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1. ASOCIATIVIDAD EMPRESARIAL: UNA ESTRATEGIA DE DESARROLLO.
Autora: Olga Rodríguez Manasse
Esp. En Gerencia de empresas
UDES – Facultad de Posgrados
Decía Michael Porter, hace más de 30 años, “La competitividad de un país es
el resultado de la competitividad de sus empresas”. Recae entonces sobre el
gerente no solo la responsabilidad hacia los colaboradores, accionistas y clientes,
sino con la sociedad en general, ya que su empresa, individualmente, debería ser
promotora de desarrollo. Sin embargo, estudios del año pasado de la Cámara de
Comercio de Cúcuta indican que las cifras de cierre de empresas en el último año
han aumentado un 13,7% en relación con el año anterior. (Indicadores de Norte de
Santander, Observatorio Económico, 2012).
La experiencia dice que Cúcuta y su natural frontera con Venezuela ha hecho
de la ciudad un territorio de constantes altas y bajas en la economía, dada la
influencia de la moneda venezolana en el comercio local. La inestable situación
política del vecino país obliga a los empresarios nacionales a perseguirmercados
diferentes, donde la entrada en vigencia del TLCpuede representar una
oportunidad. No obstante, la experiencia también dicta que el sector empresarial
no se encuentra en un estado de desarrollo que permita aprovechar esta
coyuntura y sí en cambio generar serias repercusiones en la economía local.
En ese sentido, las fortalezasindividuales de las empresas locales no son
suficientes para enfrentar retos tan grandes como el antes mencionado, pero ¿la
economía local, más exactamente el desarrollo local, podría verse robustecido por
la suma de esas individualidades? Es por todos conocido el hecho de que las
micro pequeñas y medianas empresas tienen problemas para sobrevivir por sí
solas. La asociatividad entre empresas con intereses y objetivos relacionados
permite sumar fortalezas y enfrentar y aprovechar las distintas externalidades que
se presenten.
2. Ésta, por no decir menos, actitud, por parte de los gerentes, requiere una
visión de empresa más allá de sus fronteras rígidas, con unasfronteras
permeables hacia aliados, hacia entes gubernamentales e institucionales, hacia
clientes y clientes de clientes, hacia proveedores, hacia otros
competidores.Requiere además, conformar unidades estratégicas de negocios
donde se de prioridad al beneficio colectivo sobre el individual, sacando provecho
de las potencialidades endógenas de la región explotadas por las empresas
locales, con el fin de, conjuntamente, lograr objetivos comunes.
Los esfuerzos y acciones colectivos de las estrategias asociativas, convergen
en diferentes y cuantiosos beneficiospara cada uno de sus socios como las
economías de escala con la ventaja implícita de reducción de costos;el aumento
del poder de negociación, ya que no es lo mismo una pequeña empresa a un
cluster (Porter, 1991) negociando con una empresa extranjera; la adquisición de
nuevas y mejores capacidades y tecnologías;la distribucióndel riesgo, el
aumentodel valor,y por último y no menos importante el aprendizaje y la
generación de conocimiento.
En conclusión, el aprovechamiento de las potencialidades locales y globales
desde el punto de vista de la asociatividad puede traer consigo un aumento de la
competitividad de las regiones ya que de por sí trae numerosas ventajas para los
sectores empresariales.Tales ventajas se ven reflejadas en las economías locales,
con la creación de riqueza y en consecuencia el aumento de la calidad de vida, es
decir, generación de desarrollo . Es así como quizás la región y su casi
inexistente sector industrial quizá pueda colaborar, como promulga Porter, en la
competitividad de nuestro país.