1. VERBUM DEI: DEL CARISMA DEL FUNDADOR
AL CARISMA FUNDACIONAL
Antonio Velasco Jiménez
[Tema provisional hasta la publicación del libro de las actas]
ESQUEMA
Introducción: “Si conocieras el don de Dios, le pedirías y él te daría”
1. El dinamismo vivo del carisma
2.1 Carisma, carisma de fundador, carisma fundacional
2.2 Fundador y comunidad fundacional
2.3 Elementos fundamentales del carisma
2. “Cada paso determinar el posterior”
3.1 La difícil aventura de la fundación
3.2 De la vocación del P. Jaime Bonet a la aprobación pontificia
3. ¿Cómo transmitir un carisma?
Conclusión
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1. Introducción “Si conocieras el don de Dios, le pedirías y él te daría” (cf. Jn 4)
Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los
Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo (Cf. Hb 1)
Un carisma es algo vivo, algo fluido como el agua, por ello, las palabras de Jesús a la Samaritana
nos sirven: “Si conocieras el don de Dios, le pedirías y él te daría”… En realidad, nuestra propia
vida es un don (para nosotros y para los demás). Si tú conocieras el don que es tu vida y que el
don que puede ser para los demás…
[Encima del sagrario de la capilla donde Jaime descubrió su vocación estaba escrito: “El
Maestro está ahí y te llama”]
Proyecto de Dios… De muchas maneras Dios habló Dios en la historia… Trinidad actuando, en el
culmen de la historia Jesús... Esta historia de amor se hace don en personas, en el AT, en la
plenitud de la historia en Jesús, después de una manera definitiva en Jesús; sin embargo este don
de Dios continua en la historia (en la Iglesia, pero no solo…. De muchas maneras)…. Y llegamos a
nuestro hoy, aquí, ahora, contigo… Dios sigue llamando, sigue dándose de muchas maneas… una
de ellas son los carismas.
2. Tenemos una sola vida, y el acierto de nuestra vida cristiana, el gozo y la fecundidad de nuestra
vida está en proporción directa a la búsqueda sincera y apasionada de la voluntad de Dios. Esta
voluntad, se concreta de forma fundamental, para aquellos que han sido llamados en una
vocación particular, en la vivencia plena de esa misma vocación.
Carisma es o supone una forma concreta en la que Dios quiere que tu vida sea un don
El carisma es un don de Dios, un don trinitario que se suscita como un dinamismo de vida y
vivificante para la vida del mundo. Como dinamismo vital, del que participa misteriosamente la
Trinidad, no es tan fácil definirlo, sino que necesitamos expresarlo más bien de formas
diversas para podernos acercarnos al don del Espíritu Santo que se transmite en una historia
concreta con sus vicisitudes y contingencias.
Desde el Concilio Vaticano II, la teología sobre el carisma, ha ido tomando una importancia y
claridad en la Iglesia ausente en los siglos anteriores. Los carismas no se sitúan al margen de la
Iglesia, sino que pertenecen necesariamente a la esencia de la Iglesia al igual que los ministerios
y los sacramentos (K. Rahner). La diferencia estriba en el hecho de que el carisma, que pertenece
a la acción libre e imprevisible del Espíritu, emerge en la historia de forma siempre nueva y,
consiguientemente, toda la Iglesia ha de acogerlos también de una manera nueva. Corresponde al
ministerio jerárquico examinar y cultivar estos dones del Espíritu, de acuerdo con la identidad
original para la cual fueron dados en el seno del pueblo de Dios (cf. 1 Ts 5,19)1. La misma vida
consagrada se ha descrito desde el Vaticano II como carisma que pertenece a la vida y santidad
de la Iglesia2.
La sociología ha ayudado a profundizar en la visión sobre el carisma, pero no alcanza a distinguir
lo que es realidad del Espíritu, los carismas, de la realidad humana, los talentos, es decir las
aptitudes naturales que pertenecen al hombre en razón de su misma humanidad.
