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La posada del silencio
El texto de hoy
Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo
volveré a él
El amor no siempre nos enriquece, el amor lo primero que hace es empobrecernos, lo entregamos todo.
Todo ha de ser ofrecido y entregado a Dios. Para él son todas nuestras cosas, toda nuestra vida.
En el silencio se aprende este despojo, se aprende a desapropiarse. El silencio es el ofrecimiento de toda
nuestra vida a Dios.
Ahí en el desapropio existirá un alivio y una epifanía de Dios. Dios empezará a irrumpir en nuestro
despojo.
Todo puede ser un obstáculo para esta epifanía de Dios; por eso todo se ha de silenciar.
Dios necesita nuestro silencio. Pero Dios merece también nuestro silencio, para él son todas las cosas.
Abierto el plazo de inscripción para los cursos de
formación y postgrado en la Escuela de Teología
de San Esteban
La Escuela de Teología “San Esteban” ha abierto el plazo de inscripción para los cursos de formación y
postgrado que se impartirán a lo largo del curso académico 2013-2014. La Escuela de Teología viene
ofreciendo desde 1977 su servicio doctrinal a cuantos se interesan por una formación seria o buscan un
mayor compromiso de su fe. Los cursos pueden realizarse también por asignaturas sueltas. Los alumnos
pueden ser oficiales u oyentes. Las clases comenzarán el próximo 2 de octubre, los martes y miércoles de
19.30 a 21.20 horas.
Este año se impartirá el tercer curso de formación de la Escuela que contempla las siguientes asignaturas:
Sacramentos de iniciación e Historia del Cristianismo (II), a cargo del prof. Gregorio Celada;
Penitencia, Unción, Matrimonio y Orden Sacerdotal, por el prof. Miguel Á. del Río; El Pueblo de Dios,
por el prof. Manuel Á. Martínez; Pensamiento paulino, por el prof. Juan Huarte y Ética social y
cristiana, por el prof. Ángel Romo.
Respecto al curso de postgrado contempla las asignaturas: La política actual desde la teología; Historia
de la Espiritualidad bíblica; Teología de la creación, Teología y ecología; Bioética y Apocalipsis, que
serán impartidas por el profesorado: Juan Manuel Almarza, Julián de Cos, Juan José de León, Ángel
Romo y Rafael González.
En la programación para el nuevo curso académico se encuentra también un curso breve de 10 horas de
duración que se celebrará los días 24-28 de febrero de 2014 a cargo del profesor Jesús Espeja, y lleva por
título: “Aproximación a la teología de la liberación”.
Información: 923 261 979
CONVERSACIONES DE SAN
ESTEBAN.
DEL 5 DE NOVIEMBRE AL 11 DE FEBRERO
Apertura oficial del curso académico en
la Facultad de Teología san Vicente
Ferrer de Valencia.
El viernes 27 de Septiembre, ha tenido lugar la
apertura de curso en la Facultad san Vicente Ferrer de
Valencia. En la presidencia tanto del acto religioso
como del académico estuvieron el Arzobispo de
Valencia, Gran Canciller de la Facultad, y el Provincial
de los Dominicos de Aragón, Vice Gran Canciller.
A las 10’30 h de la mañana, autoridades, profesores, alumnos, personal no docente e invitados se
reunieron en la parroquia de El Salvador para la celebrar la Eucaristía. En la presidencia el
Arzobispo de Valencia y Gran Canciller de la Facultad, D. Carlos Osoro. Junto a él Fr. Martín
Gelabert, Prior Provincial de Aragón y Vice-Gran Canciller. Ambos acompañados por el Decano, D. Juan
Miguel Díaz Rodelas y el Vicedecano, Fr. Vicente Botella.
En su homilía el Gran Canciller saludó de manera afectuosa a Fr. Juan Manuel Almarza, Regente de
Estudios de las tres provincias que, en el 2016, formarán la Provincia Hispaniae. Asimismo, aludió al
proceso de unificación de secciones en el ciclo institucional de la Facultad y destacó el papel jugado en él
por Fr. Esteban Pérez Delgado, ex-provincial.
Después, tuvo lugar el acto académico: lectura de la memoria del curso 2012/2013, la lección inaugural
“La cristologia de Joan Roís de Corella. Algunes aportacions dels classics de la Nostra llengua a
l’evangelitzatió actual” a cargo del profesor D. Josep Vidal Taléns, saludo del Decano-Presidente y
palabras de inauguración por parte del Gran Canciller.
Tanto en la intervención del Decano como en la del Sr. Arzobispo estuvo muy presente la nueva etapa en
la vida de la Facultad, nacida de la unión de secciones. De singular relevancia fueron las palabras del
Gran Canciller, quien enfatizó la importancia de una Facultad, única en España -dijo-, en la que se da la
comunión entre sacerdotes y religiosos; una comunión muy necesaria para construir una Iglesia que sepa
afrontar los retos de un mundo en el que está brotando un nuevo orden de cosas. Al final de su alocución
auguró un futuro prometedor a la Facultad si conseguía aportar a la sociedad y a la Iglesia discernimiento,
sabiduría y cultura del encuentro.
Para más información pinche aquí.
Fray Juan José Gallego OP interviene en
diversos medios de comunicación.
En estos últimos meses ha sido entrevistado en diversos
medios digitales y prensa escrita.
Juan José Gallego Salvadores, exorcista oficial de la Archidiócesis de Barcelona desde hace siete
años, sigue prodigándose en intervenciones digitales y en periódicos en que presenta su trabajo
como exorcista y dando a conocer este sacramental de la Iglesia católica:
Así el día 25 de agosto en Catalunya cristiana, revista oficial de la Archidiócesis de Barcelona, un trabajo
titulado “El Papa Francisco y el Diablo”.
En el periódico leridano Segre del 29 de agosto del 2013: “El único exorcista actual de Cataluña”.
En la Vanguardia digital de Barcelona 9/9/ 2013: “El único exorcista en Cataluña: no soy un
psicoterapeuta ni un mago”.
Y finalmente en el periódico digital “ASTORGA red ACCION-. Periódico digital de Teleno Tuerto y
Orbigo.
Esta entrevista, sumamente interesante, realizada por el profesor Eloy Rubio Cano y J.M.Carrizo hecha
precisamente en Castrillo de los Polvazares.
El único cura exorcista en Catalunya:
"No soy un psicoterapeuta ni un mago"
El padre Gallego atiende cada día cinco o seis
peticiones, pero admite que muchas personas necesitan
otro tipo de ayuda
Vida | 04/08/2013 - 10:08h | Última actualización: 05/08/2013 - 12:12h
El cura Juan José Gallego ACN / Pol Solà
La Vanguardia
Barcelona (ACN). - El padre Juan José Gallego es el único cura que se dedica plenamente a los
exorcismos en Catalunya, y cada semana hace unos cuantos. Aunque su trabajo es bastante desconocida,
cada día recibe entre cinco y seis visitas de personas que solicitan ser exorcizada.
Estas personas vienen recomendadas por conocidos u otros curas, pero muchas de ellas, admite Gallego,
necesitan otros tipos de ayuda. Aún así, reconoce que algunos casos se parecen a los de las películas, pero
asegura que él no es ni un "psicoterapeuta ni un mago", sino "un hombre de fe que, con el poder otorgado
por la Iglesia" pide a Dios que "libere esa persona de una influencia maligna".
En una entrevista a la ACN, padre Gallego explica que su tarea es básicamente ayudar a personas que lo
están pasando mal. Él no asegura curación, y reconoce que muchas personas necesitan ayuda médica y no
espiritual. Pero si él ve que hay un creyente que puede estar poseído por el diablo, lo intenta exorcizar con
oraciones y un ritual establecido en códigos eclesiásticos.
Según la definición oficial, un exorcismo se produce cuando "la Iglesia pide públicamente y con
autoridad, en nombre de Jesús, que una persona sea protegida del maligno y sustraída a su dominio". De
hecho, según Gallego, Jesús hizo exorcismos, y de ahí procede el poder de la Iglesia para hacer.
Como las películas
Ante la visión que puede tener la ciudadanía en general a través del cine, Gallego admite que a veces su
labor se acerca mucho a las imágenes de cuerpos inertes con violentas convulsiones y espasmos y
expresiones blasfemas. Aunque muchas veces hace exorcismos en un despacho parroquial del Eixample
de Barcelona, con la persona sentada en una silla, a menudo también hace estirar a la persona en el suelo
de una capilla de la iglesia, sobre una estera y con mucho espacio a su alrededor para que no se haga
daño.
En alguna ocasión, incluso, ha llegado a atar a los exorcizados y pedir la ayuda de algún otro sacerdote o
monja debido a la gran violencia que puede experimentar la persona poseída. Como en las películas,
también utiliza agua bendita, que puede llegar a quemar la piel de la persona exorcizada. A menudo ha
pasado miedo, reconoce.
Agua bendita y oraciones
Para el ritual utiliza el agua bendita y la imposición de manos, pero también la lectura de salmos, el
Evangelio de San Juan y la Letanía de los Santos. El exorcizado debe hacer una profesión de fe, renovar
las promesas del bautismo y renunciar a Satanás. Todo esto, no lo hace en latín, sino en castellano porque
la persona exorcizada lo entienda.
Las personas que acuden a Gallego "están muy mal, muchos han intentado suicidarse por la angustia que
sufren", explica el cura. Cuando ya han visitado varios médicos, alguien les habla del padre Gallego y
acuden como una de las últimas opciones. Él los recibe con una "humildad muy grande" porque admite
que no sabe si los podrá curar, ya que esto depende de la fortaleza de la persona y de la confianza que
tenga en Dios. De hecho, los que acuden al padre Gallego y no son suficientemente creyentes no pueden
ser exorcizados.
Pero muchos de los que piden ser exorcizados necesitan ayuda médica, y el propio sacerdote se lo indica,
o les pide certificados psiquiátricos. Le llega gente de todo el estado, que lo conocen por el boca a boca.
Gallego explica que llegó al mundo del exorcismo después de 20 años de docencia en seminarios y
universidades católicas. Conocía la teoría, pero no la práctica y reconoce que al principio tenía dudas
sobre si lo hacía bien o no. Actualmente, la mayor satisfacción que tiene es "poder ayudar a la gente".
Para él, los demonios son "criaturas creadas por Dios, como los ángeles, que dependen de Dios" y no son
autosuficientes. Esto, según Gallego, da fuerza y esperanza a los creyentes porque hace que el demonio
"no pueda hacer lo que quiera".
EL RETORNO DE LA FILOSOFÍA
Este martes, uno de octubre, tienes una cita con la cultura, en la presentación del libro "EL RETORNO
DE LA FILOSOFIA" obra coordinada por el P. Abelardo Lobato O.P. (q.e.p.d) y que a su vez sirve de
grato homenaje. La cita es a las nueve de la noche en el camarin de la Virgen del Rosario de Granada,
calle, Cobertizo de Santo Domingo.
Descubriendo las rutas de Bernardo
Bernardo Cuesta fue una de esas
personas en las que palabras y hechos,
pensamiento y acción, estuvieron
indisolublemente unidos. No sólo fue un
guía intelectual, sino también un maestro
de vida, alguien que abrió caminos,
señaló a través de su pensamiento y su
acción, rutas por las que vale la pena
seguir caminando.
20 de septiembre de 2013
Éste es el hilo conductor de la publicación: descubrir las sendas de pensamiento y de acción que
él siguió de manera lúcida y coherente. Mostrar que su modo de entender la Iglesia -que siempre
consideró su hogar-, el mundo en el que vivió, la Orden a la que amó y mostrar también que su
modo de implicarse en ellas y de responder a los problemas y desafíos que dentro de ellas se plantean,
siguen siendo válidos y marcan rutas a seguir.
A partir de estos objetivos está estructurado el libro, que tiene tres partes: La primera parte, Semblanza,
recoge la excelente síntesis biográfica que Juan Huarte, amigo y compañero, publicó en la revista Ciencia
Tomista. Es muy completa y resume perfectamente la trayectoria vital de Bernardo.
La segunda parte, Pensamiento de Bernardo, es la más amplia y recoge algunos textos de Bernardo que
expresan su visión de la vida y de algunos problemas que le preocuparon mucho y a los que dedicó
estudio y reflexión. Tiene cinco capítulos o apartados: Rutas para entender, vivir y ser Iglesia; Rutas de
análisis y propuestas al mundo de hoy; Rutas para ser cristiano en un mundo globalizado y enfermo;
Rutas hacia la paz y en favor de la vida; Rutas que recogen y hacen vida la tradición dominicana.
La tercera parte, Testimonios, muestran que las sendas que el abrió y siguió dejaron huellas en quienes le
conocieron y animan a continuar por ellas o en la misma dirección. Estas voces o testimonios de quienes
vivieron con él en la Comunidad de Babilafuente, de las gentes de los pueblos donde ejerció durante más
de treinta años su actividad pastoral, de sus compañeros de fatigas en Acción Verapaz, de otros
profesores… son el mejor respaldo de su trayectoria vital.
- Más información y materiales en la web de Acción Verapaz
- Adquirir en libro en la Editorial San Esteban
El animal infinito.
Una visión
antropológica y
filosófica del
comportamiento
religioso
Autor: Manuel CABADA CASTRO
Colección: ALETHEIA
La condición misteriosa del ser humano se
encuentra en relación con la dimensión
religiosa. Esta obra aborda la problemática del
comportamiento religioso, prestando atención
simultánea a los datos de las ciencias de las
religiones y a la reflexión filosófica. La
sorprendente variedad de las simbolizaciones
religiosas puede ser percibida como la
expresión misma del ámbito infinito en que se
mueve siempre lo humano. Este estudio no
ofrece solamente una visión retrospectiva de
las religiones, sino que se adentra en sus
posibilidades de futuro. A las religiones les
aguarda un futuro grande en la medida en que
acierten a unir la pasión por lo divino con una
decidida promoción de lo humano. Manuel
Cabada Castroes Profesor de la Facultad de
Filosofía de la Universidad Complutense de
Madrid y en la Facultad de Ciencias Humanas
y sociales de la Universidad Pontificia de
Comillas. Cuenta en su haber con diversas
publicaciones dedicadas al problema de Dios
y del hombre.
Precio: 22,00 €
Páginas: 255
Año: 2009
ISBN: 978-84-8260-277-1
Fr. Jacek Dudka el nuevo Vicario General del
Vicariato de Rusia y Ucrania
Los frailes capitulares del Vicariato General de Rusia y Ucrania elegieron a Fray Jacek Dudka como su
nuevo Vicario General. Fray Jacek sucede en este oficio a Fray Maciej Rusiecki.
Fr. Jacek nació en Pyrzowa (Polonia) in 1963. Tras sus años de servicio militar, ingresó a la Orden en
1988. Realizó estudios en los centros académicos de la provincia de Polonia en Cracovia y Varsovia.
Durante varios años fue hermano cooperador. Posteriormente, pidió recibir la ordenación sacerdotal y fue
ordenado en el año 2009. Ejerció el ministerio sacerdotal en Rzeszow. Luego fue enviado a la misión en
Rusia. Allí asumió una activa labor pastoral en San Petersburgo atendiendo especialmente la pastoral
familiar, juvenil y propagando la devoción mariana. Desde el año 2012 era el prior del convento de Kiev
(Ucrania).
En la actualidad, un grupo de 30 frailes provenientes de Polonia, Rusia, Ucrania y Francia constituyen la
presencia dominicana en esta región del mundo, particularmente en San Petersburgo (Rusia) y en cinco
ciudades ucranianas: Kiev, Fastiv, Yalta y Leópolis.
(28 de septiembre de 2013)
Hacia el encuentro MJD - Lima
Los jóvenes integrantes del Movimiento Dominicano de Arequipa partieron esta tarde hacia la cuidad de
Lima donde tendrán el encuentro Nacional de MJD. Dicho encuentro será 28 - 29 y tendrá lugar en el
colegio de “Jesús” de la Avda. Brasil.
LA FAMILIA DOMINICANA DE MANAGUA
MIRANDO HACIAATRÁS CON
ALEGRÍA
Hacia mediados de julio, concretamente el día 11, en la Cueva de Sto. Domingo, de Segovia, vivimos lo
que yo llamaría la "coronación" de todo un curso de encuentros y formación de la posible Fraternidad
Laical Dominicana. Una andadura que comenzamos queriendo conocer la Orden, a través de su ideario,
sus santos, teólogos, filósofos, junto a los laicos o terciarios que, a través de su entrega y servicio, han
destacado, entrando a formar parte de la historia de la orden. En todo ello fuimos acompañados por el
recordado Fr. José Luis Gago.
También intentamos conocer o reconocernos en nuestra dimensión de hombres y mujeres bautizados,
laicos, que desean vivir su fe de forma activa o, quizá mejor, más comprometida. Se abordaron temas
muy interesantes y para mí novedosos, como por ejemplo: la espiritualidad laical y cuál es la misión del
laico hoy en el mundo y en la iglesia.
Desde el deseo de ser dominicos seglares, seguimos cuestionándonos y reflexionando sobre cómo
conocernos a nosotros mismos en todos los niveles: naturaleza y gracia, fieles cristianos, el silencio, la
comunicación, etc. Todo ello apoyado en los aportes que Fr. Manuel Glez de la Fuente nos iba
proporcionando para estudiarlos y compartirlos después en los encuentros de formación que él mismo
coordinaba.
También tuvimos nuestra FIESTA, no sé si de fin de curso o sin ser casi conscientes de nuevas andaduras
para algunos de nosotros. Una fiesta o conmemoración de la Traslación de Sto. Domingo, con banderas y
estandartes, con "coral" y trompeta, con unos pre-novicios y una comunidad que enmarcaba y
acompañaba nuestra tímida participación ya con identidad propia de seglares dominicos. Tres días
preciosos por los que damos las gracias a TODOS, también a Sto. Domingo que, seguro tuvo, algo que
ver en todo esto.
Como "coronación" de toda esta andadura, el día 11 de julio, como queda dicho, algunos de nosotros
decidimos dar un pasito más con la "profesión" e imposición de la Cruz dominicana. Nos acompañaron
Fr. Salus, prior de San Pablo y San Gregorio, y Fr. Manuel y, cómo no, por Pablo que es la esencia de los
terciarios de Valladolid y que ha mantenido la antorcha encendida, ejemplo de fidelidad y buen hacer.
Todo ello me lleva a dar gracias a Dios y a toda la comunidad dominicana por habernos impulsado a vivir
nuestra condición de laicos cristianos, con ese espíritu que animó a Santo Domingo a formar una gran
familia donde cada uno aportara aquello que ha recibido, según su condición, para ayudar a expandir el
Evangelio .
Mayte Gacía, dominica seglar.
26 de septiembre de 2013
El día nuevo
Editado por
Sor Gemma Morató
Cada día el
sol nos alumbra de nuevo, y al despertar, iniciando el día nuevo, todas nuestras expectativas, esperanzas,
deseos y tareas, retoman su lugar. Todo cuanto ayer dejamos preparado para realizar hoy nos espera desde
el amanecer de cada uno. Todo cuanto ayer no concluimos o no supimos darle la solución adecuada será
tomado de nuevo con el día que empezamos. Pero a pesar de ello, hoy nada será igual que ayer, lo
experimentaremos en cosas quizás bien sencillas, pero que marcarán la personalidad propia del día nuevo.
Para aquellos que viven situaciones repletas de sufrimiento, de angustia o enfermedad, igual que para
quienes viven sumergidos en situaciones gozosas y estables, el inicio del día nuevo conlleva un signo de
esperanza, de confianza, significa una nuevo desafío para proseguir el propio caminar. Hoy será
distinto de ayer, quizás nuestro dolor encontrará un reposo, o en nuestra preocupación hallaremos la luz
deseada, o la sonrisa se nos hará más fácil porque podremos constatar la felicidad de aquellos que están a
nuestro lado.
Hoy será especialmente distinto porque con la gracia de Dios intentaremos hacer el bien en los
acontecimientos y situaciones nos envuelvan, y nuestro caminar estará más cerca del querer de Dios.
Ojala sepamos avanzar cada día para que llegado el fin de nuestro tiempo se pueda afirmar que nuestro
caminar ha estado siempre empujado por el deseo de hacer el bien. Texto: Hna. Carmen Solé.
La indiferencia ¿octavo pecado capital? (29.9.13)
Editado por
Jesús Espeja
1. Según el catecismo de Astete que aprendí de niño, entre los siete pecados capitales no estaba la
indiferencia. En un primer momento podríamos asimilarlo a la pereza y en seguida tendríamos el
correctivo: diligencia. Pero no coinciden porque el perezoso es sensible y sabe bien lo que debe
hacer, mientras que la indiferencia es pasar de largo, despreocuparse como si el otro no existiera. No hay
mejor desprecio que no hacer aprecio.
2. El pecado que como la mancha de aceite ha cundido y hoy nos está narcotizando también a los
cristianos es la indiferencia. Nos está ocurriendo lo que al rico de la parábola evangélica que “vestía de
púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día” insensible al pobre Lázaro que acurrucado en
el portal de la casa y lleno de llagas, esperaba que al salir ese rico, bien llamado Epulón, dejara caer
algunos centavos. Curiosamente la casa es común al rico y al mendigo; en principio el mundo es casa para
los dos: pero la diferencia entre banquetear espléndidamente y estar muerto de hambre es abismal.
3. No consta que el rico estuviera chinchando y despreciando al pobre Lázaro. Aparentemente no hacía
nada contra él y puede que incluso que fuera un judío celoso cumplidor de las prácticas religiosas. Su
pecado fue la omisión: despreocuparse del pobre, pzsar del largo ignorando su presencia. Es el pecado
que más sutílmente pervierte a los mismos cristianos. Causa estragos en millones de personas que no
pueden vivir con dignidad. El juicio final versará no sobre prácticas religiosas sino sobre estas omisiones:
“tuve hambre y no me diste de comer”. Pidamos con el himno litúrgico: ”haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva; cura su fiebre posesiva y ábrela al bien de mis hermanos; que el corazón
no se me quede desentendidamente frío”.
El Señor esté con vosotros: más que una
fórmula
Nihil Obstat
Blog de: Martín Gelabert Ballester, OP
sábado, 28 de septiembre de 2013
En alguna ocasión he escuchado al presidente
de la Eucaristía hacer un pequeño cambio en la
fórmula “el Señor esté con vosotros”, que
aparece repetidamente en la liturgia, y decir: “el
Señor está con vosotros”, subrayando con
especial énfasis el “está”. En mi opinión este
cambio no es bueno. Pero es necesario explicar
el motivo, porque de lo contrario estos detalles
que son importantes, dejan de serlo cuando no
se comprende su sentido y su razón. Si no se
conoce la diferencia entre decir “esté” o “está”,
da lo mismo decir una cosa que otra y hasta
alguno podría pensar que hacer alguna vez un cambio ayuda a abrir el oído para que los fieles, o sea, en
este caso los oyentes, se despierten de la somnolencia que produce la monotonía de las repeticiones.
El presente “está” indica posesión. El subjuntivo “esté” es un tiempo más dinámico, indica que el Señor
está continuamente viniendo; además, expresa un deseo, prepara a la permanente acogida del Señor. Este
“Señor” que se implora es además “el Espíritu”, tal como dice san Pablo en 2Co 3,17: “el Señor es el
Espíritu”. Así se explica que esta fórmula se pronuncie sobre los fieles en los más importantes momentos
de la celebración eucarística, a saber, al comienzo de la celebración, en el momento de proclamar el
evangelio, al inicio de la plegaria eucarística y al final de la celebración. Me fijo ahora en los dos
momentos intermedios: la proclamación del evangelio y el comienzo de la plegaria eucarística.
Gracias a la acción del Espíritu, la Palabra de Dios, expresada en la Escritura, se hace eficaz, penetra en el
corazón de los fieles, les permite comprender mejor el Evangelio, alcanzar su verdad más profunda. El
Espíritu, como dice el Vaticano II, va introduciendo a los fieles en la verdad plena y hace que habite en
ellos internamente la palabra de Dios (Col 3,16). Al decir “el Señor esté con vosotros” imploramos la
venida del Espíritu para acercarnos a Cristo a través de la Escritura. Una oración similar debería
acompañar toda lectura y estudio de la Escritura, todo anuncio del Evangelio y, en general, toda la vida
cristiana.
