Este cuento describe una escuela rural en las montañas con una única maestra llamada Virtudes Choiqué. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno es el mejor alumno, destacando diferentes virtudes en cada uno. Esto genera confusión hasta que la maestra explica que cada niño es el mejor en algo diferente. Los padres comprenden que deben valorar las virtudes de sus hijos en lugar de sus defectos. Celebran esto en un asado donde reconocen que cada niño es valioso a su manera.
La historia trata sobre Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno de sus 56 alumnos es el "mejor". Esto causa confusión hasta que Virtudes explica que valora diferentes cualidades en cada niño en lugar de enfocarse solo en las notas. Ella enseña a los padres y alumnos a apreciar las fortalezas únicas de cada persona.
El documento narra una historia sobre una maestra rural que le dio a todos sus alumnos notas diciendo que eran el mejor alumno para motivarlos. Esto llevó a confusión cuando todos los padres recibieron notas iguales. En una fiesta para celebrar al hijo de un boticario, se desató una discusión hasta que la maestra explicó que cada niño tiene fortalezas diferentes y que ella considera a cada uno el mejor en algo para ayudarlos a crecer de manera integral.
La historia cuenta la historia de Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada con 56 estudiantes. Ella escribió una nota a cada uno de los padres diciendo que su hijo era el "mejor estudiante". Esto causó confusión hasta que Virtudes explicó que cada estudiante tiene fortalezas y debilidades únicas, y que su trabajo como maestra es desarrollar todas las virtudes de cada uno para construir un futuro mejor para el país. Los padres comprendieron la visión holística de Virtudes para educar, y
Este cuento narra la historia de Virtudes Choique, la única maestra de una escuela rural en las montañas. Ella le escribía a los padres de cada alumno diciendo que su hijo era el "mejor alumno", causando confusión. En una fiesta, los padres discutieron hasta que la maestra explicó que cada niño es el mejor en algo diferente. Ella enseña a valorar las diferentes habilidades y virtudes de cada uno para construir un mundo mejor. Los padres comprendieron que deben celebrar las fortalezas únicas de sus
Este documento narra la historia de Virtudes Choique, la única maestra de una escuela rural en las montañas. Ella animaba a sus 56 alumnos y les decía a cada uno que eran el mejor estudiante, enfocándose en sus diferentes fortalezas. Esto causó confusión hasta que la maestra explicó que cada niño es el mejor en algo diferente y que todos son importantes. Los padres comprendieron que deben valorar las virtudes únicas de cada hijo. La historia concluye con un gran festejo donde todos comieron y bailaron juntos
La maestra Virtudes Choique le escribió a cada uno de sus alumnos que eran el mejor estudiante. Esto llevó a confusión y disputas entre los padres hasta que la maestra explicó que cada niño tenía sus propias virtudes y cualidades valiosas, no solo en los estudios académicos. Ella elogió las habilidades deportivas de uno, la amabilidad de otro, para enseñar que todos los niños son importantes y valiosos a su manera.
La maestra Virtudes Choique le dio a cada uno de sus 56 alumnos una nota diciendo que eran el mejor alumno. Esto llevó a una disputa en la fiesta organizada por el boticario para celebrar a su hijo. Virtudes explicó que cada niño tiene virtudes diferentes y que ella valora a cada uno por sus propias cualidades, no solo por sus logros académicos. Los padres comprendieron que deben apreciar las fortalezas únicas de sus hijos.
La maestra Virtudes Choique le dice a cada uno de sus 56 alumnos que son el mejor alumno. Cuando el padre del boticario organiza un asado para celebrar que su hijo es el mejor alumno, los demás padres se enojan porque sus hijos también recibieron ese reconocimiento. La maestra explica que cada niño es el mejor en algo diferente, ya sea en deportes, manualidades o ser servicial. Ella reconoce las virtudes únicas de cada uno para sacar lo mejor de cada alumno.
La historia trata sobre Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno de sus 56 alumnos es el "mejor". Esto causa confusión hasta que Virtudes explica que valora diferentes cualidades en cada niño en lugar de enfocarse solo en las notas. Ella enseña a los padres y alumnos a apreciar las fortalezas únicas de cada persona.
El documento narra una historia sobre una maestra rural que le dio a todos sus alumnos notas diciendo que eran el mejor alumno para motivarlos. Esto llevó a confusión cuando todos los padres recibieron notas iguales. En una fiesta para celebrar al hijo de un boticario, se desató una discusión hasta que la maestra explicó que cada niño tiene fortalezas diferentes y que ella considera a cada uno el mejor en algo para ayudarlos a crecer de manera integral.
La historia cuenta la historia de Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada con 56 estudiantes. Ella escribió una nota a cada uno de los padres diciendo que su hijo era el "mejor estudiante". Esto causó confusión hasta que Virtudes explicó que cada estudiante tiene fortalezas y debilidades únicas, y que su trabajo como maestra es desarrollar todas las virtudes de cada uno para construir un futuro mejor para el país. Los padres comprendieron la visión holística de Virtudes para educar, y
Este cuento narra la historia de Virtudes Choique, la única maestra de una escuela rural en las montañas. Ella le escribía a los padres de cada alumno diciendo que su hijo era el "mejor alumno", causando confusión. En una fiesta, los padres discutieron hasta que la maestra explicó que cada niño es el mejor en algo diferente. Ella enseña a valorar las diferentes habilidades y virtudes de cada uno para construir un mundo mejor. Los padres comprendieron que deben celebrar las fortalezas únicas de sus
Este documento narra la historia de Virtudes Choique, la única maestra de una escuela rural en las montañas. Ella animaba a sus 56 alumnos y les decía a cada uno que eran el mejor estudiante, enfocándose en sus diferentes fortalezas. Esto causó confusión hasta que la maestra explicó que cada niño es el mejor en algo diferente y que todos son importantes. Los padres comprendieron que deben valorar las virtudes únicas de cada hijo. La historia concluye con un gran festejo donde todos comieron y bailaron juntos
La maestra Virtudes Choique le escribió a cada uno de sus alumnos que eran el mejor estudiante. Esto llevó a confusión y disputas entre los padres hasta que la maestra explicó que cada niño tenía sus propias virtudes y cualidades valiosas, no solo en los estudios académicos. Ella elogió las habilidades deportivas de uno, la amabilidad de otro, para enseñar que todos los niños son importantes y valiosos a su manera.
La maestra Virtudes Choique le dio a cada uno de sus 56 alumnos una nota diciendo que eran el mejor alumno. Esto llevó a una disputa en la fiesta organizada por el boticario para celebrar a su hijo. Virtudes explicó que cada niño tiene virtudes diferentes y que ella valora a cada uno por sus propias cualidades, no solo por sus logros académicos. Los padres comprendieron que deben apreciar las fortalezas únicas de sus hijos.
