2. La culpa es una emoción culturalmente aprendida en los primeros
años de vida que informa a la persona de haber cometido un error o
un comportamiento incorrecto en el pasado o en el mismo
presente, y le prepara para un posible castigo. Sería un aviso a la
persona de que debido a sus propias acciones está en peligro de
recibir algún daño y que existiendo la posibilidad de anticiparse ante
ese daño, puede realizar una conducta para evitar el castigo. Como
podemos ver, junto a la culpa, va seguido un posible castigo y a su
vez una posible enmienda para su evitación, precedida del
arrepentimiento.
3.
4. Para entender la culpa hay que conocer cuáles son sus elementos:
• Acto causal, real o imaginario.
• Percepción y autovaloración negativa del acto por parte del sujeto,
mala conciencia.
• Emoción negativa derivada de la culpa, remordimientos.
La combinación de estos elementos puede dar lugar a dos tipos de
culpa:
Culpabilidad sana o manifiesta: aparece como consecuencia un
perjuicio real que le hemos causado a alguien. Su utilidad reside en
ayudarnos a respetar las normas y a no perjudicar a los demás. La
culpa funciona aquí como un castigo cuando no las cumplimos.
Culpabilidad mórbida: no ha existido ninguna falta objetiva que
justifique dicho sentimiento. A diferencia de la anterior, este tipo de
culpabilidad es destructiva y no nos ayuda a adaptarnos al medio.
Cuando la culpa no funciona bien (no cumple su función adaptativa)
puede ocurrir por exceso (relacionada con alteraciones psicopatológicas
como la depresión) o por defecto (asociada con elevados niveles de
perfeccionismo).
5. Su función es hacer
consciente al sujeto que
ha hecho algo mal para
facilitar los intentos de
reparación.
La culpa no está
provocada por lo que
hacemos, sino por la
manera en que
consideramos una
situación y nos
calificamos por ella.
6. Cuando la culpa que tú sientes, está causada por las palabras de los
demás, haz las mismas preguntas pero en relación a ellos y descubre
que tanta validez pueden tener.
No importa lo que nos digan. Es nuestra responsabilidad analizarlo y
aceptarlo o negarlo, de acuerdo a nuestras conclusiones y metas.