2. Los babilónicos pensaban que los dioses crearon al hombre parar
su servicio y poder así gozar de un reposo egoísta. Para hacer al
hombre, los dioses tomaron un poco de barro, lo mezclaron con
sangre de otro dios, al que habían dado muerte, y crearon un ser
nuevo. Así, pues, el hombre participaba de lo divino y es la
“imagen de los dioses”.
3. Desicion de los dioses de destruir a la humanidad
Llego un momento en que este hijo espúreo de los dioses colmo la paciencia
de las egoístas divinidades, que decidieron exterminarlo de ante su vista
mediante un diluvio “universal”, no sólo descrito por todos los pueblos
mesopotámicos y hebreos, sino en parte comprobado científicamente.
4. Ziusutra. Sacerdote-rey sumério y sobreviventedel
diluvio El héroe de esta leyenda
asirio-babilónica – equivale a
nuestro Noé del Génesis – es
Ziusutra, llamado también
Utnapishtin, el ultimo de los
reyes de Babilonia.
Según los relatos
babilónicos, el teatro de la
catástrofe fue la ciudad de
Suripak, en el Éufrates,
cerca del lugar donde el río
desemboca en el golfo
Pérsico. La gran inundación,
según la leyenda, era
enviada por los dioses de la
ciudad, parar castigar los
pecados de los hombres.
5. Pero Utnapisshtin gozaba de
la protección del bienhechor
EA, el dios del mar y de la Ea dios de la sabiduria y del mar
sabiduría. Este le previno
que los dioses habían
decidido exterminar a la
humanidad, y queriendo
salvar a su favoritito
aconsejo construir un gran
navío y hacerse a la mar
con su familia y una pareja
de todos los seres que
Vivian en la tierra.
Utnapishtin siguió el consejo
de su protector y cuando la
nave estuvo dispuesta,
empezó a cargarla:
6. Metí en ella todo cuanto poseía: todo lo que poseía en plata; cuanto poseía
en oro;
Hice entrar a todos los animales que poseía;
Hice subir a la nave a todos mis parientes próximos y lejanos.
7. A una señal dada, sube el abordo, cierra la puerta y confía el
gobierno del buque a un timonel experimentado. De pronto
los elementos se desencadenan, la tempestad estalla, los ríos
y los océanos se desbordan, el mundo entero es sumergido
bajo las aguas que caen de las negras nubes. Incluso los
dioses se sienten incómodos. “subieron hacia el firmamento
de Anu. Allí se sentaron y permanecieron inmóviles,
temblando como perros y llorando de terror.”
8. La tempestad dura seis días y seis noches. “el mundo entero
se convirtió en océano” y toda vida queda anonadada en la
tierra. El séptimo día, la tormenta cedió, la mar recobro la
calma y el barco se poso en el monte Visir.
Utnapishtin espera todavía otros seis días antes de adoptar
una decisión :
9. Al nacer el alba del séptimo día
Decidí enviar una paloma.
La paloma revoloteo un poco, pero regreso en seguida;
Dio un vuelo corto, al no encontrar lugar seguro.
Mande soltar un cuervo;
El cuervo revoloteo y vio que las aguas cedían ya su lugar
A la tierra; comió, voló de acá para allá, comió hasta saciarse
y no volvió más
10. Utnapishtim sabia ahora que
la tierra estaba libre de las
aguas. Salió del navío y
ofreció un sacrificio a Yahvé,
que lo acepto como un
perfume agradable. De la
misma manera, los dioses
babilónicos se congregaron
para aspirar el humo del
sacrificio ofrecido por
Utnapishtim.
Los dioses olieron el aroma,
Los dioses aspiraron el buen
olor,
Los dioses se juntaron como
moscas
En torno al que ofrecía el
sacrificio…
11. Después, Istar se quejo a los otros y juro por su diadema que
no olvidaría nunca esa jornada. Este diadema, que la diosa
llevaba en su cabeza al pronunciar el juramento, corresponde
al arco iris del relato judío.