1. La inserción de jóvenes en el
mercado laboral
La población ocupada se divide en
ocupados formales y ocupados
informales, y los ocupados informales
en remunerados y no remunerados.
Todas estas categorías laborales
permiten un análisis de los niveles de
inclusión y exclusión de las y los
jóvenes en el mercado laboral
guatemalteco.
2. Las y los jóvenes ocupados no
siempre tienen un trabajo
decente
la inserción económica contrasta con el hecho de
que las y los jóvenes, en 2011, tienen mayores
niveles educativos y de conocimientos
tecnológicos que sus padres y madres, lo cual
debería permitirles optar por más y mejor empleo
y ser menos vulnerables a los vaivenes
económicos.
Dicho sector se encuentra excluido de la ruta a un
trabajo decente al presentar un nivel educativo
bajo, dado que el 88% de las y los discapacitados
no tiene ninguna educación o, a lo sumo, ha
alcanzado la educación primaria.
3. El trabajo de jornalero o peón:
¿rostro del empleo rural?
Esta categoría incorpora
especialmente a trabajadores
agrícolas. En Guatemala, refleja que
el 58% del trabajo rural de las y los
jóvenes de 15 a 24 años es trabajo
agrícola, por lo que hay muchos
jóvenes insertos en esta actividad
económica de baja productividad y
4. El trabajo sexual: ¿rostro de la
exclusión extrema
El problema, sin embargo, se concentra más
en las mujeres: el sufrimiento emocional, la
distancia entre ellas y sus familias, la falta de
preparación para ejercer otro tipo de trabajo al
cual aspirarían y la posibilidad de obtener
recursos económicos inmediatos para subsistir
son factores que han facilitado su ingreso al
trabajo sexual».
El trabajo informal es una modalidad
excluyente de oportunidades y libertades para
optar a una vida mejor,
6. El enfoque de desarrollo humano y el
concepto de trabajo
decente de la propugnan condiciones
laborales
con equidad, remuneración justa, seguridad
en el
lugar
de trabajo y protección social. La ausencia
de estas
condiciones básicas o de alguna de ellas
provoca diferentes
niveles de inclusión o exclusión que pueden
definir las
7. Las y los jóvenes parcialmente excluidos
son los ocupados informales no
remunerados porque, aunque tienen
empleo, carecen de ingreso/salario y
protección social.
Los considerados excluidos son los
desocupados y aquellos que realizan
tareas domésticas (mujeres, en su
mayoría), que están fuera de optar a su
derecho de participar en el trabajo, con
reconocimiento económico y prestaciones
8. A manera de conclusión, en Guatemala las
oportunidades de acceder a un trabajo
decente son reducidas y los niveles de
exclusión laboral son amplios. Para 2011,
solamente cerca de 237,000 jóvenes tuvieron
un empleo formal y con protección social; esta
cantidad representa un exiguo 14% de las y
los jóvenes económicamente activos y un 8%
del total de jóvenes activos e inactivos. De
cada 100 jóvenes que se insertan en el
mercado laboral, solamente 14 logran recorrer
la ruta hacia el trabajo decente.
9. Los jóvenes a edad temprana y
casi en forma permanente de a
posibilidad de tener un trabajo
decente, empujándolos a la
informalidad, a la migración ilegal
o a actividades de riesgo social.