Dios nos ha llamado en un carisma concreto, el “Verbum Dei”. Un carisma que se nos ha
trasmitido con la mediación de la persona de su fundador, el P. Jaime Bonet, o bien directamente,
o bien nos ha llegado a través de una primera comunidad de discípulos o comunidad
generacional. La mirada al pasado, con sus hitos fundamentales, es fundamental para entender y
reavivar en el presente las dimensiones esenciales del carisma, y para abrimos como comunidad
misionera a una proyección del futuro.
En este tema veremos algunos momentos importantes, que tienen una particularidad: son punto
de llegada y punto de partida son: 1940, 1963, 1969, 2000, 2012.
2. El dinamismo vivo del carisma3
2.1 Don trinitario en la historia
El carisma es un dinamismo vivo a través del que Dios Padre quiere derramar su vida y amor en la
humanidad, y lo hace en forma de don particular que el Espíritu Santo concede a una fundadora
o fundador, o puede ser también a un grupo de fundadores, como es el caso de los siervos de
María. Y algo importante, es un don para la edificación del Cristo Total.
1
Sobre el tema: Evangelicatestificatio 11 y Mutuaerelationes clarifican la dimensión carismática de la Vida consagrada;
L’ecolecatholique (19 mayo 77); Religiosos y promoción humana. Dimensión contamplativa de la vida religiosa (1980);
Elementos esenciales de la vida religiosa; Juan Pablo II, Redenmptotionisdonum (1984); Juan Pablo II, Exhortación
apostólica postsinodal Vita consecrata, n. 37; CIC 573-746.
2
LG 4. 12. 43-45; PC 1-5. 15; AG 19. 23. 40; EN 69
3
Nota: Es importante entender esto. Carisma no es “oración y ministerio de la palabra”… ES algo más. Tampoco es
correcto decir nuestro carisma es la Palabra, o es el amor. Es cierto, pero es demasiado genérico. Es como si para
definir o explicar el agua, quisiera decir que es algo mojado. Es fundamentalmente cierto, pero no explica en concreto
que es el agua.
3. Un carisma uno don del Padre por el Espíritu Santo que se concreta en un camino de
seguimiento de Cristo que prioriza algún aspecto particular de su misterio y de su
misión, yque se caracteriza por un estilo de vida y de amor fraterno, una espiritualidad, una
misión propia, y también en itinerarios concretos de crecimiento y de situarse en la Iglesia y en el
mundo.
El carisma no se concibe como un fin en sí mismo, sino como un don para la Iglesia y la
humanidad. Por ello, se encarna en un determinado lugar y tiempo, conociendo las visicitudes y
limitaciones históricas, pero llamado a continuar más allá del espacio local de su fundación o de
un determinado tiempo. Aún siendo un don trinitario se encarna en la historia asumiendo
mediaciones humanas.
El misterio de la Encarnación, se convierte en un paradigma de este don. El don de Dios, que
es el carisma, solo puede expresar y comunicarse a través de mediaciones humanas con todos sus
límites normales. Esta clave es fundamental si queremos ser fecundos en la Iglesia y dar un fruto
que permanezca.
A continuación, detallamos algunos de los diversos elementos que entran en juego en este
dinamismo teológico e histórico.
2.2 El carisma de fundador
Algunos autores distinguen entre carisma de fundador y el carisma del fundador. El primero es el
don para fundar, el don de Dios que capacita a una persona para iniciar una nueva fundación; el
segundo se refiere al contenido, a un don concretoque conlleva una forma de percibir, vivir y
mostrar en la historia una experiencia particular del misterio de Cristo.
Cuando el fundador recibe el don del carisma le habilita para crear una familia evangélica y, en
segundo lugar, le orienta de forma personal hacia un género de vida y forma de servicio concreto
que se transmitirá a una comunidad. El carisma de fundador le corresponde como persona, es un
don suyo; en el carisma del fundador coincidirá con los miembros de su grupo y con el tiempo
llegará a convertirse en el carisma del instituto.