Al comenzar la plegaria eucarística volvemos a implorar que “el Señor esté” con nosotros, porque solo
gracias al Espíritu del Señor es posible que el pan y el vino se transformen en cuerpo y sangre de Cristo,
para que nosotros, al comer y beber de estos dones quedemos conformados por Cristo, unidos a él y por
su medio, unidos a los hermanos. Sin la venida del Espíritu no hay eucaristía.
Por tanto, no es bueno decir “el Señor está con vosotros”, como si se tratase de una constatación, como si
su presencia fuera una posesión adquirida, estática y, en última instancia, manipulable. Precisamente la
trascendencia de Dios impide toda manipulación y exige una actitud de acogida permanente, que
continuamente se renueva, porque el Señor no es nunca una posesión, y sólo viene en la medida en que
nos abrimos a su presencia, en la medida en que le deseamos y le acogemos.
Homilía 26 domingo tiempo ordinario. Ciclo C.
29 septiembre 2013. Lc 16, 19-31
Fr. Ricardo de Luis Carballada
RICOS Y POBRES
Si contamos la historia del evangelio de este domingo a un grupo de niños seguro que nos dicen que no
les gusta el final. También a nosotros seguro que nos parece duro este pasaje del evangelio del pobre
Lázaro y el hombre rico. En una ocasión dialogaba con un grupo de niños sobre este evangelio? Muchos
de ellos tendían a disculpar al hombre rico. Alguno decía que a lo mejor no había notado su presencia
junto a la puerta. También decían que tan malo no podía ser cuando tras la muerte y sufriendo tormentos
pensaba en los suyos. Y además solamente pedía como alivió un vaso de agua para mojar sus labios.
Finalmente todos decían que la historia tenía que haber acabado de otra manera. Que Dios tenía que
haberse mostrado misericordioso y tendría que haber aceptado su arrepentimiento y perdonarle, como
hace en otras historias de la Biblia. Como casi siempre además hacia Jesús.
Es verdad, Jesús habla del Dios de la misericordiosa y perdona a los pecadores. Per también
tiene palabras muy duras contra la riqueza y los ricos. Parece que la riqueza resulta algo altamente
peligroso para Jesús. Ciertamente es presentada por él como el mayor obstáculo a la llegada de Reino de
Dios , que lo es de amor, misericordia, de paz, de compasión.
Y tenemos que reconocer que las palabras de Jesús son de enorme actualidad. Nuestro mundo se divide
entre quienes como el rico del evangelio vivimos bien, y quienes les ha correspondido el papel de Lázaro,
es decir de sentarse a la puerta de la casa de los ricos. Y esta división es lo que impide la llegada de una
humanidad unida y está en el origen de muchas violencias.
No es fácil dejarse confrontar con esta historia y este texto del evangelio. Y es más difícil todavía cuando
a todos nosotros nos resulta inaceptable la división de nuestro mundo entre ricos y pobres. Y todos
estaríamos dispuestos a dar un paso, a dar nuestra contribución para que las cosas fueran de otra manera,
pero nos sentimos pequeños e impotentes. ¿Qué podemos hacer nosotros, pequeños ciudadanos?
En primer lugar darnos cuenta que la riqueza es una actitud de vida, una manera de ser. Rico es el
autosuficiente que no necesita de los demás. Por eso no tiene ojos para los demás, para los necesitados, y
sí la tiene es de desprecio. El primer paso para un mundo más justo se encuentra en nuestra actitud y en
nuestra mirada. Una mirada que reconozca la dignidad de todo ser humano; que le reconozca como un
interlocutor en igualdad de condiciones.
También es importante no poner el dinero y la riqueza como el primer objetivo de nuestra vida sino los
valores que realmente nos hacen humanos: la relación humana, la convivencia... Esto significa hacer de
nuestro espació vital un lugar de acogida para todos los que nos encontramos. En segundo lugar compartir
algo de lo que tenemos con los que más lo necesitan. En tercer lugar trabajar para tener lo necesario para
nuestra vida y no para acumular dinero.
Publicado por Ricardo de Luis Carballada
Sexto Modo de Orar
Domingo abre sus brazos como Cristo en la cruz, porque fue desde allí donde le prometió el paraíso al
buen ladrón
Sexto Modo de Orar
En este modo de orar Santo Domingo, con los brazos en cruz, contempla al crucificado. Esto nos puede
remitir al momento de oración de Cristo en la cruz reflejado en lo que denominamos las siete palabras.
En ellas encontramos que se nos habla de perdón, que debe ser siempre lo primero. Tal vez no seríamos
capaces de soportar el relato de la pasión de Cristo, de no comenzar escuchando el perdón. Antes siquiera
de haber pecado, se nos perdona. No tenemos que ganárnoslo. Ni siquiera tenemos que decir “lo siento”.
El perdón está ahí, esperándonos. Experimentar el perdón no nos puede dejar como estábamos, porque
penetrar en él significa cambio y transformación. Domingo abre sus brazos como Cristo en la cruz,
porque fue desde allí donde le prometió el paraíso al buen ladrón; no es extraño que Santo Tomás de
Aquino dijera que “el buen ladrón en cuanto a recompensa, puede decir que ya está en el paraíso,
porque ya ha empezado a disfrutar de la divinidad de Cristo”.
Este modo de orar es un gesto de ofrenda absoluta, donación de sí, apertura extrema por otro o por otros y
el don de todo su ser. Es sentirnos discípulos amados al pie de la cruz, a los cuales se les entrega una
Madre que recibió como hijos de su alma a los que le arrebataron a su primogénito. Santo Domingo
contempla al que nos rescató de la maldición de la ley haciéndose por nosotros maldición; porque está
escrito: Maldito el hombre que pende del madero (Gal 3,13). Lo contempla en su grito de sentirse
abandonado, que no es tal, sino oración.
Cristo en la cruz tuvo sed de hacer amistad con nosotros. Aquél que nos lo da todo nos invita a la amistad
pidiéndonos un don a cambio, algo que podamos tener para darle. Por encima de todo nos quiere a
nosotros. Santo Domingo oraba de esta forma, cuando sabía que su plegaria iba a ser escuchada. Cuando
todo está cumplido, el amor perfecto es posible y lo vemos en la cruz. Si comenzamos a amar, en ese caso
el amor perfecto de Dios puede habitar en nuestros amores frágiles y limitados, que es lo que implora
Santo Domingo, que con este modo de orar se deja coger todo él por Cristo; porque sabe que orar de esta
forma le hará penetrar en un diálogo único.
(Dibujos de Fr. Félix Hernández OP)
Fr. Ángel Luis Fariña Pérez
Real Convento de Predicadores, Valencia
EL VÍDEO DE HOY:
Compromiso católicos, vida pública y
regeneración ética
Valoración de Manos Unidas sobre el
evento especial de la ONU en torno a los
ODM y la Agenda post-2015
Viernes, 27 septiembre, 2013
Durante estos últimos años, Manos Unidas ha seguido con especial interés el proceso de diálogo
internacional para la configuración de una nueva agenda de desarrollo sostenible a partir del 2015. La
Asamblea General de las Naciones Unidas ha llevado a cabo un evento especial sobre los esfuerzos
realizados para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En el documento final, aprobado
por los Estados Miembros, los líderes mundiales renovaron su compromiso de cumplir con las metas de
los ODM y acordaron celebrar una cumbre de alto nivel en septiembre de 2015.
Manos Unidas ha seguido con interés los resultados de este Evento Especial, ya que los ODM han
formado parte de nuestro trabajo en los últimos años, y venimos acompañando desde el 2010 el proceso
de diálogo internacional para la configuración de una nueva agenda de desarrollo sostenible a partir del
2015, que responda más contundentemente a la necesidad de erradicar el hambre y la pobreza para
siempre, y que permita caminar hacia un desarrollo verdaderamente justo y sostenible, en el que nadie se
quede atrás, y que nos permita satisfacer nuestras necesidades, sin comprometer los recursos naturales ni
la posibilidad de que las generaciones venideras puedan satisfacer las suyas propias. Sabiendo que será en
el 2015 cuando se apruebe definitivamente la nueva agenda de desarrollo sostenible, la declaración final
de este evento es muy importante, ya que marca la dirección y el camino para trabajar los dos siguientes
años.
A continuación hacemos, como Manos Unidas, la valoración de esta declaración, destacando las
decisiones más relevantes y algunos de nuestros temores. VER ARCHIVO ADJUNTO.
Archivos adjuntos:
Valoración de Manos Unidas
El corazón de África pide ayuda a gritos
Carmen R. Sandianes
Lunes 2 de septiembre de 2013
Publicado en alandar nº300
“Si luchas por lo que crees, aunque fracases, habrás vencido” (Mao Zedong)
- La periodista congoleña Caddy Adzuba visitó recientemente nuestro país. Foto. Isabel Bettina
África: el continente desconocido, el continente que tiene mucho que ofrecer y también mucho que
ocultar o, al menos, eso parece ante la falta de información que se encuentra en los medios de
comunicación sobre lo que sucede en cada una de las 54 naciones que lo conforman.
En el corazón de África, latiendo cada vez con más fuerza y tratando de gritarle al mundo qué ocurre en
sus más de 2.300.000 kilómetros cuadrados, se encuentra la República Democrática del Congo (RDC),
antiguamente conocida como Zaire, un país que, según el padre Justo Lacunza, tiene sus momentos
trágicos dentro de la historia.
En la mayoría de países de África siempre “se ha desarrollado un tira y afloja entre quien manda”, decía
el sacerdote Lacunza durante una entrevista, más bien una charla informal sobre las experiencias que ha
vivido viajando alrededor del mundo y visitando algunos de los países más conflictivos del planeta. En
ningún momento pudo hacer referencia a una única problemática, Congo no es como otros países en
donde la base del conflicto es puramente económica o política o religiosa. El caso de RDC es mucho más
particular, no se trata de una cuestión multiconfesional como en el caso de Siria o de un tema centrado en
el control territorial como la disputa que lidian India y Pakistán por Cachemira. No, en el antiguo Zaire la
situación va mucho más allá y, por desgracia, de acuerdo con Lacunza, no existe solución. Su sistema es
el que es y hay que asumir que es una sociedad que se mueve a través del chantaje y de que quienes son
fuertes doblegan a quienes son débiles. Es duro, pero cierto, aseguró el sacerdote.
- Grupo de personas desplazadas en la Rep. Dem del Congo. Foto. Church Mission Society (CMS)
“La falta de infraestructura territorial es uno de los grandes fallos” que tiene un país como RDC, lamentó
Lacunza, quien también quiso recordar que, en concreto, en el centro de África, “no hay voluntad
política”. Sí, puede ser que no en muchos países exista, pero en Congo se visualiza de una manera mucho
más directa.
Los conflictos entre grupos étnicos, con países limítrofes como Uganda, Ruanda, Burundi o Angola por
recursos naturales o económicos e, incluso, debido a la presencia de las fuerzas de Naciones Unidas, son
algunos de los motivos que el padre Justo puso encima de la mesa aunque, si se me permite, creo que no
son los únicos.
El pasado mayo, la activista y periodista congoleña Caddy Adzuba visitó varias ciudades de España -entre
ellas, Madrid- y ofreció conferencias en las que puso de manifiesto una de las realidades que se viven en
RDC: el feminicidio.
Algunos medios se refirieron muy inteligentemente a Caddy como “una de esas voces incómodas”,
porque se dedica a transmitir aquello que mucha gente quiere silenciar y se esfuerza por combatir una
lacra que acompaña a Congo desde 1996: los asesinatos, los secuestros, los desplazamientos forzosos de
miles de familias, los saqueos y, sobre todo, las violaciones de mujeres, las cuales son utilizadas como
“un arma de guerra”. Ellas son el motor que mueve la sociedad congoleña y, tras ser no solo violadas sino
también mutiladas, las destruyen a ellas y a sus familias. El ciclo se rompe y la población se pierde, no
encuentra su guía.
“El conflicto tiene orígenes y causas, no solo congoleñas o africanas, también internacionales y
económicas”, declaró la periodista, quien fue amenaza de muerte por primera vez en el año 2009. “No soy
una inconsciente, ni una heroína", recalcó, aunque muchas personas discrepan de sus palabras.
La activista, que ha recibido varios premios, entre ellos el Premio de Periodismo Julio Anguita Parrado en
2009, enfatizó la importancia de “romper el silencio” que guardan las mujeres congoleñas debido al
rechazo social y a la común situación de ser estigmatizadas. Además de ser víctimas de una violación, las
mujeres tienen que luchar para mantener un hueco dentro de la sociedad.
- Como en tantos lugares, las mujeres congoleñas son las que se llevan la peor parte del conflicto.
Foto. Endre Vestvik
Desde la guerra en RDC (década de los noventa) ha habido más de cinco millones de muertes, pero
“nadie sabe qué pasa” en el Congo, lamentó Adzuba. Ciertamente, parece que el cerrojo se ha colocado
en ciertos países. El antiguo Zaire se caracteriza por ser uno de los países más peligrosos del mundo,
cierto, los continuos abusos a los Derechos Humanos o las astronómicas cifras de muertes lo confirman
pero, ¿por qué tanto silencio?, ¿por qué la información no llega a las pantallas o a las páginas de papel?
Hay quien dice que quien busca siempre encuentra y, sin embargo, ¿por qué no interesa tirar del hilo en
ciertos casos?
La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó el pasado mes de marzo al Ejército del Congo y al
Movimiento 23 de Marzo (M23) de cometer decenas de abusos y crímenes de guerra durante la ocupación
de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte (este del país), llevada a cabo a finales
del año pasado por parte de los rebeldes.
En concreto, según la organización citada por la agencia Europa Press, recopiló datos que vinculan al
M23 con "al menos 24 ejecuciones sumarias" ocurridas entre el 19 de noviembre y el 2 de diciembre en
Goma y sus alrededores. Solo tres de estas 24 víctimas no eran civiles, lo que da cuenta de la persecución
a la que se sometió a la población local y, en especial, a las mujeres. En el mismo período se produjeron
al menos 36 violaciones de mujeres y niñas, entre las que se incluía una menor de tan solo diez años que
terminó falleciendo.
La experta en temas internacionales Jessica Keralis escribió en el número 36 de la revista Migraciones
Forzadas un artículo muy descriptivo sobre la situación en Congo: Más allá del silencio: violencia sexual
en el este de la RDC. Keralis relata cómo el ginecólogo Denis Mukwege, conocido como el “ángel de
Bukavu”, que trabaja en la provincia de Kivu del Sur (este) subraya que lo necesario en el país es que
exista “una respuesta política” contra la violencia. Asimismo, destacó que “aunque él puede tratarlas y
reconstruirlas quirúrgicamente, no existe ninguna garantía de que no vuelvan a ser violadas”. Es
necesario, “ahora más que nunca”, un enfoque “multidimensional” para combatir la violencia sexual en la
RDC, afirmó Mukwege. Palabras que deberían ser tenidas en cuenta, de la misma manera que las de todas
aquellas personas que o bien han vivido la situación o bien han visitado un país que está vestido de negro
y que parece no saldrá a flote si el interés está solo en las manos de unas pocas personas y si no se aúnan
esfuerzos para conseguirlo.
Cada país africano guarda secretos y despierta fascinación y curiosidad al mismo tiempo. Cada uno de
ellos cuenta con sus peculiaridades y, para saber algo más allá, hay que indagar, leer mucho, saber a quién
preguntar y, sobre todo, tener claro qué preguntar.
Brasil en la ruta de los destinos de refugiados
Adital
Después de los haitianos, son los sirios
los que terminaron descubriendo a
Brasil como una alternativa de refugio
con objetivos humanitarios. Hace cerca
de 10 años, era impensable para la
sociedad brasilera que el país estuviera
en la ruta de los destinos de extranjeros
que huyen de sus países de origen por
motivos diversos, como la destrucción
por catástrofes naturales o por conflictos
armados. La estabilidad económica y la
posición política de destaque que Brasil
ha ganado en el escenario internacional
parece ser uno de los principales
motivos para el crecimiento de esta
búsqueda.
La organización no gubernamental
Conectas Derechos Humanos alertó recientemente sobre la inminencia de una crisis humanitaria
involucrando a los refugiados haitianos que llegan a Brasil por el Estado de Acre (región Norte), muchos
de ellos en forma ilegal, lo que provoca un cuestionamiento: ¿el país tiene capacidad para recibir a tantos
refugiados? Para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y para el
Comité Nacional para Refugiados (Conare) de Brasil parece que sí. Este último, que es un órgano del
Ministerio de Justicia, publicó esta semana en el Diario Oficial de la Unión una norma que garantiza la
concesión de visa especial a personas afectadas por los conflictos armados de Siria y países vecinos. La
visa especial se extiende también a la familia de las personas desplazadas.
"La decisión va a ayudar a acelerar la entrada de esas personas a Brasil y la resolución que permite este
procedimiento especial será válido por dos años", dijo en Ginebra el portavoz del Acnur, Adrian Edwards.
De acuerdo con la medida, las embajadas y consulados de Brasil en los países vecinos a Siria serán
responsables de la emisión de visas. Los pedidos de refugio deberán ser presentados en el momento de la
llegada a Brasil, primer país en la región de las Américas en adoptar este abordaje en relación con los
refugiados sirios. Se estima que 3 millones de brasileros tienen ascendencia siria, teniendo en cuenta una
ola de inmigración que ocurrió a comienzos del siglo 20.
Hasta ahora, cerca de 280 sirios solicitaron refugio al Conare. No hay solicitudes de refugio pendientes, y
Brasil aprobó el 100% de los pedidos presentados. De acuerdo con el Ministerio de Justicia, el número ha
aumentado gradualmente. En el caso de Haití, Conectas también informó que Brasil ya había parado de
conceder visas humanitarias en abril de este año, lo que en cierta forma viene estimulando travesías
ilegales y arriesgadas en la frontera brasilera. El gobierno brasilero había prometido autorizar 1.200 visas
humanitarias por año a los haitianos.
Actualmente, cerca de 3 mil solicitudes de refugio y cerca de 4,3 mil refugiados viven en Brasil. La
mayoría viene de Colombia, de República Democrática del Congo y de Siria. El ACNUR ha realizado un
llamamiento para que los gobiernos concedan admisiones humanitarias hasta 10 mil refugiados sirios este
año. Hasta el momento, Alemania ofreció 5 mil vacantes y Austria ofreció 500. Otros países propusieron
el reasentamiento, incluyendo Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Nueva Zelanda,
Noruega, España, Suecia y Suiza.
La crisis humanitaria causada por la guerra civil siria ya expulsó a cerca de 2 millones de personas.
Tres claves más una cuarta del buen
catequista, por el Papa Francisco
Las tres claves del buen catequista según el Papa Francisco: Tener familiariedad con Jesús (ser
discípulo), ir al encuentro de los otros (salir de uno mismo) y no tener miedo de ir con Él a las
periferias (ser misionero), y una cuarta: el amor.
Discurso del Papa Francisco con miles de participantes al Congreso Internacional sobre la Catequesis
(Roma, 26-28 de septiembre de 2013) sobre el tema: “El catequista, testimonio de la fe”, promovido y
organizado con ocasión del Año de la fe.
Queridos catequistas, ¡buenas tardes! Me alegra que en el Año de la fe se lleve a cabo para ustedes este
encuentro: la catequesis es una columna para la educación de la fe, y ¡se necesitan buenos catequistas!
Gracias por este servicio a la Iglesia y en la Iglesia. También a veces puede ser difícil, se trabaja tanto, se
empeña y no se ven los resultados deseados, ¡educar en la fe es bello! Es quizás la mejor herencia que
podemos dar: ¡la fe!
Educar en la fe, para que esta crezca. Ayudar a los niños, a los muchachos, a los jóvenes, a los adultos a
conocer y a amar cada vez más al Señor, es una de las aventuras educativas más bellas, ¡se construye la
Iglesia!
¡“Ser” catequistas! No trabajar como catequistas, ¡eh! ¡Eso no sirve! Yo trabajo como catequista porque
me gusta enseñar… pero tú no eres catequista, ¡no sirve! ¡No serás fecundo! ¡No serás fecunda!
Catequista es una vocación: “ser catequista”, esa es la vocación; no trabajar como catequista. Entiendan
bien, no he dicho “hacer” el catequista, sino “serlo”, porque envuelve la vida. Se guía al encuentro con
Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Recuerden aquello que Benedicto XVI nos ha
dicho: “la Iglesia no crece por proselitismo. Crece por atracción”.
Y eso que atrae es el testimonio. Ser catequista significa dar testimonio de la fe; ser coherente con la
propia vida. Y esto no es fácil. ¡No es fácil! Nosotros ayudamos, nosotros guiamos hacia el encuentro con
Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Me gusta recordar aquello que San Francisco de
Asís decía a sus frailes: “prediquen siempre el Evangelio y si fuese necesario también con las palabras”.
Pero antes el testimonio: que la gente vea en sus vidas el Evangelio, pueda leer el Evangelio.
Y “ser” catequistas requiere amor, amor a Cristo cada vez más fuerte, amor a su pueblo santo. Y este
amor no se compra en las tiendas; no se compra ni siquiera aquí en Roma. ¡Este amor viene de Cristo! ¡Es
un regalo de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! Y si viene de Cristo parte de Cristo y nosotros debemos
volver a partir desde Cristo, de este amor que no da. Para un catequista, para ustedes, también para mí,
porque también yo soy catequista ¿qué cosa significa este volver a partir de Cristo? ¿Qué cosa significa?
1.- Ante todo hablare de tres cosas: uno, dos, tres, como hacían los viejos jesuitas… ¡uno, dos y tres!
Antes que nada volver a partir desde Cristo significa tener familiaridad con Él. Tener esta familiaridad
con Jesús. Jesús lo recomienda con insistencia a los discípulos en la Última Cena, cuando se disponen a
vivir con Él el don más alto de amor, el sacrificio de la Cruz. Jesús utiliza la imagen de la vid y de los
sarmientos y dice: permanezcan en mi amor, permanezcan unidos a mí, como el sarmiento está unido a la
vid.
Si estamos unidos a Él podemos dar fruto, y ésta es la familiaridad con Cristo. ¡Permanecer en Jesús! Es
un permanecer apegado a Él, dentro de Él, con Él, hablando con Él: pero, permanecer en Jesús.
La primera cosa, para un discípulo, es estar con el Maestro, escucharlo, aprender de Él. Y esto vale
siempre, ¡es un camino que dura toda la vida, eh! Recuerdo, tantas veces en la diócesis, en la otra diócesis
que tenía antes, de haber visto al final de los cursos en el seminario catequístico, a los catequistas que
salían: “!tengo el título de catequista!”. Eso no sirve, no tienes nada: ¡has hecho un camino pequeñito, eh!
¿Quién te ayudará? ¡Esto vale siempre! No es un título, es una actitud: ¡estar con Él y dura toda la vida!
Es un estar en presencia del Señor, dejarse mirar por Él. Yo les pregunto: “¿cómo están ustedes en
presencia del Señor?” Cuando vas al Señor, miras el Tabernáculo, ¿qué cosa haces? Sin palabras… “Pero
yo digo, digo, pienso, medito, siento…” ¡Muy bien! ¿Pero tú te dejas mirar por el Señor? ¡Dejarse mirar
por el Señor! El nos mira y esta es una forma de rezar. ¿Te dejas mirar por el Señor? “pero ¿cómo se
hace?”. Mira el Tabernáculo y déjate mirar… ¡Es simple! “Es un poco aburrido, me duermo…”.
¡Duérmete! ¡Duérmete! Él te mirará lo mismo.
Él te mirará lo mismo. ¡Pero estate seguro que Él te mira! Y esto es más importante que el título de
catequista: es parte del ser catequista. Esto enardece el corazón, tiene encendido el fuego de la amistad
con el Señor, te hace sentir queÉl te mira verdaderamente, te es cercano y te quiere. En una de las salidas
que he hecho, aquí en Roma, en una misa, se me acerco un señor, relativamente joven, y me dijo: “Padre,
un gusto conocerlo. ¡Pero yo no creo en nada! ¡No tengo el don de la fe!”. Entendía que era un don…
“¡No tengo el don de la fe! ¿Usted qué cosa me dice?”. “¡No te desconsueles. Él te quiere. Déjate mirar
por Él! Nada más”. Y esto se los digo a ustedes. ¡Déjense mirar por el Señor! Entiendo que para ustedes
no es tan fácil: especialmente para quien está casado y tiene hijos, es difícil encontrar un largo tiempo de
calma.
