2. 1. El género lírico (PÁG.160)
Como vimos en la unidad 7, pertenecen al género lírico las
obras compuestas en verso en las que el autor expresa en primera
persona sus sentimientos, ideas o creencias empleando un lenguaje
especialmente sugerente.
La búsqueda de la expresividad es común a todos los géneros literarios.
Los escritores pretenden que el lector repare tanto en el contenido de la
obra como en su forma. Sin embargo, esta característica propia de la
literatura se acentúa en el caso de la lírica por dos motivos: la existencia
de las convenciones métricas (medida de los versos, rima...) y el uso
intensivo que en ella se hace de los llamados recursos estilísticos
(metáforas, símiles, antítesis...).
Todo ello aleja al lenguaje lírico del que empleamos en la vida diaria.
Veamos esa diferencia en un ejemplo.
3. El Diccionario del estudiante, de la
Real Academia Española, define el ciprés de esta
manera:
ciprés. m. Árbol de tronco recto y alto, copa
cónica y hojas verde oscuro. Las copas de los
cipreses sobresalían por la tapia del cementerio.
También su madera. Tarima de ciprés.
4. El poeta, en cambio, nos da su visión personal del árbol:
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
El ciprés de Silos, de GERARDO DIEGO
En la realidad, el ciprés no es un surtidor ni un mástil ni una flecha (metáforas);
tampoco cabe dirigirse a él en segunda persona (Hoy llegó a ti...) como si de un ser humano se
tratara (personificación). Pero el poeta «ve» al ciprés así y se comunica con él, y es ese punto
de vista el que da sentido, originalidad y valor al poema.
5. 2. La lírica popular (PÁG.160)
Una buena parte de la poesía lírica se ha difundido a través de
canciones que por su ritmo o por su temática han tenido una amplia
aceptación. Esas composiciones constituyen la lírica popular.
En la poesía popular son frecuentes los grandes temas universales,
como el amor, la naturaleza o la muerte, pero también abundan los
motivos y temas relacionados con las circunstancias en las que se
cantan las composiciones: como acompañamiento de bailes o juegos, en
las bodas, en festividades, en los trabajos del campo... La siguiente
cancioncilla, por ejemplo, está ligada a la festividad de San Juan:
A coger el trébol, damas,
la mañana de San Juan,
a coger el trébol, damas,
que después no habrá lugar.
ANÓNIMO
6. La lírica popular se caracteriza por un estilo sencillo y un ritmo
muy acentuado. Son habituales los versos de arte menor y los recursos
estilísticos basados en la reiteración, como la anáfora, el paralelismo y
la presencia de estribillos.
Los autores cultos han imitado a menudo en sus poemas los
procedimientos de la lírica popular. Es el caso, por ejemplo, de Lope de
Vega y Luis de Góngora en el siglo XVII o de Manuel Machado y
Federico García Lorca en el siglo XX.
7. 3. Formas de la lírica popular (PÁG.161)
En la lírica popular predominan las estrofas breves como los
pareados, las redondillas y las cuartetas. Otras estrofas frecuentes son la
copla, la soleá y la seguidilla:
• La copla es una estrofa de cuatro versos de arte menor con rima
asonante en los pares (–a–a). Ejemplo:
8- Hasta que el pueblo las canta,
8a las coplas, coplas no son;
8- y cuando las canta el pueblo,
8a ya nadie sabe el autor.
MANUEL MACHADO
8. 3. Formas de la lírica popular (PÁG.161)
• La soleá es una estrofa de tres versos de arte menor con rima asonante
en los impares (a–a). Ejemplo:
8a En lo que vengo a cantar,
8- de diez palabras a veces
8a sobran más de la mitad.
RAFAEL ALBERTI
• La seguidilla es una estrofa de cuatro versos, heptasílabos y
pentasílabos, con rima asonante en los pares (7- 5a 7- 5a). Ejemplo:
7- Lavareme en el Tajo
5a muerta de risa,
7- que el arena en los dedos
5a me hace cosquillas.
LOPE DE VEGA
9. 4. La lírica culta (PÁG.161)
Pertenecen a la lírica culta los textos poéticos escritos con el fin
de expresar las emociones y la visión del mundo de un autor.