El carisma de fundador habilita a una persona para iniciar una nueva fundación, prescindiendo de
las modalidades históricas de la actuación y de los contenidos espirituales. Es un don
intransferible, pues corresponde solo al fundador inaugurar la iniciativa del carisma en la historia
con un nuevo y particular estilo de vida. Tiene unas características que no se pueden ideologizar
ni imitar, pues son únicas e irrepetibles. Incluye: persuasión, comprensión y expresión del
carisma, y desemboca en una santidad de vida. Los fundadores también tienen límites: rasgos
psicológicos, ideas, rasgos ambientales… no todo es parte del carisma.
[Jaime, durante un tiempo tenía dos camisas de ferroviario que le había cosido un cuello gris…. Esto,
lógicamente no es parte del carisma Verbum Dei]
Importancia del fundador
El fundador/a es una persona que generalmente
siente una llamada a seguir un modo de vida evangélica y a consagrarse a un cierto
servicio de la Iglesia y siente por lo mismo haber recibido un carisma para ello
ha comenzado a ejercer cierto influjo, atrayendo a otros al mismo género de vida y
misión, ayudándoles a tomar conciencia de haber recibido el don de Dios en el mismo
carisma. De este modo va dando lugar poco a poco una nueva familia evangélica
ha descrito su vocación (por escrito u oral) viviendo y creando el núcleo de la regla.
Pueden darse caso que exista el carisma del fundador, pero que no se dé, en la misma persona el
carisma de fundador. Así vemos en la historia casos de hombres o mujeres que reciben de Dios la
inspiración de una espiritualidad, pero no la de poner en pie una obra, un Instituto religioso o una
Congregación. Se habla en ese caso del carisma del fundador, pero no del carisma de fundador.
4. Es necesario que se de el carisma de fundador y el carisma fundacional, pues la
recepción del carisma está supeditado, en cierta manera, a la recepción por un grupo de
personas. Puede darse el carisma de fundador, pero si no encuentra respuesta en un grupo de
hombres o mujeres, no se dará el carisma fundacional4.
Los fundadores son personas con una particular percepción del evangelio y de la misma persona
de Jesús. La existencia de los fundadores apunta hacia el misterio de Cristo, hacia algún aspecto
fundamental. Son ellos los primeros en acoger ese don llamado carisma, a vivirlo desde una
experiencia fundante y a compartir con otras personas esta vivencia que responde a una llamada
de Dios.
Los discípulos han de seguir a Cristo con y como sus fundadores. Su vida conlleva una forma de
seguimiento que destaca fuertemente el don del carisma.
Para una determinada institución o comunidad serán de vital importancia los escritos
autobiográficos, pues en ellos se refleja la experiencia de Dios y de captación del don de Dios.
Los fundadores fundan verdaderamente cuando narran la obra de Dios en ellos, porque
sacan a la luz el fundamento que Dios ha puesto en sus obras. Ellos narran la experiencia
original. Posteriormente, en la transmisión del carisma será también fundamental la experiencia
de la historia narrada por testigos o por testimonios orales recibidos. Con el tiempo será
imprescindible la reflexión teológica sobre el propio fundador y su carisma. Esto da a veces dan
origen a una escuela de espiritualidad.
2.3 Carisma del fundador o carisma fundacional
Carisma de fundación y el carisma de fundador son dos vertientes de una misma realidad
complementaria5.El carisma del fundador, una vez compartido en su camino histórico, se convierte
en carisma del instituto. Lo que es transmisible es el espíritu del fundador, no el carisma de
fundador, sino el carisma fundacional. Esto permite a los discípulos vivir el proyecto y los
contenidos de la experiencia fundante original, sin necesidad de copiar literalmente los rasgos
propios del fundador como tal.
El carisma del fundador traza los lineamientos espirituales esenciales que caracterizan la identidad
propia de un instituto, su idiosincrasia particular, su vivencia peculiar del evangelio, su misión en
la Iglesia.
