La coliflor es una hortaliza de amplia importancia económica en nuestro país, cultivada primordialmente en zonas altas de los estados andinos. Constituye una inflorescencia de forma redondeada, carnosa y de gran tamaño. Es un cultivo de gran potencial debido a su aporte como fuente de fibra, vitaminas y minerales, a nivel vitamínico destaca la presencia de vitamina C, folatos y vitamina B6, así mismo contiene otras vitaminas del grupo B, como la B1, B2 y B3, pero en menores cantidades. Es un producto que se consume en forma directa en gran variedad de recetas, además de tener un gran potencial para exportación en forma congelada, sin embargo, en este caso es necesaria una pella o pan (inflorescencia) de mayor calidad que el producido para el mercado local, principalmente en cuanto a color y compactación de la cabeza...
1. Universidad Nacional Experimental del Táchira
Vicerrectorado Académico - Decanato de Postgrado
Maestría en Agronomía - Mención: Producción Vegetal 2014 - A
MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO DE LA COLIFLOR EN TIERRAS ALTAS
José Yvanosky Vázquez Chacón. C.I. 5.680.167 Cultivos Avanzados I. (SC, julio, 2015)
La coliflor es una hortaliza de amplia importancia económica en nuestro país, cultivada primordialmente
en zonas altas de los estados andinos. Constituye una inflorescencia de forma redondeada, carnosa y de
gran tamaño. Es un cultivo de gran potencial debido a su aporte como fuente de fibra, vitaminas y
minerales, a nivel vitamínico destaca la presencia de vitamina C, folatos y vitamina B6, así mismo
contiene otras vitaminas del grupo B, como la B1, B2 y B3, pero en menores cantidades. Es un producto
que se consume en forma directa en gran variedad de recetas, además de tener un gran potencial para
exportación en forma congelada, sin embargo, en este caso es necesaria una pella o pan (inflorescencia)
de mayor calidad que el producido para el mercado local, principalmente en cuanto a color y
compactación de la cabeza.
La Coliflor pertenece a la familia de las
Brassicaceas, que engloba a más de 300 géneros
y unas 3.000 especies propias de regiones altas
de los estados Mérida, Táchira y Trujillo, y
algunas regiones del estado Lara.
Específicamente la coliflor se denomina
taxonómicamente como Brassica oleracea L.
var. botrytis. El término Brassica, género al que
pertenecen, es el nombre latino de las coles.
Dentro de dicha familia se encuentran diversas
variedades como el brócoli, col blanca o repollo,
col lombarda, coliflor, nabo, rábano, etc.
La planta del coliflor es de tipo arbustivo, de
desarrollo bianual, cuyo tallo principal alcanza
una altura variable que por lo general es de 10 a
25 cm y termina en una inflorescencia
denominada "pan" o “pella” que es la parte
consumible. Su crecimiento radicular se
concentra en los primeros 60-70 cm de
profundidad del suelo.
Una de las hortalizas con más exigencias en
cuanto a requerimientos climáticos es la coliflor.
De los miembros del grupo de las coles, la
coliflor es la más sensible a temperaturas
inferiores o superiores a su variación óptima. Es
un cultivo que requiere condiciones climáticas
adaptadas a un piso altitudinal de 1.600-2.500
msnm, 16º a 20º C de temperatura, 70 a 90 % de
humedad relativa, de 12 a 15 horas al día de
radiación solar, y se adapta mejor a suelos del
tipo arcillo-arenoso, arenosos y aluviales con pH
6.5 - 7.5. La coliflor en particular no soporta los
fuertes vientos puesto que su calidad baja
considerablemente.
El manejo agronómico se inicia con la selección
de la semilla, caracterizada por presentar un
tamaño muy pequeño, de 1 a 2 mm de diámetro,
esférica, de color café oscuro a negro,
presentando una relación de 50.000 semillas por
cada 100 g.
Su reproducción se realiza mediante la
implantación de camellones de siembra o por
medio de semilleros en bandejas. Los
camellones deben ser de 1 metro de ancho y
2. largo según las necesidades para facilitar el
trabajo desde fuera. Su preparación involucra
preparar bien el terreno, aireación, que quede
mullido y suelto, y la incorporación de materia
orgánica. La semilla se siembra a 10 cm por
hileras y 1 cm de profundidad, manejando
aproximadamente 6-8 gr de semilla por m2
, lo
que produce alrededor de 700 plantas utilizables
por m2
. En base a esto, se requieren 300-400 gr
de semillas para obtener plantas suficientes para
una hectárea. Para una ha se requiere al menos
50 m2
de camellones. La técnica de producción
de plántulas en camellones aporta ventajas en
relación con el vigor de la plántula al momento
del trasplante. En la fase de semillero se debe
mantener un control diario en caso de
presentarse lluvias fuertes, siendo necesario
proteger las plántulas del golpeteo de las gotas
de lluvia y de los vientos fuertes.