La maestra Virtudes Choique le dice a cada uno de sus 56 alumnos que son el mejor alumno. Cuando el padre del boticario organiza un asado para celebrar que su hijo es el mejor alumno, los demás padres se enojan porque sus hijos también recibieron ese reconocimiento. La maestra explica que cada niño es el mejor en algo diferente, ya sea en deportes, manualidades o ser servicial. Ella reconoce las virtudes únicas de cada uno para sacar lo mejor de cada alumno.
La maestra Virtudes Choique le dio a todos sus alumnos notas diciendo que eran el mejor alumno. Esto llevó a confusión entre los padres hasta que la maestra explicó que cada niño es el mejor en algo diferente, ya sea en matemáticas, deportes, artes o ser servicial. Ella enseña a valorar las diferentes virtudes de cada uno. Los padres comprendieron el mensaje y continuaron celebrando juntos.
La maestra Virtudes Choique enseña en una pequeña escuela rural en las montañas. Ella cree que cada niño tiene fortalezas únicas y los elogia a todos por sus puntos fuertes individuales en lugar de enfocarse solo en las debilidades académicas. Cuando los padres se enojan al darse cuenta que ella elogió a todos los niños como el "mejor", ella explica que cada niño es el mejor en una habilidad diferente y que para construir un mundo mejor se necesita valorar todas las capacidades.
Este cuento describe una escuela rural en las montañas con una maestra llamada Virtudes Choique. Ella elogia a todos sus 56 estudiantes diciéndoles que son el mejor estudiante. Esto causa confusión hasta que la maestra explica que cada estudiante es el mejor en algo diferente, ya sea en deportes, artes, ayudar a otros, etc. Ella enseña a los padres y estudiantes a apreciar las fortalezas únicas de cada uno. El cuento promueve valores como la inclusión, el reconocimiento de las diferencias individual
La maestra Virtudes Choique enseñaba en una pequeña escuela rural en las montañas. Para motivar a sus 56 alumnos, ella escribía notas a los padres de cada uno diciendo que su hijo era el "mejor alumno". Esto causó confusión cuando todos los padres recibieron notas similares. En una fiesta, los padres discutieron sobre quién era realmente el mejor, hasta que la maestra explicó que cada niño tenía fortalezas y debilidades únicas, y que su objetivo era desarrollar lo mejor en cada uno
Este documento narra la historia de Penélope, una niña de 11 años que experimenta su primer periodo menstrual. Se siente confundida y enojada por los dolores y cambios que experimenta su cuerpo. En la escuela, sus amigas comparten sus propias experiencias con la menstruación. Más tarde, Penélope se entera de que, según la religión, la menstruación es un castigo divino para las mujeres por los pecados de Eva. Ella no está de acuerdo con esta explicación. Finalmente, tiene un sueño sanador con una mujer luminosa en su habit
Este documento resume las actividades realizadas en el primer trimestre en el Colegio José María de la Fuente en Pozuelo de Calatrava. Se dotó a algunas aulas de pizarras digitales y mobiliario de juego en el patio. Se agradece a los padres su colaboración en eventos como el Mercadillo Solidario y donaciones a Cáritas. Los alumnos celebraron eventos de Navidad y visitaron las Cortes y el Ayuntamiento con motivo del Día de la Constitución.
Este documento contiene una recopilación de chistes de diferentes temáticas, incluyendo algunos con contenido ofensivo o explícito. La mayoría tratan de hacer reír exagerando estereotipos o situaciones embarazosas.
Elena tuvo una fiesta de cumpleaños en una tienda de bolas por sus 10 años. Al principio, ninguno de sus invitados llegó a la hora acordada porque Elena puso por error la dirección de su casa en lugar de la tienda en las invitaciones. Sin embargo, su tía Ana encontró a los invitados en su casa y los llevó a la tienda, salvando la fiesta.
En una pequeña escuela en las montañas, la maestra Pacifica Virtudes les entrega a sus alumnos sus notas al final del día. Cuando los padres de los alumnos se enteran de las calificaciones, cada uno cree que su hijo es el mejor. Esto lleva a una discusión. Pacifica explica que cada niño tiene virtudes y defectos diferentes, y que ella celebra las virtudes de cada uno. Los padres comprenden su mensaje de valorar lo mejor en cada persona.
El documento cuenta la historia de un niño que es asesinado por su madrastra. Ella lo mata cortándole la cabeza con la tapa de un arca, y luego lo cocina y se lo sirve a su padre para comer. Su hermanita entierra los huesos bajo un enebro, de donde surge un pájaro que canta la historia. El pájaro intercambia su canción por objetos de valor como una cadena de oro y zapatos rojos.
Este documento presenta el primer capítulo de una novela. Introduce al protagonista Miles y describe su despedida aburrida de la escuela secundaria en Florida. Miles se muda a un internado en Alabama buscando un "Gran Quizás". El calor sofocante del sur contrasta con el clima de Florida.
Este documento contiene una serie de bromas y chistes de contenido sexual y ofensivo. En su mayoría involucran temas como relaciones sexuales, actos obscenos y lenguaje soez.
El cuento de Caperucita Roja cuenta la historia de una niña que lleva una cesta con comida a su abuela enferma a través del bosque. En el camino, se encuentra con un lobo que engaña a la niña para que le revele dónde vive la abuela. El lobo corre a la casa de la abuela y se la come. Más tarde, cuando Caperucita Roja llega a la casa, el lobo también se la come. Un cazador pasa por ahí, mata al lobo y rescata a Caperucita Roja
La historia trata sobre Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno de sus 56 alumnos es el "mejor". Esto causa confusión hasta que Virtudes explica que valora diferentes cualidades y habilidades en cada estudiante. Ella enseña a los padres y alumnos a apreciar las fortalezas únicas de cada persona.
La historia trata sobre Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno de sus 56 alumnos es el "mejor". Esto causa confusión hasta que la maestra explica que cada niño es el mejor en algo diferente. Ella enseña a los padres y alumnos a valorar las fortalezas únicas de cada uno.
La maestra Virtudes Choique le escribió a cada uno de sus alumnos que eran el mejor estudiante. Esto llevó a confusión y enojo entre los padres durante una fiesta organizada por el boticario local. Para resolver el problema, Virtudes explicó que cada niño es el mejor en algo diferente, ya sea en las matemáticas, el deporte o alguna otra habilidad, y que su intención era motivarlos a todos, no compararlos.
La maestra Virtudes Choique le escribió a cada uno de sus alumnos que eran el mejor estudiante. Esto llevó a confusión y enojo entre los padres durante una fiesta organizada por el boticario para celebrar a su hijo. Virtudes explicó que no mintió, ya que cada niño destaca en algo diferente aunque no necesariamente en lo académico.
La historia cuenta la conversación entre un cantinero y un escritor llamado "La Madre Soltera". La Madre Soltera revela que nació como mujer pero que los médicos descubrieron después de un parto que tenía órganos sexuales masculinos y femeninos. Fue sometido a una cirugía para eliminar los órganos femeninos y criarlo como hombre. Aunque al principio le costó aceptarlo, terminó aceptando su identidad masculina y dedicándose a la escritura.
