El documento describe la importancia de la comunicación efectiva entre profesionales de la salud y pacientes. La comunicación debe reconocer la individualidad de cada persona y brindar información de una manera respetuosa que genere corresponsabilidad. Una comunicación empática que escuche activamente los pensamientos y sentimientos del paciente puede ayudar a aceptar y enfrentar mejor la situación. Una mala comunicación que ignore la dignidad de la persona puede generar incertidumbre e inseguridad.