En el caso de preparar bandejas de siembra, el
sustrato para llenar las bandejas se puede
preparar con una mezcla de 1
/3 de tierra + 1
/3 de
arena + 1
/3 de estiércol compostado o humus de
lombriz para que se desarrolle un óptimo sistema
radicular. Se pueden utilizar bandejas de 200
cavidades. Las bandejas deben estar protegidas
contra vientos y lluvias fuertes, preferiblemente
bajo umbráculos, polisombra o viveros.
El trasplante se realiza cuando las plántulas
alcanzan 10 a 15 cm de altura, con 4 a 5 hojas.
Esto se alcanza aproximadamente a las 4
semanas de siembra. El trasplante se efectúa
sobre camellones levantados a 30 cm. Antes de
la siembra se deben preparar los camellones
adicionando materia orgánica de origen animal o
vegetal. La mejor hora para realizar el trasplante
es la tarde, se debe regar en forma abundante el
semillero previo al momento de trasplante y
posteriormente en el lugar definitivo. La
distancia de plantación es de 40 cm entre planta
x 80 cm entre fila.
Para asegurar una sucesión de cultivos, la
siembra debe hacerse a intervalos de 4 semanas,
raleando a los 20 días de la siembra.
Para el cultivo de coliflor se recomienda
implementar asociaciones que le sean
favorables, en el caso del perejil o el apio,
asociados a la coliflor se logra repeler las plagas
de éste y ambos se ven favorecidos en el
crecimiento. Las fabáceas (leguminosas), como
la arveja o frijol también son buenas
asociaciones.
En relación con el manejo de la plantación en
campo se deben implementar labores
relacionadas con fertilización, control de
arvenses, plagas y enfermedades.
Los requerimientos nutricionales del coliflor
deben ser suplidos en base a un análisis de
suelos, sin embargo el cultivo responde
eficientemente a aplicaciones de 50 kg de
nitrógeno, 150 kg de fósforo y 50 kg de potasio
por hectárea aplicados al momento del
trasplante, y 50 kg de nitrógeno 30 días después.
El control de malezas se realiza de forma
manual, aprovechando la deshierba para aplicar
el abono nitrogenado y aporcar las plantas. Son
necesarias de 2 a 3 limpias en la etapa de
crecimiento para evitar la competencia ya que al
desarrollar follaje inhibe el crecimiento de la
maleza.
Una práctica muy útil para este cultivo es la
implantación de barreras vivas, sembrando para
ello algún tipo de pasto, maíz o sorgo para
limitar el paso de insectos transmisores de virus
y evitar el daño causado por vientos fuertes.
Por ser un cultivo de trasplante, requiere como
práctica habitual el aporque a los 15-30 días
después del trasplante, con el objeto de controlar
el crecimiento de arvenses y ayudar a que las
plantas desarrollen efectivamente las raíces. Se
requiere tener cuidado al realizar esta labor,
evitando el daño a las hojas, ya que pudiesen
constituir una fuente de entrada a las
enfermedades del tipo de las bacteriosis.
3. En zonas que requieran riego, es requisito
indispensable humedecer uniformemente el
suelo, procurando no formar charcos para evitar
proliferación de enfermedades. Además, en base
al tipo de suelo, es necesario controlar las
cantidades de agua suministradas al cultivo.
Son varias las plagas que pueden atacar al
cultivo de la coliflor. En su parte aérea se pueden
encontrar orugas, pulgón, mosca blanca,
pulguilla, cecidomia y caracoles o babosas.
Como plagas del suelo están: mosca,
ceutorrynchus o falsa potra y los genéricos:
gusano de alambre, gusano gris y nematodos,
todos ellos debilitando la planta y causando
problema de crecimiento. Controladores
biológicos como el uso de feromonas o el uso de
insecticidas biológicos a base de Bacillus
thuringiensis es factible para obtener buenos
resultados. En el caso del control químico, se
recomienda aplicaciones tempranas con el
objeto de evitar la toxicidad química de la
inflorescencia.
El manejo de enfermedades, está vinculado con
el tipo de patógeno que se presente en la
plantación. Comunes de este cultivo son la
hernia de la col, hongo que ataca a muchas otras
crucíferas, siendo una enfermedad que requiere
un tratamiento preventivo, en general la acidez
del suelo favorece su propagación. El mildiu,
condiciona su desarrollo a los periodos de
elevada humedad y bajas temperaturas que le
son favorables, su infección se inicia en el
semillero; el ataque sobre plantas desarrolladas
se localiza en las hojas exteriores, dando lugar a
decoloraciones en el haz y en el envés de las
hojas. La podredumbre seca es un hongo de
importancia económica, ataca la zona del cuello
de la coliflor, una vez invadida comienza a
oscurecer, el ataque se inicia en las raíces
jóvenes, formando sobre ellas los típicos
rizomorfos y progresando en sentido ascendente,
pudiéndose transmitir además por semillas.