Este documento contiene 48 coplas populares españolas de diversos temas como la vida, el amor, la naturaleza, el carnaval y la aritmética. Las coplas utilizan diferentes metros y rimas para transmitir consejos, recuerdos, sentimientos y observaciones de una manera sencilla y rítmica.
Este documento es un extracto de la novela "Pequeña" de la autora Geneviève Brisac. Narra parte de la infancia y adolescencia de la protagonista, una niña de 13 años que decide dejar de comer para sentirse fuerte y en control. Recuerda su amistad con Joëlle y sus conversaciones sobre el futuro. También reflexiona sobre su origen y el talento de sus padres, y sobre sus experiencias en el colegio y la piscina.
El documento presenta la historia de Lucio, un niño de 11 años que se mudó a la ciudad desde su pueblo natal, Tzinacapan, después de la muerte de su padre. Lucio extraña su pueblo pero se ha adaptado bien a su nueva escuela, donde inicialmente fue apodado "el quelites" pero ahora es respetado por sus compañeros. En una clase de ciencias, Lucio presentó un proyecto sobre las plantas medicinales de su pueblo, enseñando a sus compañeros sobre las propiedades curativas y recibiendo
La maestra Virtudes Choique le dio a todos sus alumnos notas diciendo que eran el mejor alumno. Esto llevó a confusión entre los padres hasta que la maestra explicó que cada niño es el mejor en algo diferente, ya sea en matemáticas, deportes, artes o ser servicial. Ella enseña a valorar las diferentes virtudes de cada uno. Los padres comprendieron el mensaje y continuaron celebrando juntos.
La maestra Virtudes Choique enseña en una pequeña escuela rural en las montañas. Ella cree que cada niño tiene fortalezas únicas y los elogia a todos por sus puntos fuertes individuales en lugar de enfocarse solo en las debilidades académicas. Cuando los padres se enojan al darse cuenta que ella elogió a todos los niños como el "mejor", ella explica que cada niño es el mejor en una habilidad diferente y que para construir un mundo mejor se necesita valorar todas las capacidades.
Este cuento describe una escuela rural en las montañas con una maestra llamada Virtudes Choique. Ella elogia a todos sus 56 estudiantes diciéndoles que son el mejor estudiante. Esto causa confusión hasta que la maestra explica que cada estudiante es el mejor en algo diferente, ya sea en deportes, artes, ayudar a otros, etc. Ella enseña a los padres y estudiantes a apreciar las fortalezas únicas de cada uno. El cuento promueve valores como la inclusión, el reconocimiento de las diferencias individual
La maestra Virtudes Choique enseñaba en una pequeña escuela rural en las montañas. Para motivar a sus 56 alumnos, ella escribía notas a los padres de cada uno diciendo que su hijo era el "mejor alumno". Esto causó confusión cuando todos los padres recibieron notas similares. En una fiesta, los padres discutieron sobre quién era realmente el mejor, hasta que la maestra explicó que cada niño tenía fortalezas y debilidades únicas, y que su objetivo era desarrollar lo mejor en cada uno
Este documento narra la historia de Penélope, una niña de 11 años que experimenta su primer periodo menstrual. Se siente confundida y enojada por los dolores y cambios que experimenta su cuerpo. En la escuela, sus amigas comparten sus propias experiencias con la menstruación. Más tarde, Penélope se entera de que, según la religión, la menstruación es un castigo divino para las mujeres por los pecados de Eva. Ella no está de acuerdo con esta explicación. Finalmente, tiene un sueño sanador con una mujer luminosa en su habit
Este documento resume las actividades realizadas en el primer trimestre en el Colegio José María de la Fuente en Pozuelo de Calatrava. Se dotó a algunas aulas de pizarras digitales y mobiliario de juego en el patio. Se agradece a los padres su colaboración en eventos como el Mercadillo Solidario y donaciones a Cáritas. Los alumnos celebraron eventos de Navidad y visitaron las Cortes y el Ayuntamiento con motivo del Día de la Constitución.
Este documento contiene una recopilación de chistes de diferentes temáticas, incluyendo algunos con contenido ofensivo o explícito. La mayoría tratan de hacer reír exagerando estereotipos o situaciones embarazosas.
Elena tuvo una fiesta de cumpleaños en una tienda de bolas por sus 10 años. Al principio, ninguno de sus invitados llegó a la hora acordada porque Elena puso por error la dirección de su casa en lugar de la tienda en las invitaciones. Sin embargo, su tía Ana encontró a los invitados en su casa y los llevó a la tienda, salvando la fiesta.
En una pequeña escuela en las montañas, la maestra Pacifica Virtudes les entrega a sus alumnos sus notas al final del día. Cuando los padres de los alumnos se enteran de las calificaciones, cada uno cree que su hijo es el mejor. Esto lleva a una discusión. Pacifica explica que cada niño tiene virtudes y defectos diferentes, y que ella celebra las virtudes de cada uno. Los padres comprenden su mensaje de valorar lo mejor en cada persona.
El documento cuenta la historia de un niño que es asesinado por su madrastra. Ella lo mata cortándole la cabeza con la tapa de un arca, y luego lo cocina y se lo sirve a su padre para comer. Su hermanita entierra los huesos bajo un enebro, de donde surge un pájaro que canta la historia. El pájaro intercambia su canción por objetos de valor como una cadena de oro y zapatos rojos.
Este documento presenta el primer capítulo de una novela. Introduce al protagonista Miles y describe su despedida aburrida de la escuela secundaria en Florida. Miles se muda a un internado en Alabama buscando un "Gran Quizás". El calor sofocante del sur contrasta con el clima de Florida.
Este documento contiene una serie de bromas y chistes de contenido sexual y ofensivo. En su mayoría involucran temas como relaciones sexuales, actos obscenos y lenguaje soez.
El cuento de Caperucita Roja cuenta la historia de una niña que lleva una cesta con comida a su abuela enferma a través del bosque. En el camino, se encuentra con un lobo que engaña a la niña para que le revele dónde vive la abuela. El lobo corre a la casa de la abuela y se la come. Más tarde, cuando Caperucita Roja llega a la casa, el lobo también se la come. Un cazador pasa por ahí, mata al lobo y rescata a Caperucita Roja
La historia trata sobre Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno de sus 56 alumnos es el "mejor". Esto causa confusión hasta que Virtudes explica que valora diferentes cualidades y habilidades en cada estudiante. Ella enseña a los padres y alumnos a apreciar las fortalezas únicas de cada persona.
La historia trata sobre Virtudes Choique, una maestra que enseña en una escuela rural aislada. Ella alienta a todos sus alumnos y les dice a sus padres que cada uno de sus 56 alumnos es el "mejor". Esto causa confusión hasta que la maestra explica que cada niño es el mejor en algo diferente. Ella enseña a los padres y alumnos a valorar las fortalezas únicas de cada uno.
La maestra Virtudes Choique le escribió a cada uno de sus alumnos que eran el mejor estudiante. Esto llevó a confusión y enojo entre los padres durante una fiesta organizada por el boticario local. Para resolver el problema, Virtudes explicó que cada niño es el mejor en algo diferente, ya sea en las matemáticas, el deporte o alguna otra habilidad, y que su intención era motivarlos a todos, no compararlos.
