1. TERCERA PARTE
CONCLUSION
Podemos concluir en que la autoestima no tiene un concepto único, hay distintas
maneras de entender y saber lo que éste significa. Puede entenderse en dos
niveles, la autoestima se puede ver reflejado en cada persona con el solo hecho
de observar un momento a una persona, sus actitudes su forma de expresarse
y de enfrentar las situaciones, se puede deducir su calidad de autoestima
En lo energético: es una fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, a
la ejecución, armonía de las funciones hacia el desarrollo, dota de organización
y direccionalidad en toda función y procesos que tenga, ya sean cognitivos,
emocionales o motores.
La autoestima es el sentimiento de valoración de nosotros mismos, de nuestra
manera de ser, de quienes somos nosotros, de todo lo que poseemos que forma
parte de nuestra personalidad, además es aprender a querernos y respetarnos
y sobre todo a aceptarnos como somos. Esto depende, también, del ambiente
familiar, social y educativo en el que estemos.
RECOMENDACIONES
Antes de nada, es importante tener en cuenta que hace falta mucha fuerza de
voluntad, además de persistencia para recorrer el camino del amor propio.
Querernos sanamente no es cuestión de momentos, sino un proceso que
comienza por un frente a frente con nosotros mismos para sincerarnos, ese en
el que descubrir no solo nuestras fortalezas sino también nuestros demonios. No
obstante, merece la pena. Porque no hay nada como abrazarse y ejercer como
sostén cuando llegan las tormentas.
Además, si no nos queremos a nosotros mismos, si no nos respetamos y
valoramos, difícilmente lo haremos con los demás o, al menos, no tanto como se
merecen. No olvidemos que el amor propio es el alimento que nutre para tratar
bien a los demás y a nosotros mismos.
ANEXOS