1. ORACION PARA CUBRIRNOS CON LA PROTECCIÓN DE LA SANGRE DE CRISTO
Señor Jesús, en Tu Nombre, y con el Poder de Tu Sangre Preciosísima, sellamos toda
persona, hecho o acontecimiento, a través de los cuales el Enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús, sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la
naturaleza, en los abismos del Infierno, y en el mundo en el cual nos moveremos hoy.
Con el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús, rompemos toda interferencia y acción
del maligno. Te pedimos Jesús, que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la
Santísima Virgen Maria acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael, y toda su
corte de Santos y Ángeles.
Con el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús, sellamos nuestra casa, todos los que la
habitamos (nombrar a cada uno de ellos), las personas que el Señor enviará a ella, así como
los alimentos y los bienes que El generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús, sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
Preciosísima alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús, sellamos los lugares en donde vamos a
estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar
cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre Preciosísima de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y
espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las
vías, y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Con tu Sangre Preciosísima sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los
habitantes y dirigentes de nuestra Patria y del mundo, a fin de que Tu Paz y Tu Corazón al
fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por tu Sangre Preciosísima y por tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Amén.
(Un Ave María por la persona propagadora de esta Oración a la Sangre Preciosa de Cristo).
OFRECIMIENTO DIARIO:
Padre Eterno, te ofrezco la Sangre Preciosísima de Jesucristo en reparación de mis pecados,
en sufragio de las Almas del Purgatorio, y por las necesidades de la Santa Iglesia.
2. COMUNION ESPIRITUAL:
¡OH SANGRE PRECIOSISIMA de Jesucristo! ¡Yo te ADORO en tu Eucarística Presencia
en el Altar! Yo creo en tu Poder y dulzura. Penetra en mi alma y purifícala, en mi corazón e
inflámalo.
PRECIOSA SANGRE de Jesús, realmente presente en la Sagrada Hostia, ¡alumbra mi
inteligencia! ¡Toma posesión de mi mente! ¡Circula siempre en mis venas! ¡Que todos mis
sentidos sean marcados con tu Divina Unción!, ¡que mi corazón palpite sólo por tu Gloria!
y que mis labios te exalten por siempre.
ORACION A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES:
¡OH MARIA, MADRE DE LOS DOLORES!, yo te suplico por la amarga agonía que
sufriste a los pies de la Cruz, que le ofrezcas al Padre Eterno en mi nombre, a tu querido
Hijo Jesús, todo cubierto de Sangre y Heridas, en santificación de mis pecados; por las
necesidades de la Santa Iglesia; por la conversión de los pecadores, el descanso de las
almas del Purgatorio, y por la Gracia especial que ahora imploro. Amén.
SELLAMIENTO PERSONAL
Señor Jesús Hoy quiero suplicarte que selles mi vida personal con todas mis Bendiciones.
Yo (Pronuncia tu nombre) sello mi salvación con la sangre preciosa de Jesucristo, para
que todos mis afectos sean cubiertos.
Yo, (N,N) sello mi corazón con la sangre preciosa de Jesucristo para que no entre ningún
espíritu de rencor, miedo, tristeza, amargura.
Yo (N,N) sello mi voluntad con la sangre preciosa de Jesucristo para que este siempre
presta a hacer el bien que yo quiero y no hacer el mal que no quiero.
Yo (N,N) sello mi mente con la sangre preciosa de Jesucristo para que entre solo
pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz, para que cambiando mi manera de
pensar cambie mi manera de vivir.
Yo (N,N) sello con la preciosa sangre de Jesucristo mi cuerpo para que reciba salud, sea
protegida del pecado, de enfermedades, adulterio y accidentes.
Yo (N,N) sello con la preciosa sangre de Jesucristo mi pasado para que toda herida que este
haciendo daño sea sanada con tu sangre bendita.
3. Yo (N,N) sello con la sangre preciosa de Jesucristo mi presente para que todas mis
actividades sean cubiertas con tu sangre preciosa.
Yo (N,N) sello con la sangre preciosa de Jesucristo mi futuro para que mis planes y
proyectos sean preservados de toda influencia del mal.
Yo (N,N) sello con la preciosa sangre de Jesucristo a mi hijo (diga el nombre de el o de
ellos) para que sean protegidos.
Yo (N,N) sello con la sangre preciosa de Jesucristo mi economía, enséñame a dar para
recibir.
Yo (N,N) sello con la sangre preciosa de Jesucristo mi boca para que mis palabras sean de
bendición y no de maldición.
Yo (N,N) sello con la sangre preciosa de Jesucristo mis oídos para solo escuche la voz de
Dios y así hacer su voluntad.
Yo (N,N) sello con la sangre preciosa de Jesucristo mis manos para que trabajen en tu obra
y para el beneficio de los demás.
(En oración sigue sellando todo lo que consideres proteger). Amen.
4. San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra las perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tu príncipe de la milicia celestial
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
Para pedir la protección del Cielo:
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales,
custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de
los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar de todo
mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos
defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el
servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida,
especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del
infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos
presentados por tí, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.
Amén.
5. Magnificat
(Lc 1, 46-55)
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha
mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en
generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los
despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a
nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre.
6. Magnificat
(Lc 1, 46-55)
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha
mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en
generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los
despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a
nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre.