Este documento resume los siete hábitos de la gente altamente efectiva descritos en el libro de Stephen Covey. Explica que cada hábito se centra en un aspecto diferente como ser proactivo, tener un objetivo claro, organizar prioridades, pensar en beneficios mutuos, escuchar a los demás, cooperar creativamente y cuidar el desarrollo personal. El objetivo es aprender a conducir la vida de manera efectiva aplicando estos principios a la vida cotidiana.
2. Universidad Fermín Toro
Vice Rectorado Académico
Decanato De Facultad Ciencias Económicas Y Sociales
Escuela De Administración Y Relaciones Industriales
Cabudare, Edo-Lara
Noviembre, 2016
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva: Aplicación a la vida cotidiana
Gestion del capital humano
SAIA
María Fernanda González
CI V 26 540 384
3. Los siete hábitos de la gente altamente efectiva (en inglés: The Seven Habits of Highly
Effective People) es un libro de autoayuda escrito por Stephen Covey y publicado
inicialmente en 1989. El propósito esencial de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva es
aprender cómo conducir su vida en una forma realmente efectiva. Es un proceso de
crecimiento y desarrollo personal e interpersonal que requiere de grandes esfuerzos continuos
y mucha paciencia. Implantar los 7 hábitos no es fácil, es un reto total.
El libro lista treinta y dos principios de acción, que, una vez establecidos como hábitos,
ayudarán al lector a alcanzar un alto nivel de efectividad en todos los aspectos relevantes de
su vida. Covey argumenta que dichos hábitos están basados en «principios de la ética del
carácter», que son atemporales y universales. Está dividido en tres secciones, cada una con
capítulos relacionados con los siete hábitos. Estos hábitos están basados según Covey en
principios de la «ética del carácter», que son atemporales, universales y evidentes por sí
mismos. El autor se centra en los principios como esencia del proceso.
Stephen Covey, el llamado Sócrates americano, no da consejos paternalistas ni se dedica a
sermonear sin ton ni son. Su método es claro, certero y eficiente: casi un cursillo dividido en
siete etapas que el lector deberá asimilar y poner en práctica por su propia cuenta,
adaptándolas a su personalidad y aplicándolas libremente en todos los ámbitos de su vida
cotidiana. Para ello, el autor se sirve de anécdotas penetrantes y significativas destinadas a
hacernos reflexionar sobre cada uno de nuestros actos y sobre el modo de acceder al cambio,
a la verdadera efectividad: desde la visión personal hasta la autorrenovación equilibrada,
pasando por el liderazgo personal, la administración personal, el liderazgo interpersonal, la
comunicación empática y la cooperación creativa.
No importa a cuántas personas usted supervise, hay una sola persona a la cual puede cambiar:
a usted mismo. La mejor inversión que puede hacer, entonces, es en mejorarse a sí mismo
desarrollando los hábitos que le harán mejor persona y mejor gerente. Si usted quiere cambiar
cualquier situación, tiene que comportarse en forma distinta. Pero para cambiar su
comportamiento, debe antes modificar sus paradigmas – su forma de interpretar el mundo.
De adentro hacia fuera esto significa empezar por la parte más interior de cada uno: los
paradigmas, el carácter y la actitud. Es por eso que primero debemos hacernos promesas a
4. nosotros mismos y después a los demás. Si lo hacemos a la inversa, de afuera hacia adentro,
se derivan personas infelices que se sienten sacrificadas, inmovilizadas, incomprendidas, no
valoradas, buscando los defectos de los demás y atribuyéndoles la causa de sus desdichas.
Hay entonces que comportarse en forma distinta. Pero para realizar cambios se debe antes
modificar la forma de interpretar el mundo.
1. Primer Habito: “Ser Proactivo”
Ser proactivo no es solo tomar la iniciativa. También significa que como seres humanos,
somos responsables de nuestra conducta, de nuestras decisiones. Es comprometernos y
mantener los compromisos, es interactuar con nuestros hábitos a través del lenguaje y los
estímulos. Nuestra conducta es producto de nuestra elección consiente, está basada en los
valores y no es producto de las condiciones ni está fundada en nuestros sentimientos.
Por naturaleza somos proactivos, es decir que tenemos el poder de controlarnos a nosotros
mismos. Tenemos la libertad interior de elegir (autoconciencia, imaginación, conciencia
moral, voluntad independiente) y llegar a una respuesta.
En cambio sí somos personas reactivas nos vemos afectadas por el ambiente físico y
social, si el tiempo es bueno nos sentimos bien, en cambio si no lo es nos afecta al
comportamiento y a nuestras actitudes. Por el lado social dependemos de cómo somos
tratados por las demás personas.