La lírica culta trata temas muy variados: el amor, el paso del tiempo y la
muerte, la sátira de costumbres, la reflexión sobre la propia poesía... Este
último tema se trata, por ejemplo, en el poema No perdamos el tiempo
(pág. 146).
El estilo de la poesía culta suele ser más elaborado que el de la lírica
popular y está determinado por las preferencias estéticas de cada época y
de cada autor.
En cuanto a la métrica, la lírica culta muestra cierta inclinación al verso de
arte mayor. A partir del siglo XX ha sido frecuente el empleo del verso
libre.
10. 5. Algunos subgéneros de la lírica culta (PÁG.161)
Entre los subgéneros de la lírica culta destacan la oda, la égloga y la elegía.
• La oda es un poema de tono elevado y solemne, generalmente escrito
en alabanza de algo o de alguien. Así se expresa, por ejemplo, el poeta
Federico García Lorca en una oda que dedicó al pintor Salvador Dalí:
¡Oh Salvador Dalí, de voz aceitunada!
No elogio tu imperfecto pincel adolescente
ni tu color que ronda la color de tu tiempo,
pero alabo tus ansias de eterno limitado.
11. 5. Algunos subgéneros de la lírica culta (PÁG.161)
• La égloga es una composición de asunto amoroso que se encuadra en
un ambiente pastoril. Es una composición típica de los siglos XV y
XVI. He aquí un fragmento de la Égloga I del poeta Garcilaso de la
Vega (siglo XVI).
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
de pacer olvidadas, escuchando.
• La elegía es un poema en el que se expresa el dolor ante una desgracia,
por lo general, la muerte de una persona. Este es el principio de la
elegía escrita por Miguel Hernández (siglo XX) en recuerdo de su
amigo Ramón Sijé:
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
12. Palabras para Julia, de José Agustín Goytisolo
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre solo una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo no son nada.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
13.
14.
15.
16. ¿Oda, égloga, elegía? Garcilaso de la Vega
POR TI el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
(reputándolo yo por desvarío)
vi mi mal entre sueños, desdichado!
Soñaba que en el tiempo del estío
llevaba, por pasar allí la sienta,
a beber en el Tajo mi ganado;
y después de llegado,
sin saber de cuál arte,
por desusada parte
y por nuevo camino el agua se iba;
ardiendo yo con la calor estiva,
el curso enajenado iba siguiendo
del agua fugitiva.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
17. ¿Oda, égloga, elegía? Alfonso Costafreda
HA MUERTO mi padre.
Se repite su ausencia cada día
en el hogar vacío.
Yo pregunto,
y además de la ausencia y además
de perder los caminos de esta tierra,
¿qué es la muerte?
Yo te pregunto, padre, ¿qué es la muerte?
¿Has hallado la paz que merecías?
¿Encontraste cobijo en nueva casa
o vas errante, y sufres bajo el frío
del invierno más grande, del total
desamor?
Yo te pregunto, padre, si son algo
los muertos, o si la muerte es solo
una inmensa palabra que comprende
todo lo que no existe.
18. ¿Oda, égloga, elegía? Pablo Neruda
A TI, manzana,
quiero
celebrarte
llenándome
con tu nombre
la boca,
comiéndote.
Siempre
eres nueva como nada
o nadie,
siempre
recién caída
del Paraíso:
plena
y pura
mejilla arrebolada
de la aurora.
Qué difíciles
son
comparados
contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos
tenebrosos,
las huesudas
ciruelas, los higos
submarinos:
tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso
de la vegetación.
19. ¿Copla, seguidilla, soleá?
Hacia Roma caminan
dos peregrinos,
a que los case el Papa,
porque son primos.
F.G.Lorca
Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.
M. Machado
Tengo un querer y una pena.
La pena quiere que viva;
el querer quiere que muera.
M. Machado
Si agitas tus blancas alas
mi cuerpo y mi alma se elevan
como libre alcahazada.
*
Quiero estar a tu lado
devotamente,
ser tu siervo, tu esclavo,
ahora y por siempre.
*
Cuando llegas con el viento
solano de tu Palabra,
me liberas de mi angustia,
de mi dolor, de mi adarga.