Este poema autobiográfico en 3 oraciones resume la vida de la poeta desde su nacimiento hasta la actualidad. Describe su nacimiento en Tucumán, Argentina y cómo se convirtió en una poetisa desde temprana edad a pesar de una relación distante con su padre. Relata su etapa de adolescente rebelde y cómo la poesía la acompañó a lo largo de su vida, incluyendo la madurez y el dolor por la pérdida de su padre.
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La voz de mi yo
1. La voz de mi Yo
Yo, quien sabe por qué motivos, vine al mundo
en el enero caliente de mi Tucumán ardiente
salí del vientre sangrante de mi madre , relajado, laxo
casi sin oxígeno, quebré con el tiempo de la gestación,
y fueron mi cuna sus brazos.
Caí al mundo y me convertí en trovadora de palabras y sueños,
habitada de llanto, rodeada de miradas húmedas y caricias francas.
Y me encaramé al amor más grande, mi padre
y me aturdí con sus voces primeras, pero con el amor incierto.
Mis primeros pasos se hicieron ecos de risas y logros placenteros,
mis ojos edípicos no encontraron asidero, lloré tanto tu indiferencia, padre,
amor nunca alcanzado, mirado de lejos,
espera en umbrales, noches de perfume, distante , sin verbo.
Fui adolescente, entonces rompí reglas, transgredí normas familiares,
Un Mefistófeles revolucionario, confrontativo, justiciero
La diferente, la no aceptada…
Para sorpresa de mi maestra Leonor,
fui verso siempre desperdigado en bancos,
hojas sueltas con manchas de tinta nueva y vieja.
Me bebí en copa de papel los versos de Alfonsina
hechos de mar y caracolas de nácar
y me enfrenté a las lunas, las fraguas, los gitanos y los toros de Lorca.
Juventud temprana con polvo de yeso,
Estilete de punta fina que deja huellas en el pizarrón
Soy una tiza en erupción, un volcán con lava
2. Que arrastra la palabra al interior del corazón
Pero a la vez soy sueño en el rostro de mi hija,
Fuego y pasión en los brazos de mi hombre.
Máscara y juego en escenarios poblados de delantales blancos
sedientos de acción.
Hoy, en el tiempo maduro, recojo las mieses de la entrega
Y también lo crudo del dolor, la pérdida del autor de mi vida, mi progenitor.
Siempre complicada, osada, impetuosa, poemas de vanguardia y rima de hoy.
En esta matriz preñada de versos, dejo tatuada mi identidad,
mi yo, un girón de vida, poco de lo que soy,
En fin, una loca que se derrama en versos para ti, lector.
Karina Chauderón