14. El durmiente del valle En una hondonada de verdor donde canta un río prendiendo locamente en la hierba jirones de plata; donde el sol, de la montaña orgulloso, brilla: es un pequeño valle que riela de luz. Un soldado joven, boquiabierto, la cabeza desnuda, y la nuca bañada por el fresco berro azul, duerme; está tendido sobre la hierba, bajo el cielo, pálido sobre su lecho verde donde llueve la luz. Los pies en los gladiolos, duerme. Sonriente como sonreiría un niño enfermo, está soñando: Naturaleza, acúnalo con calor, tiene frío. Los perfumes no hacen vibrar sus orificios nasales. Duerme bajo el sol, la mano sobre su pecho, tranquilo. Hay dos agujeros rojos en su costado derecho