Pero, gracias a Dios, no es necesario, no es necesario que todos lo hagan de la misma manera, en la
Iglesia hay variedad de vocaciones y variedad de formas espirituales; lo importante es encontrar la
manera adecuada para estar con el Señor; y esto se puede, es posible en todo estado de vida. En este
momento cada uno puede preguntarse: ¿cómo vivo yo este “estar” con Jesús? Esta es una pregunta que les
dejo: “¿cómo vivo yo este estar con Jesús? ¿Este permanecer en Jesús?” ¿Tengo momentos en los que
permanezco en su presencia, en silencio, me dejo mirar por Él? ¿Dejo que su fuego enardezca mi
corazón? Si en nuestro corazón no existe el calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo podemos
nosotros, pobres pecadores, enardecer el corazón de los demás? ¡Piensen en esto, eh!
2. El segundo elemento es éste. Segundo: volver a partir de Cristo significa imitarlo en el salir de sí
mismo e ir al encuentro del otro. Ésta es una experiencia hermosa, y un poco paradójica. ¿Por qué?
Porque nos coloca al centro de la propia vida ¡Cristo se descentraliza! Mientras más te unes a Jesús y Él
se vuelve el centro de tu vida, más Él te hace salir de ti mismo, te descentraliza y te abre a los otros. Este
es el verdadero dinamismo de amor, ¡éste es el movimiento de Dios mismo! Dios es el centro, pero es
siempre don de sí mismo, relación, vid que se comunica… Así nos transformamos si permanecemos
unidos a Cristo, Él nos hace entrar en este dinamismo del amor. Pero siempre es don de si, relación, vida
que se comunica. Así también nosotros no convertimos, si permanecemos unidos a Cristo, Él nos hace
entrar en este dinamismo del amor. Donde hay verdadera vida en Cristo, hay apertura hacia el otro, hay
salida de sí para ir al encuentro del otro en el nombre de Cristo. Y este es el trabajo del catequista: salir
continuamente de sí por amor, para testimoniar a Jesús y hablar de Jesús, predicar a Jesús. Pero esto es
importante porque lo hace el Señor: es precisamente el Señor que nos empuja a salir.
El corazón del catequista vive siempre este movimiento de “sístole – diástole”: unión con Jesús –
encuentro con el otro. Son las dos cosas: yo me uno a Jesús y salgo al encuentro con los demás. Si falta
uno de estos dos movimientos el corazón no late más, no puede vivir. Recibe como don el kerigma, y a su
vez lo ofrece como don. Esta palabrita: don. El catequista es consciente que ha recibido un don, el don de
la fe, y lo da como don a los otros. Y esto es hermoso… y por esto no se saca un porcentaje, ¿eh? ¡Todo
lo que recibe lo, da! ¡Esto no es un negocio! ¡No es un negocio!
Es don puro: don recibido y don transmitido. Y el catequista está allí, en este cruce de dones. Es así en la
naturaleza misma del kerigma: es un don que genera misión, que empuja siempre más allá de nosotros
mismos. San Pablo decía: «El amor de Cristo nos empuja», pero aquel “nos empuja” se puede traducir
también “nos posee”. Y así: el amor te atrae y te envía, te toma y te dona a los demás. En esta tensión se
mueve el corazón del cristiano, en particular el corazón del catequista. Preguntémonos todos: ¿es así que
late mi corazón de catequista: unión con Jesús y encuentro con el otro? ¿Con este movimiento de “sístole
y diástole”? Se alimenta en la relación con Él, pero ¿para llevarlo a los demás y no para retenerlo? Les
digo una cosa: no entiendo como un catequista pueda quedarse quieto, sin este movimiento. ¡No entiendo!
3. Y el tercer elemento -tres- se encuentra siempre en esta línea: volver a partir de Cristo significa no
tener miedo de ir con Él a las periferias. Aquí me viene a la mente la historia de Jonás, una figura
verdaderamente interesante, especialmente en nuestros tiempos de cambios y de incertidumbres. Jonás es
un hombre pío, con una vida tranquila y ordenada, esto lo lleva a tener sus esquemas bien claros y a
juzgar todo y a todos con estos esquemas, de manera rígida. Tiene todo claro, la verdad es esta… ¡Es
rígido!
Por eso cuando el Señor lo llama y le dice ir a predicar a Nínive, la gran ciudad pagana, Jonás se siente
capaz. “¡Ir allá! ¡Pero si yo tengo toda la verdad aquí! No se siente capaz… Nínive está fuera de sus
esquemas, está en la periferia de su mundo. Y entonces escapa, huye, se va a España, se embarca en una
nave que va por esos lados. ¡Vuelvan a leer el Libro de Jonás! Es breve, pero es una parábola muy
instructiva, especialmente para nosotros que estamos en la Iglesia.
¿Qué cosa nos enseña? Nos enseña a no tener miedo de salir de nuestros esquemas para seguir a Dios,
porque Dios va siempre más allá. Pero ¿saben una cosa? ¡Dios no tiene miedo! ¿Sabían esto ustedes? ¡No
tiene miedo! ¡Esta siempre más allá de nuestros esquemas! Dios no tiene miedo de las periferias. Por eso,
si ustedes van a las periferias lo encontraran allí.
Dios es siempre fiel, es creativo. Pero por favor, no se entiende un catequista que no sea creativo. Y la
creatividad es como la columna del ser catequista. Dios es creativo, no es cerrado, y por esto jamás es
rígido, ¡Dios no es rígido! Nos acoge, nos viene al encuentro, nos comprende. Para ser fieles, para ser
creativos, es necesario saber cambiar. Saber cambiar. ¿Y por qué debo cambiar? Es para adecuarme a las
circunstancias en las que debo anunciar el Evangelio. Para permanecer con Dios en necesario saber salir,
no tener miedo de salir. Si un catequista se deja llevar por el miedo, es un cobarde; si un catequista se está
ahí tranquilo termina por ser una estatua de museo: ¡y tenemos tantas eh! ¡Tenemos tantas!¡Por favor,
ninguna estatua de museo! Si un catequista es rígido se vuelve acartonado y estéril. Les pregunto: ¿alguno
de ustedes quiere ser cobarde, estatua de museo o estéril? ¿Alguno lo quiere? (catequistas ¡No!) ¿No?
¿seguro?
¡Bien! Pero lo que les diré ahora lo he dicho tantas veces. Pero me viene del corazón decirlo. Cuando
nosotros cristianos estamos cerrados en nuestro grupo, en nuestro movimiento, en nuestra parroquia, en
nuestro ambiente, permanecemos cerrados y nos pasa lo que le pasa a todo aquel que es cerrado: cuando
una habitación está cerrada empieza el olor de humedad… y si una persona está encerrada en ese cuarto ,
¡se enferma! Cuando un cristiano esta cerrado en su grupo, en su parroquia, en su movimiento está
cerrado, se enferma. Si un cristiano sale por las calles en las periferias, puede pasarle aquello que sucede a
cualquier persona que va por la calle: un accidente… Tantas veces hemos visto accidentes… pero les
digo: ¡prefiero mil veces una iglesia accidentada y no una iglesia enferma! ¡Una iglesia, un catequista que
tenga el valor de arriesgar para salir y no un catequista que sabe todo, pero cerrado siempre y enfermo. Y
a veces enfermo de la cabeza…
Pero ¡atención! Jesús no dice: vayan, arréglenselas. ¡No! ¡No dice eso! Jesús dice: ¡vayan, estoy con
ustedes! Ésta es nuestra belleza y nuestra fuerza: si nosotros vamos, si nosotros salimos a llevar su
Evangelio con amor, con verdadero espíritu apostólico, con parresia, Él camina con nosotros, nos
precede, nos “primerea”. ¡El Señor siempre nos primerea!
Ya han aprendido el sentido de esta palabra. ¡Y esto lo dice la Biblia eh! No lo digo yo. La Biblia dice, el
Señor dice en la Biblia: “yo soy como la flor del almendro”. ¿Por qué? Porque es la primera flor que
florece en la primavera. Él es siempre “primero”. ¡Él es primero! Esto es fundamental para nosotros:
¡Dios siempre nos precede! Cuando pensamos ir lejos, en una periferia extrema, y quizás tenemos un
poco de temor, en realidad Él ya está allá: Jesús nos espera en el corazón de aquel hermano, en su carne
herida, en su vida oprimida, en su alma sin fe. Pero ustedes saben, una de las periferias que me hace tanto
mal, que siento dolor -lo vi en la diócesis que tenía antes-, es aquella de los niños que no saben hacerse la
señal de la cruz. En Buenos Aires hay tantos niños que no saben hacerse el signo de la cruz. Esta es una
periferia ¡eh! Se necesita ir ahí.
Y Jesús está allí, te espera para ayudar a ese niño a hacerse el signo de la cruz. Él nos precede siempre.
Queridos catequistas, los tres puntos terminaron… ¡siempre volver a partir de Cristo! Les digo gracias por
aquello que hacen, pero sobre todo porque están en la Iglesia, en el Pueblo de Dios en camino.
Permanezcamos con Cristo, permanecer en Cristo, busquemos cada vez más de ser una cosa sola con Él;
sigámoslo, imitémoslo en su movimiento de amor, en su ir al encuentro del hombre; y salgamos, abramos
las puertas, tengamos la audacia de trazar nuevas vías para el anuncio del Evangelio. Que el Señor los
bendiga y la Virgen los acompañe. ¡Gracias!
Defiendan al Vaticano de la cizaña de las
habladurías, Francisco al Cuerpo de los
Gendarmes
2013-09-28 Radio Vaticana
(RV).- (Con audio) Las “habladurías” son una “lengua prohibida” en el Vaticano, porque
es una lenga que genera el mal. Lo afirmó el Papa Francisco en la homilía de la Misa que celebró
esta mañana junto al Cuerpo de la Gendarmería Vaticana, en los alrededores de la Gruta de
Lourdes de los Jardines Vaticanos.
En la roca del Vaticano, el mal tiene un pasaje a través del cual se insinúa para esparcir su veneno: es la
“habladuría”, esa que lleva a uno a hablar mal del otro y destruye la unidad. Y del contagio de esta
“cizaña” nadie es inmune. Ante los hombres de la Gendarmería Vaticana , el Papa Francisco hizo una
reflexión justa pero quizá no descontada sobre el papel del gendarme defensor de la seguridad del
Vaticano, para enfocar otro adversario mucho más solapado que la delincuencia común y contra el cual es
fundamental emprender la “lucha”:
“Alguno de ustedes podrá decirme: ‘Pero, padre, ¿nosotros qué tenemos que ver aquí con el diablo?
Nosotros debemos defender la seguridad de este Estado, de esta ciudad: que no haya ladrones, que no
haya delincuentes, que no vengan los enemigos a tomar la ciudad’. También esto es verdad, pero
¿Napoleón no volverá más, eh? Se fue. Y no es fácil que venga un ejército aquí a tomar la ciudad. La
guerra hoy, al menos aquí, se hace de otro modo: es la guerra de la oscuridad contra la luz; de la noche
contra el día”.
Por esto, prosiguió Francisco, “les pido no sólo que defiendan las puertas, las ventanas del Vaticano” –
por otra parte un trabajo necesario e importante – sino que defiendan “como su patrono San Miguel” las
puertas del corazón de quien trabaja en el Vaticano, donde la tentación “entra” exactamente como en
cualquier otro lugar:
“Pero hay una tentación... Pero yo querría decirla – la digo así para todos, también para mí, para todos
– pero hay una tentación que al diablo le gusta tanto: aquella contra la unidad, cuando las insidias van
precisamente contra la unidad de aquellos que viven y trabajan en el Vaticano. Y el diablo trata de crear
la guerra interna, una especie de guerra civil y espiritual, ¿no? Es una guerra que no se hace con las
armas que nosotros conocemos: se hace con la lengua”.
Una lengua armada, precisamente, por las “habladurías”, especie de veneno del que el Papa pone
constantemente en guardia. Y esto es “lo que les pido a ustedes”, dijo dirigiéndose a los gendarmes, “que
nos defiendan mutuamente de las habladurías”:
“Pidamos a San Miguel que nos ayude en esta guerra: jamás hablar mal uno del otro, jamás abrir los
oídos a las habladurías. Y si yo oigo que alguien habla, ¡detenerlo! ‘¡Aquí no se puede: vete por la
puerta de Santa Ana, ve afuera y habla allá! ¡Aquí no se puede!’... es esto, ¡eh! La buena simiente sí:
¡hablar bien uno del otro sí, pero la cizaña no!”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
Ama a tus "links" como a ti mismo; la
Iglesia en la era de la Red
Iglesia 2.0
Hoy, el "prójimo" es el que está "conectado" conmigo.
La lección de Spadaro en el Festival del Derecho
Padre Antonio Spadaro sj*
Roma Internet está cambiando nuestra forma de pensar y de vivir. Las nuevas tecnologías digitales ya no
son "tools", es decir herramientas extrañas a nuestro cuerpo y a nuestra mente. La Red no es un
instrumento, sino un "ambiente" en el que vivimos. Y tal vez algo más, un verdadero "tejido conectivo"
de nuestra experiencia de la realidad. Benedicto XVI escribió en su Mensaje para la Jornada de las
Comunicaciones sociales de 2010: "Los medios de comunicación modernos forman parte desde hace
tiempo de los instrumentos ordinarios a través de los cuales las comunidades eclesiales se expresan,
entrando en contacto con el propio territorio e instaurando, muy a menudo, formas de diálogo con un
mayor alcance".
Y es mucho más cierto si consideramos que la Red se ha convertido en algo muy importante para el
desarrollo de las relaciones entre los que pertenecen a esa que comunmente se llama "generación Y", es
decir la de los jóvenes que nacieron entre los años ochenta y el dos mil. La generación Y se caracteriza
por una enorme familiaridad con la comunicación, los medios y las tecnologías digitales. Es la generación
de la llamada "web 2.0", en la que las relaciones entre las personas son el centro del sistema del
intercambio comunicativo, por lo menos cuanto los contenidos. Las redes sociales no dan expresión a un
conjunto de individuos, sino a un conjunto de relaciones entre individuos. El concepto clave ya no es el
de la "presencia" en la Red, sino la "conexión"; si estamos presentes sin estar conectados, estamos
"solos". Entramos a la Red para experimentar o incrementar alguna forma de "proximidad", de cercanía.
Así pues, es necesario comprender bien de qué manera se ha evolucionado a causa de la Red el concepto
mismo de "proximidad" -tan importante para la terminología cristiana, y tan vinculado con la cercanía
espacial. Y todo esto tendrá, seguramente, consecuencias de orden político.
La posible separación entre conexión y encuentro, entre compartir y relacionarse implica el hecho de que
hoy las relaciones, paradójicamente, pueden ser mantenidas sin renunciar a la propia condición de
aislamiento egoísta. Sherry Turkle resumió esta condición en el título de su libro: "Alone together", es
decir "juntos pero solos". Es más, los "amigos", justamente poque siempre están en línea, es decir
disponibles al contacto o percibidos como presentes y disponibles a echar un vistazo a nuestras
actualizaciones en las redes sociales, siempre están presentes, por lo que, justamente por esta razón,
corren el peligro de desvanecerse en una proyección de nuesto imaginario. La fractura entre la
proximidad se da por el hecho de que la cercanía se da debido a la mediación tecnológica gracias a la cual
está "cerca" de mí, es decir próximo, quien está "conectado" conmigo.
El verdadero núcleo problemático dela cuestión es el concepto mismo de "presencia" en la época de los
medios digitales y de las redes sociales que desarrollan una forma de presencia digital. ¿Qué significa la
presencia entre unos y otros? ¿Qué significa estar presentes en un evento, en ua decisión? La existencia
digital parece configurarse con un estatus ontológico incierto: prescinde de la presencia física, pero ofrece
una forma, a veces incluso vívida, de presencia social. El concepto de participación -eclesial o política-
está estrictamente relacionado con el de "presencia". Claro, la existencia digital no es un simple producto
de la consciencia, una imagen de la mente, pero tampoco una "res extensa", una realidad objetiva
ordinaria, sobre todo porque existe solo en el acto de la interacción. Efectivamente es necesario indagar
mejor sobre el tejido de las esferas existenciales involucradas en la presencia en Red. Se abre ante
nosotros un mundo "intermediario", híbrido, cuya ontología habría que estudiar mejor. A la luz de las
consideraciones sobre el "estar cerca", ¿cómo es posible imaginar el futuro de la vida de una comunidad
eclesial en la época de la Red? Ya desde 2001 Manuel Castells comprendía muy bien que la cuestión
clave para nosotros es el pasaje de la comunidad a la "network" como forma central de la interacción
organizativa. Las comunidades, por lo menos en la tradición de la investigación sociológica, se basaban
una serie de valores y organizaciones sociales compartidos. Las "networks" se construyen a través de
elecciones y estrategias de actores sociales, sean individuos, familias o grupos. La Iglesia en la época de
la Red podría terminar siendo considerada como una estructura de apoyo, un "hub", una plaza en la que la
gente podría "agruparse", crear grupos o, mejor, "racimos" ("clusters") de conexiones.
Esta visión ofrece una idea de la comunidad que hace suyas las características de una comunidad virtual
percibida como "ligera", sin vínculos históricos o geográficos, fluida. ¿Cómo evaluar este modelo? Lo
que es cierto es que las relaciones en la Red funcionan si las conexiones ("links") están siempre activos;
cuando un nodo o una conexión se interrumpe, la información no fluye y la relación se vuelve imposible.
La reticularidad de las vides en cuyas ramas corre una misma savia no parece tan distante de la imagen de
Internet. La Iglesia, de hecho, es un cuerpo vivo si todas las relaciones en su interior son vitales. Ya en el
Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones de 2011, el Papa hacía notar que la Web está
contribuyendo al desarrollo de "nuevas y más complejas formas de consciencia intelectual y espiritual, de
consciencia compartida". La red de estos conocimientos da vida a una forma de "inteligencia conectiva".
Mons. Gerhard Ludwig Müller, hoy prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en noviembre
de 2012 aceptó con lucidez el desafío, es decir la "responsabilidad de la Iglesia en la formación de una
cultura humana colectiva, mediante la cual la sociedad contemporánea, con su red de conexiones
internacionales -globales-, ofrece óptimos presupuestos".
Sin embargo, hay todavía pendientes muchas cuestiones. La Iglesia, de hecho, no es simplemente una red
de relaciones inmanentes, ni es concebible como un proyecto enciclopédico fruto del esfuerzo de hombres
de buena voluntad. La Iglesia siempre tiene un principio y un fundamento "exterior" y no se puede
reducir a mero modelo sociológico. La pertenencia a la Iglesia está dada por un fundamento externo
porque es Cristo quien, mediante el Espíritu, une a sí íntimamente a sus fieles. La Iglesia es un "don" y no
un "producto" de la comunicación. Y esta perspectiva ayuda a comprender que la misma sociedad civil no
es un "producto". La "pertenencia" (eclesial, civil…) no es producto de la comunicación. Los pasos de
iniciación cristiana no pueden resolverse en una especie de de "procedimiento de acceso" ("login") a la
información, tal vez vinculado a un "contrato" que permite también una rápida desconexión ("log off"). El
arraigo en una comunidad no es una suerte de "instalación" ("set up") de un programa ("software") en una
máquina ("hardware") que puede ser fácilmente "desinstalado".Y esta es la cuestión: la ciudad de Dios y
la ciudad del hombre deben pensar en la pertenencia en la época de la Red que, por su naturaleza, se basa
y se funda en los "links", es decir en las conexiones horizontales.
Papa Francisco afirmó que la ciudadanía solo puede ser plena cuando se interpreta a la luz de la
experiencia de pueblo que comparte un horizonte común que trasciende el balance fluctuante y
provisional de los intereses: "Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin un fuerte aporte de
energías morales en una democracia que permanezca encerrada en la pura lógica o en el mero equilibrio
de representación de intereses constituidos". Por lo que "ser ciudadanos significa ser convocados a
decidir, llamados a una lucha, a esta lucha de pertenencia a una sociedad y a un pueblo". Pero esta,
"mutatis mutandis", es una definición también válida para los que forman parte del "pueblo fiel de Dios
en camino" que es la Iglesia. * Director de "La Civiltà Cattolica"
Francesc Torralba, Vicenç Villatoro
Con o sin Dios. Cuarenta cartas cruzadas
«Yo me considero un agnóstico amigo de las religiones, admirador de las religiones», dice Vicenç
Villatoro. «Soy un cristiano escéptico; un cristiano que busca, que trata de comprender mejor lo que
cree», dice Francesc Torralba.
A lo largo de cuarenta cartas —veinte por corresponsal—, Francesc Torralba y Vicenç Villatoro tratan
temas como la pregunta por el sentido, Dios creado o Dios creador, lo sagrado y lo profano, la esfera
religiosa y la esfera pública, la muerte y el consuelo, una ética sin Dios, la belleza, el misterio del mal, la
transmisión de valores y convicciones, la existencia de los cristianos, la plaza pública, la capacidad de
celebrar y la espiritualidad sin fe.
Es un diálogo de ideas, pero también de experiencias vividas durante el medio año de redacción, entre el
inicio del veraneo y las celebraciones familiares de Navidad. Las cartas cruzadas entre Torralba y
Villatoro confrontan no solo a un creyente y a un no creyente, sino también a un filósofo y a un escritor, a
un teólogo y a un periodista. Y ambos convierten a menudo el epistolario —el «género del alma»— en un
dietario: en la exposición abierta y desacomplejada de los senderos —interiores y exteriores— de la
propia vida.
Servidores de la Palabra
Autor: Varios Autores
La comunicación, la buena comunicación, es un arte que requiere conocimiento y ejercitación. La palabra
es usada entonces de forma adecuada y educada; cordial y correcta, en cuanto al modo y en cuanto a la
gramática también. El poder de la palabra es grande y bipolar o ambivalente. Alienta, anima, construye;
enciende la vida en gozo y esperanza en aquellos que reciben mensajes positivos. Pero también daña,
hunde, atormenta; «hay palabras que matan», acuñó hace siglos la sabiduría popular.
Del mismo modo, el misterio de Dios se ha hecho comunicación para la humanidad y se ha ido
mostrando y dando a conocer a lo largo de los siglos. El autor de la carta a los Hebreos lo expresaba con
rotundidad: «De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros
padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo» (1,1-2).
Servidores de la Palabra es el título bajo el que se recogen y ofrecen los contenidos de un curso de
comunicación y predicación. Dentro de la Iglesia, todos los que nos sentimos vitalmente comprometidos
con la causa del Señor Jesús somos conscientes del valor irrenunciable de la oferta de la Palabra para el
brote de la fe en el corazón del oyente.
MEDITACIÓN PEREGRINA
Juan Gabriel Ravasi
La palabra tiene Nombre
su origen es el Verbo
su universo el Silencio
su timbal el hombre.
Al recibir la cordial invitación para participar en la celebración de este trigésimo quinto aniversario de la
Sociedad argentina de filosofía desde la reflexión sobre el poder, la educación y la justicia, nos
preguntamos ¿qué convendría plantear entorno a estas realidades cuya precariedad actual parece tornar en
clamor la propuesta?
¿Hay algo que el humano considerar pueda sin poner bajo el mismo signo del planteo el sentido de su
existencia? ¿No aprendimos de Platón que lo humano conlleva un riesgo vital; que la pregunta se
engendra preñada del principio de su respuesta? ¿Su amado maestro no probó con la propia vida que la
areté de la polis reposa sobre el sacrificio del polités? ¿El más egregio discípulo de La academia no
cinceló la tensión constitutiva de la cultura en las categorías capitales de la peregrina filosofía? ¿Qué nos
regresa a la caverna? ¿Cuándo la tensión acrisolante del amor a la sabiduría mutó en despojo nihilizante?
¿Hasta que punto puede la apariencia aniquilar el Verbo? ¿Hasta dónde los ritos acédicos trastornan la
sesera?
Teodoro Haecker, Romano Guardini, Gabriel Marcel y otros tantos de no inferior vuelo, nos recuerdan
que el hombre debe remontar su libertad hasta las fuentes, no sólo ya como ejercicio abrevante de su
humanidad, sino a raíz de que un cierto fomes del habitus viene transformando en imperativo actual la
conveniencia de la cual depende la posibilidad misma de lo humano.