Para ser proactivo en la vida es importante el autoconocimiento, la comprensión de que
tenemos opciones para escoger y la reacción de nosotros ante esa opción que elijamos,
“Si alguien nos insulta, podemos elegir la opción de no sentir ira. Si alguien nos ofrece
un dulce, podemos elegir la opción de no recibirlo”. La consciencia, como habilidad de
consultar con nuestra brújula interna para decidir qué es lo mejor para ti. Puedes tomar
decisiones con base en tus principios, sin importar si es lo correcto desde el punto de vista
social. Poseer una imaginación creativa, para visualizar respuestas alternativas. Usando
nuestra imaginación, podemos generar y evaluar diferentes opciones. Como también,
tener voluntad propia, libertad de escoger tu respuesta o reacción única. No te encuentras
forzado a responder conforme lo dictaminen las expectativas de los demás.
5. 2. Segundo Habito: “ Comience con un fin en mente”
Es empezar hoy con una imagen de referencia. Significa comenzar con una clara
comprensión de su destino. Se basa en el liderazgo de escuchar y entender. Hace que
nuestra vida tenga razón de ser, la visión permite que nuestras acciones este dirigidas a
lo verdaderamente significativo en nuestra vida. Se basa en el liderazgo personal es decir
ser líder debe ser escuchado para que de sus opiniones al respecto, y hay momentos en
que podría ser necesario dar la orden y hacer que se respete.
Decida y actúe iluminándose con su propia visión de futuro.
Dirija su vida previendo su derrotero futuro.
Contraste sus decisiones y acciones con su misión personal y realice los ajustes
que correspondan.
Acepte que su vida tiene un sentido, pero reconozca también que es usted quien
tiene que descubrirlo.
Identifique los principios y valores que orientan su propia vida.
Determine el sentido de su vida y comprométase con el mismo.
Lidere su vida trazando el rumbo que recorrerá hoy y mañana.
Se trata simplemente de tener la iniciativa de preparar el café en la oficina, de hacer
todas y cada una de sus actividades sin solicitar ayuda de su asistente, y que si la
necesita saber dirigirlo correctamente. Ser un modelo de ejemplo, un líder en la calle.
3. Tercer Habito: “Establezca primero lo primero”
Este hábito de efectividad interpreta la idea de la administración personal, y su aplicación
inteligente posibilita que las personas puedan encontrar la diferencia entre lo importante
y lo urgente para ser más efectivas. Este es el hábito de la segunda creación o creación
física, el que resulta básico para comprender la calidad de las decisiones y acciones en el
día a día. Habla de nuestro fruto personal es decir la realización del primero y el segundo.
El tercer hábito es la segunda creación, la creación física y la puesta en práctica. Aborda
muchas de las cuestiones concernientes al campo de la administración de la vida y el
6. tiempo. Se engloba en organizar y ejecutar según prioridades esto quiere decir que
tenemos que realizar primero lo más importante.
Al fin y al cabo, se trata de realizar y efectuar correctamente los pasos anteriores.
Plantearnos un proyecto de vida, definir cuáles son nuestras prioridades en el día, la
semana, el mes, el año y el resto de la vida.
4. Cuarto hábito: "Pensar en ganar/ganar"
Los negocios son negocios cuando todas las partes intervinientes ganan. Balancea la
consideración con los demás, sienta las bases para la convivencia con las otras personas.
Este hábito comprende el estudio de seis paradigmas de interacción humana: 1) ganar /
ganar; 2) gano / pierdes; 3) pierdo / ganas; 4) pierdo / pierdes; 5) Gano; y 6) ganar / ganar
o no hay trato. Cada uno de estos paradigmas es un modelo de relaciones humanas que
conlleva determinados objetivos y logros; sin embargo, el primer modelo de los
nombrados en una realidad interdependiente es el único viable. Este primer modelo
representa beneficios mutuamente satisfactorios, además de que supone aprendizaje
recíproco e influencia mutua.
Habla sobre "victorias públicas", con lo cual nos demuestran cómo desarrollar la
personalidad para tener éxito trabajando con otros individuos. El principio de ganar/ganar
es fundamental para el éxito en todas nuestras interacciones, y abarca cinco dimensiones
interdependientes de la vida: el carácter, las relaciones, los acuerdos, sistemas y procesos
de base.
5. Quinto hábito: "Procure primero comprender y después ser comprendido"
Comprende los principios de comunicación empática, nos habla de la comunicación
efectiva, de la aptitud para la comunicación que es la más importante de la vida, ya que
es lo que hacemos la mayor parte de nuestro tiempo. Para esto tenemos que desarrollar la
escucha empática en la cual nos dice que procuremos primero comprender, supone un
cambio de paradigma muy profundo ya que lo típico es que primero procuremos ser
comprendidos.
7. Son pocas las personas que desarrollan la escucha y se basa en la ética o en la
personalidad y no en la comprensión autentica hacia la otra persona. Esto supone un
cambio de paradigma muy profundo ya que por lo regular estamos acostumbrados a que
nos escuchen, pero no a escuchar a los demás. Estamos llenos de nuestras propias razones
y queremos ser comprendidos pero nunca intentamos comprender a los otros.
En los ámbitos familiares, escolares, laborales y demás de la vida hay que saber poner en
práctica este hábito, coloquialmente “ponerse en los zapatos del otro” y definir cuáles
serán las repercusiones de nuestras acciones sobre las personas y el entorno que nos
rodea.
6. Sexto hábito: "La sinergia"
Este hábito es un desafío que consiste en aplicar en nuestras interacciones sociales los
principios de la cooperación creativa que nos enseña la naturaleza. Se trata de los
principios de cooperación creativa
Esto quiere decir que cuando uno se comunica con sinergia, simplemente abre su mente,
su corazón y sus expresiones a nuevas posibilidades. Cuando nos comprometemos con la
comunicación sinérgica no estamos seguros de cómo saldrán las cosas o cuál será el
resultado, pero interiormente experimentamos una sensación de entusiasmo, seguridad y
aventura; confiamos en que todo será mejor después del proceso. Y ése es nuestro
objetivo en el que pensamos. Las partes implicadas obtendrán más comprensión, y el
estímulo de ese aprendizaje creará un impulso hacia una mayor comprensión.
Encontramos que hay una relación muy estrecha entre sinergia y comunicación, ya que
esta debe ser empática para llegar a un acuerdo con las demás personas que colaboran
con nosotros. Por otro lado existe también la sinergia negativa que es cuando las personas
en vez de escuchar pretenden manipular a los demás. Lo importante es valorar las
diferencias entre todos ya que es la esencia de la sinergia, porque todos vemos el mundo
como somos y no realmente como es.
Nos dice que las personas verdaderamente efectivas tienen la humildad y el respeto
necesarios para reconocer sus propias limitaciones y apreciar los recursos que ponen a su
8. disposición la interacción de otras personas. El hábito de la sinergia nos explica en pocas
palabras la cooperación creativa y el trabajo en equipo, ya que las personas con
mentalidad ganar/ ganar y que sabe escuchar con empatía, pueden aprovechar sus
diferencias para crear opciones que todavía no existían.
7. Séptimo Hábito “Afilar la sierra”
Preservar y realizar el mayor bien que se posee. Renovar las cuatro dimensiones de su
naturaleza, la física, la espiritualidad, la mental y de social / emocional. Significa que
debemos preocuparnos por nosotros mismos y así renovar nuestras cuatro dimensiones
la física, la espiritual, la mental y la social.
El término de afilar la sierra quiere decir dar expresión y equilibrio a nuestras cuatro
dimensiones. Nuestra dimensión física se refiere al cuidado de nuestro cuerpo, llevando
una buena alimentación y haciendo ejercicio. La dimensión espiritual es el liderazgo de
nuestra propia vida y está muy relacionada con el segundo hábito.
La dimensión espiritual es nuestro centro, el compromiso con nuestro sistema de valores.
Son las fuentes que nos inspiran y en cada persona son de un carácter muy diferente. Por
otro lado la dimensión mental proviene de la educación formal que ya hemos recibido.
Pero una vez que concluimos nuestros estudios abandonamos esta dimensión ya que no
leemos y gastamos el tiempo en otras cosas como ver la televisión.
No hay mejor modo de informar y ampliar regularmente la mente que acostumbrarse a
leer buena literatura, que amplíen nuestra cultura y nos lleven a poner en práctica todos
nuestros conocimientos. La dimensión social es también conocida como emocional y
están ligadas entre sí porque nuestra vida emocional se desarrolla principalmente a partir
de nuestras relaciones con los otros, y en ellas se manifiesta. Debemos estar en equilibrio
en cada una de las dimensiones ya que sólo lograremos alcanzar efectividad óptima
cuando las abordamos conjuntamente, de un modo sensato y equilibrado.
En conclusión, observamos como con cada uno de los hábitos podemos conseguir mejorar
nuestro comportamiento en los diferentes aspectos de nuestra vida, ya sea en lo personal,
familiar o socialmente. Cabe destacar que para lograr conseguir el éxito tenemos que poner
9. en práctica cada uno de estos. Descubrimos la importancia que tiene la comunicación y el
saber escuchar atenta y respetuosamente ya que servir a todos es parte de nuestro gozo
personal.
Los hábitos son factores poderosos en nuestras vidas. Son pautas consistentes, inconscientes
y constantes que expresan nuestro carácter y nos revelan. Pueden entrenarse pero requiere de
un proceso y compromiso constante, lo cual es laborioso. “Los siete hábitos de las personas
altamente efectivas” son poderosas lecciones de cambio personal a través de respuestas para
un equilibrio óptimo. Nos enseña a desenvolvernos tanto en lo personal como en lo laboral a
través de diversos consejos fáciles de entender.