1. Historia del Arte (BCS2)
ARTE DEL BARROCO
Lámina_32
Columnata de San Pedro del Vaticano (G. L. Bernini)
Bernini estableció los principios de la arquitectura barroca italiana. Entendió las necesidades de la Contrarreforma y reflejó
como nadie las ansias de poder de la Iglesia. La excepcional columnata es arquitectura funcional, escenografía, grandiosidad,
simbolismo y grandiosidad. Todo un hito de la arquitectura barroca eclesiástica.
1. Identificación.
Nombre: Columnata de la plaza de San Pedro del Vaticano.
Autor: G. L. Bernini (1598 – 1680).
Estilo: Barroco.
Cronología: 1656 – 1667.
Localización: Ciudad del Vaticano (Roma, ITALIA).
Dimensiones: columnas (15 mt. Altura); plaza ovalada (340 x 240 mt.).
2. Análisis formal.
El genial planteamiento de Bernini consiguió salvar la exigencias que conllevaba la construcción de un acceso
digno a la basílica de San Pedro, máximo símbolo del cristianismo: acoger a un gran número de peregrinos y
permitir, desde cualquier punto, la perfecta visión del papa, en el balcón de la Loggia, durante la bendición del
“urbi et orbi”; convertir en punto central de la plaza el obelisco que el papa Sixto V había colocado en línea
con el eje de la basílica. Además, como sede de la cristiandad, la propia forma del edificio debía tener una
significación especial.
Bernini ideó una primera plaza delimitada por dos brazos rectos y ligeramente convergentes que se abren
formando una gran plaza elíptica; este planteamiento permitía que el Papa fuera visto desde cualquier punto.
Esta forma de los dos brazos circulares remite a dos brazos abiertos que simbolizan la voluntad de acogida de
la Iglesia.
Cada uno de los dos brazos ovalados consta de cuatro hileras de columnas y pilares dóricos que forman tres
calles y sostienen un entablamento de orden jónico. La columnata culmina en una balaustrada que acoge a
140 estatuas de santos y mártires de la Iglesia.
Con este proyecto, Bernini daba de nuevo una importancia crucial a la cúpula de Miguel Ángel, relegada a un
segundo plano tras la reforma de la fachada de la basílica que realizara Carlo Maderno. Gracias a una serie de
recursos ópticos, convertía a la cúpula en el eje visual de la basílica.
1 IES Lacimurga C. I.
Javier Pérez (IES Lacimurga)
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ARTE DEL BARROCO
3. Análisis iconográfico.
Contenido.
Tras años de guerras convulsas por toda Europa, La Iglesia retomó de nuevo su autoridad y planteó una
nueva manera de acercarse a sus fieles. La nueva arquitectura nacia del espíritu de la Contrarreforma,
muestra esta escenografía, concebida para provocar emociones.
La columnata creada por Bernini dejaba entrever la basílica, medio oculta por el bosque de columnas, cuando
el caminante se acercaba a ella. Este bosque de columnas nunca permitía contemplar el edificio completo. Una
vez atravesada la galería de columnas el visitante puede contemplar la visión grandiosa y espectacular de la
fachada de la basílica, coronada por la espléndida cúpula.
En el siglo XX la reurbanización convirtió la plaza en el punto final de la gran Vía de la Conziliazione, trazada
desde el río Tíber; el caminante percibe el gesto de acogida de la magnífica columnata hacia el interior de la
basílica cristiana.
Autor.
Bernini nació en Nápoles, hijo de un padre escultor que le enseñó el oficio, pasó la mayor parte de su vida en
Roma, donde adquirió fama y riquezas como quizás ningún otro artista barroco italiano. La razón de ello es
bien sencilla: cuando contaba 31 años fue designado arquitecto del pontífice Urbano VII y desde entonces
contó con la protección de otros papas más para desarrollar sin problemas sus múltiples proyectos en la
Ciudad Eterna.
Como arquitecto, y fruto de sus trabajos en el Vaticano, son dos de sus más conocidas realizaciones: de un
lado, el famoso Baldaquino de San Pedro, situado en el centro de la basílica, justo sobre el lugar en el que
se halla la humilde tumba del primer apóstol. Aquí Bernini se aleja de las formas renacentistas y manieristas
hasta entonces predominantes y recurre al empleo de la columna salomónica, proclamando el éxito de la
nueva estética barroca, parejo al que él mismo obtuvo como autor. Años después Bernini levanta la
columnata que cierra la plaza con su forma elíptica, pero que al mismo tiempo se abre para recibir a las
multitudes que acuden a la llamada del pontífice. Incluso unos años después, y de nuevo dentro del templo,
nuestro artista realizaría la Cátedra de San Pedro, una especie de altar relicario en el que se guarda la silla
que pretendidamente usó el primer papa de Roma.
2 IES Lacimurga C. I.
Javier Pérez (IES Lacimurga)