El documento habla sobre la importancia de tener fundamentos sólidos en la fe cristiana. Explica que para ser edificados espiritualmente se requiere ser humilde y permitir que se nos enseñe, aunque a veces sea doloroso. También dice que tener fundamentos nos hace personas fuertes de carácter, nos ayuda cuando vienen las pruebas, y nos da estabilidad para saber a dónde vamos. Finalmente contrasta la diferencia entre ser bendecido versus estar edificados, diciendo que quien está edificado tiene bases espirituales y sabe que Dios