Una vez lista la coliflor para su cosecha, el
proceso se realiza manualmente, observando que
el fruto (pan o pella) presente un tamaño
satisfactorio y buena calidad, dada por:
consistencia, color y textura superficial. La
excelente calidad de la coliflor viene dada
porque el fruto sea lo más compacto posible, de
color blanco a cremoso claro, de superficie
redondea y uniformemente pareja. Se corta el
pan con un cuchillo y con varias hojas que le
servirán de protección en el transporte hacia el
mercado. Usualmente la cosecha dura entre 15-
25 días.
La productividad de un cultivo viene
determinando por su rendimiento, la coliflor
produce un pan por planta, considerando un
porcentaje de pérdidas y con poblaciones de
30.000 a 45.000 plantas por ha, los rendimientos
reales fluctúan entre 22.000-35.000 coliflores
por ha.
El manejo postcosecha es muy importante, ya
que el mal manejo durante la cosecha, traslado a
la empacadora, el deficiente o escaso pre-
enfriado, la utilización de cestas o estibas en
malas condiciones provocan el deterioro de la
calidad. Así mismo, es primordial prestarle
atención al empacado, ya que exhibe una buena
presentación del producto y disminuye la
posibilidad de daño mecánico.
Aspectos de relativa importancia para el manejo
del cultivo de coliflor, son los relacionados con
la disponibilidad de mano de obra y la cercanía
del mercado. La planificación de las necesidades
de mano de obra en las diferentes actividades del
plan de manejo es primordial para obtener
buenos resultados, ya que en el caso de fincas
con pocos recursos, casi el 100% de la actividad
agrícola es realizado por las personas, las cuales
deben estar capacitadas técnicamente para el
manejo y obtención de productos de buena
calidad.
La ubicación de la finca en donde se establecerá
la explotación, de acuerdo a los medios de
trasporte de los cuales se dispone, es esencial
para obtener buenos resultados. Así mismo, la
4. cercanía a las tiendas de agro-insumos, como a
los entes vinculados con la asesoría técnica, es
requisito a tener presente al momento de
establecer el cultivo.
Un estudio de manejo de cultivos hortícolas,
como la coliflor, debe estar respaldado por
estadísticas que demuestren su importancia y
valor económico. En Venezuela, según Arcia A.
(2012), la Coliflor ocupa en puesto Nº 11 de los
principales rubros hortícolas sembrados en las
zonas altas de Venezuela, con 2.500 ha
sembradas (promedio de 5 años), utilizando para
la siembra 120 gr semillas/ha, cultivo de ciclo
bianual, localizado en un piso climático del
Grupo B: susceptible a heladas a la madurez.
En cuanto al rendimiento (kg/ha) y por estado en
el periodo 2005-2010, Arcia A. (2012) señala
que el cultivo de la coliflor, reporta los siguientes
rangos de rendimiento por estado: Mérida
(5.153-6.031), Táchira (1.872-3.015) y Trujillo
(1.399-1.544).
Como todo cultivo de producción agrícola, la
coliflor está sujeta a mejoras, tanto a nivel
agronómico, manejo y comercial. Por lo cual se
presentan varias perspectivas al momento de
establecer el cultivo, entre ellas: definir la
factibilidad climática para la producción al
momento de elegir el área de cultivo, uso se
semilla sanitaria de calidad, suelos de calidad
agrícola libre de patógenos, mercado que
justifique la inversión, e infraestructura
tecnológica que permita un manejo tecnificado
del cultivo.
Desde el punto de vista económico, las
hortalizas, como la coliflor en Venezuela,
representan un sistema agro productivo que
funciona de acuerdo a la oferta y la demanda, el
agricultor conoce de la estacionalidad de sus
productos y acepta la variación de precios
durante el año, por lo tanto hay abastecimiento
nacional, con los altibajos estacionales
habituales y la creciente inflación de materia
prima, insumos, mano de obra, trasporte y
tecnología.
Fuente Bibliográfica:
ARCIA M., Asdrúbal. (2012) Producción de hortalizas en la zona andina de Venezuela. Instituto de Agronomía, Facultad de
Agronomía. Universidad Central de Venezuela. Apdo. 4579. Maracay 2101 Aragua. Venezuela. (Artículo en Línea)
Disponible en: http://revistaagronomiaucv.org.ve/revista/articulos/A_2012_72_13.pdf (Consulta: Julio, 2014)
GARCÍA MORATO. Miguel (2000) Plagas y enfermedades en el cultivo de Coliflor. Revista Cultivos Extensivos- Vida Rural
(Articulo en Línea) Disponible en:
http://www.magrama.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/revistas/pdf_vrural/Vrural_2000_107_34_37.pdf (Consulta:
Julio, 2015)
MANUAL DEL CULTIVO DE LA COLIFLOR (Brassica oleracea var. botrytis) CENTRO DE INFORMACIÓN DE
RECURSOS NATURALES. Publicacion CIREN Nº 64. Diciembre 1987. Inscripción N° 68.788 - Santiago-Chile.
NARVÁEZ H. Cesar Raúl. Producción y Comercialización de Coliflor (Bassica oleracea var. Botritys) Tesis de Pregrado.
Escuela Agrícola Panamericana. Departamento de Economía Agrícola y Agronegocios. Lepaterique, Honduras
(1997)