Johann Wolfgang von Goethe, Soren Kierkegaard, José Ortega y Gasset, Rudolph Arnheim, Marshal
MacLuhan y Alfonso López Quintás entre muchos, coincidieron en señalar como engendro de la voluntad
de poder la creciente babelización de la aldea, es decir la pérdida de humanidad en los aldeanos, por
suplantación de los fines naturales por medios artificiales.
El idealismo sumió la realidad en las sombras de su proyección eidética. El relativismo en su
determinismo despeñó la palabra, por naturaleza siempre y cada vez nueva, tornando la levedad de su luz
en oscurantismo iniciático. El igualitarismo insiste en sepultar la belleza del encuentro en el crematorio de
los consensos ideológicos. La realidad enferma.
El bufón del rey sin rostro, nada menos que en nombre de la comunicación, preside consagrando al culto
de tánatos casi cada útero de humanidad. En lugar del Cristo presidiendo las alcobas, en lugar de los
abuelos a la cabecera de la mesa, en lugar del silencio y el canto hogareño, una ilusión inclina la masa
crítica social hacia el reino del como-si, deconstruye, formatea y aliena, suplantando el cultivo amical de
la labranza agapea, según la inercia masificante de la prestidigitación mediática. ¿Quién está hasta qué
punto exento?
Extraña resulta la poesía orante, anacrónica la voz del orfebre que con ecos del logos templa la partitura
de la cultura civilizante. Cuasi omnipresente la mudez del estruendo artificioso . . . ¿cómo retornar al
crisol del peregrino?
Habíamos aprendido que la cultura se aquilata según la profundidad del culto que la sustenta. Hemos
visto que el culto al hombre arrastró a Dios al patíbulo. Que el Holocausto convirtió la civitas en sepulcro
anónimo que al suicidio espiritual empuja.
Experimentamos la imposibilidad de desandar los tiempos. Volver a la fuente nunca ha sido otra cosa que
atenerse a la naturaleza. Pero la naturaleza es manifestación dinámica, no proyección postrera ni
representación muerta. Las ideas no se matan, aunque suelen anticipar la muerte cuando la
intencionalidad reemplaza lo real por aquello que sólo lo representa.
¿Podremos reconocer que no hay discernimiento sin abstinencias? ¿Estamos dispuestos a despojarnos
para salir al encuentro? ¿Desatarnos de qué hábitos?
La reflexión es personal. La restauración comunitaria. Lo que viene a señalar el mismo río desde distinta
vera porque la tensión existencial se ordena articulando en presente las notas de eternidad manifiestas en
el rostro del hermano como senda de su excelencia, al servicio de cuya realización todo poder se legitima,
toda educación adquiere sentido y toda justicia se ordena.
Decir persona y decir comunidad es nombrar dos dimensiones de una misma realidad. Se distinguen en lo
que concuerdan: no existe una sin la otra. Afirmaciones que suponen haber optado por una concepción
cuya razonabilidad, por principio también queda sujeta a demostración posterior. Demostración fundada
en testigos del pasado y en el testimonio actual en tanto aceptamos reconocer que, si bien el hombre
puede llegar a creer cualquier cosa, ello mismo prueba su capacidad para discernir la conveniencia de lo
que elija aceptar como fundamento de su creencia.
Con todo lo cuestionable que puedan resultar las expresiones antecedentes, no parece quedar sujeta a
cuestionamiento sin resolución la afirmación de que se han dado, como en la actualidad constatamos, la
existencia de formas configurativas de la convivencia que resultan más humanas, más justas, a contrapelo
de las cuales se observan otras indeseables al menos por la violencia que acarrean.
Vivir humanamente implica obrar según el orden del Logos. Una tensión insoluble.
Nos disponíamos a esta reflexión pensando que en el concepto de gobierno converge de modo singular la
tríada propuesta. No pudimos avanzar ajenos a la situación actual de esta Patria nuestra de cada día,
lacerada por actos contrarios al cultivo de la paz en la cual poder, educación y justicia concuerdan como
responsabilidades capitales de gobierno.
La violencia ideológica viene progresiva pero sostenidamente deconstruyendo los cimientos de la
convivencia, sembrando bajezas, motivando odios, corrompiendo inocencias, legalizando la protervia,
con la impuesta anuencia de una falsa mayoría: el relato despótico de la media verdad tiende a imponerse
como simulacro imperativo.
¿Qué contemplaciones demanda hoy la conciencia?
¿Quién pagará rescate por la filosofía, esclava irreconocible para los que en el mercado cuentan?
Parafraseando a Chesterton[1]
, nos preguntamos intentando comprender su respuesta:
- ¿Qué está mal con el mundo?
- ¡Yo mismo!
- ¿Qué está mal en el mundo?
- El imperialismo o error acerca del hombre; el feminismo o error acerca de la mujer; la educación o error
acerca del niño; y la sociología o error acerca de los hechos.
- ¿Qué pasa con el mundo?
- Al parecer Señor Chesterton, muy pocos desaprobamos la prostitución, y además, los medios
masificantes se empeñan en imponer la creencia de que somos aún menos los dispuestos a promover la
decencia, la pureza y el orden.
- ¿Por qué está mal el mundo?
- Porque nos negamos a reconocer el Bien.
- ¿No resulta exagerado?
- Depende. ¿Queremos convivir en paz o simplemente tener razón? Porque la razón da para cualquier
cosa. De gente que cree tener razón está el mundo lleno, incluyendo hospitales, prisiones, escuelas y
ministerios. ¿No es evidente que la sola razón merma?
Merma el tenor de lo humano cuando el esteticismo deviene en medida de lo divino. Razonable resulta
quien ama la verdad obrando el bien. Amar la verdad y obrar el bien requieren el ejercicio de las
facultades humanas según ciertos principios a los cuales debe atenerse quien quiere marchar con sentido
hacia algún destino proporcional a la naturaleza personal. Y la configuración política es relativa a esta
justicia que opera desde la interioridad de cada cual; sin ella, el fariseísmo y la demagogia imperan. La
bestia irrefrenable y resuelta atenta contra la Bella.
Platón en el Gorgias distingue con meridiana claridad la alternativa radical entorno a la cual se cierne el
verdadero dilema de la humana existencia: o la vida individual y comunitaria se fundan sobre un Bien
cuya realidad no depende del arbitrario querer humano, o en ausencia del mismo, la utilidad se erige en
valor supremo. La primera es la senda de la virtud enunciada por Sócrates. La segunda, aberración por
rechazo de la virtud, actitud característica de los sofistas.
Cuando la virtud es despreciada la justicia resulta imposible porque la norma no se ordena a lo justo, sino
según la voluntad de poder predominante. En tal caso la educación no puede superar la cota del
amaestramiento despersonalizante que tanto más envilece a quien lo promueve cuanto más afecta a quien
como pena lo padece.
Miles de años fundados en la memoria del tiempo de los dioses acrisolaron desde el mito una paideia
sacramentada en la Pascua del Verbo. Luego de que El-eterno confirmó el tiempo como abrevadero del
cielo, el romanticismo intentó un retorno a imaginados estadios previos, imposible como todas las
revoluciones, cuyo fracaso engendró el culto al futuro hipotético. Del neopaganismo enciclopédico al
negocio de la muerte sólo hubo de desbarrancarse la masa informe en la que se transforman los pueblos
enceguecido por las añadiduras a las que encadena el miedo a la muerte, el tiempo desanclado de Lo-
eterno, el hombre de tripas afuera.
Cuando la praxis deviene en axis la justicia tiende a la venganza, la educación al zafarrancho y el poder a
la mascarada.
La restauración de la justicia depende de abstinencias en la administración de los poderes. Para ello,
hemos de ser educados uno a uno, sin prisas, sin pausa, a pesar de los resuellos en los que la
autocompasión se rebela contra el misterio manifiesto en potencias susceptibles de cimas superiores a la
mera naturaleza. De lo contrario, berrinches y cacerolazos, adolescentes expresiones de deseos sin logros
proporcionales posibles por falta de orden en el cultivo de los talentos. Objetos de deseos tanto más
ilusorios cuanto más se cifra su condición de posibilidad en la cantidad, en la suma, en la presión, en la
reacción, en la pasión, en el consumo, en la usura, es decir en los medios según la inercia de la corrupción
con que cronos devora sus incestos.
Como la autonomía cultural es utópica por imposibilidad ontológica, ignorado el espíritu, la cultura tiende
a disolución de las estructuras vivientes a partir de las cuales florece, se inclina hacia la nada. Nada
también imposible al hombre. Intento que sólo acarrea muerte prematura por falta de sentido, mal que nos
pese y a pesar de los consensos.
Volver suena bien con ritmo de tango. Y algo de cierto los versos del puerto enseñan. Lo que la nieve del
tiempo cubrió puede florecer en colores de esperanza en las nuevas generaciones si a pesar de los errores
somos capaces de remontar en busca del decoro de la casa paterna. Y hasta la frente retoña cuando el
corazón se endereza según los amores eternos. Volver es servicio a lo imperecedero. Volver a servir al
Señor de la historia en el aquí y ahora de los rostros prójimos. Volver a amar la sabiduría en lo inefable
que sólo en la contemplación se intuye porque los principios se recuerdan. Volver a priorizar la justicia
según el bien común en juego.
¿Por dónde empezar?
Por la belleza natural y la educación de los sentidos. En ese orden. Desde la propia interioridad y a partir
de la experiencia austera. Todo el poder remanente dentro de nuestros ámbitos de responsabilidad directa
comprometido en la restauración de la percepción sensible como acto de elemental justicia que nos
compete. El dominio sobre el poder se ha de fundar desde el espíritu, no fuera, no en el sistema.
Todo lo que la inteligencia contempla ha pasado por los sentidos, reza un principio de la escuela. Pero
hoy la percepción sensible está casi exclusivamente reducida a formas mediatizadas por intencionalidades
ajenas: el medio no sólo ha suplantado al mensaje, sino al mensajero. Cristo, el único en quien mensaje y
medio son idénticos ha sido reemplazado por un emisor anónimo para receptores alienados. Singular
profanación sistémica. Sin embargo su suplantación es, aunque voluntaria, indirecta.
La autonomía se pretende arbitrio del sujeto, pero un sujeto privado de experiencia directa de la realidad
extramental, reducido a contenidos de conciencias ajenas. Aquellas por medio de cuyas representaciones
se pretende la construcción del conocimiento. De lo contrario carecería de posibilidad la fabricación de
consensos. Ni la verdad lo requiere ni la mentira lo demanda. Sólo la media verdad, la más insidiosa
forma de lo falso, extrávica por consentimiento. Beneplácito pasional que exponencialmente precipita sus
consecuencias sobre la misma masa que lo sustenta.
Los acuerdos son lo propio de los humanos entuertos. Pero sin principios la provisionalidad de los
paradigmas no superan la imposición de la voluntad de poder que domina los medios. Para restaurar los
fines, los principios han de ser el punto de partida. Único punto al que nos es dado regresar. Lo cual
resulta imposible si los sentidos son expuestos a representaciones tan alejadas de la naturaleza de las
cosas como actualmente se viene promoviendo. Este es el primer sentido de la abstinencia, del silencio,
de la contemplación aludida en párrafos previos. Acostumbrar los sentidos a la percepción de los hechos
naturales, a la percepción de la belleza en sus manifestaciones auténticas.
Restaurada la función de las facultades sensibles, el hombre adquiere en el mismo ejercicio de
habituación que ello requiere, poder personal sobre el poder autónomo bajo cuyo dominio languidece lo
humano. Se trata de un audaz encuentro con la luz. En medio de las tinieblas actuales sabemos que es
posible porque las sombras, como la media verdad, dependen de la luz, de la verdad, del bien al que
parasitan, Jamás, por imposibilidad metafísica, puede llegar a ser invertido este orden fundamental.
El desafío actual, si es que el orden político ha de servir a la continuidad de la vida, consiste en que la
voluntad común se ordene al bien común, a la plenitud de la persona. Persona al servicio de la cual la
educación ha de tener por misión principal, la formación del carácter y la instrucción en las disciplinas
básicas, capacitando a cada alumno para entender, reflexionar, expresarse y convivir de acuerdo a su
edad en orden al descubrimiento y cultivo de su vocación personal. Oportunidad para la cual los medios
abundan, así como indefraudable en su sustento es la esperanza cifrada en el destino del que
inmerecidamente hemos sido herederos, porque el bien es por naturaleza difusivo y por definición objeto
de nuestras más caras apetencias. Empecemos por llamar a las cosas por su nombre dejando las
añadiduras en manos de Quien corresponde, el Único que sabe y puede gobernar la restauración en el
Verbo.
Pax tecum, ne timeas, non morieris.
[1] Chesterton, G.K.; What’s Wrong with the World; Ignatius Press; 1987 [1910]; 190 p.
El "arte conceptual" años después
Por: Estrella de Diego | 27 de septiembre de 2013
Lo pienso a menudo mientras paseo por algunas exposiciones de “arte conceptual”: hay autores u obras
que amamos sobre todas las cosas y que, sin embargo, no han envejecido bien. De pronto, al verlos,
parecen gastados como concepto y no sólo como materiales. Luego hay obras que fueron proyectos
maravillosos y que al materializarse, cuando la fama del artista o las mejores condiciones de cualquier
otro tipo lo permiten, pierden parte de su encanto.En estas ocasiones uno siente la tentación de pensar
cómo los proyectos imaginados décadas atrás deberían haberse quedado en eso, en proyectos, aunque
supongo que es pedir demasiado a un creador: ¿por qué renunciar a materializar una idea si las
circunstancias ofrecen la posibilidad de hacerlo? Es la vieja cuestión que se hace más acuciante si cabe
cuando se trata de volver a montar instalaciones, en especial si el artista no está siquiera vivo: ¿es lícito
hacerlo? ¿Se puede volver a construir esa realidad específica en un espacio diferente, con objetos distintos
–a veces completamente nuevos- y sin siquiera la supervisión del creador? ¿No ha perdido la obra parte
de su esencia, aunque todos sepamos que en las condiciones de la propia obra - al vender “la idea”- el
autor contempla la posibilidad de su ejecución material en diferentes espacios y contextos? Y aún así la
pregunta no deja de martillearme: ¿contemplaba también que se volviera a montar en su ausencia, una vez
desaparecido, como ocurre? ¿Quería Beuys que alguien más contara la historia del arte a la liebre o es
saludable que performances míticas como los cuerpos desnudos en el umbral de Abramovich sean
“ejecutadas” -ocurrió en el MoMA por alguien ajeno a la artista?
Dejando a un lado estas cuestiones sobre las cuales, me parece, no hemos reflexionado lo suficiente, lo
cierto es que en otras ocasiones las obras de finales de los 60, de hace treinta o hasta cuarenta años,
mantienen una vigencia, una fuerza y hasta una belleza difícil de definir, ésa que diferencia a ciertos
artistas frente al resto. Son los artistas hacia los cuales sentimos una devoción absoluta y, porque la
sentimos, tendemos a exigirles lo imposible quizás: ser siempre brillantes, no decepcionaros nunca.
Seguramente no es justo. No, desde luego que no es justo: en la producción de todo artista hay obras
mejores y peores y supongo que hay que aprender a aceptar –al menos eso- aquellas obras que nos
interesan menos y que por alguna razón son importante para su creador.
Sea como fuere, una sensación de duda me suele invadir al visitar la muestra de un artista conceptual
“clásico” que, habiendo alcanzado el éxito, se permite materializar algunos de los proyectos que no
consiguió ver convertidos en realidad en el momento de su concepción porque era caros o requerían un
espacio que no estaba entonces a disposición o por cualquier otra causa. La verdad es que en las
exposiciones donde se muestran las obras antiguas, más modestas, más frágiles, al lado de las ideas
convertidas en realidad –a veces un poco grandilocuentes comparadas con la precisión de esas primeras
propuestas-, pienso que me sigo quedando con las primigenias, si bien reconozco que la mía es una
posición egoista que tal vez exige demasiado a mis artistas favoritos, como explicaba antes.
Me ha pasado un poco con la exposición de Cildo Meireles en el Palacio de Cristal de Retiro,
comisariada por Joao Fernández, exposición que si no han visto aún no dejen de visitar –se acaba este fin
de semana, dense prisa. Mis obras favoritas en la muestra, los ejercicios de geografía, sutiles, íntimos y
precisos, destacan poderosos por su discreción sobre todas las demás obras, alguna de ellas contundentes
como el observatorio de olas, cuyo montaje en esta ocasión debo decir que es estupendo. En la muestra
está, además Amerikka, propuesta muy conocida de Meireles -huevos y balas que podrían chocar-: debido
a la imposibilidad de encontrar el material requerido no pudo realizarse en el momento de su concepción
a principios de los 90. Al lado de estas propuestas se pueden ver algunas otras contundentes y hasta
complejas –otras no tanto-, aunque confieso que me quedo con las más frágiles y las más sencillas,
apenas escasos elementos –por ejemplo las esquinas.
Pero ,claro, en el caso de los mejores artistas es complicado competir con uno mismo y esa obra mágica
de Meireles, el cubo diminuto -que cabía sobre la yema de un dedo y cargado de significaciones- que se
pudo ver en la una de las muestras de Versiones del Sur en el propio Reina a principios del siglo XXI, la
comisariada por Gerardo Mosquera. No está en el Retiro, supongo que porque se ha apostado por obras
más nuevas que a ratos parecen seleccionadas por el propio artista, teniendo en cuenta la apuesta por
muchos de los últimos proyectos, los que seguro han pasado largo tiempo en su mente poder hacerse
realidad.
En esa fascinación por las piezas más
modestas, las que mejor reflejan aquellos años míticos donde el mundo se tranformaba con muy poco,
seguro que a todos los que han tenido ocasión de verla en Summa, la nueva feria de arte de Madrid, en la
galería Henrique Faria Fine Art, han sido impactados por las obras de la también brasileña Anna Bella
Geiger, algo mayor que Meireles y no tan conocida creo que por el simple hecho de ser mujer. Sus obras
se encontraban entre los “mini solo shows” de la propuesta de Agustín Pérez Rubio, quien ha
comisariado un proyecto, estupendo, de varias galerías donde se muestran mujeres activas en los años
60/70 –entre otras Esther Ferrer y Concha Jerez. En la obra de Geiger Brasil nativo, Brasil alienígena de
1976-1977 (ilustración de la izquierda cortesía de la galería Henrique Faria Fine Arts) se contraponen
postales que muestran a “los indígenas” con fotos modernas de la artista replicando las poses de las
postales. Una obra delicada y maravillosa.
No obstante, seguro que piensan que exagero y me dejo llevar por mi melancolía. Y, pese a todo, me
refiarmo en mi apreciación. Me gustan sobre todo las obras frágiles. De cualquier manera no se pieden la
exposición de Meireles, a punto de cerrar. Vale la pena porque es un artista muy sólido.
Islam sin Dios Juan Antonio Martínez de la Fe
Ficha Técnica
Título: Islam sin Dios
Autor: Abdelmumin Aya
Edita: Editorial Kairós, S.A. Barcelona, 2013
Colección: Sabiduría Perenne
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 174
ISBN: 978-84-9988-235-2
Precio: 14 euros
Ciertamente, nos encontramos ante un libro que no debe pasar desapercibido. Como no deben serlo los
otros de Abdelmumin Aya que tratan sobre el mismo tema, el Islam. Porque este autor cuenta con un
sólido curriculum, no solo académico, que también, sino, asimismo, y quizás más importante, vivencial.
Para quien no haya tenido la oportunidad de adentrarse en los planteamientos del islamismo,
probablemente, le resulte algo complicado poder encuadrar la presente obra dentro de los esquemas
vitales islámicos. Pero su lectura puede significar un primer aldabonazo en su interior para aventurarse en
una búsqueda enriquecedora.
Habría que matizar un extremo; aunque, en líneas generales, Aya se refiera a cristianismo, sus postulados
van más referidos al catolicismo y, más concretamente, al catolicismo oficial, para diferenciarlo de las
diversas corrientes que surcan la Iglesia Católica, cuyas actitudes, reflexiones e, incluso, filosofía, tienden
a converger frecuentemente con los planteamientos que el autor atribuye al Islam. Es claro que, en las
pocas páginas que conforman el libro, resulta harto difícil poder abordar todos los matices que el asunto
requeriría y que no pocas veces despiertan la perplejidad del lector, promoviendo en él dudas que no
quedan resueltas, sin que ello sea óbice para promover una reflexión sobre los propios planteamientos.
El prólogo es sumamente interesante. En un lenguaje claro y directo, Adelmumim Aya nos introduce en
las raíces del problema de entendimiento entre dos religiones que, en su opinión, nada tienen que ver
entre sí. Un problema que nace cuando, para poder entendernos, hemos de utilizar un lenguaje común, en
el que los conceptos básicos del Islam han de traducirse a los conceptos básicos del cristianismo, cuando
los respectivos significados no coinciden; es más: los términos árabes que se han de emplear provienen
del lenguaje misionero cristiano, que ya hoy día está más que superado y que no es capaz de resultar
asumible por los propios cristianos actuales.
Aquí, el autor se muestra agradecido a los ateos, héroes que han pagado, incluso con su vida, el atreverse
a desafiar los dogmatismos irracionales de la religión oficial. Y es con ellos con quienes se siente, de
alguna manera, identificado. “El ateo dice: ‘No hay Dios, solo existe la realidad’; y el musulmán dice:
‘Solo existe la realidad, y lo llamo Allâh’. Al fin y al cabo, más allá del malentendido cultural que la
filología misional cristiana ha tratado de mantener desde siempre, ambos afirman lo mismo”. Y más
adelante: “Allâh es para nosotros la realidad misma tal como se nos va mostrando; no una entelequia
mental sostenida por dogmas incomprensibles”.
¿Cuál es el objetivo perseguido por el autor con esta obra? “Durante todo este libro, quedarán de
manifiesto las razones por las que nos reconocemos musulmanes, pero ninguna que contradiga
esencialmente la crítica atea de las religiones que acertó a dinamitar la mentalidad mercantilista de lo
sagrado”, es decir, adquirir la salvación del alma a cambio del cumplimiento de normas y de aceptación
irracional de dogmas.
Finalmente, ¿a quién va dirigida la obra? “Islam sin Dios no es un Islâm para ateos, es un Islâm para
musulmanes que conviven con gentes que en su mayoría no siguen ninguna vía espiritual, es decir, un
libro para que los musulmanes que provienen de países de mayoría islámica, y los musulmanes de
segunda y tercera generación nacidos ya aquí, y los musulmanes conversos comprueben que se puede ser
absolutamente fiel al mensaje de Muhammad con un lenguaje nuevo e inteligible para nuestros
conciudadanos. No para convertirlos, sino simplemente para que, junto con un mayor entendimiento y
respeto mutuo, la convivencia sea más fácil”.
Argumentos a favor
De esta manera, comienza el autor a exponer sus argumentos a favor de sus postulados. Así, en el capítulo
uno, titula: Lo primero que no encontramos en árabe es una palabra para decir “religión”. En efecto, dîn
sería el término que se aduciría para el concepto “religión”. Pero su equivalencia no es exacta. Dîn, para
el profeta y sus compañeros significaba un orden de valores; no es religión, ni la religión verdadera, ni el
Islam; ni tan siquiera un orden religioso de valores. Un dîn es una ley, un sistema de justicia por el que se
rige un pueblo; y el dîn en que se enmarca el Islam es el cumplimiento de una deuda con el mundo y
consigo mismo. De ahí que acepte todo lo que han dicho todos los profetas, incluidos los anteriores a
Muhammad. Porque el Islam “es armonizarse con el principio divino que rige el mundo, no con ninguna
de las instituciones religiosas inventadas por los seres humanos: es recuperar la inclinación del ser
humano hacia lo sagrado y es hacerlo con sentido de universalidad e integralidad. Cada musulmán es
heredero de todas las tradiciones, de todas las sabidurías y es musulmán con todo su ser: esto es su dîn, es
decir, su manera de afrontar la realidad”. El Islam solo rechaza un mundo sin valores.
