2. 1. El inicio del conflicto en el cielo.
2. El inicio del conflicto en la Tierra.
3. Batallas en el Cielo y en la Tierra.
4. El conflicto dentro de la iglesia.
5. Las últimas batallas.
Estamos
envueltos en un
conflicto cósmico
con consecuencias
muy reales en
nuestra vida
diaria.
¿Cómo surgió el
mal? ¿De qué
forma fuimos
contaminados por
él? ¿Cómo se ha
desarrollado el
conflicto en
nuestro planeta?
¿Qué podemos
hacer al respecto?
3. “Desde el día en
que fuiste
creado tu
conducta fue
irreprochable,
hasta que la
maldad halló
cabida en ti”
(Ezequiel 28:15 NVI)
Ante el conflicto entre el bien y el
mal, la primera pregunta que surge
es: Dios, que es el Creador de todo,
¿creó también el mal?
La Biblia nos habla de un querubín
llamado Lucifer como el originador
del mal. De las dos descripciones
que se dan de la caída de Lucifer
(Ezequiel 28:12-19; Isaías 14:12-14),
se desprende que este querubín fue
creado perfecto, sin rastro de mal.
Habiendo sido dotado de gran
perfección y de libre albedrío,
decidió ceder al orgullo, y anheló
ser como Dios (Ezequiel 28:2).
4. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los
ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y
comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (Génesis 3:6)
Eva sabía perfectamente cuál era la orden divina.
Intuía incluso que el mero hecho de tocar la fruta
prohibida era desobedecer a Dios.
Sin embargo, decidió creer a la serpiente en lugar
de creer al Creador. ¡Y Adán compartió su pecado!
A partir de ese momento, la humanidad tomó
parte en el conflicto, y se decantó por el lado
equivocado.
Cada día
enfrentamos la
misma decisión:
obedecer o
desobedecer a Dios;
elegir la vida o la
muerte.
5. “Con bondad y amor los ángeles les daban la
información que deseaban recibir. También les
contaron la triste historia de la rebelión y la
caída de Satanás. Entonces les informaron con
claridad que el árbol del conocimiento había
sido puesto en el jardín como prueba de su
obediencia y su amor por Dios; que los santos
ángeles sólo podían conservar su condición
exaltada y feliz si eran obedientes; que ellos
estaban en una situación similar; que podían
obedecer la ley de Dios y ser inefablemente
felices, o desobedecerla y perder su elevada
condición y caer en la desesperación”
E.G.W. (La historia de la redención, pg. 30)
6. “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida
del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su
cabeza una corona de doce estrellas” (Apocalipsis 12:1)
Guerra en el Cielo (I). Satanás se rebela y arrastra a la tercera parte de los
ángeles y son expulsados del cielo (v. 4)
La iglesia es acosada por Satanás (v. 4)
Jesús obtiene la victoria y asciende al Cielo (v. 5)
Guerra en el Cielo (II). Satanás es arrojado a la tierra (v. 7-9)
La iglesia es perseguida por 1.260 años y huye al “desierto” (v. 6, 14)
Satanás persigue al remanente (v. 17)
7. 42 meses
Ap. 11: 2
La ciudad
santa
hollada
Ap. 13: 5
Autoridad
de la
bestia
1.260 días
Ap. 11: 3
Los dos
testigos
Ap. 12: 6
Mujer en
el desierto
Tiempo, tiempos y
½ tiempo
Dn. 7: 25
Autoridad
de la
bestia
Ap. 12: 14
Mujer en
el desierto
EL CONFLICTO DENTRO DE LA IGLESIA
“Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase
de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada
por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apocalipsis 12:14)
Apocalipsis y Daniel nos
muestras tres periodos
proféticos en los que la
iglesia sería perseguida.
Comparando los textos donde aparecen, comprobamos
que todos ellos se refieren a los mismos eventos. Por lo
tanto, tres años y medio (3’5x360) = cuarenta y dos
meses (42x30) = 1.260 días.
8. El periodo abarcado por esta profecía se
extiende entre 538 y 1798.
Durante este tiempo, las personas que
querían estudiar la Biblia y ordenar su
vida conforme a sus enseñanzas eran
duramente perseguidas.
Pero Dios no abandonó a sus fieles. Ellos
fueron sostenidos por las palabras de
Jesús: “Yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo”
(Mateo 28:20).
Al igual que ellos, nosotros somos
sostenidos diariamente con esta
promesa, sabiendo que en Jesús somos
“más que vencedores” (Romanos 8:31-39).
J U S T I N I A N O
5 3 8
B
E
R
T
H
I
E
R
1
7
9
8
9. “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se
fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de
ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17)
De la iglesia universal, Dios se ha
reservado un remanente fiel que guarda
sus mandamientos. Éstos son el foco
principal del último ataque de Satanás.
¿A qué mandamientos se está refiriendo
este versículo?
Jesús los resumió en amar a Dios y al
prójimo (Mateo 22:37-39), lo cual
implica guardar todos los mandamientos
de la Ley: “Amad al SEÑOR vuestro Dios y
cumplid siempre sus … mandamientos”
(Deuteronomio 11:1 NVI).
10. “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra
contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos
de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17)
La Iglesia Adventista surge como
movimiento profético en el tiempo
del fin (Apocalipsis 10). Su propio
nombre contiene las características
de la iglesia remanente.
Iglesia Cristiana. Aceptamos el
sacrificio de Jesucristo como
único medio de salvación.
Adventista. Esperamos
anhelantes su Segunda Venida.
Del séptimo día. Guardamos
todos sus mandamientos,
incluido el cuarto, relativo a la
observancia del sábado.
“En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos.
Y éstos no son difíciles de cumplir” (1ª de Juan 5:3 NVI)
11. “El mundo caído es el campo de batalla del mayor conflicto
que el universo celestial y los poderes de la tierra hayan
presenciado jamás. Fue señalado como el escenario en el cual
se libraría la mayor lucha entre el bien y el mal, entre el
cielo y el infierno. Todo ser humano desempeña una parte en
este conflicto. Nadie puede permanecer en terreno neutral.
Los hombres pueden aceptar o rechazar al Redentor del
mundo. Todos son testigos, en favor o en contra de Cristo.
Cristo llama a los que se alistan bajo su estandarte para que
entren con él en el conflicto como fieles soldados, para que
puedan heredar la corona de la vida. Han sido adoptados
como hijos e hijas de Dios. Cristo les ha dejado su promesa
segura de que habrá un gran galardón en el reino de los
cielos para que participen en su humillación y sufrimientos
por causa de la verdad”
E.G.W. (Hijos e hijas de Dios, 23 de agosto)