La maestra Virtudes Choique le escribió a cada uno de sus alumnos que eran el mejor estudiante. Esto llevó a confusión y enojo entre los padres durante una fiesta organizada por el boticario para celebrar a su hijo. Virtudes explicó que no mintió, ya que cada niño destaca en algo diferente aunque no necesariamente en lo académico.
La historia cuenta la conversación entre un cantinero y un escritor llamado "La Madre Soltera". La Madre Soltera revela que nació como mujer pero que los médicos descubrieron después de un parto que tenía órganos sexuales masculinos y femeninos. Fue sometido a una cirugía para eliminar los órganos femeninos y criarlo como hombre. Aunque al principio le costó aceptarlo, terminó aceptando su identidad masculina y dedicándose a la escritura.
Este documento contiene 48 coplas populares españolas de diversos temas como la vida, el amor, la naturaleza, el carnaval y la aritmética. Las coplas utilizan diferentes metros y rimas para transmitir consejos, recuerdos, sentimientos y observaciones de una manera sencilla y rítmica.
Este documento es un extracto de la novela "Pequeña" de la autora Geneviève Brisac. Narra parte de la infancia y adolescencia de la protagonista, una niña de 13 años que decide dejar de comer para sentirse fuerte y en control. Recuerda su amistad con Joëlle y sus conversaciones sobre el futuro. También reflexiona sobre su origen y el talento de sus padres, y sobre sus experiencias en el colegio y la piscina.
El documento presenta la historia de Lucio, un niño de 11 años que se mudó a la ciudad desde su pueblo natal, Tzinacapan, después de la muerte de su padre. Lucio extraña su pueblo pero se ha adaptado bien a su nueva escuela, donde inicialmente fue apodado "el quelites" pero ahora es respetado por sus compañeros. En una clase de ciencias, Lucio presentó un proyecto sobre las plantas medicinales de su pueblo, enseñando a sus compañeros sobre las propiedades curativas y recibiendo
1) La historia cuenta la conversación entre una rata de agua, un pato y su camada de patitos, y un jilguero en un estanque.
2) El jilguero le cuenta a la rata de agua la historia de Hans, un hombre que cultiva un hermoso jardín, y su supuesto mejor amigo el molinero.
3) Aunque el molinero se jacta de su amistad con Hans, solo lo visita en primavera para llevarse flores gratis, y no ayuda a Hans cuando pasa hambre en invierno.
Este documento presenta una conversación imaginaria entre Simón Díaz, un famoso cantante y compositor venezolano de música llanera, y una persona desconocida. Simón habla sobre su vida y carrera, incluyendo cómo su hija Bettsimar lo ayudó a navegar el negocio de la música, por qué prefiere vivir en su tierra natal en los llanos venezolanos a pesar de su fama, y su deseo de que después de su muerte la gente continúe cantando su música llanera.
Este documento presenta una recopilación de frases célebres dichas por niños. Comienza con un prólogo que explica cómo los niños a veces dicen cosas inesperadas que nos hacen reír. Luego presenta varias oraciones dichas por niños de diferentes edades, que van desde comentarios graciosos sobre la escuela o la familia hasta observaciones más profundas sobre la vida y la muerte. El objetivo es mostrar el ingenio y la perspectiva única que los niños aportan al mundo.
Alfonso Cortés Alegre nació en 1956 en una familia rural humilde en Aragón. Recibió una educación religiosa en su infancia que le inspiró a convertirse en maestro. Estudió magisterio en la década de 1970 y se dedicó a la enseñanza y formación de maestros durante más de 40 años, abogando por una educación inclusiva y centrada en el desarrollo integral del estudiante. A punto de jubilarse, continúa promoviendo la innovación educativa a través de las redes sociales.
El documento describe la llegada de un circo a un pueblo y la emoción que genera en los niños. Uno de los niños, el narrador, se entretiene viendo el desfile del circo y llega tarde a casa, lo que le causa problemas. Más tarde, sueña con el circo y los artistas. Finalmente, su familia asiste al espectáculo del circo el sábado por la noche.
El documento proporciona los términos y condiciones para la publicación del discurso de Mo Yan en los medios de comunicación. Se permite la publicación general en periódicos en cualquier idioma a partir del 7 de diciembre de 2012. La publicación en revistas o libros requiere el permiso de la Fundación Nobel a menos que se trate de versiones resumidas. Todas las publicaciones completas o casi completas del discurso deben incluir el copyright de la Fundación Nobel.
Este documento describe la historia de una niña llamada Teresa que quiere estudiar escenografía en la universidad. Sin embargo, sus padres, especialmente su padre, se oponen firmemente a que continúe su educación más allá de la primaria. Ellos creen que las mujeres solo deben casarse y ser amas de casa. A pesar del apoyo de su maestra y hermano, Teresa se enfrenta a desafíos para lograr sus sueños de una educación y carrera.
Este documento describe la historia de una niña llamada Teresa que quiere estudiar escenografía en la universidad. Sin embargo, sus padres, especialmente su padre, se oponen firmemente a que continúe su educación más allá de la primaria. Ellos creen que las mujeres solo deben casarse y ser amas de casa. A pesar del apoyo de su maestra y hermano, Teresa se enfrenta a desafíos para lograr sus sueños de una educación y carrera.
Este documento describe la historia de una niña llamada Teresa que quiere estudiar escenografía en la universidad. Sin embargo, sus padres, especialmente su padre, se oponen firmemente a que continúe su educación más allá de la primaria. Ellos creen que las mujeres solo deben casarse y ser amas de casa. A pesar del apoyo de su maestra y hermano, Teresa se enfrenta a desafíos para lograr sus sueños de una educación y carrera.
Este relato cuenta la historia de un hombre que de niño odiaba y avergonzaba de su madre por tener un solo ojo, llegando incluso a desear que muriera. Como adulto, su madre lo visita pero él la rechaza. Más tarde se entera por una carta que su madre falleció y que de niño fue él quien perdió un ojo, no su madre. Esto lo lleva a arrepentirse de haberla tratado mal.
Proyecto aula municipio la pintada feria de la ciencia y la innovaciónFormartemas Educación
Este documento presenta varios cuentos cortos que enseñan valores como la alegría, la amabilidad, la amistad verdadera, el amor y compromiso, el autocontrol y la bondad. El documento también destaca la importancia de enseñar valores a los niños en la escuela y propone una feria centrada en valores como la convivencia.
Proyecto Aula Municipio La Pintada Feria de la ciencia y la innovaciónFormartemas Educación
El Programa de Formación Integral y de Convivencia PROFIC, propicia espacios de reflexión frente a la importancia de la formación de seres humanos íntegros, a partir de procesos creativos e innovadores y la integración de aprendizajes mediados, construidos y significativos desde las diferentes redes de aprendizaje (Familias, Escuelas, Sociedades), que incidan en las capacidades y habilidades de los estudiantes, indispensables en la consolidación de una sociedad competitiva, productiva y humana.