La santidad de Dios como neurosis es el título del segundo capítulo, en el que se aborda la traducción de
santidad como quds. El autor hace un análisis etimológico del término, para llevarnos a la conclusión de
que “el quds no es un modelo de pureza al que debes llegar, sino lo que te revela tu propia impotencia de
alcanzar a Allâh, mientras –paradójicamente- ni por un instante deja de impulsarte como motor de esa
pretensión de encuentro. El quds es el límite al que tiende la existencia no lográndolo jamás”. Poco más
se puede añadir; mejor, con palabras del propio autor: “En resumen, el término quds podría traducirse en
castellano como ‘el Misterio insondable de Allâh’, porque lo quds no es ‘lo santo’ si significamos por
‘santo’ lo Perfecto, lo Intachable, lo Puro. Es más bien lo desconcertante, lo que produce tu perplejidad,
lo escurridizo”.
El tercer capítulo se titula El empalago de tanto amor a Dios. Con la metodología que aplica el autor,
procede a buscar la palabra que, en árabe, podría significar el amor a Dios. Y la encuentra,
principalmente, en hubb, de la que concluye que nada tiene que ver con el significante que se le pretende
dar, especialmente por los sufíes. Para él es claro que la idea de tener una relación afectiva con Allâh no
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  • 1. La posada del silencio El texto de hoy Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él El amor no siempre nos enriquece, el amor lo primero que hace es empobrecernos, lo entregamos todo. Todo ha de ser ofrecido y entregado a Dios. Para él son todas nuestras cosas, toda nuestra vida. En el silencio se aprende este despojo, se aprende a desapropiarse. El silencio es el ofrecimiento de toda nuestra vida a Dios. Ahí en el desapropio existirá un alivio y una epifanía de Dios. Dios empezará a irrumpir en nuestro despojo. Todo puede ser un obstáculo para esta epifanía de Dios; por eso todo se ha de silenciar. Dios necesita nuestro silencio. Pero Dios merece también nuestro silencio, para él son todas las cosas.
  • 2. Abierto el plazo de inscripción para los cursos de formación y postgrado en la Escuela de Teología de San Esteban
  • 3. La Escuela de Teología “San Esteban” ha abierto el plazo de inscripción para los cursos de formación y postgrado que se impartirán a lo largo del curso académico 2013-2014. La Escuela de Teología viene ofreciendo desde 1977 su servicio doctrinal a cuantos se interesan por una formación seria o buscan un mayor compromiso de su fe. Los cursos pueden realizarse también por asignaturas sueltas. Los alumnos pueden ser oficiales u oyentes. Las clases comenzarán el próximo 2 de octubre, los martes y miércoles de 19.30 a 21.20 horas. Este año se impartirá el tercer curso de formación de la Escuela que contempla las siguientes asignaturas: Sacramentos de iniciación e Historia del Cristianismo (II), a cargo del prof. Gregorio Celada; Penitencia, Unción, Matrimonio y Orden Sacerdotal, por el prof. Miguel Á. del Río; El Pueblo de Dios, por el prof. Manuel Á. Martínez; Pensamiento paulino, por el prof. Juan Huarte y Ética social y cristiana, por el prof. Ángel Romo. Respecto al curso de postgrado contempla las asignaturas: La política actual desde la teología; Historia de la Espiritualidad bíblica; Teología de la creación, Teología y ecología; Bioética y Apocalipsis, que serán impartidas por el profesorado: Juan Manuel Almarza, Julián de Cos, Juan José de León, Ángel Romo y Rafael González. En la programación para el nuevo curso académico se encuentra también un curso breve de 10 horas de duración que se celebrará los días 24-28 de febrero de 2014 a cargo del profesor Jesús Espeja, y lleva por título: “Aproximación a la teología de la liberación”. Información: 923 261 979
  • 4.
  • 5. CONVERSACIONES DE SAN ESTEBAN. DEL 5 DE NOVIEMBRE AL 11 DE FEBRERO
  • 6.
  • 7.
  • 8.
  • 9. Apertura oficial del curso académico en la Facultad de Teología san Vicente Ferrer de Valencia. El viernes 27 de Septiembre, ha tenido lugar la apertura de curso en la Facultad san Vicente Ferrer de Valencia. En la presidencia tanto del acto religioso como del académico estuvieron el Arzobispo de Valencia, Gran Canciller de la Facultad, y el Provincial de los Dominicos de Aragón, Vice Gran Canciller. A las 10’30 h de la mañana, autoridades, profesores, alumnos, personal no docente e invitados se reunieron en la parroquia de El Salvador para la celebrar la Eucaristía. En la presidencia el Arzobispo de Valencia y Gran Canciller de la Facultad, D. Carlos Osoro. Junto a él Fr. Martín Gelabert, Prior Provincial de Aragón y Vice-Gran Canciller. Ambos acompañados por el Decano, D. Juan Miguel Díaz Rodelas y el Vicedecano, Fr. Vicente Botella. En su homilía el Gran Canciller saludó de manera afectuosa a Fr. Juan Manuel Almarza, Regente de Estudios de las tres provincias que, en el 2016, formarán la Provincia Hispaniae. Asimismo, aludió al proceso de unificación de secciones en el ciclo institucional de la Facultad y destacó el papel jugado en él por Fr. Esteban Pérez Delgado, ex-provincial. Después, tuvo lugar el acto académico: lectura de la memoria del curso 2012/2013, la lección inaugural “La cristologia de Joan Roís de Corella. Algunes aportacions dels classics de la Nostra llengua a l’evangelitzatió actual” a cargo del profesor D. Josep Vidal Taléns, saludo del Decano-Presidente y palabras de inauguración por parte del Gran Canciller. Tanto en la intervención del Decano como en la del Sr. Arzobispo estuvo muy presente la nueva etapa en la vida de la Facultad, nacida de la unión de secciones. De singular relevancia fueron las palabras del Gran Canciller, quien enfatizó la importancia de una Facultad, única en España -dijo-, en la que se da la comunión entre sacerdotes y religiosos; una comunión muy necesaria para construir una Iglesia que sepa afrontar los retos de un mundo en el que está brotando un nuevo orden de cosas. Al final de su alocución auguró un futuro prometedor a la Facultad si conseguía aportar a la sociedad y a la Iglesia discernimiento, sabiduría y cultura del encuentro. Para más información pinche aquí. Fray Juan José Gallego OP interviene en diversos medios de comunicación.
  • 10. En estos últimos meses ha sido entrevistado en diversos medios digitales y prensa escrita. Juan José Gallego Salvadores, exorcista oficial de la Archidiócesis de Barcelona desde hace siete años, sigue prodigándose en intervenciones digitales y en periódicos en que presenta su trabajo como exorcista y dando a conocer este sacramental de la Iglesia católica: Así el día 25 de agosto en Catalunya cristiana, revista oficial de la Archidiócesis de Barcelona, un trabajo titulado “El Papa Francisco y el Diablo”. En el periódico leridano Segre del 29 de agosto del 2013: “El único exorcista actual de Cataluña”. En la Vanguardia digital de Barcelona 9/9/ 2013: “El único exorcista en Cataluña: no soy un psicoterapeuta ni un mago”. Y finalmente en el periódico digital “ASTORGA red ACCION-. Periódico digital de Teleno Tuerto y Orbigo. Esta entrevista, sumamente interesante, realizada por el profesor Eloy Rubio Cano y J.M.Carrizo hecha precisamente en Castrillo de los Polvazares. El único cura exorcista en Catalunya: "No soy un psicoterapeuta ni un mago" El padre Gallego atiende cada día cinco o seis peticiones, pero admite que muchas personas necesitan otro tipo de ayuda Vida | 04/08/2013 - 10:08h | Última actualización: 05/08/2013 - 12:12h El cura Juan José Gallego ACN / Pol Solà La Vanguardia Barcelona (ACN). - El padre Juan José Gallego es el único cura que se dedica plenamente a los exorcismos en Catalunya, y cada semana hace unos cuantos. Aunque su trabajo es bastante desconocida, cada día recibe entre cinco y seis visitas de personas que solicitan ser exorcizada. Estas personas vienen recomendadas por conocidos u otros curas, pero muchas de ellas, admite Gallego, necesitan otros tipos de ayuda. Aún así, reconoce que algunos casos se parecen a los de las películas, pero asegura que él no es ni un "psicoterapeuta ni un mago", sino "un hombre de fe que, con el poder otorgado por la Iglesia" pide a Dios que "libere esa persona de una influencia maligna". En una entrevista a la ACN, padre Gallego explica que su tarea es básicamente ayudar a personas que lo
  • 11. están pasando mal. Él no asegura curación, y reconoce que muchas personas necesitan ayuda médica y no espiritual. Pero si él ve que hay un creyente que puede estar poseído por el diablo, lo intenta exorcizar con oraciones y un ritual establecido en códigos eclesiásticos. Según la definición oficial, un exorcismo se produce cuando "la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesús, que una persona sea protegida del maligno y sustraída a su dominio". De hecho, según Gallego, Jesús hizo exorcismos, y de ahí procede el poder de la Iglesia para hacer. Como las películas Ante la visión que puede tener la ciudadanía en general a través del cine, Gallego admite que a veces su labor se acerca mucho a las imágenes de cuerpos inertes con violentas convulsiones y espasmos y expresiones blasfemas. Aunque muchas veces hace exorcismos en un despacho parroquial del Eixample de Barcelona, con la persona sentada en una silla, a menudo también hace estirar a la persona en el suelo de una capilla de la iglesia, sobre una estera y con mucho espacio a su alrededor para que no se haga daño. En alguna ocasión, incluso, ha llegado a atar a los exorcizados y pedir la ayuda de algún otro sacerdote o monja debido a la gran violencia que puede experimentar la persona poseída. Como en las películas, también utiliza agua bendita, que puede llegar a quemar la piel de la persona exorcizada. A menudo ha pasado miedo, reconoce. Agua bendita y oraciones Para el ritual utiliza el agua bendita y la imposición de manos, pero también la lectura de salmos, el Evangelio de San Juan y la Letanía de los Santos. El exorcizado debe hacer una profesión de fe, renovar las promesas del bautismo y renunciar a Satanás. Todo esto, no lo hace en latín, sino en castellano porque la persona exorcizada lo entienda. Las personas que acuden a Gallego "están muy mal, muchos han intentado suicidarse por la angustia que sufren", explica el cura. Cuando ya han visitado varios médicos, alguien les habla del padre Gallego y acuden como una de las últimas opciones. Él los recibe con una "humildad muy grande" porque admite que no sabe si los podrá curar, ya que esto depende de la fortaleza de la persona y de la confianza que tenga en Dios. De hecho, los que acuden al padre Gallego y no son suficientemente creyentes no pueden ser exorcizados. Pero muchos de los que piden ser exorcizados necesitan ayuda médica, y el propio sacerdote se lo indica, o les pide certificados psiquiátricos. Le llega gente de todo el estado, que lo conocen por el boca a boca. Gallego explica que llegó al mundo del exorcismo después de 20 años de docencia en seminarios y universidades católicas. Conocía la teoría, pero no la práctica y reconoce que al principio tenía dudas sobre si lo hacía bien o no. Actualmente, la mayor satisfacción que tiene es "poder ayudar a la gente". Para él, los demonios son "criaturas creadas por Dios, como los ángeles, que dependen de Dios" y no son autosuficientes. Esto, según Gallego, da fuerza y esperanza a los creyentes porque hace que el demonio "no pueda hacer lo que quiera". EL RETORNO DE LA FILOSOFÍA
  • 12. Este martes, uno de octubre, tienes una cita con la cultura, en la presentación del libro "EL RETORNO DE LA FILOSOFIA" obra coordinada por el P. Abelardo Lobato O.P. (q.e.p.d) y que a su vez sirve de grato homenaje. La cita es a las nueve de la noche en el camarin de la Virgen del Rosario de Granada, calle, Cobertizo de Santo Domingo. Descubriendo las rutas de Bernardo
  • 13. Bernardo Cuesta fue una de esas personas en las que palabras y hechos, pensamiento y acción, estuvieron indisolublemente unidos. No sólo fue un guía intelectual, sino también un maestro de vida, alguien que abrió caminos, señaló a través de su pensamiento y su acción, rutas por las que vale la pena seguir caminando. 20 de septiembre de 2013 Éste es el hilo conductor de la publicación: descubrir las sendas de pensamiento y de acción que él siguió de manera lúcida y coherente. Mostrar que su modo de entender la Iglesia -que siempre consideró su hogar-, el mundo en el que vivió, la Orden a la que amó y mostrar también que su modo de implicarse en ellas y de responder a los problemas y desafíos que dentro de ellas se plantean, siguen siendo válidos y marcan rutas a seguir. A partir de estos objetivos está estructurado el libro, que tiene tres partes: La primera parte, Semblanza, recoge la excelente síntesis biográfica que Juan Huarte, amigo y compañero, publicó en la revista Ciencia Tomista. Es muy completa y resume perfectamente la trayectoria vital de Bernardo. La segunda parte, Pensamiento de Bernardo, es la más amplia y recoge algunos textos de Bernardo que expresan su visión de la vida y de algunos problemas que le preocuparon mucho y a los que dedicó estudio y reflexión. Tiene cinco capítulos o apartados: Rutas para entender, vivir y ser Iglesia; Rutas de análisis y propuestas al mundo de hoy; Rutas para ser cristiano en un mundo globalizado y enfermo; Rutas hacia la paz y en favor de la vida; Rutas que recogen y hacen vida la tradición dominicana. La tercera parte, Testimonios, muestran que las sendas que el abrió y siguió dejaron huellas en quienes le conocieron y animan a continuar por ellas o en la misma dirección. Estas voces o testimonios de quienes vivieron con él en la Comunidad de Babilafuente, de las gentes de los pueblos donde ejerció durante más de treinta años su actividad pastoral, de sus compañeros de fatigas en Acción Verapaz, de otros profesores… son el mejor respaldo de su trayectoria vital.
  • 14. - Más información y materiales en la web de Acción Verapaz - Adquirir en libro en la Editorial San Esteban El animal infinito. Una visión antropológica y filosófica del comportamiento religioso Autor: Manuel CABADA CASTRO Colección: ALETHEIA La condición misteriosa del ser humano se encuentra en relación con la dimensión religiosa. Esta obra aborda la problemática del comportamiento religioso, prestando atención simultánea a los datos de las ciencias de las religiones y a la reflexión filosófica. La sorprendente variedad de las simbolizaciones religiosas puede ser percibida como la expresión misma del ámbito infinito en que se mueve siempre lo humano. Este estudio no ofrece solamente una visión retrospectiva de las religiones, sino que se adentra en sus posibilidades de futuro. A las religiones les aguarda un futuro grande en la medida en que acierten a unir la pasión por lo divino con una decidida promoción de lo humano. Manuel Cabada Castroes Profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y en la Facultad de Ciencias Humanas y sociales de la Universidad Pontificia de Comillas. Cuenta en su haber con diversas publicaciones dedicadas al problema de Dios y del hombre. Precio: 22,00 € Páginas: 255 Año: 2009 ISBN: 978-84-8260-277-1
  • 15. Fr. Jacek Dudka el nuevo Vicario General del Vicariato de Rusia y Ucrania Los frailes capitulares del Vicariato General de Rusia y Ucrania elegieron a Fray Jacek Dudka como su nuevo Vicario General. Fray Jacek sucede en este oficio a Fray Maciej Rusiecki. Fr. Jacek nació en Pyrzowa (Polonia) in 1963. Tras sus años de servicio militar, ingresó a la Orden en 1988. Realizó estudios en los centros académicos de la provincia de Polonia en Cracovia y Varsovia. Durante varios años fue hermano cooperador. Posteriormente, pidió recibir la ordenación sacerdotal y fue ordenado en el año 2009. Ejerció el ministerio sacerdotal en Rzeszow. Luego fue enviado a la misión en Rusia. Allí asumió una activa labor pastoral en San Petersburgo atendiendo especialmente la pastoral familiar, juvenil y propagando la devoción mariana. Desde el año 2012 era el prior del convento de Kiev (Ucrania). En la actualidad, un grupo de 30 frailes provenientes de Polonia, Rusia, Ucrania y Francia constituyen la presencia dominicana en esta región del mundo, particularmente en San Petersburgo (Rusia) y en cinco ciudades ucranianas: Kiev, Fastiv, Yalta y Leópolis.
  • 16. (28 de septiembre de 2013) Hacia el encuentro MJD - Lima
  • 17. Los jóvenes integrantes del Movimiento Dominicano de Arequipa partieron esta tarde hacia la cuidad de Lima donde tendrán el encuentro Nacional de MJD. Dicho encuentro será 28 - 29 y tendrá lugar en el colegio de “Jesús” de la Avda. Brasil.
  • 18. LA FAMILIA DOMINICANA DE MANAGUA MIRANDO HACIAATRÁS CON ALEGRÍA Hacia mediados de julio, concretamente el día 11, en la Cueva de Sto. Domingo, de Segovia, vivimos lo que yo llamaría la "coronación" de todo un curso de encuentros y formación de la posible Fraternidad Laical Dominicana. Una andadura que comenzamos queriendo conocer la Orden, a través de su ideario,
  • 19. sus santos, teólogos, filósofos, junto a los laicos o terciarios que, a través de su entrega y servicio, han destacado, entrando a formar parte de la historia de la orden. En todo ello fuimos acompañados por el recordado Fr. José Luis Gago. También intentamos conocer o reconocernos en nuestra dimensión de hombres y mujeres bautizados, laicos, que desean vivir su fe de forma activa o, quizá mejor, más comprometida. Se abordaron temas muy interesantes y para mí novedosos, como por ejemplo: la espiritualidad laical y cuál es la misión del laico hoy en el mundo y en la iglesia. Desde el deseo de ser dominicos seglares, seguimos cuestionándonos y reflexionando sobre cómo conocernos a nosotros mismos en todos los niveles: naturaleza y gracia, fieles cristianos, el silencio, la comunicación, etc. Todo ello apoyado en los aportes que Fr. Manuel Glez de la Fuente nos iba proporcionando para estudiarlos y compartirlos después en los encuentros de formación que él mismo coordinaba. También tuvimos nuestra FIESTA, no sé si de fin de curso o sin ser casi conscientes de nuevas andaduras para algunos de nosotros. Una fiesta o conmemoración de la Traslación de Sto. Domingo, con banderas y estandartes, con "coral" y trompeta, con unos pre-novicios y una comunidad que enmarcaba y acompañaba nuestra tímida participación ya con identidad propia de seglares dominicos. Tres días preciosos por los que damos las gracias a TODOS, también a Sto. Domingo que, seguro tuvo, algo que ver en todo esto. Como "coronación" de toda esta andadura, el día 11 de julio, como queda dicho, algunos de nosotros decidimos dar un pasito más con la "profesión" e imposición de la Cruz dominicana. Nos acompañaron Fr. Salus, prior de San Pablo y San Gregorio, y Fr. Manuel y, cómo no, por Pablo que es la esencia de los terciarios de Valladolid y que ha mantenido la antorcha encendida, ejemplo de fidelidad y buen hacer. Todo ello me lleva a dar gracias a Dios y a toda la comunidad dominicana por habernos impulsado a vivir nuestra condición de laicos cristianos, con ese espíritu que animó a Santo Domingo a formar una gran familia donde cada uno aportara aquello que ha recibido, según su condición, para ayudar a expandir el Evangelio . Mayte Gacía, dominica seglar. 26 de septiembre de 2013 El día nuevo Editado por
  • 20. Sor Gemma Morató Cada día el sol nos alumbra de nuevo, y al despertar, iniciando el día nuevo, todas nuestras expectativas, esperanzas, deseos y tareas, retoman su lugar. Todo cuanto ayer dejamos preparado para realizar hoy nos espera desde el amanecer de cada uno. Todo cuanto ayer no concluimos o no supimos darle la solución adecuada será tomado de nuevo con el día que empezamos. Pero a pesar de ello, hoy nada será igual que ayer, lo experimentaremos en cosas quizás bien sencillas, pero que marcarán la personalidad propia del día nuevo. Para aquellos que viven situaciones repletas de sufrimiento, de angustia o enfermedad, igual que para quienes viven sumergidos en situaciones gozosas y estables, el inicio del día nuevo conlleva un signo de esperanza, de confianza, significa una nuevo desafío para proseguir el propio caminar. Hoy será distinto de ayer, quizás nuestro dolor encontrará un reposo, o en nuestra preocupación hallaremos la luz deseada, o la sonrisa se nos hará más fácil porque podremos constatar la felicidad de aquellos que están a nuestro lado. Hoy será especialmente distinto porque con la gracia de Dios intentaremos hacer el bien en los acontecimientos y situaciones nos envuelvan, y nuestro caminar estará más cerca del querer de Dios. Ojala sepamos avanzar cada día para que llegado el fin de nuestro tiempo se pueda afirmar que nuestro caminar ha estado siempre empujado por el deseo de hacer el bien. Texto: Hna. Carmen Solé. La indiferencia ¿octavo pecado capital? (29.9.13) Editado por Jesús Espeja 1. Según el catecismo de Astete que aprendí de niño, entre los siete pecados capitales no estaba la indiferencia. En un primer momento podríamos asimilarlo a la pereza y en seguida tendríamos el correctivo: diligencia. Pero no coinciden porque el perezoso es sensible y sabe bien lo que debe hacer, mientras que la indiferencia es pasar de largo, despreocuparse como si el otro no existiera. No hay
  • 21. mejor desprecio que no hacer aprecio. 2. El pecado que como la mancha de aceite ha cundido y hoy nos está narcotizando también a los cristianos es la indiferencia. Nos está ocurriendo lo que al rico de la parábola evangélica que “vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día” insensible al pobre Lázaro que acurrucado en el portal de la casa y lleno de llagas, esperaba que al salir ese rico, bien llamado Epulón, dejara caer algunos centavos. Curiosamente la casa es común al rico y al mendigo; en principio el mundo es casa para los dos: pero la diferencia entre banquetear espléndidamente y estar muerto de hambre es abismal. 3. No consta que el rico estuviera chinchando y despreciando al pobre Lázaro. Aparentemente no hacía nada contra él y puede que incluso que fuera un judío celoso cumplidor de las prácticas religiosas. Su pecado fue la omisión: despreocuparse del pobre, pzsar del largo ignorando su presencia. Es el pecado que más sutílmente pervierte a los mismos cristianos. Causa estragos en millones de personas que no pueden vivir con dignidad. El juicio final versará no sobre prácticas religiosas sino sobre estas omisiones: “tuve hambre y no me diste de comer”. Pidamos con el himno litúrgico: ”haz de esta piedra de mis manos una herramienta constructiva; cura su fiebre posesiva y ábrela al bien de mis hermanos; que el corazón no se me quede desentendidamente frío”. El Señor esté con vosotros: más que una fórmula Nihil Obstat Blog de: Martín Gelabert Ballester, OP sábado, 28 de septiembre de 2013 En alguna ocasión he escuchado al presidente de la Eucaristía hacer un pequeño cambio en la fórmula “el Señor esté con vosotros”, que aparece repetidamente en la liturgia, y decir: “el Señor está con vosotros”, subrayando con especial énfasis el “está”. En mi opinión este cambio no es bueno. Pero es necesario explicar el motivo, porque de lo contrario estos detalles que son importantes, dejan de serlo cuando no se comprende su sentido y su razón. Si no se conoce la diferencia entre decir “esté” o “está”, da lo mismo decir una cosa que otra y hasta alguno podría pensar que hacer alguna vez un cambio ayuda a abrir el oído para que los fieles, o sea, en este caso los oyentes, se despierten de la somnolencia que produce la monotonía de las repeticiones.
