La fábula del funcionario malvado y el obrero despilfarrador
1. La Fábula del Funcionario Malvado Érase una vez una rica nación imaginaria en la que todo el mundo era muy feliz, donde: - Un muchacho semianalfabeto sin la ESO se ponía a apilar ladrillos y ganaba 4.000 euros al mes. - Marroquíes, rumanos y sudacas parían sin parar a sus hijos, porque cobraban 2.500 euros y tenían guarderías, sanidad, educación y comedor gratis. Asi como multitud de “ayudas” a las que no podían aspirar los nativos. - Un belga o norteamericano se operaba gratis la cadera o el corazón. - ¿Quién no tenia coche oficial o visa para gastos suntuarios?
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3. Pero en este bonito país no todo era perfecto, había un ser malvado llamado "El funcionario", vago entre los vagos, tomador de cafeses y fumador de cigarros, de trato desagradable, forrado y sinvergüenza, que vivía de lo robado a los honrados banqueros y políticos, a los honrados curritos que no defraudaban (sólo preguntaban con IVA o sin IVA). Este odiado ser, en el colmo de la degeneración; en vez de disfrutar de los placeres de la vida y morenar sus lorzas al Sol de las arenosas playas del levante o Rias Baixas; prefería encerrarse en la semioscuridad y devorar temarios de carreras y oposiciones durante largos años.
4. Pues bien, nuestro protagonista es un tierno obrero salido de un instituto con 18 años sin aprobar ni el recreo llamado Jonathan. Y su novia Jennifer Choni. Trabajaba de albañil, aunque nunca supo poner tres ladrillos derechos. Volvió un día del tajo y decidió comprarse un BMW serie 3 con el Pack Sport, llantas, y le puso fluorescentes y un equipo de música con subwoofer y una casita pareada. En el banco, el señor director, muy amable le prestó el dinero sin ningún problema, mejorando su petición con más dinero que también le prestó para que se diera un homenaje en la Rivera Maya. Pasó el tiempo, y un día a Jonathan lo echaron del trabajo, ¿con qué iba a pagarse sus gastos?. Y sobre todo, su primera necesidad, ¿su BMW?. Apurado fue a ver al Sr. Director del banco, que, muy simpático él, no pudo ayudarle, a pesar de que se desvivía por los necesitados. El Sr director, compungido, al ver que Jonathan no podía pagar, y que el no cobraba, fue a ver al Sumo Sacerdote, a ZP.
5. Mientras... el malvado funcionario seguía trabajando en la sombra. Como hombre gris que era, echaba mano de la calculadora y de la heretica ciencia matematica, preguntaba precios y comia lentejas y churrasco. Asi podia costear sus modestos gastos y llegar a fin de mes. Envidioso de nuestro amigo, que no tenia estudios y dilapidaba los euros que ganaba. Un buen día, a nuestro Sacerdote ZP, lo llamó el Vicario Obama y la Matriarca Merkel y le dijeron que esto no podía seguir así. La solución estaba clara, salvar al bueno de Jony y castigar al malvado. “ Le bajamos el sueldo al despreciable funcionario y ya está.”
6. Secuencia: - Johathan no paga lo que debe al banco. - El banco no cobra. - El banco le pide pasta al Gobierno. - El Gobierno se la da quitándosela al funcionario; o sea, - El BMW y la casita lo paga el funcionario con su 5%. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.