José Luis Jiménez Rodríguez
Junio 2024.
“La pedagogía es la metodología de la educación. Constituye una problemática de medios y fines, y en esa problemática estudia las situaciones educativas, las selecciona y luego organiza y asegura su explotación situacional”. Louis Not. 1993.
Business Plan -rAIces - Agro Business Techjohnyamg20
Innovación y transparencia se unen en un nuevo modelo de negocio para transformar la economia popular agraria en una agroindustria. Facilitamos el acceso a recursos crediticios, mejoramos la calidad de los productos y cultivamos un futuro agrícola eficiente y sostenible con tecnología inteligente.
Soluciones Examen de Selectividad. Geografía junio 2024 (Convocatoria Ordinar...Juan Martín Martín
Criterios de corrección y soluciones al examen de Geografía de Selectividad (EvAU) Junio de 2024 en Castilla La Mancha.
Soluciones al examen.
Convocatoria Ordinaria.
Examen resuelto de Geografía
conocer el examen de geografía de julio 2024 en:
https://blogdegeografiadejuan.blogspot.com/2024/06/soluciones-examen-de-selectividad.html
http://blogdegeografiadejuan.blogspot.com/
Soluciones Examen de Selectividad. Geografía junio 2024 (Convocatoria Ordinar...
Cuentos
1. Cuento Virtudes Choique
Había una vez una escuela en medio de las montañas. Los chicos que iban a aquel lugar a estudiar,
llegaban a caballo, en burro, en mula y en patas.
Como suele suceder en estas escuelitas perdidas, el lugar tenía una sola maestra- una solita, que
amasaba el pan, trabajaba una quintita, hacía sonar la campana y también hacía la limpieza.
Me olvidaba: la maestra de aquella escuela se llamaba Virtudes Choiqué. Era una morocha más linda
que el 25 de Mayo. Y me olvidaba de otra cosa: Virtudes Choiqué ordeñaba cuatro cabras, y encima
era una maestra llena de inventos, cuentos y expediciones. (Como ven, hay maestras y maestras).
Esta del cuento, vivía en la escuela. Al final de la hilera de bancos, tenía un catre y una cocinita. Allí
vivía, cantaba con la guitarra, y allí sabía golpear la caja y el bombo.
Y ahora viene la parte de los chicos.
Los chicos no se perdían un solo día de clase. Principalmente, porque la señorita Virtudes tenía
tiempo para ellos. Además, sabía hacer mimos, y de vez en cuando jugaba al fútbol con ellos. En
último lugar estaba el mate cocido de leche de cabra, que Virtudes servía cada mañana.
La cuestión es que un día Apolinario Sosa volvió al rancho y dijo a sus padres:
– ¡Miren, miren … ! ¡Miren lo que me ha puesto la maestra en el cuaderno!
El padre y la madre miraron, y vieron unas letras coloradas. Como no sabían leer, pidieron al hijo
que les dijera- entonces Apolinario leyó:
– “Señores padres: les informo que su hijo Apolinario es el mejor alumno”.
Los padres de Apolinario abrazaron al hijo, porque si la maestra había escrito aquello, ellos se sentían
bendecidos por Dios.
Sin embargo, al día siguiente, otra chica llevó a su casa algo parecido.
Esta chica se llamaba Juanita Chuspas, y voló con su mula al rancho para mostrar lo que había escrito
la maestra:
– “Señores padres: les informo que su hija Juanita es la mejor alumna”.
Y acá no iba a terminar la cosa. Al otro día Melchorcito Guare llegó a su rancho chillando como loco
de alegría:
– ¡Mire mamita,… ! ¡Mire, Tata… ! La maestra me ha puesto una felicitación de color colorado, acá.
Vean: “Señores padres: les informo que su hijo Melchor es el mejor alumno”.
Así a los cincuenta y seis alumnos de la escuela llevaron a sus ranchos una
nota que aseguraba: “Su hijo es el mejor alumno”.
2. Y así hubiera quedado todo, si el hijo del boticario no hubiera llevado su felicitación.
Porque, les cuento: el boticario, don Pantaleón Minoguye, apenas se enteró de que su hijo era el
mejor alumno, dijo:
– Vamos a hacer una fiesta. ¡Mi hijo es el mejor de toda la región! Sí. Hay que hacer un asado con
baile. El hijo de Pantaleón Minoguye ha honrado a su padre, y por eso lo voy a celebrar como Dios
manda.
El boticario escribió una carta a la señorita Virtudes. La carta decía:
-“Mi estimadísima, distinguidísima y hermosísima maestra: El sábado que viene voy a dar un asado en
honor de mi hijo. Usted es la primera invitada. Le pido que avise a los demás alumnos, para que
vengan al asado con sus padres. Muchas gracias. Beso sus pies, Pantaleón Minoguye; boticario”.
Imagínese el revuelo que se armó.
Ese día cada chico voló a su casa para avisar del convite.
Y como sucede siempre entre la gente sencilla, nadie faltó a la fiesta. Bien sabe el pobre cuánto valor
tiene reunirse, festejar, reírse un rato, cantar, saludarse, brindar y comer un asadito de cordero.
Por eso, ese sábado todo el mundo bajó hasta la casa del boticario, que estaba de lo más adornada.
Ya estaba el asador, la pava con el mate, varias fuentes con pastelitos, y tres mesas puestas una al lado
de la otra.
En seguida se armó la fiesta.
Mientras la señorita Virtudes Choiqué cantaba una baguala, el mate iba de mano en mano, y la carne
del cordero se iba dorando.
Por fin, don Pantaleón, el boticario, dio unas palmadas y pidió silencio.
Todos prestaron atención.
Seguramente iba a comunicar una noticia importante, ya que el convite era un festejo.
Don Pantaleón tomó un banquito, lo puso en medio del patio y se subió. Después hizo ejem, ejem, y
sacando un papelito leyó el siguiente discurso:
– “Señoras, señores, vecinos, niños. ¡Queridos convidados! Los he reunido a
comer el asado aquí presente, para festejar una noticia que me llena de orgullo. Mi hijo, mi
muchachito, acaba de ser nombrado por la maestra, doña Virtudes Choiqué, el mejor alumno. Así es.
Nada más, ni nada menos…
El hijo del boticario se acercó al padre, y le dio un vaso con vino. Entonces
el boticario levantó el vaso, y continuó:
3. Por eso, señoras y señores, los invito a levantar el vaso y brindar por este hijo que ha honrado a su
padre, a su apellido, y a su país. He dicho “.
Contra lo esperado, nadie levantó el vaso. Nadie aplaudió. Nadie dijo ni mu.
Al revés. Padres y madres empezaron a mirarse unos a otros, bastante serios.
El primero en protestar fue el papá de Apolinario Sosa:
– Yo no brindo nada. Acá el único mejor es mi chico, el Apolinario.