  • 22. El presente “está” indica posesión. El subjuntivo “esté” es un tiempo más dinámico, indica que el Señor está continuamente viniendo; además, expresa un deseo, prepara a la permanente acogida del Señor. Este “Señor” que se implora es además “el Espíritu”, tal como dice san Pablo en 2Co 3,17: “el Señor es el Espíritu”. Así se explica que esta fórmula se pronuncie sobre los fieles en los más importantes momentos de la celebración eucarística, a saber, al comienzo de la celebración, en el momento de proclamar el evangelio, al inicio de la plegaria eucarística y al final de la celebración. Me fijo ahora en los dos momentos intermedios: la proclamación del evangelio y el comienzo de la plegaria eucarística. Gracias a la acción del Espíritu, la Palabra de Dios, expresada en la Escritura, se hace eficaz, penetra en el corazón de los fieles, les permite comprender mejor el Evangelio, alcanzar su verdad más profunda. El Espíritu, como dice el Vaticano II, va introduciendo a los fieles en la verdad plena y hace que habite en ellos internamente la palabra de Dios (Col 3,16). Al decir “el Señor esté con vosotros” imploramos la venida del Espíritu para acercarnos a Cristo a través de la Escritura. Una oración similar debería acompañar toda lectura y estudio de la Escritura, todo anuncio del Evangelio y, en general, toda la vida cristiana. Al comenzar la plegaria eucarística volvemos a implorar que “el Señor esté” con nosotros, porque solo gracias al Espíritu del Señor es posible que el pan y el vino se transformen en cuerpo y sangre de Cristo, para que nosotros, al comer y beber de estos dones quedemos conformados por Cristo, unidos a él y por su medio, unidos a los hermanos. Sin la venida del Espíritu no hay eucaristía. Por tanto, no es bueno decir “el Señor está con vosotros”, como si se tratase de una constatación, como si su presencia fuera una posesión adquirida, estática y, en última instancia, manipulable. Precisamente la trascendencia de Dios impide toda manipulación y exige una actitud de acogida permanente, que continuamente se renueva, porque el Señor no es nunca una posesión, y sólo viene en la medida en que nos abrimos a su presencia, en la medida en que le deseamos y le acogemos. Homilía 26 domingo tiempo ordinario. Ciclo C. 29 septiembre 2013. Lc 16, 19-31 Fr. Ricardo de Luis Carballada
  • 23. RICOS Y POBRES Si contamos la historia del evangelio de este domingo a un grupo de niños seguro que nos dicen que no les gusta el final. También a nosotros seguro que nos parece duro este pasaje del evangelio del pobre Lázaro y el hombre rico. En una ocasión dialogaba con un grupo de niños sobre este evangelio? Muchos de ellos tendían a disculpar al hombre rico. Alguno decía que a lo mejor no había notado su presencia junto a la puerta. También decían que tan malo no podía ser cuando tras la muerte y sufriendo tormentos pensaba en los suyos. Y además solamente pedía como alivió un vaso de agua para mojar sus labios. Finalmente todos decían que la historia tenía que haber acabado de otra manera. Que Dios tenía que haberse mostrado misericordioso y tendría que haber aceptado su arrepentimiento y perdonarle, como hace en otras historias de la Biblia. Como casi siempre además hacia Jesús. Es verdad, Jesús habla del Dios de la misericordiosa y perdona a los pecadores. Per también tiene palabras muy duras contra la riqueza y los ricos. Parece que la riqueza resulta algo altamente peligroso para Jesús. Ciertamente es presentada por él como el mayor obstáculo a la llegada de Reino de Dios , que lo es de amor, misericordia, de paz, de compasión. Y tenemos que reconocer que las palabras de Jesús son de enorme actualidad. Nuestro mundo se divide entre quienes como el rico del evangelio vivimos bien, y quienes les ha correspondido el papel de Lázaro, es decir de sentarse a la puerta de la casa de los ricos. Y esta división es lo que impide la llegada de una humanidad unida y está en el origen de muchas violencias. No es fácil dejarse confrontar con esta historia y este texto del evangelio. Y es más difícil todavía cuando a todos nosotros nos resulta inaceptable la división de nuestro mundo entre ricos y pobres. Y todos estaríamos dispuestos a dar un paso, a dar nuestra contribución para que las cosas fueran de otra manera, pero nos sentimos pequeños e impotentes. ¿Qué podemos hacer nosotros, pequeños ciudadanos? En primer lugar darnos cuenta que la riqueza es una actitud de vida, una manera de ser. Rico es el autosuficiente que no necesita de los demás. Por eso no tiene ojos para los demás, para los necesitados, y sí la tiene es de desprecio. El primer paso para un mundo más justo se encuentra en nuestra actitud y en nuestra mirada. Una mirada que reconozca la dignidad de todo ser humano; que le reconozca como un interlocutor en igualdad de condiciones. También es importante no poner el dinero y la riqueza como el primer objetivo de nuestra vida sino los valores que realmente nos hacen humanos: la relación humana, la convivencia... Esto significa hacer de nuestro espació vital un lugar de acogida para todos los que nos encontramos. En segundo lugar compartir algo de lo que tenemos con los que más lo necesitan. En tercer lugar trabajar para tener lo necesario para nuestra vida y no para acumular dinero.
  • 24. Publicado por Ricardo de Luis Carballada Sexto Modo de Orar Domingo abre sus brazos como Cristo en la cruz, porque fue desde allí donde le prometió el paraíso al buen ladrón Sexto Modo de Orar En este modo de orar Santo Domingo, con los brazos en cruz, contempla al crucificado. Esto nos puede remitir al momento de oración de Cristo en la cruz reflejado en lo que denominamos las siete palabras. En ellas encontramos que se nos habla de perdón, que debe ser siempre lo primero. Tal vez no seríamos capaces de soportar el relato de la pasión de Cristo, de no comenzar escuchando el perdón. Antes siquiera de haber pecado, se nos perdona. No tenemos que ganárnoslo. Ni siquiera tenemos que decir “lo siento”. El perdón está ahí, esperándonos. Experimentar el perdón no nos puede dejar como estábamos, porque penetrar en él significa cambio y transformación. Domingo abre sus brazos como Cristo en la cruz, porque fue desde allí donde le prometió el paraíso al buen ladrón; no es extraño que Santo Tomás de Aquino dijera que “el buen ladrón en cuanto a recompensa, puede decir que ya está en el paraíso, porque ya ha empezado a disfrutar de la divinidad de Cristo”. Este modo de orar es un gesto de ofrenda absoluta, donación de sí, apertura extrema por otro o por otros y el don de todo su ser. Es sentirnos discípulos amados al pie de la cruz, a los cuales se les entrega una Madre que recibió como hijos de su alma a los que le arrebataron a su primogénito. Santo Domingo contempla al que nos rescató de la maldición de la ley haciéndose por nosotros maldición; porque está escrito: Maldito el hombre que pende del madero (Gal 3,13). Lo contempla en su grito de sentirse abandonado, que no es tal, sino oración.
  • 25. Cristo en la cruz tuvo sed de hacer amistad con nosotros. Aquél que nos lo da todo nos invita a la amistad pidiéndonos un don a cambio, algo que podamos tener para darle. Por encima de todo nos quiere a nosotros. Santo Domingo oraba de esta forma, cuando sabía que su plegaria iba a ser escuchada. Cuando todo está cumplido, el amor perfecto es posible y lo vemos en la cruz. Si comenzamos a amar, en ese caso el amor perfecto de Dios puede habitar en nuestros amores frágiles y limitados, que es lo que implora Santo Domingo, que con este modo de orar se deja coger todo él por Cristo; porque sabe que orar de esta forma le hará penetrar en un diálogo único. (Dibujos de Fr. Félix Hernández OP) Fr. Ángel Luis Fariña Pérez Real Convento de Predicadores, Valencia EL VÍDEO DE HOY: Compromiso católicos, vida pública y regeneración ética
  • 26. Valoración de Manos Unidas sobre el evento especial de la ONU en torno a los ODM y la Agenda post-2015 Viernes, 27 septiembre, 2013 Durante estos últimos años, Manos Unidas ha seguido con especial interés el proceso de diálogo internacional para la configuración de una nueva agenda de desarrollo sostenible a partir del 2015. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha llevado a cabo un evento especial sobre los esfuerzos realizados para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En el documento final, aprobado por los Estados Miembros, los líderes mundiales renovaron su compromiso de cumplir con las metas de los ODM y acordaron celebrar una cumbre de alto nivel en septiembre de 2015. Manos Unidas ha seguido con interés los resultados de este Evento Especial, ya que los ODM han formado parte de nuestro trabajo en los últimos años, y venimos acompañando desde el 2010 el proceso de diálogo internacional para la configuración de una nueva agenda de desarrollo sostenible a partir del 2015, que responda más contundentemente a la necesidad de erradicar el hambre y la pobreza para siempre, y que permita caminar hacia un desarrollo verdaderamente justo y sostenible, en el que nadie se quede atrás, y que nos permita satisfacer nuestras necesidades, sin comprometer los recursos naturales ni la posibilidad de que las generaciones venideras puedan satisfacer las suyas propias. Sabiendo que será en el 2015 cuando se apruebe definitivamente la nueva agenda de desarrollo sostenible, la declaración final de este evento es muy importante, ya que marca la dirección y el camino para trabajar los dos siguientes años. A continuación hacemos, como Manos Unidas, la valoración de esta declaración, destacando las decisiones más relevantes y algunos de nuestros temores. VER ARCHIVO ADJUNTO. Archivos adjuntos: Valoración de Manos Unidas El corazón de África pide ayuda a gritos Carmen R. Sandianes Lunes 2 de septiembre de 2013 Publicado en alandar nº300 “Si luchas por lo que crees, aunque fracases, habrás vencido” (Mao Zedong)
  • 27. - La periodista congoleña Caddy Adzuba visitó recientemente nuestro país. Foto. Isabel Bettina África: el continente desconocido, el continente que tiene mucho que ofrecer y también mucho que ocultar o, al menos, eso parece ante la falta de información que se encuentra en los medios de comunicación sobre lo que sucede en cada una de las 54 naciones que lo conforman. En el corazón de África, latiendo cada vez con más fuerza y tratando de gritarle al mundo qué ocurre en sus más de 2.300.000 kilómetros cuadrados, se encuentra la República Democrática del Congo (RDC), antiguamente conocida como Zaire, un país que, según el padre Justo Lacunza, tiene sus momentos trágicos dentro de la historia. En la mayoría de países de África siempre “se ha desarrollado un tira y afloja entre quien manda”, decía el sacerdote Lacunza durante una entrevista, más bien una charla informal sobre las experiencias que ha vivido viajando alrededor del mundo y visitando algunos de los países más conflictivos del planeta. En ningún momento pudo hacer referencia a una única problemática, Congo no es como otros países en donde la base del conflicto es puramente económica o política o religiosa. El caso de RDC es mucho más particular, no se trata de una cuestión multiconfesional como en el caso de Siria o de un tema centrado en el control territorial como la disputa que lidian India y Pakistán por Cachemira. No, en el antiguo Zaire la situación va mucho más allá y, por desgracia, de acuerdo con Lacunza, no existe solución. Su sistema es el que es y hay que asumir que es una sociedad que se mueve a través del chantaje y de que quienes son fuertes doblegan a quienes son débiles. Es duro, pero cierto, aseguró el sacerdote.
  • 28. - Grupo de personas desplazadas en la Rep. Dem del Congo. Foto. Church Mission Society (CMS) “La falta de infraestructura territorial es uno de los grandes fallos” que tiene un país como RDC, lamentó Lacunza, quien también quiso recordar que, en concreto, en el centro de África, “no hay voluntad política”. Sí, puede ser que no en muchos países exista, pero en Congo se visualiza de una manera mucho más directa. Los conflictos entre grupos étnicos, con países limítrofes como Uganda, Ruanda, Burundi o Angola por recursos naturales o económicos e, incluso, debido a la presencia de las fuerzas de Naciones Unidas, son algunos de los motivos que el padre Justo puso encima de la mesa aunque, si se me permite, creo que no son los únicos. El pasado mayo, la activista y periodista congoleña Caddy Adzuba visitó varias ciudades de España -entre ellas, Madrid- y ofreció conferencias en las que puso de manifiesto una de las realidades que se viven en RDC: el feminicidio. Algunos medios se refirieron muy inteligentemente a Caddy como “una de esas voces incómodas”, porque se dedica a transmitir aquello que mucha gente quiere silenciar y se esfuerza por combatir una lacra que acompaña a Congo desde 1996: los asesinatos, los secuestros, los desplazamientos forzosos de miles de familias, los saqueos y, sobre todo, las violaciones de mujeres, las cuales son utilizadas como “un arma de guerra”. Ellas son el motor que mueve la sociedad congoleña y, tras ser no solo violadas sino también mutiladas, las destruyen a ellas y a sus familias. El ciclo se rompe y la población se pierde, no encuentra su guía. “El conflicto tiene orígenes y causas, no solo congoleñas o africanas, también internacionales y económicas”, declaró la periodista, quien fue amenaza de muerte por primera vez en el año 2009. “No soy una inconsciente, ni una heroína", recalcó, aunque muchas personas discrepan de sus palabras. La activista, que ha recibido varios premios, entre ellos el Premio de Periodismo Julio Anguita Parrado en 2009, enfatizó la importancia de “romper el silencio” que guardan las mujeres congoleñas debido al rechazo social y a la común situación de ser estigmatizadas. Además de ser víctimas de una violación, las mujeres tienen que luchar para mantener un hueco dentro de la sociedad.
  • 29. - Como en tantos lugares, las mujeres congoleñas son las que se llevan la peor parte del conflicto. Foto. Endre Vestvik Desde la guerra en RDC (década de los noventa) ha habido más de cinco millones de muertes, pero “nadie sabe qué pasa” en el Congo, lamentó Adzuba. Ciertamente, parece que el cerrojo se ha colocado en ciertos países. El antiguo Zaire se caracteriza por ser uno de los países más peligrosos del mundo, cierto, los continuos abusos a los Derechos Humanos o las astronómicas cifras de muertes lo confirman pero, ¿por qué tanto silencio?, ¿por qué la información no llega a las pantallas o a las páginas de papel? Hay quien dice que quien busca siempre encuentra y, sin embargo, ¿por qué no interesa tirar del hilo en ciertos casos? La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó el pasado mes de marzo al Ejército del Congo y al Movimiento 23 de Marzo (M23) de cometer decenas de abusos y crímenes de guerra durante la ocupación de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte (este del país), llevada a cabo a finales del año pasado por parte de los rebeldes. En concreto, según la organización citada por la agencia Europa Press, recopiló datos que vinculan al M23 con "al menos 24 ejecuciones sumarias" ocurridas entre el 19 de noviembre y el 2 de diciembre en Goma y sus alrededores. Solo tres de estas 24 víctimas no eran civiles, lo que da cuenta de la persecución a la que se sometió a la población local y, en especial, a las mujeres. En el mismo período se produjeron al menos 36 violaciones de mujeres y niñas, entre las que se incluía una menor de tan solo diez años que terminó falleciendo. La experta en temas internacionales Jessica Keralis escribió en el número 36 de la revista Migraciones Forzadas un artículo muy descriptivo sobre la situación en Congo: Más allá del silencio: violencia sexual en el este de la RDC. Keralis relata cómo el ginecólogo Denis Mukwege, conocido como el “ángel de Bukavu”, que trabaja en la provincia de Kivu del Sur (este) subraya que lo necesario en el país es que exista “una respuesta política” contra la violencia. Asimismo, destacó que “aunque él puede tratarlas y reconstruirlas quirúrgicamente, no existe ninguna garantía de que no vuelvan a ser violadas”. Es necesario, “ahora más que nunca”, un enfoque “multidimensional” para combatir la violencia sexual en la RDC, afirmó Mukwege. Palabras que deberían ser tenidas en cuenta, de la misma manera que las de todas aquellas personas que o bien han vivido la situación o bien han visitado un país que está vestido de negro y que parece no saldrá a flote si el interés está solo en las manos de unas pocas personas y si no se aúnan esfuerzos para conseguirlo. Cada país africano guarda secretos y despierta fascinación y curiosidad al mismo tiempo. Cada uno de ellos cuenta con sus peculiaridades y, para saber algo más allá, hay que indagar, leer mucho, saber a quién preguntar y, sobre todo, tener claro qué preguntar. Brasil en la ruta de los destinos de refugiados Adital
  • 30. Después de los haitianos, son los sirios los que terminaron descubriendo a Brasil como una alternativa de refugio con objetivos humanitarios. Hace cerca de 10 años, era impensable para la sociedad brasilera que el país estuviera en la ruta de los destinos de extranjeros que huyen de sus países de origen por motivos diversos, como la destrucción por catástrofes naturales o por conflictos armados. La estabilidad económica y la posición política de destaque que Brasil ha ganado en el escenario internacional parece ser uno de los principales motivos para el crecimiento de esta búsqueda. La organización no gubernamental Conectas Derechos Humanos alertó recientemente sobre la inminencia de una crisis humanitaria involucrando a los refugiados haitianos que llegan a Brasil por el Estado de Acre (región Norte), muchos de ellos en forma ilegal, lo que provoca un cuestionamiento: ¿el país tiene capacidad para recibir a tantos refugiados? Para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y para el Comité Nacional para Refugiados (Conare) de Brasil parece que sí. Este último, que es un órgano del Ministerio de Justicia, publicó esta semana en el Diario Oficial de la Unión una norma que garantiza la concesión de visa especial a personas afectadas por los conflictos armados de Siria y países vecinos. La visa especial se extiende también a la familia de las personas desplazadas. "La decisión va a ayudar a acelerar la entrada de esas personas a Brasil y la resolución que permite este procedimiento especial será válido por dos años", dijo en Ginebra el portavoz del Acnur, Adrian Edwards. De acuerdo con la medida, las embajadas y consulados de Brasil en los países vecinos a Siria serán responsables de la emisión de visas. Los pedidos de refugio deberán ser presentados en el momento de la llegada a Brasil, primer país en la región de las Américas en adoptar este abordaje en relación con los refugiados sirios. Se estima que 3 millones de brasileros tienen ascendencia siria, teniendo en cuenta una ola de inmigración que ocurrió a comienzos del siglo 20. Hasta ahora, cerca de 280 sirios solicitaron refugio al Conare. No hay solicitudes de refugio pendientes, y Brasil aprobó el 100% de los pedidos presentados. De acuerdo con el Ministerio de Justicia, el número ha aumentado gradualmente. En el caso de Haití, Conectas también informó que Brasil ya había parado de conceder visas humanitarias en abril de este año, lo que en cierta forma viene estimulando travesías ilegales y arriesgadas en la frontera brasilera. El gobierno brasilero había prometido autorizar 1.200 visas humanitarias por año a los haitianos. Actualmente, cerca de 3 mil solicitudes de refugio y cerca de 4,3 mil refugiados viven en Brasil. La mayoría viene de Colombia, de República Democrática del Congo y de Siria. El ACNUR ha realizado un llamamiento para que los gobiernos concedan admisiones humanitarias hasta 10 mil refugiados sirios este año. Hasta el momento, Alemania ofreció 5 mil vacantes y Austria ofreció 500. Otros países propusieron el reasentamiento, incluyendo Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, España, Suecia y Suiza. La crisis humanitaria causada por la guerra civil siria ya expulsó a cerca de 2 millones de personas. Tres claves más una cuarta del buen catequista, por el Papa Francisco
  • 31. Las tres claves del buen catequista según el Papa Francisco: Tener familiariedad con Jesús (ser discípulo), ir al encuentro de los otros (salir de uno mismo) y no tener miedo de ir con Él a las periferias (ser misionero), y una cuarta: el amor. Discurso del Papa Francisco con miles de participantes al Congreso Internacional sobre la Catequesis (Roma, 26-28 de septiembre de 2013) sobre el tema: “El catequista, testimonio de la fe”, promovido y organizado con ocasión del Año de la fe. Queridos catequistas, ¡buenas tardes! Me alegra que en el Año de la fe se lleve a cabo para ustedes este encuentro: la catequesis es una columna para la educación de la fe, y ¡se necesitan buenos catequistas! Gracias por este servicio a la Iglesia y en la Iglesia. También a veces puede ser difícil, se trabaja tanto, se empeña y no se ven los resultados deseados, ¡educar en la fe es bello! Es quizás la mejor herencia que podemos dar: ¡la fe! Educar en la fe, para que esta crezca. Ayudar a los niños, a los muchachos, a los jóvenes, a los adultos a conocer y a amar cada vez más al Señor, es una de las aventuras educativas más bellas, ¡se construye la Iglesia! ¡“Ser” catequistas! No trabajar como catequistas, ¡eh! ¡Eso no sirve! Yo trabajo como catequista porque me gusta enseñar… pero tú no eres catequista, ¡no sirve! ¡No serás fecundo! ¡No serás fecunda! Catequista es una vocación: “ser catequista”, esa es la vocación; no trabajar como catequista. Entiendan bien, no he dicho “hacer” el catequista, sino “serlo”, porque envuelve la vida. Se guía al encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Recuerden aquello que Benedicto XVI nos ha dicho: “la Iglesia no crece por proselitismo. Crece por atracción”. Y eso que atrae es el testimonio. Ser catequista significa dar testimonio de la fe; ser coherente con la propia vida. Y esto no es fácil. ¡No es fácil! Nosotros ayudamos, nosotros guiamos hacia el encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Me gusta recordar aquello que San Francisco de Asís decía a sus frailes: “prediquen siempre el Evangelio y si fuese necesario también con las palabras”. Pero antes el testimonio: que la gente vea en sus vidas el Evangelio, pueda leer el Evangelio. Y “ser” catequistas requiere amor, amor a Cristo cada vez más fuerte, amor a su pueblo santo. Y este amor no se compra en las tiendas; no se compra ni siquiera aquí en Roma. ¡Este amor viene de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! Y si viene de Cristo parte de Cristo y nosotros debemos volver a partir desde Cristo, de este amor que no da. Para un catequista, para ustedes, también para mí, porque también yo soy catequista ¿qué cosa significa este volver a partir de Cristo? ¿Qué cosa significa? 1.- Ante todo hablare de tres cosas: uno, dos, tres, como hacían los viejos jesuitas… ¡uno, dos y tres! Antes que nada volver a partir desde Cristo significa tener familiaridad con Él. Tener esta familiaridad con Jesús. Jesús lo recomienda con insistencia a los discípulos en la Última Cena, cuando se disponen a vivir con Él el don más alto de amor, el sacrificio de la Cruz. Jesús utiliza la imagen de la vid y de los sarmientos y dice: permanezcan en mi amor, permanezcan unidos a mí, como el sarmiento está unido a la vid. Si estamos unidos a Él podemos dar fruto, y ésta es la familiaridad con Cristo. ¡Permanecer en Jesús! Es
