Les lanzo una pregunta. ¿Cómo somos los argentinos en la negociación internacional?
Quiero compartir con ustedes mi vivencias en el comercio internacional de frutas y hortalizas desde un enfoque europeo y Argentino expresando lo que se ve y se siente. Hace más de 9 años una pequeña parte de mi corazón argentino se ha situado del otro lado del charco y voy a reflejar mi experiencia
Durante años vinculado a este sector en América del sur y en europa, como agricultor, ingeniero, director, gerente, consultor, compartiendo almuerzos, cenas, viajes, ferias, me atrevo a expresar mi parecer en relación a la forma y manera de hacer negocios internacionales que poseen los argentinos.
No voy a entrar en los aspectos netamente comerciales y acuerdos de números sino en la discernir las señales que no vemos.
Contabilidad universitaria Septima edición de MCGrawsHill
Advertir las Señales. Comercio Internacional. Ing. Agr. Mariano Larrazabal
1. ADVERTIR LAS SEÑALES
Quiero compartir con ustedes mi vivencias en el comercio internacional de
frutas y hortalizas desde un enfoque europeo y Argentino expresando lo que se
ve y se siente. Hace más de 9 años una pequeña parte de mi corazón
argentino se ha situado del otro lado del charco y voy a reflejar mi experiencia
Durante años vinculado a este sector en América del sur y en europa, como
agricultor, ingeniero, director, gerente, consultor, compartiendo almuerzos,
cenas, viajes, ferias, me atrevo a expresar mi parecer en relación a la forma y
manera de hacer negocios internacionales que poseen los argentinos.
No voy a entrar en los aspectos netamente comerciales y acuerdos de números
sino en la discernir las señales que no vemos.
Según dicen en españa, nunca le des trabajo a un argentino porque en tres
meses será tu jefe. Esta forma de describir al argentino, es en gran parte cierta.
El argentino, por naturaleza posee una mezcla de culturas e idiosincrasia muy
particulares que hace que se diferencie rápidamente.
Les lanzo una pregunta. ¿Cómo somos los argentinos en la negociación
internacional?
Dicen los expertos en imagen que lo importante para garantizar una
comunicación efectiva es centrarnos como nos ven los demás, como nos ven a
nosotros y no en lo que nosotros vemos, pero claro, siempre es más grato
evaluarnos nosotros mismos que pedir que alguien lo haga… porque… ¿y si
es demasiado critico?. No nos gustaría escuchar ciertas cosas.
Vamos a ponernos en una simulada situación de negociación internacional.
Un grupo de argentinos se encuentra en españa próximos a una reunión de
negocios con empresarios europeos.
¿Cómo viviría un empresario argentino esta reunión?.
Me arriesgo a decir con seguridad que antes y durante la reunión, la pregunta
que más les interesa, que la tiene en la boca y se muerden por hacer sin
esperar el momento oportuno es ¿que precio, cuando y como me van a pagar?.
Por supuesto, siempre durante el desarrollo de una reunión de negocios surgen
pensamientos que este caso es ¿acá hay gato encerrado?. Durante el
transcurso de la misma se intercambian ideas, propuestas, se adopta la
formula del papagayo, y tiene que surgir una conclusión, que en muchos casos
al salir de la misma y mirarse entre ellos, hay alguien que dice ¿al final en qué
quedamos?:
Y entonces probablemente nos daremos cuenta de que en un gran porcentaje
de los empresarios sale de la reunión sin haber quedado con compromisos,
con la sensación de haber dejado pasar el tiempo y con el desgaste de la
relación.
2. No quiero dejar de lado el sentimiento, ese sabor de boca final que nos queda
dando vueltas y que a medida que pasa el tiempo se hace mas y más intenso y
ocupa la mayor parte de nuestro forma de ver las cosas.
Ese sentimiento es “el miedo al fracaso.
Si lo vemos del otro lado, generalizando, la idea que proyectan los europeos es
generar vínculos a largo plazo, conocernos en profundidad, ellos piensan en el
éxito.
Analicemos algunos errores que se comenten mediante una frase ilustrativa
que dice “La mayoría de las empresas emplean las mismas veinte palabras
para definir sus valores, que acaban diluyéndose y convirtiéndose en una
película de todo lo que queremos ser y no de lo que realmente somos.
Los valores hay que comunicarlos, pero jamás ponerlos por escrito, ya que en
el momento en que se hace dejan de ser valores para convertirse en normas.
Nos movemos en un mercado global grande y pequeño a la vez donde las
comunicaciones y los avances tecnológicos nos permiten simultanear procesos
y procedimientos con cualquier punto en el planeta y esto es el paradigma
empresarial de nuestro siglo veintiuno. El de la rapidez, el de los cambios, la
saturación. y donde cobra especial valor la diferenciación del producto.
Estamos en un mundo donde vender con inteligencia supera a vender en
cantidad y por eso debemos ser creadores de valor para el producto y no ser
sólo un folleto parlante que transmita las características al cliente.
Nuestro mercado, el de las frutas y hortalizas está navegando en la
incertidumbre estamos viviendo tiempos inciertos.
los negocios actualmente se tienen que "sentir a nivel de suelo" si no, no
despegan, es tiempo de nuevas formas de pensar y de actuar y por lo tanto hay
que aceptar la mitad de las oportunidades con el doble de profundidad.
Si conocemos al cliente tenemos todas las posibilidades mientras que si no lo
conocemos estamos predestinados a ser empresas o productores
dependientes.
Tengan presente que estamos en una nueva era de las ventas. El mercado
actual requiere que las empresas transformen su enfoque de “proveedores de
productos” a “asesores de negocios”.
La mejor manera de conseguir que la comunicación genere crecimiento de
marca y mayor volumen de negocio es generar un verdadero dialogo con el
cliente o consumidor de manera participante debemos generar acción,
participación y comunicación en cada canal desde la producción hasta la
comercialización.
3. Debemos desarrollar habilidades para comunicarnos en términos estratégicos.
Porque la intención del cliente es establecer lazos más estrechos con menos
proveedores y quieren trabajar con profesionales que consideren “partícipes
responsables” de su éxito.
Y por eso más que nunca necesitamos construir relaciones sobre las
capacidades comunes, las de nuestros equipos de trabajo y no sobre las
propias.
Hoy en día, la posibilidad que tiene la fuerza de ventas de estar en contacto
directo con el cliente y con el consumidor le permite explorar el terreno y
conocer a la persona con quien se está tratando, y así, encontrar la mejor
manera de solucionarle un problema, y no sólo venderle un producto
Mariano Larrazabal
Manager – Bialar
mlarrazabal@bialar.com
www.bialar.com