El primero en usar la expresión carisma del fundador es Pablo VI, queriendo significar aquel don
del Espíritu ofrecido por Dios gratuitamente a algunos fundadores, hombres o mujeres, para
producir en ellos determinadas capacidades que les hacen aptos para alumbrar nuevas
comunidades de vida consagrada en la Iglesia.
Más adelante, en Mutua Relationes, n. 11, dice:
“El carisma mismo de los Fundadores se revela como una experiencia del Espíritu6, transmitida a
los propios discípulos para ser por ellos vivida, custodiada, profundizada y desarrollada
constantemente en sintonía con el Cuerpo de Cristo en crecimiento perenne. Por eso la Iglesia defiende
y sostiene la índole propia de los diversos Institutos religiosos (LG 44; cfr. CD 33; 35, 1, 2, etc.). La
4
Algunos ejemplos concretos de la historia pueden ayudar a entender lo que es y lo que no es:
- No siempre los fundadores han escrito las constituciones
- No es siempre quien ha tenido la idea inspiradoras, pues algunas veces ha sido otra persona quien incita a un
fundador a abrir un camino. Ejm: Beata Magdalena de Canossa sugirió a Antonio Rosmini que fundara el
Instituto de la Caridad
- A veces una orden nace después de la muerte del Santo (S. Juan de Dios, Charles de Foucauld)
- Es diverso el fundador y el patriarca. Un patriarca es un ilustre fundador al que con el tiempo se agregan otras
congragaciones o fundaciones. Ejm: Francisco de Asís (patriarca) y congregaciones franciscanas (fundadores)
- Hombre y mujer a menudo van unidos en la fundación (Pacomio y María, Macrina y Basilio, Benito y ESco´´astica,
Clara y Francisco, Teresa y Juan de la Cruz, Pedrode Poveda y Josefa Segovia). La causas varían, pero la
complementariedad de los sexos es clara e importante.
5
J. Alvarez Gómez, Jesús. Carisma e historia, Madrid 2001, 100-101; F. Ciardi, In ascoltodelloSpirito, Roma 1996, 58;
G. Buccellato, Carisma e Rinnovamento,Bologna 2002, 28.
6
EN 11
5. índole propia lleva además consigo, un estilo particular de santificación y apostolado que va creando
una tradición típica cuyos elementos objetivos pueden ser fácilmente individuados.”
2.4 El fundador y la comunidad fundacional
Hay un paralelo, salvando las distancias, que pueden ayudarnos a entender esto: Jesús, palabra
definitiva del Padre, quien a través de su muerte y resurrección nos concede el don del Espíritu
Santo, quiso continuar su misión, su obra de salvación en y por la Iglesia. Y la Iglesia no es
abstracta. En ella, la Primera comunidad cristiana, tiene un valor de referencia fundamental. Cada
vez que la Iglesia desea renovarse acude a sus orígenes (tan admirablemente descritos en los 8
primeros capítulos del libro de los hechos y en las cartas paulinas). La Primera comunidad ha
quedado como imagen de lo que debe ser la Iglesia para todos los tiempos, aunque los tiempos
cambien. De forma similar, los orígenes, el fundador y con él, la primera generación son de vital
importancia para el futuro. En la Iglesia el centro es Cristo, pero históricamente la comunidad
primitiva siempre será un punto de referencia. De modo análogo, la figura del fundador es
importante y la comunidad fundacional permanecerá para el instituto como una referencia
irrenunciable.
El don de carisma, a través del fundador, se comparte con personas, queen una relación fecunda
con la misma experiencia del fundador, dan cuerpo histórico a una nueva y peculiar forma de vida
cristiana en la Iglesia. El fundador no da el carisma, sino vive el carisma, lo describe y ayuda a los
otros a tomar conciencia. Ofrece la atracción y el ejemplo de su propia vida que atrae a otros. Es
el Espíritu que comunica los carismas. El carisma fundacional, no es por tanto un don individual
sino más bien un proyecto de vida global compartido, de modo especial con los discípulos de
la primera generación.
La generación fundacional abarca los discípulos que han compartido con el fundador la gracia
de los orígenes, en el periodo de tiempo que va desde la fundación hasta la muerte del fundador,
o incluso algunos autores dicen que llega hasta la muerte de los primeros discípulos.
Es un tiempo rico de gracia donde se fraguan los elementos esenciales del carisma. Muchas veces
al lado de grandes santos o fundadores hay también un grupo de santos7.
2.5 Elementos fundamentales del carisma
Un carisma fundacional es algo más que una serie de elementosmás o menos homogéneos,
aunque estos sean esenciales. El carisma es un don de amor, don del Dios Trinidad, que se
transmite a través de personas para la edificación del Reino, de una humanidad según el proyecto
de Dios. Sin embargo, para entenderlo, se necesita descubrir lo que lo compone. No basta decir
que el carisma es el amor. Se necesita hablar de sus rasgos fundamentales suscitados por el
Espíritu Santo en condiciones humanas contingentes, dispuestos según un cierto estilo y orden, de
forma que constituyen un trazo unitario y armónico.
1) La experiencia fundante:
Es laexperiencia espiritual fundamental que se crea entre el fundador y la primera comunidad
que surge. Se crea en el periodo del nacimiento de la nueva comunidad y a lo largo de todo
el arco vital del fundador, dando así vida a las líneas espirituales fundamentales, el propium
de la vida y de la misión de la comunidad.Con el mismo paralelo de los orígenes del
cristianismo, la experiencia fundacional del cristianismo es la vida, muerte y resurrección de
Cristoy su continuidad se nos ha ofrecido a través de la Primera comunidad cristiana.
7
Nota: Hace falta mucha santidad para ser fundadores y para ser fundidos, es decir, compañeros del
fundador. Aquí, por ejemplo, hay primeras misioneras de AL, primeras experiencias de Familia. Somos la
primera generación…
6. Esta experiencia fundante, tiene una importancia que radica sobre todo en:
- ser nexo entre la experiencia fundante del fundador y las demás generaciones
- Ayudar al fundador a plasmar el carisma
- Ser ejemplo de la recepción del carisma
- Ayudar a encontrar el centro del carisma y a encarnarlo en cada circunstancia
- Ayuda a fijarlo en escrito… pero más importante con el ejemplo, que debe durar hasta el
final de la vida
- Por el amor que se tiene a la obra, ayudar a su renovación, trasmisión
2) Núcleo central y rasgos de un carisma
El núcleo central del carisma, o propium,son los elementos nucleares o esenciales
participadosa la comunidad generacional. Para acercarnos a este núcleo hay que
preguntarse: ¿cuál fue la intención fundamental o primera del fundador?A veces puede ser
un estilo de vida (ejm. Foucould, Benito, Francisco) o un servicio (Bosco).En un primer
momento el fundador advierte una necesidad de la Iglesia (local) con proyección universal,
pues toda comunidad nace para la Iglesia. El núcleo central responde a esta necesidad
para la cual nace el instituto. Posteriormente puede ser que se convierta en un instituto
religioso. Alrededor de este núcleo central se forman las demás elementos del carisma,
participado, incluida la vida consagrada.
3) Otro elemento fundamental es el género de vida abrazado por el fundador y sus
primeros compañeros. Algunos elementos peculiares que toman diversas formas en cada
carisma son la vivencia de los consejos evangélicos, el estilo de vida comunitaria y
fraterna, el tipo de compromiso apostólico, la estructuración de comunión en la diversidad
de los estados, ministerios, y situaciones vitales.
4) La espiritualidad en este núcleo carismático es el modo concreto de vivir la vida en
el Espíritu, la manera como se restringe y se diversifica la riqueza del misterio de Cristo a
al informar la experiencia espiritual de la persona. La espiritualidad tiene dos aspectos
fuertes: orientación predominante hacia ciertos aspectos del misterio de Dios (Trinidad,
Encarnación, ministerio profético, pasión, etc.) y, en segundo lugar, ciertos rasgos de la
vida cristiana (el celo apostólico, amor contemplativo, compasión, etc.).