  • 32. un permanecer apegado a Él, dentro de Él, con Él, hablando con Él: pero, permanecer en Jesús. La primera cosa, para un discípulo, es estar con el Maestro, escucharlo, aprender de Él. Y esto vale siempre, ¡es un camino que dura toda la vida, eh! Recuerdo, tantas veces en la diócesis, en la otra diócesis que tenía antes, de haber visto al final de los cursos en el seminario catequístico, a los catequistas que salían: “!tengo el título de catequista!”. Eso no sirve, no tienes nada: ¡has hecho un camino pequeñito, eh! ¿Quién te ayudará? ¡Esto vale siempre! No es un título, es una actitud: ¡estar con Él y dura toda la vida! Es un estar en presencia del Señor, dejarse mirar por Él. Yo les pregunto: “¿cómo están ustedes en presencia del Señor?” Cuando vas al Señor, miras el Tabernáculo, ¿qué cosa haces? Sin palabras… “Pero yo digo, digo, pienso, medito, siento…” ¡Muy bien! ¿Pero tú te dejas mirar por el Señor? ¡Dejarse mirar por el Señor! El nos mira y esta es una forma de rezar. ¿Te dejas mirar por el Señor? “pero ¿cómo se hace?”. Mira el Tabernáculo y déjate mirar… ¡Es simple! “Es un poco aburrido, me duermo…”. ¡Duérmete! ¡Duérmete! Él te mirará lo mismo. Él te mirará lo mismo. ¡Pero estate seguro que Él te mira! Y esto es más importante que el título de catequista: es parte del ser catequista. Esto enardece el corazón, tiene encendido el fuego de la amistad con el Señor, te hace sentir queÉl te mira verdaderamente, te es cercano y te quiere. En una de las salidas que he hecho, aquí en Roma, en una misa, se me acerco un señor, relativamente joven, y me dijo: “Padre, un gusto conocerlo. ¡Pero yo no creo en nada! ¡No tengo el don de la fe!”. Entendía que era un don… “¡No tengo el don de la fe! ¿Usted qué cosa me dice?”. “¡No te desconsueles. Él te quiere. Déjate mirar por Él! Nada más”. Y esto se los digo a ustedes. ¡Déjense mirar por el Señor! Entiendo que para ustedes no es tan fácil: especialmente para quien está casado y tiene hijos, es difícil encontrar un largo tiempo de calma. Pero, gracias a Dios, no es necesario, no es necesario que todos lo hagan de la misma manera, en la Iglesia hay variedad de vocaciones y variedad de formas espirituales; lo importante es encontrar la manera adecuada para estar con el Señor; y esto se puede, es posible en todo estado de vida. En este momento cada uno puede preguntarse: ¿cómo vivo yo este “estar” con Jesús? Esta es una pregunta que les dejo: “¿cómo vivo yo este estar con Jesús? ¿Este permanecer en Jesús?” ¿Tengo momentos en los que permanezco en su presencia, en silencio, me dejo mirar por Él? ¿Dejo que su fuego enardezca mi corazón? Si en nuestro corazón no existe el calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo podemos nosotros, pobres pecadores, enardecer el corazón de los demás? ¡Piensen en esto, eh! 2. El segundo elemento es éste. Segundo: volver a partir de Cristo significa imitarlo en el salir de sí mismo e ir al encuentro del otro. Ésta es una experiencia hermosa, y un poco paradójica. ¿Por qué? Porque nos coloca al centro de la propia vida ¡Cristo se descentraliza! Mientras más te unes a Jesús y Él se vuelve el centro de tu vida, más Él te hace salir de ti mismo, te descentraliza y te abre a los otros. Este es el verdadero dinamismo de amor, ¡éste es el movimiento de Dios mismo! Dios es el centro, pero es siempre don de sí mismo, relación, vid que se comunica… Así nos transformamos si permanecemos unidos a Cristo, Él nos hace entrar en este dinamismo del amor. Pero siempre es don de si, relación, vida que se comunica. Así también nosotros no convertimos, si permanecemos unidos a Cristo, Él nos hace entrar en este dinamismo del amor. Donde hay verdadera vida en Cristo, hay apertura hacia el otro, hay salida de sí para ir al encuentro del otro en el nombre de Cristo. Y este es el trabajo del catequista: salir continuamente de sí por amor, para testimoniar a Jesús y hablar de Jesús, predicar a Jesús. Pero esto es importante porque lo hace el Señor: es precisamente el Señor que nos empuja a salir. El corazón del catequista vive siempre este movimiento de “sístole – diástole”: unión con Jesús – encuentro con el otro. Son las dos cosas: yo me uno a Jesús y salgo al encuentro con los demás. Si falta uno de estos dos movimientos el corazón no late más, no puede vivir. Recibe como don el kerigma, y a su vez lo ofrece como don. Esta palabrita: don. El catequista es consciente que ha recibido un don, el don de la fe, y lo da como don a los otros. Y esto es hermoso… y por esto no se saca un porcentaje, ¿eh? ¡Todo lo que recibe lo, da! ¡Esto no es un negocio! ¡No es un negocio! Es don puro: don recibido y don transmitido. Y el catequista está allí, en este cruce de dones. Es así en la naturaleza misma del kerigma: es un don que genera misión, que empuja siempre más allá de nosotros mismos. San Pablo decía: «El amor de Cristo nos empuja», pero aquel “nos empuja” se puede traducir
  • 33. también “nos posee”. Y así: el amor te atrae y te envía, te toma y te dona a los demás. En esta tensión se mueve el corazón del cristiano, en particular el corazón del catequista. Preguntémonos todos: ¿es así que late mi corazón de catequista: unión con Jesús y encuentro con el otro? ¿Con este movimiento de “sístole y diástole”? Se alimenta en la relación con Él, pero ¿para llevarlo a los demás y no para retenerlo? Les digo una cosa: no entiendo como un catequista pueda quedarse quieto, sin este movimiento. ¡No entiendo! 3. Y el tercer elemento -tres- se encuentra siempre en esta línea: volver a partir de Cristo significa no tener miedo de ir con Él a las periferias. Aquí me viene a la mente la historia de Jonás, una figura verdaderamente interesante, especialmente en nuestros tiempos de cambios y de incertidumbres. Jonás es un hombre pío, con una vida tranquila y ordenada, esto lo lleva a tener sus esquemas bien claros y a juzgar todo y a todos con estos esquemas, de manera rígida. Tiene todo claro, la verdad es esta… ¡Es rígido! Por eso cuando el Señor lo llama y le dice ir a predicar a Nínive, la gran ciudad pagana, Jonás se siente capaz. “¡Ir allá! ¡Pero si yo tengo toda la verdad aquí! No se siente capaz… Nínive está fuera de sus esquemas, está en la periferia de su mundo. Y entonces escapa, huye, se va a España, se embarca en una nave que va por esos lados. ¡Vuelvan a leer el Libro de Jonás! Es breve, pero es una parábola muy instructiva, especialmente para nosotros que estamos en la Iglesia. ¿Qué cosa nos enseña? Nos enseña a no tener miedo de salir de nuestros esquemas para seguir a Dios, porque Dios va siempre más allá. Pero ¿saben una cosa? ¡Dios no tiene miedo! ¿Sabían esto ustedes? ¡No tiene miedo! ¡Esta siempre más allá de nuestros esquemas! Dios no tiene miedo de las periferias. Por eso, si ustedes van a las periferias lo encontraran allí. Dios es siempre fiel, es creativo. Pero por favor, no se entiende un catequista que no sea creativo. Y la creatividad es como la columna del ser catequista. Dios es creativo, no es cerrado, y por esto jamás es rígido, ¡Dios no es rígido! Nos acoge, nos viene al encuentro, nos comprende. Para ser fieles, para ser creativos, es necesario saber cambiar. Saber cambiar. ¿Y por qué debo cambiar? Es para adecuarme a las circunstancias en las que debo anunciar el Evangelio. Para permanecer con Dios en necesario saber salir, no tener miedo de salir. Si un catequista se deja llevar por el miedo, es un cobarde; si un catequista se está ahí tranquilo termina por ser una estatua de museo: ¡y tenemos tantas eh! ¡Tenemos tantas!¡Por favor, ninguna estatua de museo! Si un catequista es rígido se vuelve acartonado y estéril. Les pregunto: ¿alguno de ustedes quiere ser cobarde, estatua de museo o estéril? ¿Alguno lo quiere? (catequistas ¡No!) ¿No? ¿seguro? ¡Bien! Pero lo que les diré ahora lo he dicho tantas veces. Pero me viene del corazón decirlo. Cuando nosotros cristianos estamos cerrados en nuestro grupo, en nuestro movimiento, en nuestra parroquia, en nuestro ambiente, permanecemos cerrados y nos pasa lo que le pasa a todo aquel que es cerrado: cuando una habitación está cerrada empieza el olor de humedad… y si una persona está encerrada en ese cuarto , ¡se enferma! Cuando un cristiano esta cerrado en su grupo, en su parroquia, en su movimiento está cerrado, se enferma. Si un cristiano sale por las calles en las periferias, puede pasarle aquello que sucede a cualquier persona que va por la calle: un accidente… Tantas veces hemos visto accidentes… pero les digo: ¡prefiero mil veces una iglesia accidentada y no una iglesia enferma! ¡Una iglesia, un catequista que tenga el valor de arriesgar para salir y no un catequista que sabe todo, pero cerrado siempre y enfermo. Y a veces enfermo de la cabeza… Pero ¡atención! Jesús no dice: vayan, arréglenselas. ¡No! ¡No dice eso! Jesús dice: ¡vayan, estoy con ustedes! Ésta es nuestra belleza y nuestra fuerza: si nosotros vamos, si nosotros salimos a llevar su Evangelio con amor, con verdadero espíritu apostólico, con parresia, Él camina con nosotros, nos precede, nos “primerea”. ¡El Señor siempre nos primerea! Ya han aprendido el sentido de esta palabra. ¡Y esto lo dice la Biblia eh! No lo digo yo. La Biblia dice, el Señor dice en la Biblia: “yo soy como la flor del almendro”. ¿Por qué? Porque es la primera flor que florece en la primavera. Él es siempre “primero”. ¡Él es primero! Esto es fundamental para nosotros:
  • 34. ¡Dios siempre nos precede! Cuando pensamos ir lejos, en una periferia extrema, y quizás tenemos un poco de temor, en realidad Él ya está allá: Jesús nos espera en el corazón de aquel hermano, en su carne herida, en su vida oprimida, en su alma sin fe. Pero ustedes saben, una de las periferias que me hace tanto mal, que siento dolor -lo vi en la diócesis que tenía antes-, es aquella de los niños que no saben hacerse la señal de la cruz. En Buenos Aires hay tantos niños que no saben hacerse el signo de la cruz. Esta es una periferia ¡eh! Se necesita ir ahí. Y Jesús está allí, te espera para ayudar a ese niño a hacerse el signo de la cruz. Él nos precede siempre. Queridos catequistas, los tres puntos terminaron… ¡siempre volver a partir de Cristo! Les digo gracias por aquello que hacen, pero sobre todo porque están en la Iglesia, en el Pueblo de Dios en camino. Permanezcamos con Cristo, permanecer en Cristo, busquemos cada vez más de ser una cosa sola con Él; sigámoslo, imitémoslo en su movimiento de amor, en su ir al encuentro del hombre; y salgamos, abramos las puertas, tengamos la audacia de trazar nuevas vías para el anuncio del Evangelio. Que el Señor los bendiga y la Virgen los acompañe. ¡Gracias! Defiendan al Vaticano de la cizaña de las habladurías, Francisco al Cuerpo de los Gendarmes 2013-09-28 Radio Vaticana (RV).- (Con audio) Las “habladurías” son una “lengua prohibida” en el Vaticano, porque es una lenga que genera el mal. Lo afirmó el Papa Francisco en la homilía de la Misa que celebró esta mañana junto al Cuerpo de la Gendarmería Vaticana, en los alrededores de la Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos. En la roca del Vaticano, el mal tiene un pasaje a través del cual se insinúa para esparcir su veneno: es la “habladuría”, esa que lleva a uno a hablar mal del otro y destruye la unidad. Y del contagio de esta “cizaña” nadie es inmune. Ante los hombres de la Gendarmería Vaticana , el Papa Francisco hizo una reflexión justa pero quizá no descontada sobre el papel del gendarme defensor de la seguridad del Vaticano, para enfocar otro adversario mucho más solapado que la delincuencia común y contra el cual es fundamental emprender la “lucha”: “Alguno de ustedes podrá decirme: ‘Pero, padre, ¿nosotros qué tenemos que ver aquí con el diablo? Nosotros debemos defender la seguridad de este Estado, de esta ciudad: que no haya ladrones, que no haya delincuentes, que no vengan los enemigos a tomar la ciudad’. También esto es verdad, pero ¿Napoleón no volverá más, eh? Se fue. Y no es fácil que venga un ejército aquí a tomar la ciudad. La guerra hoy, al menos aquí, se hace de otro modo: es la guerra de la oscuridad contra la luz; de la noche contra el día”. Por esto, prosiguió Francisco, “les pido no sólo que defiendan las puertas, las ventanas del Vaticano” – por otra parte un trabajo necesario e importante – sino que defiendan “como su patrono San Miguel” las puertas del corazón de quien trabaja en el Vaticano, donde la tentación “entra” exactamente como en cualquier otro lugar: “Pero hay una tentación... Pero yo querría decirla – la digo así para todos, también para mí, para todos – pero hay una tentación que al diablo le gusta tanto: aquella contra la unidad, cuando las insidias van precisamente contra la unidad de aquellos que viven y trabajan en el Vaticano. Y el diablo trata de crear la guerra interna, una especie de guerra civil y espiritual, ¿no? Es una guerra que no se hace con las armas que nosotros conocemos: se hace con la lengua”. Una lengua armada, precisamente, por las “habladurías”, especie de veneno del que el Papa pone constantemente en guardia. Y esto es “lo que les pido a ustedes”, dijo dirigiéndose a los gendarmes, “que nos defiendan mutuamente de las habladurías”: “Pidamos a San Miguel que nos ayude en esta guerra: jamás hablar mal uno del otro, jamás abrir los
  • 35. oídos a las habladurías. Y si yo oigo que alguien habla, ¡detenerlo! ‘¡Aquí no se puede: vete por la puerta de Santa Ana, ve afuera y habla allá! ¡Aquí no se puede!’... es esto, ¡eh! La buena simiente sí: ¡hablar bien uno del otro sí, pero la cizaña no!”. (María Fernanda Bernasconi – RV). Ama a tus "links" como a ti mismo; la Iglesia en la era de la Red Iglesia 2.0 Hoy, el "prójimo" es el que está "conectado" conmigo. La lección de Spadaro en el Festival del Derecho Padre Antonio Spadaro sj* Roma Internet está cambiando nuestra forma de pensar y de vivir. Las nuevas tecnologías digitales ya no son "tools", es decir herramientas extrañas a nuestro cuerpo y a nuestra mente. La Red no es un instrumento, sino un "ambiente" en el que vivimos. Y tal vez algo más, un verdadero "tejido conectivo" de nuestra experiencia de la realidad. Benedicto XVI escribió en su Mensaje para la Jornada de las Comunicaciones sociales de 2010: "Los medios de comunicación modernos forman parte desde hace tiempo de los instrumentos ordinarios a través de los cuales las comunidades eclesiales se expresan, entrando en contacto con el propio territorio e instaurando, muy a menudo, formas de diálogo con un mayor alcance". Y es mucho más cierto si consideramos que la Red se ha convertido en algo muy importante para el desarrollo de las relaciones entre los que pertenecen a esa que comunmente se llama "generación Y", es decir la de los jóvenes que nacieron entre los años ochenta y el dos mil. La generación Y se caracteriza por una enorme familiaridad con la comunicación, los medios y las tecnologías digitales. Es la generación de la llamada "web 2.0", en la que las relaciones entre las personas son el centro del sistema del intercambio comunicativo, por lo menos cuanto los contenidos. Las redes sociales no dan expresión a un conjunto de individuos, sino a un conjunto de relaciones entre individuos. El concepto clave ya no es el de la "presencia" en la Red, sino la "conexión"; si estamos presentes sin estar conectados, estamos "solos". Entramos a la Red para experimentar o incrementar alguna forma de "proximidad", de cercanía. Así pues, es necesario comprender bien de qué manera se ha evolucionado a causa de la Red el concepto mismo de "proximidad" -tan importante para la terminología cristiana, y tan vinculado con la cercanía espacial. Y todo esto tendrá, seguramente, consecuencias de orden político.
  • 36. La posible separación entre conexión y encuentro, entre compartir y relacionarse implica el hecho de que hoy las relaciones, paradójicamente, pueden ser mantenidas sin renunciar a la propia condición de aislamiento egoísta. Sherry Turkle resumió esta condición en el título de su libro: "Alone together", es decir "juntos pero solos". Es más, los "amigos", justamente poque siempre están en línea, es decir disponibles al contacto o percibidos como presentes y disponibles a echar un vistazo a nuestras actualizaciones en las redes sociales, siempre están presentes, por lo que, justamente por esta razón, corren el peligro de desvanecerse en una proyección de nuesto imaginario. La fractura entre la proximidad se da por el hecho de que la cercanía se da debido a la mediación tecnológica gracias a la cual está "cerca" de mí, es decir próximo, quien está "conectado" conmigo. El verdadero núcleo problemático dela cuestión es el concepto mismo de "presencia" en la época de los medios digitales y de las redes sociales que desarrollan una forma de presencia digital. ¿Qué significa la presencia entre unos y otros? ¿Qué significa estar presentes en un evento, en ua decisión? La existencia digital parece configurarse con un estatus ontológico incierto: prescinde de la presencia física, pero ofrece una forma, a veces incluso vívida, de presencia social. El concepto de participación -eclesial o política- está estrictamente relacionado con el de "presencia". Claro, la existencia digital no es un simple producto de la consciencia, una imagen de la mente, pero tampoco una "res extensa", una realidad objetiva ordinaria, sobre todo porque existe solo en el acto de la interacción. Efectivamente es necesario indagar mejor sobre el tejido de las esferas existenciales involucradas en la presencia en Red. Se abre ante nosotros un mundo "intermediario", híbrido, cuya ontología habría que estudiar mejor. A la luz de las consideraciones sobre el "estar cerca", ¿cómo es posible imaginar el futuro de la vida de una comunidad eclesial en la época de la Red? Ya desde 2001 Manuel Castells comprendía muy bien que la cuestión clave para nosotros es el pasaje de la comunidad a la "network" como forma central de la interacción organizativa. Las comunidades, por lo menos en la tradición de la investigación sociológica, se basaban una serie de valores y organizaciones sociales compartidos. Las "networks" se construyen a través de elecciones y estrategias de actores sociales, sean individuos, familias o grupos. La Iglesia en la época de la Red podría terminar siendo considerada como una estructura de apoyo, un "hub", una plaza en la que la gente podría "agruparse", crear grupos o, mejor, "racimos" ("clusters") de conexiones. Esta visión ofrece una idea de la comunidad que hace suyas las características de una comunidad virtual percibida como "ligera", sin vínculos históricos o geográficos, fluida. ¿Cómo evaluar este modelo? Lo que es cierto es que las relaciones en la Red funcionan si las conexiones ("links") están siempre activos; cuando un nodo o una conexión se interrumpe, la información no fluye y la relación se vuelve imposible. La reticularidad de las vides en cuyas ramas corre una misma savia no parece tan distante de la imagen de Internet. La Iglesia, de hecho, es un cuerpo vivo si todas las relaciones en su interior son vitales. Ya en el Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones de 2011, el Papa hacía notar que la Web está contribuyendo al desarrollo de "nuevas y más complejas formas de consciencia intelectual y espiritual, de consciencia compartida". La red de estos conocimientos da vida a una forma de "inteligencia conectiva". Mons. Gerhard Ludwig Müller, hoy prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en noviembre de 2012 aceptó con lucidez el desafío, es decir la "responsabilidad de la Iglesia en la formación de una cultura humana colectiva, mediante la cual la sociedad contemporánea, con su red de conexiones internacionales -globales-, ofrece óptimos presupuestos". Sin embargo, hay todavía pendientes muchas cuestiones. La Iglesia, de hecho, no es simplemente una red de relaciones inmanentes, ni es concebible como un proyecto enciclopédico fruto del esfuerzo de hombres de buena voluntad. La Iglesia siempre tiene un principio y un fundamento "exterior" y no se puede reducir a mero modelo sociológico. La pertenencia a la Iglesia está dada por un fundamento externo porque es Cristo quien, mediante el Espíritu, une a sí íntimamente a sus fieles. La Iglesia es un "don" y no un "producto" de la comunicación. Y esta perspectiva ayuda a comprender que la misma sociedad civil no es un "producto". La "pertenencia" (eclesial, civil…) no es producto de la comunicación. Los pasos de iniciación cristiana no pueden resolverse en una especie de de "procedimiento de acceso" ("login") a la información, tal vez vinculado a un "contrato" que permite también una rápida desconexión ("log off"). El arraigo en una comunidad no es una suerte de "instalación" ("set up") de un programa ("software") en una máquina ("hardware") que puede ser fácilmente "desinstalado".Y esta es la cuestión: la ciudad de Dios y la ciudad del hombre deben pensar en la pertenencia en la época de la Red que, por su naturaleza, se basa y se funda en los "links", es decir en las conexiones horizontales. Papa Francisco afirmó que la ciudadanía solo puede ser plena cuando se interpreta a la luz de la experiencia de pueblo que comparte un horizonte común que trasciende el balance fluctuante y provisional de los intereses: "Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin un fuerte aporte de
  • 37. energías morales en una democracia que permanezca encerrada en la pura lógica o en el mero equilibrio de representación de intereses constituidos". Por lo que "ser ciudadanos significa ser convocados a decidir, llamados a una lucha, a esta lucha de pertenencia a una sociedad y a un pueblo". Pero esta, "mutatis mutandis", es una definición también válida para los que forman parte del "pueblo fiel de Dios en camino" que es la Iglesia. * Director de "La Civiltà Cattolica" Francesc Torralba, Vicenç Villatoro Con o sin Dios. Cuarenta cartas cruzadas «Yo me considero un agnóstico amigo de las religiones, admirador de las religiones», dice Vicenç Villatoro. «Soy un cristiano escéptico; un cristiano que busca, que trata de comprender mejor lo que cree», dice Francesc Torralba. A lo largo de cuarenta cartas —veinte por corresponsal—, Francesc Torralba y Vicenç Villatoro tratan temas como la pregunta por el sentido, Dios creado o Dios creador, lo sagrado y lo profano, la esfera religiosa y la esfera pública, la muerte y el consuelo, una ética sin Dios, la belleza, el misterio del mal, la transmisión de valores y convicciones, la existencia de los cristianos, la plaza pública, la capacidad de celebrar y la espiritualidad sin fe. Es un diálogo de ideas, pero también de experiencias vividas durante el medio año de redacción, entre el inicio del veraneo y las celebraciones familiares de Navidad. Las cartas cruzadas entre Torralba y Villatoro confrontan no solo a un creyente y a un no creyente, sino también a un filósofo y a un escritor, a un teólogo y a un periodista. Y ambos convierten a menudo el epistolario —el «género del alma»— en un dietario: en la exposición abierta y desacomplejada de los senderos —interiores y exteriores— de la propia vida. Servidores de la Palabra Autor: Varios Autores
  • 38. La comunicación, la buena comunicación, es un arte que requiere conocimiento y ejercitación. La palabra es usada entonces de forma adecuada y educada; cordial y correcta, en cuanto al modo y en cuanto a la gramática también. El poder de la palabra es grande y bipolar o ambivalente. Alienta, anima, construye; enciende la vida en gozo y esperanza en aquellos que reciben mensajes positivos. Pero también daña, hunde, atormenta; «hay palabras que matan», acuñó hace siglos la sabiduría popular. Del mismo modo, el misterio de Dios se ha hecho comunicación para la humanidad y se ha ido mostrando y dando a conocer a lo largo de los siglos. El autor de la carta a los Hebreos lo expresaba con rotundidad: «De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo» (1,1-2). Servidores de la Palabra es el título bajo el que se recogen y ofrecen los contenidos de un curso de comunicación y predicación. Dentro de la Iglesia, todos los que nos sentimos vitalmente comprometidos con la causa del Señor Jesús somos conscientes del valor irrenunciable de la oferta de la Palabra para el brote de la fe en el corazón del oyente. MEDITACIÓN PEREGRINA Juan Gabriel Ravasi La palabra tiene Nombre su origen es el Verbo su universo el Silencio su timbal el hombre. Al recibir la cordial invitación para participar en la celebración de este trigésimo quinto aniversario de la Sociedad argentina de filosofía desde la reflexión sobre el poder, la educación y la justicia, nos preguntamos ¿qué convendría plantear entorno a estas realidades cuya precariedad actual parece tornar en clamor la propuesta? ¿Hay algo que el humano considerar pueda sin poner bajo el mismo signo del planteo el sentido de su existencia? ¿No aprendimos de Platón que lo humano conlleva un riesgo vital; que la pregunta se engendra preñada del principio de su respuesta? ¿Su amado maestro no probó con la propia vida que la areté de la polis reposa sobre el sacrificio del polités? ¿El más egregio discípulo de La academia no
