1. Noviembre 24 de 2015
Una mujer, una madre, una maestra
Estoy aquí pensando en esto, ser mujer, ser madre y ser maestra ¿es acaso lo
mismo?, ¿tienen alguna relación? Definitivamente pienso que Dios me ha
bendecido desde que nací y aun hoy me continúa bendiciendo.
Tener la oportunidad de ser maestra, de compartir experiencias con otros
maestros y de cada día de mi vida aprender desde mi relación con los niños es
espectacular. Esa oportunidad de hace un mes de iniciar un nuevo proceso que ha
enriquecido mi vida, definitivamente estoy bendecida.
Les contaré un poco sobre mi experiencia “nueva”. Escuche muchas veces hablar
del proyecto tit@ en la institución, pero este solo era para los docentes de
secundaria y pensaba que bueno estar trabajando con secundaria para estar allí,
pero esa no era mi realidad, pues trabajo como docente de primaria. Pero como
Dios me bendice siempre, y de buena manera, con aquello que anhelo, hace tres
meses y algunos días una compañera me dijo que había una capacitación en tit@
para 6 maestros de la sede (Purificación Trujillo), 3 de la jornada tarde y 3 de la
jornada mañana pero que teníamos que asistir en la jornada contraria a la que
laboramos y pensé “se me presentan algunas dificultades ya que tengo
compromisos en mi jornada contraria”, pero es algo que deseo hacer , así que dije
sí, lo asumo.
De esta manera durante tres meses he dedicado parte de lo que soy, de lo que
tengo, de lo que hago, de mi tiempo, a aprender un poco más. Pensé al inicio que
la capacitación sería, como en la mayoría de las ocasiones, académica, pero al
iniciar y encontrarme con que era importante repensar sobre mi quehacer como
docente, sobre lo que soy, sobre lo que quiero, sobre mi familia, sobre mis
proyectos para de esta manera poder enriquecer mi labor como maestra, me
encantó y pensé “definitivamente tomé una buena decisión”. Cada día que se
avanzaba en el proyecto me motive pensando como esto va a aportar para
mejorar mis relaciones y los procesos de enseñanza y de aprendizaje con mis
estudiantes.
El proceso inicia con un grupo de maestros y maestras comprometidos y
dispuestos a nuevos aprendizajes con un maestro formador, Diego quien es
carismático, alegre y que con mucha delicadeza te lleva a realizar cada actividad,
me encanta esa capacidad de persuasión que tiene y pido a Dios porque se la
siga conservando. Al inicio nos relacionamos con los de nuestra sede, pero luego
2. mi maestro formador anuncio que él había conformado los grupos de trabajo y que
no se podía cambiar, se presentó una gran controversia pues la mayoría
pensábamos que se podría trabajar con las compañeras de la sede. Yo me dije
“esto es bueno”, “conocer experiencias desde otros maestros enriquece más los
procesos”, “dinamizar un trabajo con alguien que no conozco debe ser grato” y así
empecé a trabajar con Elsy Castrillón, una maestra con mucha experiencia y
enamorada de su labor como docente y con la profe Luz Ángela García una
maestra simpática dispuesta a aprender cada día más; empezamos a trabajar y de
pronto nos causó algo de angustia como hacer aquel trabajo que no alcanzáramos
en la jornada, pero como todo siempre me sale bien, logramos integrarnos y
cumplir con los trabajos en cada sesión. Dos sesiones más tarde, se integró al
grupo la profe Dora, una maestra dinámica y comprometida con su labor. El grupo
adquirió una dinámica distinta en la que tuve más empatía con la profe Elsy pero
integrada con todas.
Los aprendizajes a través de cada jornada han sido muchos, pues he podido
practicar sobre como subir los documentos al blog, y darme cuenta que es
importante estar alimentando esta herramienta que les sirve a mis estudiantes,
conocer sobre slideshare y como subir documentos en esta herramienta, pero
sobre todo como, desde slideshare, pegar hipertextos al blog, es algo nuevo para
mí. Organizar un ambiente de aprendizaje desde un trabajo colaborativo es una
experiencia que espero continuar aplicando en mi labor y fortalecer así, los
procesos de enseñanza e involucrarme en comunidades de aprendizaje será mi
nuevo reto.
Quedé un poco perdida con las tabletas, ya que fueron pocos los momentos en los
que pude “cacharrearlas” y siendo muy sincera todavía no comprendo en que
consiste este asunto de “gestión de cambio”, los jóvenes que fueron a cada sesión
estaban dispuestos a orientarnos, pero como siempre he dicho, orientar a un
maestro es lo más difícil que puede haber y en este caso, no fue la excepción
Con mis compañeras, trabajamos, nos reímos, compartimos, y disfrutamos cada
momento de esta capacitación, pero además aprendí y pude ver en ellas nuevas
formas de llegar a mis estudiantes y aportar para que ellos continúen en sus
procesos y así ayudar un poco a la formación de los ciudadanos del silgo XXI
Ha sido muy divertido estar en cada sesión y pensar en todo momento, “no me la
puedo perder”, esto me dice que es agradable estar cada martes en el proceso,
además reconozco que Univalle me trae hermosos recuerdos.
Pienso que comienzo un nuevo reto como mujer, madre y maestra, y es fortalecer
los procesos con los estudiantes, compartir un poco más con algunas personas y
darme la oportunidad de conocer a otros y continuar siendo ese ejemplo para mis
3. hijas. Dios me continua bendiciendo y yo seguiré recibiendo sus bendiciones, le
doy gracias por esta oportunidad de compartir con otros y de aprender
nuevamente que no estoy equivocada al decidir ser maestra, es hermoso
compartir con los niños y aportar para su formación esta es mi misión en la vida
“ayudar a los niños y niñas a encontrar a Dios en cada persona que ven y a tener
una relación con El y lo puedo hacer siendo maestra y compartiendo con ellos
cada momento”.
Martha Vicenta Cuero Vidal