5) Un elemento de una importancia fundamental este laRegla de vida o Constituciones.
Las Constituciones nacen del núcleo central del carisma y concretan la vida seguida por el
instituto. Incluye un modo de entender la vida en comunidad, formas y actos de oración,
caminos de formación, la misión específica.
Las constituciones y reglas ayudan a traducir en autoconciencia y en memoria colectiva las
inspiraciones fundamentales del fundador que distinguen el rostro único y singular de cada
comunidad. Habitualmente es un documento fundante porque es el documento en el que
los fundadores intentan plasmar su obediencia al Espíritu.
Ciertas estructuras de gobierno, claramente definidas por el fundador y en consonancia
con el fin del instituto pueden formar parte del don del carisma. Aunque en general los
gobiernos suelen reproducir sistemas de gobierno ya existentes en su tiempo mudables de
cambio.
2.6 Institución y carisma
Elcarisma de fundación tiene una estrecha relación con el dinamismo de institucionalización, que
se constituye como momento importante para traducir en estructuras carismáticas la memoria
histórica de los contenidos espirituales fundamentales que la comunidad vive ya.
7. Este proceso de encarnación del don de Dios en la comunidad concreta e histórica tiene sus
propios riesgos, pero es un proceso necesario para que un carisma pueda subsistir en la Iglesia de
forma concreta y estable.
Las constituciones, se expresan con elementos históricos, sociológicos, filosóficos y telógicos del
tiempo. Estos elementos humanos y contingentes caerán o cambiarán con el tiempo, mientras
que los elementos esenciales permanecen. Las constituciones custodian la esencia de los
elementos ahistóricos irrenunciables del carisma. En cada tiempo estos elementos deberán
inculturarse en cada cultura y traducir el evangelio en cada lugar y época.
Una anotación importante. El carisma no se agota con la institución ni se identifica totalmente con
una forma jurídica. En el VD, este camino de institucionalización ha conocido diversas formas:
1959-1962 Un grupo germinal se va consolidando - Auxiliares diocesanas
1963: Pía unión: Misioneras diocesanas, misioneras de la Palabra
1964: Se inicia a usar el nombre de Verbum Dei
1968: Pía unión: Instituto Apostólico de Sacerdotes y Seglares Verbum Dei
1969: Pía unión: Instituto Apostólico de Sacerdotes, Misioneras y Seglares VD
1993: Institutos religiosos de Misioneras + I Religiosos Misioneros + Asociación
de laicos + Agrupados en una FEDERACIÓN: Fraternidad eclesial Verbum Dei
2000: NUEVA FORMA DE VIDA CONSAGRADA de derecho pontificio: Fraternidad
Misionera Verbum Dei. Renovación de la aprobación. 2012.
Desde el año 1994 hasta 2012: hemos ido consolidando la realidad de la Familia
Misionera Verbum Dei (Cf. Carta Mons. Errázuriz a Jaime Bonet)
En resumen, este núcleo carismático experimentará una continuidad con los orígenes y al mismo
tiempo una discontinuidad en las formas contingentes, según condicionamientos psicológicos,
ambientales, teológicos y culturales a través de los cuales se expresa en la historia. En la historia
será vital volver al fin apostólico para definir el género de vida, la espiritualidad, el estilo de
formación, las formas de gobierno y las instituciones en las que se encarna el carisma.
3 “Cada paso determina el posterior”
3.1 La difícil aventura de ser fundador
Cuando el tiempo transcurre, es más fácil evidenciar los aciertos y errores en la vida del fundador
y en la experiencia fundante. Sin embargo, es importante tomar conciencia, que un requisito
esencial para que la Iglesia reconozca y apruebe jurídicamente un carisma es su carácter de
novedad.
Un carisma será un don nuevo hasta que se vaya gestando, expandiendo y consolidando.