  • 39. cinceló la tensión constitutiva de la cultura en las categorías capitales de la peregrina filosofía? ¿Qué nos regresa a la caverna? ¿Cuándo la tensión acrisolante del amor a la sabiduría mutó en despojo nihilizante? ¿Hasta que punto puede la apariencia aniquilar el Verbo? ¿Hasta dónde los ritos acédicos trastornan la sesera? Teodoro Haecker, Romano Guardini, Gabriel Marcel y otros tantos de no inferior vuelo, nos recuerdan que el hombre debe remontar su libertad hasta las fuentes, no sólo ya como ejercicio abrevante de su humanidad, sino a raíz de que un cierto fomes del habitus viene transformando en imperativo actual la conveniencia de la cual depende la posibilidad misma de lo humano. Johann Wolfgang von Goethe, Soren Kierkegaard, José Ortega y Gasset, Rudolph Arnheim, Marshal MacLuhan y Alfonso López Quintás entre muchos, coincidieron en señalar como engendro de la voluntad de poder la creciente babelización de la aldea, es decir la pérdida de humanidad en los aldeanos, por suplantación de los fines naturales por medios artificiales. El idealismo sumió la realidad en las sombras de su proyección eidética. El relativismo en su determinismo despeñó la palabra, por naturaleza siempre y cada vez nueva, tornando la levedad de su luz en oscurantismo iniciático. El igualitarismo insiste en sepultar la belleza del encuentro en el crematorio de los consensos ideológicos. La realidad enferma. El bufón del rey sin rostro, nada menos que en nombre de la comunicación, preside consagrando al culto de tánatos casi cada útero de humanidad. En lugar del Cristo presidiendo las alcobas, en lugar de los abuelos a la cabecera de la mesa, en lugar del silencio y el canto hogareño, una ilusión inclina la masa crítica social hacia el reino del como-si, deconstruye, formatea y aliena, suplantando el cultivo amical de la labranza agapea, según la inercia masificante de la prestidigitación mediática. ¿Quién está hasta qué punto exento? Extraña resulta la poesía orante, anacrónica la voz del orfebre que con ecos del logos templa la partitura de la cultura civilizante. Cuasi omnipresente la mudez del estruendo artificioso . . . ¿cómo retornar al crisol del peregrino? Habíamos aprendido que la cultura se aquilata según la profundidad del culto que la sustenta. Hemos visto que el culto al hombre arrastró a Dios al patíbulo. Que el Holocausto convirtió la civitas en sepulcro anónimo que al suicidio espiritual empuja. Experimentamos la imposibilidad de desandar los tiempos. Volver a la fuente nunca ha sido otra cosa que atenerse a la naturaleza. Pero la naturaleza es manifestación dinámica, no proyección postrera ni representación muerta. Las ideas no se matan, aunque suelen anticipar la muerte cuando la intencionalidad reemplaza lo real por aquello que sólo lo representa. ¿Podremos reconocer que no hay discernimiento sin abstinencias? ¿Estamos dispuestos a despojarnos para salir al encuentro? ¿Desatarnos de qué hábitos? La reflexión es personal. La restauración comunitaria. Lo que viene a señalar el mismo río desde distinta vera porque la tensión existencial se ordena articulando en presente las notas de eternidad manifiestas en el rostro del hermano como senda de su excelencia, al servicio de cuya realización todo poder se legitima, toda educación adquiere sentido y toda justicia se ordena. Decir persona y decir comunidad es nombrar dos dimensiones de una misma realidad. Se distinguen en lo que concuerdan: no existe una sin la otra. Afirmaciones que suponen haber optado por una concepción cuya razonabilidad, por principio también queda sujeta a demostración posterior. Demostración fundada en testigos del pasado y en el testimonio actual en tanto aceptamos reconocer que, si bien el hombre puede llegar a creer cualquier cosa, ello mismo prueba su capacidad para discernir la conveniencia de lo que elija aceptar como fundamento de su creencia. Con todo lo cuestionable que puedan resultar las expresiones antecedentes, no parece quedar sujeta a cuestionamiento sin resolución la afirmación de que se han dado, como en la actualidad constatamos, la
  • 40. existencia de formas configurativas de la convivencia que resultan más humanas, más justas, a contrapelo de las cuales se observan otras indeseables al menos por la violencia que acarrean. Vivir humanamente implica obrar según el orden del Logos. Una tensión insoluble. Nos disponíamos a esta reflexión pensando que en el concepto de gobierno converge de modo singular la tríada propuesta. No pudimos avanzar ajenos a la situación actual de esta Patria nuestra de cada día, lacerada por actos contrarios al cultivo de la paz en la cual poder, educación y justicia concuerdan como responsabilidades capitales de gobierno. La violencia ideológica viene progresiva pero sostenidamente deconstruyendo los cimientos de la convivencia, sembrando bajezas, motivando odios, corrompiendo inocencias, legalizando la protervia, con la impuesta anuencia de una falsa mayoría: el relato despótico de la media verdad tiende a imponerse como simulacro imperativo. ¿Qué contemplaciones demanda hoy la conciencia? ¿Quién pagará rescate por la filosofía, esclava irreconocible para los que en el mercado cuentan? Parafraseando a Chesterton[1] , nos preguntamos intentando comprender su respuesta: - ¿Qué está mal con el mundo? - ¡Yo mismo! - ¿Qué está mal en el mundo? - El imperialismo o error acerca del hombre; el feminismo o error acerca de la mujer; la educación o error acerca del niño; y la sociología o error acerca de los hechos. - ¿Qué pasa con el mundo? - Al parecer Señor Chesterton, muy pocos desaprobamos la prostitución, y además, los medios masificantes se empeñan en imponer la creencia de que somos aún menos los dispuestos a promover la decencia, la pureza y el orden. - ¿Por qué está mal el mundo? - Porque nos negamos a reconocer el Bien. - ¿No resulta exagerado? - Depende. ¿Queremos convivir en paz o simplemente tener razón? Porque la razón da para cualquier cosa. De gente que cree tener razón está el mundo lleno, incluyendo hospitales, prisiones, escuelas y ministerios. ¿No es evidente que la sola razón merma? Merma el tenor de lo humano cuando el esteticismo deviene en medida de lo divino. Razonable resulta quien ama la verdad obrando el bien. Amar la verdad y obrar el bien requieren el ejercicio de las facultades humanas según ciertos principios a los cuales debe atenerse quien quiere marchar con sentido hacia algún destino proporcional a la naturaleza personal. Y la configuración política es relativa a esta justicia que opera desde la interioridad de cada cual; sin ella, el fariseísmo y la demagogia imperan. La bestia irrefrenable y resuelta atenta contra la Bella. Platón en el Gorgias distingue con meridiana claridad la alternativa radical entorno a la cual se cierne el verdadero dilema de la humana existencia: o la vida individual y comunitaria se fundan sobre un Bien cuya realidad no depende del arbitrario querer humano, o en ausencia del mismo, la utilidad se erige en
  • 41. valor supremo. La primera es la senda de la virtud enunciada por Sócrates. La segunda, aberración por rechazo de la virtud, actitud característica de los sofistas. Cuando la virtud es despreciada la justicia resulta imposible porque la norma no se ordena a lo justo, sino según la voluntad de poder predominante. En tal caso la educación no puede superar la cota del amaestramiento despersonalizante que tanto más envilece a quien lo promueve cuanto más afecta a quien como pena lo padece. Miles de años fundados en la memoria del tiempo de los dioses acrisolaron desde el mito una paideia sacramentada en la Pascua del Verbo. Luego de que El-eterno confirmó el tiempo como abrevadero del cielo, el romanticismo intentó un retorno a imaginados estadios previos, imposible como todas las revoluciones, cuyo fracaso engendró el culto al futuro hipotético. Del neopaganismo enciclopédico al negocio de la muerte sólo hubo de desbarrancarse la masa informe en la que se transforman los pueblos enceguecido por las añadiduras a las que encadena el miedo a la muerte, el tiempo desanclado de Lo- eterno, el hombre de tripas afuera. Cuando la praxis deviene en axis la justicia tiende a la venganza, la educación al zafarrancho y el poder a la mascarada. La restauración de la justicia depende de abstinencias en la administración de los poderes. Para ello, hemos de ser educados uno a uno, sin prisas, sin pausa, a pesar de los resuellos en los que la autocompasión se rebela contra el misterio manifiesto en potencias susceptibles de cimas superiores a la mera naturaleza. De lo contrario, berrinches y cacerolazos, adolescentes expresiones de deseos sin logros proporcionales posibles por falta de orden en el cultivo de los talentos. Objetos de deseos tanto más ilusorios cuanto más se cifra su condición de posibilidad en la cantidad, en la suma, en la presión, en la reacción, en la pasión, en el consumo, en la usura, es decir en los medios según la inercia de la corrupción con que cronos devora sus incestos. Como la autonomía cultural es utópica por imposibilidad ontológica, ignorado el espíritu, la cultura tiende a disolución de las estructuras vivientes a partir de las cuales florece, se inclina hacia la nada. Nada también imposible al hombre. Intento que sólo acarrea muerte prematura por falta de sentido, mal que nos pese y a pesar de los consensos. Volver suena bien con ritmo de tango. Y algo de cierto los versos del puerto enseñan. Lo que la nieve del tiempo cubrió puede florecer en colores de esperanza en las nuevas generaciones si a pesar de los errores somos capaces de remontar en busca del decoro de la casa paterna. Y hasta la frente retoña cuando el corazón se endereza según los amores eternos. Volver es servicio a lo imperecedero. Volver a servir al Señor de la historia en el aquí y ahora de los rostros prójimos. Volver a amar la sabiduría en lo inefable que sólo en la contemplación se intuye porque los principios se recuerdan. Volver a priorizar la justicia según el bien común en juego. ¿Por dónde empezar? Por la belleza natural y la educación de los sentidos. En ese orden. Desde la propia interioridad y a partir de la experiencia austera. Todo el poder remanente dentro de nuestros ámbitos de responsabilidad directa comprometido en la restauración de la percepción sensible como acto de elemental justicia que nos compete. El dominio sobre el poder se ha de fundar desde el espíritu, no fuera, no en el sistema. Todo lo que la inteligencia contempla ha pasado por los sentidos, reza un principio de la escuela. Pero hoy la percepción sensible está casi exclusivamente reducida a formas mediatizadas por intencionalidades ajenas: el medio no sólo ha suplantado al mensaje, sino al mensajero. Cristo, el único en quien mensaje y medio son idénticos ha sido reemplazado por un emisor anónimo para receptores alienados. Singular profanación sistémica. Sin embargo su suplantación es, aunque voluntaria, indirecta. La autonomía se pretende arbitrio del sujeto, pero un sujeto privado de experiencia directa de la realidad extramental, reducido a contenidos de conciencias ajenas. Aquellas por medio de cuyas representaciones se pretende la construcción del conocimiento. De lo contrario carecería de posibilidad la fabricación de consensos. Ni la verdad lo requiere ni la mentira lo demanda. Sólo la media verdad, la más insidiosa
  • 42. forma de lo falso, extrávica por consentimiento. Beneplácito pasional que exponencialmente precipita sus consecuencias sobre la misma masa que lo sustenta. Los acuerdos son lo propio de los humanos entuertos. Pero sin principios la provisionalidad de los paradigmas no superan la imposición de la voluntad de poder que domina los medios. Para restaurar los fines, los principios han de ser el punto de partida. Único punto al que nos es dado regresar. Lo cual resulta imposible si los sentidos son expuestos a representaciones tan alejadas de la naturaleza de las cosas como actualmente se viene promoviendo. Este es el primer sentido de la abstinencia, del silencio, de la contemplación aludida en párrafos previos. Acostumbrar los sentidos a la percepción de los hechos naturales, a la percepción de la belleza en sus manifestaciones auténticas. Restaurada la función de las facultades sensibles, el hombre adquiere en el mismo ejercicio de habituación que ello requiere, poder personal sobre el poder autónomo bajo cuyo dominio languidece lo humano. Se trata de un audaz encuentro con la luz. En medio de las tinieblas actuales sabemos que es posible porque las sombras, como la media verdad, dependen de la luz, de la verdad, del bien al que parasitan, Jamás, por imposibilidad metafísica, puede llegar a ser invertido este orden fundamental. El desafío actual, si es que el orden político ha de servir a la continuidad de la vida, consiste en que la voluntad común se ordene al bien común, a la plenitud de la persona. Persona al servicio de la cual la educación ha de tener por misión principal, la formación del carácter y la instrucción en las disciplinas básicas, capacitando a cada alumno para entender, reflexionar, expresarse y convivir de acuerdo a su edad en orden al descubrimiento y cultivo de su vocación personal. Oportunidad para la cual los medios abundan, así como indefraudable en su sustento es la esperanza cifrada en el destino del que inmerecidamente hemos sido herederos, porque el bien es por naturaleza difusivo y por definición objeto de nuestras más caras apetencias. Empecemos por llamar a las cosas por su nombre dejando las añadiduras en manos de Quien corresponde, el Único que sabe y puede gobernar la restauración en el Verbo. Pax tecum, ne timeas, non morieris. [1] Chesterton, G.K.; What’s Wrong with the World; Ignatius Press; 1987 [1910]; 190 p. El "arte conceptual" años después Por: Estrella de Diego | 27 de septiembre de 2013
  • 43. Lo pienso a menudo mientras paseo por algunas exposiciones de “arte conceptual”: hay autores u obras que amamos sobre todas las cosas y que, sin embargo, no han envejecido bien. De pronto, al verlos, parecen gastados como concepto y no sólo como materiales. Luego hay obras que fueron proyectos maravillosos y que al materializarse, cuando la fama del artista o las mejores condiciones de cualquier otro tipo lo permiten, pierden parte de su encanto.En estas ocasiones uno siente la tentación de pensar cómo los proyectos imaginados décadas atrás deberían haberse quedado en eso, en proyectos, aunque supongo que es pedir demasiado a un creador: ¿por qué renunciar a materializar una idea si las circunstancias ofrecen la posibilidad de hacerlo? Es la vieja cuestión que se hace más acuciante si cabe cuando se trata de volver a montar instalaciones, en especial si el artista no está siquiera vivo: ¿es lícito hacerlo? ¿Se puede volver a construir esa realidad específica en un espacio diferente, con objetos distintos –a veces completamente nuevos- y sin siquiera la supervisión del creador? ¿No ha perdido la obra parte de su esencia, aunque todos sepamos que en las condiciones de la propia obra - al vender “la idea”- el autor contempla la posibilidad de su ejecución material en diferentes espacios y contextos? Y aún así la pregunta no deja de martillearme: ¿contemplaba también que se volviera a montar en su ausencia, una vez desaparecido, como ocurre? ¿Quería Beuys que alguien más contara la historia del arte a la liebre o es saludable que performances míticas como los cuerpos desnudos en el umbral de Abramovich sean “ejecutadas” -ocurrió en el MoMA por alguien ajeno a la artista? Dejando a un lado estas cuestiones sobre las cuales, me parece, no hemos reflexionado lo suficiente, lo cierto es que en otras ocasiones las obras de finales de los 60, de hace treinta o hasta cuarenta años, mantienen una vigencia, una fuerza y hasta una belleza difícil de definir, ésa que diferencia a ciertos artistas frente al resto. Son los artistas hacia los cuales sentimos una devoción absoluta y, porque la sentimos, tendemos a exigirles lo imposible quizás: ser siempre brillantes, no decepcionaros nunca. Seguramente no es justo. No, desde luego que no es justo: en la producción de todo artista hay obras mejores y peores y supongo que hay que aprender a aceptar –al menos eso- aquellas obras que nos interesan menos y que por alguna razón son importante para su creador. Sea como fuere, una sensación de duda me suele invadir al visitar la muestra de un artista conceptual “clásico” que, habiendo alcanzado el éxito, se permite materializar algunos de los proyectos que no consiguió ver convertidos en realidad en el momento de su concepción porque era caros o requerían un espacio que no estaba entonces a disposición o por cualquier otra causa. La verdad es que en las exposiciones donde se muestran las obras antiguas, más modestas, más frágiles, al lado de las ideas convertidas en realidad –a veces un poco grandilocuentes comparadas con la precisión de esas primeras
  • 44. propuestas-, pienso que me sigo quedando con las primigenias, si bien reconozco que la mía es una posición egoista que tal vez exige demasiado a mis artistas favoritos, como explicaba antes. Me ha pasado un poco con la exposición de Cildo Meireles en el Palacio de Cristal de Retiro, comisariada por Joao Fernández, exposición que si no han visto aún no dejen de visitar –se acaba este fin de semana, dense prisa. Mis obras favoritas en la muestra, los ejercicios de geografía, sutiles, íntimos y precisos, destacan poderosos por su discreción sobre todas las demás obras, alguna de ellas contundentes como el observatorio de olas, cuyo montaje en esta ocasión debo decir que es estupendo. En la muestra está, además Amerikka, propuesta muy conocida de Meireles -huevos y balas que podrían chocar-: debido a la imposibilidad de encontrar el material requerido no pudo realizarse en el momento de su concepción a principios de los 90. Al lado de estas propuestas se pueden ver algunas otras contundentes y hasta complejas –otras no tanto-, aunque confieso que me quedo con las más frágiles y las más sencillas, apenas escasos elementos –por ejemplo las esquinas. Pero ,claro, en el caso de los mejores artistas es complicado competir con uno mismo y esa obra mágica de Meireles, el cubo diminuto -que cabía sobre la yema de un dedo y cargado de significaciones- que se pudo ver en la una de las muestras de Versiones del Sur en el propio Reina a principios del siglo XXI, la comisariada por Gerardo Mosquera. No está en el Retiro, supongo que porque se ha apostado por obras más nuevas que a ratos parecen seleccionadas por el propio artista, teniendo en cuenta la apuesta por muchos de los últimos proyectos, los que seguro han pasado largo tiempo en su mente poder hacerse realidad. En esa fascinación por las piezas más
  • 45. modestas, las que mejor reflejan aquellos años míticos donde el mundo se tranformaba con muy poco, seguro que a todos los que han tenido ocasión de verla en Summa, la nueva feria de arte de Madrid, en la galería Henrique Faria Fine Art, han sido impactados por las obras de la también brasileña Anna Bella Geiger, algo mayor que Meireles y no tan conocida creo que por el simple hecho de ser mujer. Sus obras se encontraban entre los “mini solo shows” de la propuesta de Agustín Pérez Rubio, quien ha comisariado un proyecto, estupendo, de varias galerías donde se muestran mujeres activas en los años 60/70 –entre otras Esther Ferrer y Concha Jerez. En la obra de Geiger Brasil nativo, Brasil alienígena de 1976-1977 (ilustración de la izquierda cortesía de la galería Henrique Faria Fine Arts) se contraponen postales que muestran a “los indígenas” con fotos modernas de la artista replicando las poses de las postales. Una obra delicada y maravillosa. No obstante, seguro que piensan que exagero y me dejo llevar por mi melancolía. Y, pese a todo, me refiarmo en mi apreciación. Me gustan sobre todo las obras frágiles. De cualquier manera no se pieden la exposición de Meireles, a punto de cerrar. Vale la pena porque es un artista muy sólido. Islam sin Dios Juan Antonio Martínez de la Fe Ficha Técnica Título: Islam sin Dios Autor: Abdelmumin Aya Edita: Editorial Kairós, S.A. Barcelona, 2013 Colección: Sabiduría Perenne Encuadernación: Tapa blanda con solapas Número de páginas: 174 ISBN: 978-84-9988-235-2 Precio: 14 euros Ciertamente, nos encontramos ante un libro que no debe pasar desapercibido. Como no deben serlo los otros de Abdelmumin Aya que tratan sobre el mismo tema, el Islam. Porque este autor cuenta con un sólido curriculum, no solo académico, que también, sino, asimismo, y quizás más importante, vivencial. Para quien no haya tenido la oportunidad de adentrarse en los planteamientos del islamismo, probablemente, le resulte algo complicado poder encuadrar la presente obra dentro de los esquemas vitales islámicos. Pero su lectura puede significar un primer aldabonazo en su interior para aventurarse en una búsqueda enriquecedora. Habría que matizar un extremo; aunque, en líneas generales, Aya se refiera a cristianismo, sus postulados van más referidos al catolicismo y, más concretamente, al catolicismo oficial, para diferenciarlo de las diversas corrientes que surcan la Iglesia Católica, cuyas actitudes, reflexiones e, incluso, filosofía, tienden a converger frecuentemente con los planteamientos que el autor atribuye al Islam. Es claro que, en las pocas páginas que conforman el libro, resulta harto difícil poder abordar todos los matices que el asunto requeriría y que no pocas veces despiertan la perplejidad del lector, promoviendo en él dudas que no quedan resueltas, sin que ello sea óbice para promover una reflexión sobre los propios planteamientos.
  • 46. El prólogo es sumamente interesante. En un lenguaje claro y directo, Adelmumim Aya nos introduce en las raíces del problema de entendimiento entre dos religiones que, en su opinión, nada tienen que ver entre sí. Un problema que nace cuando, para poder entendernos, hemos de utilizar un lenguaje común, en el que los conceptos básicos del Islam han de traducirse a los conceptos básicos del cristianismo, cuando los respectivos significados no coinciden; es más: los términos árabes que se han de emplear provienen del lenguaje misionero cristiano, que ya hoy día está más que superado y que no es capaz de resultar asumible por los propios cristianos actuales. Aquí, el autor se muestra agradecido a los ateos, héroes que han pagado, incluso con su vida, el atreverse a desafiar los dogmatismos irracionales de la religión oficial. Y es con ellos con quienes se siente, de alguna manera, identificado. “El ateo dice: ‘No hay Dios, solo existe la realidad’; y el musulmán dice: ‘Solo existe la realidad, y lo llamo Allâh’. Al fin y al cabo, más allá del malentendido cultural que la filología misional cristiana ha tratado de mantener desde siempre, ambos afirman lo mismo”. Y más adelante: “Allâh es para nosotros la realidad misma tal como se nos va mostrando; no una entelequia mental sostenida por dogmas incomprensibles”. ¿Cuál es el objetivo perseguido por el autor con esta obra? “Durante todo este libro, quedarán de manifiesto las razones por las que nos reconocemos musulmanes, pero ninguna que contradiga esencialmente la crítica atea de las religiones que acertó a dinamitar la mentalidad mercantilista de lo sagrado”, es decir, adquirir la salvación del alma a cambio del cumplimiento de normas y de aceptación irracional de dogmas. Finalmente, ¿a quién va dirigida la obra? “Islam sin Dios no es un Islâm para ateos, es un Islâm para musulmanes que conviven con gentes que en su mayoría no siguen ninguna vía espiritual, es decir, un libro para que los musulmanes que provienen de países de mayoría islámica, y los musulmanes de segunda y tercera generación nacidos ya aquí, y los musulmanes conversos comprueben que se puede ser absolutamente fiel al mensaje de Muhammad con un lenguaje nuevo e inteligible para nuestros conciudadanos. No para convertirlos, sino simplemente para que, junto con un mayor entendimiento y respeto mutuo, la convivencia sea más fácil”. Argumentos a favor De esta manera, comienza el autor a exponer sus argumentos a favor de sus postulados. Así, en el capítulo uno, titula: Lo primero que no encontramos en árabe es una palabra para decir “religión”. En efecto, dîn sería el término que se aduciría para el concepto “religión”. Pero su equivalencia no es exacta. Dîn, para el profeta y sus compañeros significaba un orden de valores; no es religión, ni la religión verdadera, ni el Islam; ni tan siquiera un orden religioso de valores. Un dîn es una ley, un sistema de justicia por el que se rige un pueblo; y el dîn en que se enmarca el Islam es el cumplimiento de una deuda con el mundo y consigo mismo. De ahí que acepte todo lo que han dicho todos los profetas, incluidos los anteriores a Muhammad. Porque el Islam “es armonizarse con el principio divino que rige el mundo, no con ninguna de las instituciones religiosas inventadas por los seres humanos: es recuperar la inclinación del ser humano hacia lo sagrado y es hacerlo con sentido de universalidad e integralidad. Cada musulmán es heredero de todas las tradiciones, de todas las sabidurías y es musulmán con todo su ser: esto es su dîn, es decir, su manera de afrontar la realidad”. El Islam solo rechaza un mundo sin valores. La santidad de Dios como neurosis es el título del segundo capítulo, en el que se aborda la traducción de santidad como quds. El autor hace un análisis etimológico del término, para llevarnos a la conclusión de que “el quds no es un modelo de pureza al que debes llegar, sino lo que te revela tu propia impotencia de alcanzar a Allâh, mientras –paradójicamente- ni por un instante deja de impulsarte como motor de esa pretensión de encuentro. El quds es el límite al que tiende la existencia no lográndolo jamás”. Poco más se puede añadir; mejor, con palabras del propio autor: “En resumen, el término quds podría traducirse en castellano como ‘el Misterio insondable de Allâh’, porque lo quds no es ‘lo santo’ si significamos por ‘santo’ lo Perfecto, lo Intachable, lo Puro. Es más bien lo desconcertante, lo que produce tu perplejidad, lo escurridizo”. El tercer capítulo se titula El empalago de tanto amor a Dios. Con la metodología que aplica el autor, procede a buscar la palabra que, en árabe, podría significar el amor a Dios. Y la encuentra, principalmente, en hubb, de la que concluye que nada tiene que ver con el significante que se le pretende dar, especialmente por los sufíes. Para él es claro que la idea de tener una relación afectiva con Allâh no