El documento discute las perspectivas de varios psicólogos sobre la relación entre la psicología y la religión. Explica que la psicología estudia la experiencia religiosa como una actividad de la mente humana, no como una realidad absoluta. También describe la religión como una necesidad vital y una comunicación espiritual con algo más alto. Finalmente, contrasta las visiones de Freud, quien ve la religión como una solución neurótica, y de Boisen, quien cree que la religión puede curar conflictos.