Posteriormente el carisma se puede percibir en su globalidad y con todos sus elementos
claramente definidos. Pero no es así en los inicios. La experiencia del fundador es siempre un
camino al filo de la navaja, abriendo surcos nuevos en la tierra. La experiencia bíblica de
Abraham, de salir de la tierra y propias certezas, y abrir caminos en lo desconocido, es la
experiencia habitual de los fundadores, que viven la difícil aventura de ser fundadores de algo
nuevo.
Toda vida comparte sufrimiento, pero la experiencia del fundador generalmente conlleva un gozo
vivísimo y un sufrimiento también muy vivo. Es común la oposición e incluso persecución que
experimentan los fundadores: interna al instituto (a veces han terminado marginados) o externa
(instancias eclesiales o civiles). Son también comunes las dudas internas que experimentan los
fundadores sobre la validez de la obra, sobre la autenticidad de su llamada, sobre su propia
indignidad, conscientes de sus límites ante obras que les sobrepasan, con pocas certezas sobre
rasgos particulares del carisma, etc.
8. Al ponerlo en práctica, estos sufrimientos los purifican de todo apego de su sobras y de
inclinaciones sutiles del propio orgullo que les pueden hacer espejarse en lo que han sabido crear.
Por todo ello, es importante valorar el camino tomando distancia de la claridad con que
percibimos la experiencia fundante cuando han pasado muchos años y tomar conciencia de lo que
ha supuesto por el carácter de radical novedad.
3.2 De la experiencia fundacional a la aprobación pontificia
La fundación del carisma Verbum Dei ha sido una peregrinación en el Espíritu, en la que podemos
identificar varios momentos fundamentales:
- 1940: Vocación de Jaime
En su vocación están los rasgos esenciales de lo que será la fundación del Verbum Dei
- 1963: fundación del primer nucleo de vida comunitaria
El primer grupo de misioneras inician un estilo de vida consagrada y una vivencia
comunitaria, con el lema de “oración y ministerio de la palabra”. Básicamente en este
momento se dan los aspectos más importantes del carisma Verbum Dei
- 1969: aprobación del Instituto apostólico Verbum Dei
Primera aprobación del Verbum Dei con sus tres ramas como una misma institución
- 1976: aprobación en Madrid… deseo de expansión
- 1993: aprobación diocesana, transitoria
- 2000: aprobación pontificia como nueva forma de vida consagrada. Aprobación de sus
constituciones ad experimentum por diez años
- 2012: renovación de las constituciones ad experimentum
Supone la conclusión de un camino fundacional, en cuanto que están ya definidos los
elementos esenciales del carisma y hay un reconocimiento de la Iglesia de una misma y
única institución de vida consagrada.
Por otro lado, también encontramos la estructuración de la Fraternidad – Familia…
Aún con todo el camino sigue abierto
3.3 ¿Cómo transmitir un carisma?
- Conocerlo
o Tomar conciencia del don de Dios. Los orígenes serán siempre un elemento vital
para poder conocer una realidad, y más aún un carisma, por el peso que tiene la
experiencia fundante
o Saber explicarlo con concisión, claridad, precisión, con pedagogía, sabíendolo
proponer a la Iglesia local con claridad
- Vivirlo con toda su profundidad y con fidelidad: el apóstol enamorado de Cristo… (CFMVD
51) es el mejor medio y método; siendo signo de la fuente; siendo signo de la comunión
de la fraternidad-familia
- El carisma pide vivir en las virtudes teologales
o Creer en la llamada de Dios y en el Dios que llama
o Amarlo, porque amamos la vida, porque amamos a Dios y amamos su voluntad;
o Vivir anclado en una fuerte esperanza, pues el don de Dios se transmite en
realidades pobres y limitadas
- Hay actitudes que ayudan a la transmisión: cuando es un contagio vivo y personal… es
muy importante el ardor, la simplicidad, la alegría, la vida fraterna, el estar disfrutando de
la vocación (de la vivencia del carisma)
- Hay, además, momentos comunitarios que ayudan:
9. o encuentros, proyectos y estrategias, los medios de comunicación y un poco de
buen márketing,
o los instrumentos jurídicos también son herramientas para custodiar y proyectar un
carisma
3. Conclusión
A modo de conclusiones quiero subrayar algunos puntos de esta exposición:
El carisma es un dinamismo vivo, un movimiento trinitario que nos envuelve
El carisma es algo vivo: tiene unos elementos esenciales que poco a poco han ido
quedando fijados (las constituciones del 2012 es un buen punto de llegada) y una
necesidad intrínseca de aculturarse y de crecer
Para la renovación de un carisma es importante reflexionar y volver siempre a la
experiencia de los orígenes (cf.1Cor 12,1ss, Lumen Gentium 4, 7, 12).
