materna de
María.
18. “Dos son las verdades evocadas en el signo
del Escapulario: por una parte, la
protección continua de la Virgen
Santísima, no sólo a lo largo del camino de
la vida, sino también en el momento del
paso hacia la plenitud de la gloria eterna; y
por otra, la certeza de que la devoción a
Ella no puede limitarse a oraciones y
homenajes en su honor en algunas
circunstancias, sino que debe constituir un
«hábito», es decir, una orientación
permanente de la conducta cristiana,
impregnada de oración y de vida interior,
mediante la práctica frecuente de los
sacramentos y la práctica concreta de las
obras de misericordia espirituales y
corporales” (Carta de SanJuan Pablo II sobre el
Escapulario, 5(.
19. •El Escapulario es signo de comunión, entre
María y cada uno de nosotros. Recuerda las
palabras clave de toda alianza: “Yo soy
para ti y tú, María, eres para nosotros”. El
Escapulario es una forma, no la única, de
leer y expresar una escena evangélica
impresionante: Jesús en la cruz y, a sus
pies, María y Juan. Y en esa escena, casi
sin palabras, una entrega, la que hace
Jesús de su Madre a Juan, y en él a todos
nosotros, y la que hace de Juan, y en él de
todos nosotros, a la Madre.
•*El Escapulario es una señal de que
nuestra casa, nuestra vida, nuestras
comunidades, son para siempre el hogar de
María, donde cada día se amasan el pan de
la fraternidad y se preparan respuestas
para los problemas de hoy.
20. Carmelo¨Nstra. Sra del Silencio y la Esperanza¨
Amarales 3433- Montevideo- Uruguay
Oh María Estrella del Mar y Flor del Carmelo!
En las dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.