Ahí nomás se adelantó colorado de rabia el padre de Juanita Chuspas, para retrucar:
– ¡Qué están diciendo, pues! Acá la única mejorcita de todos es la Juana, mi
muchachita.
Pero ya empezaban los gritos de los demás, porque cada cual desmentía al otro diciendo que no, que
el mejor alumno era su hijo. Y que se dejaran de andar diciendo mentiras.
A punto de que don Sixto Pillén agarrara de las trenzas a doña Dominga Llanos, y todo se fuera para
el lado del demonio, cuando pudo oírse la voz firme de la señorita Virtudes Choiqué.
– ¡Párense… ! ¡Cuidado con lo que están por hacer … ! ¡Esto es una fiesta!
La gente bajó las manos y se quedó quieta. Todos miraban fiero a la maestra. Por fin, uno dijo:
– Maestra: usted ha dicho mentira. Usted ha dicho a todos lo mismo.
Entonces sucedió algo notable. Virtudes Choiqué empezó a reírse loca de contenta.
Por fin, dijo:
– Bueno. Ya veo que ni acá puedo dejar de enseñar. Escuchen bien, y abran las orejas. Pero abran
también el corazón. Porque si no entienden, adiós fiesta. Yo seré la primera en marcharme.
Todos fueron tomando asiento.
Entonces la señorita habló así:
– Yo no he mentido. He dicho verdad. Verdad que pocos ven, y por eso no creen.
Voy a darles ejemplo de que digo verdad:
“Cuando digo que Melchor Guare es el mejor no miento. Melchorcito no sabrá las tablas de
multiplicar, pero es el mejor arquero de la escuela, cuando jugamos al fútbol…
4. “Cuando digo que Juanita Chuspas es la mejor no miento. Porque si bien anda floja en Historia, es la
más cariñosa de todas…
“Y cuando digo que Apolinario Sosa es mi mejor alumno tampoco miento. Y Dios es testigo que
aunque es desprolijo, es el más dispuesto para ayudar en lo que sea…
“Tampoco miento cuando digo que aquel es el mejor en matemáticas… pero me callo si no es
servicial.
“Y aquél otro, es el más prolijo. Pero me callo si le cuesta prestar algún útil a sus compañeros.
“Y aquélla otra es peleadora, pero escribe unas poesías preciosas.
“Y aquél, que es poco hábil jugando a la pelota, es mi mejor alumno en dibujo.
“Y aquélla es mi peor alumna en ortografía, ¡pero es la mejor de todos a la hora de trabajo manual!
“¿Debo seguir explicando? ¿Acaso no entendieron? Soy la maestra y debo construir el mundo con
estos chicos. Pues entonces, ¿con qué levantaré la patria? ¿Con lo mejor o con lo peor?
Todos habían ido bajando la mirada. Los padres estaban más bien serios. Los hijos sonreían
contentos.
Poco a poco cada cual fue buscando a su chico. Y lo miró con ojos nuevos. Porque siempre habían
visto principalmente los defectos, y ahora empezaban a sospechar que cada defecto tiene una virtud
que le hace contrapeso. Y que es cuestión de subrayar, estimular y premiar lo mejor.
Porque con eso se construye mejor.
Cuenta la historia que el boticario rompió el largo silencio. Dijo:
– ¡A comer … ! ¡La carne ya está a punto, y el festejo hay que multiplicarlo
por cincuenta y seis … !
Comieron más felices que nunca. Brindaron. Jugaron a la taba. Al truco. A la escoba de quince. Y
bailaron hasta las cuatro de la tarde.
Carlos Joaquín Durán
5. Velmiro Ayala Gauna
La pesquisa de don Frutos
Don Frutos Gómez, el comisario de Capibara-Cué, entró en su desmantelada oficina
haciendo sonar las espuelas, saludó cordialmente a sus subalternos y se acomodó en una
vieja silla de paja, cerca de la puerta, a esperar el mate que uno de los agentes empezó a
cebarle con pachorrienta solicitud.
Cuando tuvo el recipiente en sus manos, succionó con fruición por la bombilla y gustó del
áspero sabor del brebaje con silenciosa delectación.
Al recibir el segundo mate lo tendió cordial hacia el oficial sumariante que leía, con toda
atención, junto a la única y desvencijada mesa del recinto.
—¿Gusta un amargo?
—Gracias... —respondió el otro—. Sólo lo tomo dulce.
—Aquí sólo toman dulce las mujeres... —terció el cabo Leiva con completo olvido de la
disciplina.
—Cuando quiera su opinión se la solicitaré... —replicó fríamente el sumariante.
—Está bien, mi oficial... —dijo el cabo y continuó perezosamente apoyado contra el marco
de la puerta.
Luis Arzásola, que hacía tres días había llegado desde la capital correntina a hacerse cargo
de su puesto en ese abandonado pueblecillo, se revolvió molesto en el asiento, conteniendo
a duras penas los deseos de "sacar carpiendo" al insolente, pero don Frutos regía a sus
subordinados con paternal condescendencia, sin reparar en graduaciones, y no quería saber
de más reglamentos que su omnímoda voluntad.
Cuando él, ya en ese breve tiempo, le hubo expuesto en repetidas ocasiones sus quejas por
lo que consideraba excesiva confianza o indisciplina del personal, sólo obtuvo como única
respuesta:
—No se haga mala sangre, m'hijo... No lo hacen con mala intención sino de brutos que son
nomás... Ya se irá acostumbrando con el tiempo.
Para olvidar el disgusto siguió leyendo su apreciado libro de psicología y efectuando
apuntes en un cuaderno que tenía su lado, pero la mesa, que tenía una pata más corta que
las otras, se inclinaba hacia ese costado y hacía peligrar la estabilidad del tintero que se iba
corriendo lentamente y amenazaba concluir en el suelo. Para evitar tal contingencia tomó
un diario, lo dobló repetidas veces y lo colocó, para
6. nivelar el mueble, debajo del sostén defectuoso. Luego siguió con la lectura interrumpida.
—¿Qué pa está aprendiendo, che oficial? —preguntó el agente mientras esperaba el mate
de manos del comisario.
—Psicología.
—¿Y eso para qué sirve?
—Para conocer a la gente. Es la ciencia del conocimiento del alma humana.
El milico recibió el mate vacío, meditó unos segundos y concluyó sentenciosamente:
—Para mi ver eso no se estudia en los libros... Para conocer a la gente hay...
Vaciló un momento y afirmó:
—... hay que estudiar a la gente.
Después se acercó al brasero que ardía en un rincón y empezó a llenar la calabaza cuidando
que el agua no se derramara y que formara una espuma consistente.
En eso estaban cuando Aniceto, el mozo de la carnicería, entró espantado:
—¡Don Frutos!... ¡ Don Frutos!...
—¿Qué te ocurre hombre? —contestó el aludido y empezó a levantarse.
—Al tuerto Méndez...
—¿Sí?
—Lo han achurao sin asco... Recién cuando le fui a llevar un matambre que había encargao
ayer, dentré a su rancho y, ¡ánima bendita santa!, lo encontré tendido en el suelo, boca
abajo y lleno de sangre...