Necesidad de mirar a la experiencia del fundador para una renovación y actualización, para
la formación, etc. No tanto a los rasgos del fundador como persona, sino a cómo él ha
recibido el carisma, lo ha expresado, lo ha narrado
Importancia de la comunidad cofundadora. Tomar conciencia que nosotros somos esa
primera generación
En cada tiempo es vital la actualización del carisma y la inculturación del carisma
Por último, estamos en un tiempo, que también se precisa aprender a transmitir el
carismacon eficacia… No solo vivirlo, sino compartirlo… Y aquí es fundamental el trabajo
que estamos haciendo en la Familia Misionera Verbum Dei.
Material de apoyo:
0. LG, PC, EvangelicaTestificatio, MutuaeRelatienes, Vita Consecrata, Ripartire de cristo
1. Sr.NiclaSpezzati – Congregazione Suore del PreziosissimoSangue Milano– CasaGeneralizia,
Il carisma di fondazione, -7 aprile 2003.
2. Antonio Romano, “Carisma”, en Diccionario de Vida Consagrada, 142-158
3. Juan Manuel Lozano, “Fundador”, en Diccionario Pastoral vocacional, 756-768
10. ANEXO: CAMINO DE INSTITUCIONALIZACIÓN
Carta del Mons. Errázuriz, Secretario de la Congregación de los Institutos de Vida consagrada
y Sociedades de Vida consagrada, al Padre Jaime Bonet
Roma, 30 de mayo de 1996
Pbro.
don Jaime Bonet
Verbum Dei - Roma
Telefax: 21701538
Muy estimado don Jaime,
después de escuchar las reflexiones de Uds. en la reunión de ayer, pensé que la fundación busca
una institucionalidad con las siguientes características:
1. Existe una Familia Verbum Dei, a la cual pertenecen muchas entidades: Misioneras, los
Misioneros, la Asociación de Matrimonios, el Movimiento de Matriminios, el discipulado, etc. Esta Famil¡a
puede tener su presidencia - compuesta del Presidente y de otros miembros - con autoridad moral. En su
conjunto, se persigue la plenitud de la vida evangélica y del compromiso con la Palabra de Dios. (Esto se
puede formular mejor).
2. Existe una Fraternidad Verbum Dei (con éste u otro nombre), que es una fraternidad misionera,
compuesta de dos Ramas, y que exige plena disponibilidad para la predicación de la Palabra de Dios. Hay
matrimonios que pueden asociarse a esta Fraternidad (¿para s¡empre? ¿temporalmente?), mediante un
acuerdo de disponibilidad evagelizadora (¿total? ¿parcial?). Estos matrimonios pueden permanecer en la
Asociación de Matrimonios (como comunidad de vida) y pueden tener representantes (¿en igualdad de
condiciones?) en el Congreso general y en la Junta de la Fraternidad.
Don Jaime, éstas son una ideas sueltas, pero que pueden abrir el horizonte de las posibilidades
institucionales. Naturalmente no les escribo a título de Secretario de la
Congregación, sino de amigo de todos Uds.
Deseándole abundantes bendiciones de Dios para la fiesta de mañana y para el mes que inician,
cordialmente
+ Francisco Javier Errázuriz Ossa