—¿Seguro pa de que estaba muerto, chamigo?
—Seguro, don Frutos... Duro, frío y hasta medio jediendo con el calor que hace...
—Güeno, gracias, Aniceto... andate nomás...
—¡Hasta luego, don Frutos!
—¡Hasta luego, Aniceto!... —respondió el funcionario y volvió a sentarse cómodamente.
El oficial, que había dejado el libro, se plantó frente a su superior.
—¿Qué pa le pasa, m'hijo?
—¿No vamos al lugar del hecho, comisario?
—Sí, en seguidita...
7. —Pero... ¡es que hay un muerto, señor!...
—¿Y qué?... —contestó el viejo ya con absoluta familiaridad—
¿Acaso tenés miedo de que se dispare?... Dejame que tome cuatro o cinco matecitos más o
de no se van a desteñir las tripas.
Cuando después de una buena media hora arribaron al rancho de las afueras donde había
ocurrido el suceso, ya el oficial había redactado in mente el informe que elevaría a las
autoridades sobre la inoperancia del comisario, sus arbitrarios procedimientos y su
inhabilidad para el cargo. Creía que era llegada la ocasión propicia para su particular
lucimiento y para apabullar con sus mayores conocimientos los métodos simples y arcaicos
del funcionario campesino Lo único que lamentaba era haber olvidado en la ciudad una
poderosa lupa que le hubiera servido de maravilloso auxiliar para la búsqueda de huellas.
Apenas a unos pasos de la puerta estaba el extinto de bruces contra el suelo.
—¡Andá!... —ordenó el comisario al cabo Leiva—. Abrí bien la ventana pa que dentre la
luz.
Éste lo hizo así y el resplandeciente sol tropical entró a raudales en la reducida habitación.
Don Frutos se inclinó sobre el cadáver y observó en la espalda las marcas sangrientas de
tres puñaladas que teñían de rojo la negra blusa del caído.
—Forastero... —gruñó.
Luego buscó un palillo y lo introdujo en las heridas. Finalmente lo dejó en una de ellas y
aseveró:
—Gringo...
Se irguió buscando algo con la mirada y, al no encontrarlo, dijo al cabo:
—Andá, sacale las riendas al rosillo que es mansito y traémelas...
Cuando al cabo de un momento las tuvo en su poder, midió con una la distancia de los pies
del difunto hasta la herida y, luego, haciendo colocar a Leiva a su frente, marcó la misma
sobre sus pacientes espaldas. En seguida alzó un brazo y lo bajó. No quedó satisfecho, al
parecer y, poniéndose en puntas de pie, repitió la operación.
—¡Ajá!... —dijo—. Es más alto que yo, debe medir un metro ochenta más o menos…
Inmediatamente inquirió de su subordinado:
—¿Estuvo el Tuerto ayer en las carreras?
—Sí, pero él pasó la tarde jugando a la taba.
—¿Y le jue bien?
—¡Y de no!... ¡Si era como no hay otro pa clavarla de vuelta y media!
¡Dios lo tenga en su santa gloria!... Ganó una ponchada de pesos... Al capataz de la
estancia, a ése que le dicen "Mister", lo dejó sin nada y
8. hasta le ganó tres esterlinas que tenía de ricuerdo; al Ñato Cáceres le ganó ochenta pesos y
el anillo'e compromiso.
—Güeno, revisalo a ver si le encontrás plata.
El cabo obedeció. Dio vueltas al cadáver y le metió las manos en los bolsillos, hurgó en el
amplio cinturón y le tanteó las ropas.
—Ni un veinte, comesario.
—A ver, vamos a buscar en la pieza, puede que la haiga escondido.
—Pero, comisario... —saltó el oficial—. Así van a borrar todas las huellas del culpable.
—¿Qué güellas, m'hijo?
—Las impresiones dactilares.
—Acá no usamos de eso, m'hijo. Tuito lo hacemos a la que te criaste nomás...
Y ayudado por el cabo y el agente, empezó a buscar en cajones, debajo del colchón y en
cuanto posible escondite imaginaron.
Arzásola, entre tanto, seguía acumulando elementos con criterio científico, pero se
encontraba un poco desconcertado. En la ciudad, sobre un piso encerado, un cabello puede
ser un indicio valioso, pero en el sucio piso de un rancho hay miles de cosas mezcladas
con el polvo: recortes de uñas, llaves de latas de sardinas, botones, semillas, huesecillos,
etc.
Desorientado y después de haber llenado sus bolsillos con los objetos más heterogéneos
que encontró a su paso, dirigió en otro sentido sus investigaciones.
Junto a la puerta y cerca de la ventana encontró una serie de pisadas y, entre ellas, la huella
casi perfecta de un pie.
—¡Comisario!... —gritó—. Hay que buscar un poco de yeso...
—¿Pa qué, m'hijo?
—Para sacarle el molde a esta pisada. El asesino estuvo parado aquí y dejó su marca.
—¿Y pa qué va a servir el molde?
—Porque gracias a una ciencia que se llama Antropometría — respondió despectivamente
y como dando una lección— de esa huella se puede deducir la talla de su dueño y otros
datos.
—No te aflijas por eso... El criminal es gringo, más o menos una cuarta más alto que yo, y
dejuro que ha de estar entre la peonada'e la estancia'e los ingleses...
—¡Pero...! —se asombró el oficial.
—Ya te explicaré más tarde, m'hijo. Estoy seguro que el tipo estuvo en la cancha'e taba y
vio cómo el Tuerto se llenaba de plata, después se le adelantó y lo estuvo esperando en el
rancho. Quedó un rato vichando el camino desde la ventana y después se puso detrás de
la
9. puerta. Cuando el pobre dentro le encajó una puñalada y en seguida dos más cuando lo vio
caído...
—Así es, don Frutos... —asintió el cabo—. Se ve clarito por las pisadas.
—Al verlo muerto le revisó los bolsillos, le sacó tuitas las ganancias y se fue... Pero ya lo
vamos a agarrar sin la Jometría esa que decías...
En seguida, dirigiéndose al agente que lo acompañaba, ordenó:
—Andate a lo del carnicero y decile que te dea un cuero de vaca y te emprieste el carro. Lo
traés al Aniceto pa que te ayude, lo envuelven al finao y lo llevan a enterrar... El pobre no
tiene a nadies que lo llore. Cuando venga el Paí Marcelo pa la Navidá, le haremos decir una
misa...
—Está bien, comisario...
Inmediatamente se volvió al oficial y al cabo y dijo:
—Ahora vamos pa la estancia... Se me hace que el infiel que hizo esta fechuría debe de
estar allí.
La estancia de los ingleses se encontraba más o menos a media legua del pueblo. Además
del habitual personal de servicio y peones, había en ella unas dos docenas de obreros
trabajando en la ampliación de una de las alas del edificio.
Interiorizado el administrador del propósito que los llevaba, hizo reunir, frente a una de las
galerías, a todo el personal. Hombres de todas clases y con los más diversos atavíos se
encontraron allí. Algunos con el torso desnudo brillante de sudor porque el sol ya
empezaba a hacerse sentir, otros en camiseta, blusas, camisas de colores chillones, un
inglés con breeches, un español con boina, un italiano con saco de pana, etc.
—Poné a un lado a los gringos y a los otros dejalos ir... —dijo don Frutos al oficial,
después de pasar su mirada por el conjunto, y se sentó con el dueño de casa a saborear un
vaso de whisky.
Arzásola, a su vez, trasmitió la orden.
—Los extranjeros que avancen dos pasos al frente.
Una decena de hombres se destacó de la masa. El oficial, entonces, dirigiéndose a los otros,
exclamó:
—Ustedes pueden retirarse.
Correntinos, formoseños, misioneros y de algunas otras provincias del norte se alejaron
murmurando entre dientes o contentos de verse libres de la curiosidad policial.
De pronto el cabo Leiva se adelantó hacia un mocetón de pelo hirsuto y tez cobriza que
había quedado con los demás.
—Y vos, Gorgonio, ¿qué hacés aquí?
—El oficial dijo que se quedásemos los estranjeros, pues...
—¡Qué pa vas a ser estranjero vos!... Usté sos paraguayo como yo, chamigo... Estranjero
son los gringos, los de las Uropas... ¡Andá de
10. acá y no quedrás darte corte! Y así diciendo, lo sacó a empellones de la fila.
Don Frutos, entonces, se acercó a los restantes y después de observarlos, dijo:
—Los dos petisos de la esquina y ese otro de boina pueden irse nomás...
Frente a él quedaron el inglés, un par de italianos, dos españoles y un polaco.
—A ver... —continuó—, muéstrenme la cartera o la plata que tengan.
En cinco manos callosas aparecieron carteras grasientas o pesos arrugados.
El inglés, sin inmutarse, advirtió:
—Mí no tener una moneda...
Al oírlo, Arzásola se acercó a don Frutos y le dijo suavemente:
—Está mintiendo, me parece... Debe ser él y seguro ha escondido lo robado. Lo habrá
hecho para recobrar sus esterlinas...
—No... —le respondió el superior—. Ese no puede ser... Mirále a los pieses...
El inglés permanecía firme y estático mientras los otros, inquietos, se asentaban ora sobre
un pie, ora sobre el otro.
—¿Ves, m'hijo? El "Míster" puede estarse mucho tiempo sin moverse, mientras el que
estuvo allá dejó el suelo como pisadero para hacer ladrillos...
Se acercó a los hombres silenciosos y les revisó el dinero sin decir palabra.
Se retiró unos pasos atrás y dijo al oficial:
—El polaco, el italiano pelo'e choclo y los dos gallegos no han estado en la tabeada...
—¿Cómo lo puede asegurar? Si ni siquiera los ha interrogado...
—¿No viste que la plata de ésos estaba limpita y lisa? La de los otros estaba arrugada y
sucia de tierra... Cuando puedas observar una partidita vas a ver cómo los tabeadores
estrujan los billetes, los hacen bollitos, los doblan y los sostienen entre los dedos, los tiran
al suelo, los pisan, los arrugan, etc. Uno de esos dos debe ser...
Se acercó de nuevo a la fila y pasándose el pañuelo por la cara dijo:
—Está apretando la calor, ¿no?
Miró al italiano de saco de pana y le aconsejó con tono paternal:
—Ponete cómodo... Sacate el saco...
—Estoy bien, gracias.
11. —Sacate el saco, te he dicho... —ordenó, entonces con rudeza, y luego siguió con aire
protector—: te va a embromar la calor si no lo hacés...
A regañadientes obedeció el otro.
Apenas lo hubo hecho cuando don Frutos indicó al cabo:
—¡Metelo preso!... Éste es el criminal...
Dando un rugido de rabia, el indicado metió la mano en la cintura y la sacó empuñando un
pequeño y agudo cuchillo, pero el cabo, con rapidez felina, se lanzó sobre él lo encerró
entre sus fuertes brazos mientras el oficial, prendiéndosele de la mano, se la retorció para
hacer caer el arma. En seguida, ayudado por los otros peones, lo maniataron y lo arrojaron
sobre un carro que le facilitó el administrador para llevarlo al pueblo. Don Frutos recogió el
saco del suelo, lo estrujó poco a poco como buscando algo y, luego, con el mismo cuchillo,
le descosió el hombro y allí, entre el relleno encontró escondidas las monedas de oro y el
anillo. Después volvió a la mesa a terminar su whisky y agradecer al dueño de casa su
colaboración, terminando lo cual la comisión montó a caballo y emprendió el regreso.
Una vez que el preso estuvo bien seguro en el calabozo, el comisario y el oficial se
acomodaron en la oficina
Arzásola, impaciente, preguntó:
—Perdón, comisario, pero ¿cómo hizo para descubrir al asesino?
—Muy fácil, m'hijo... Apenas le vi las heridas al muerto supe que el culpable era forastero.
—¿Por qué?
—Porque las heridas eran pequeñas y aquí nadie usa cuchillo que no tenga, por lo menos,
unos treinta centímetros de hoja. Aquí el cuchillo es un instrumento de trabajo y sirve para
carnear, para cortar yuyos, para abrir picadas en el monte, y adonde se clava deja un aujero
como para mirar del otro lado y no unos ojalitos como los que tenía el Tuerto. Después,
cuando le metí el palito adentro, supe por la posición que el golpe había venido de arriba
para abajo y me dije: Gringo...
—Cierto, yo lo oí... pero ¿cómo pudo saberlo?
—¡Pero, m'hijo! Porque el criollo agarra el cuchillo de otra manera y ensarta de abajo para
arriba como para levantarlo en el aire...
—¡Ah!
—Después medí la distancia de los pieses a la herida y la marqué en la espalda del cabo,
alcé el brazo y lo bajé, pero daba más abajo... Entonces me puse en, puntas de pie y me dio
más o menos. Por eso supe que el asesino era como cuatro dedos más alto que yo, y como
mí medida, asegún la papeleta, es de uno setenta, le calculé uno y ochenta...
—Sí, pero ¿cómo adivinó que había escondido las monedas y el anillo en el saco?
12. —Porque con el calor que hacía no se lo sacaba de encima. Pensé que debía tener algo de valor
para cuidarlo tanto y más me convencí cuando empezó a sacárselo y le vi la camisa pegada al
cuerpo por el sudor...
—Servite, m'hijo... Aquí vas a tener que aprender a tomarlo cimarrón. Arzásola lo aceptó y dijo:
—Creo que voy a tener que aprender eso y otras cosas más.
Lo vació de tres o cuatro enérgicos sorbos y lo devolvió al milico: luego, como la mesa empezaba a
tambalear nuevamente, tomó el libro de psicología y lo puso debajo de pata renga.
De Cuentos policiales argentinos, Editorial Alfaguara, Buenos Aires, Junio 1997.