Por las almas tibias

1. Novena
a la Divina
Misericordia
del Diario de
Santa Faustina
Noveno día

2. NOVENO DÍA
Por las almas tibias

3. Rezar el Credo, un
Padre nuestro, un Ave
María.

4. Hoy, tráeme a LAS ALMAS
TIBIAS
y sumérgelas en el abismo
de Mi misericordia.
Estas almas son las que
más dolorosamente hieren
Mi Corazón.
A causa de las almas
tibias,
mi alma experimentó la
más intensa repugnancia
en el Huerto de los
Olivos.

5. A causa de ellas dije:
«Padre, aleja de Mí este
cáliz,
si es Tu voluntad.
Para ellas, la última tabla
de salvación consiste en
recurrir a Mi
misericordia.»

6. Oración:
Jesús piadosísimo,
que eres la compasión misma,
Te traigo a las almas tibias a la
morada de Tu piadosísimo
Corazón.
Que estas almas heladas que se
parecen a cadáveres y Te
llenan de gran repugnancia se
calienten con el fuego de Tu
amor puro.

7. Oh Jesús tan compasivo,
ejercita la omnipotencia
de
Tu misericordia y atráelas
al mismo ardor de Tu
amor y concédeles el
amor santo,
porque Tú lo puedes
todo.

8. El fuego y el hielo no
pueden estar juntos,
Ya que se apaga el fuego
o se derrite el hielo.
Pero Tu misericordia, oh
Dios,
Puede socorrer las
miserias aún mayores.

9. Padre eterno, mira
con misericordia a
las almas tibias que,
sin embargo, están
acogidas en el
piadosísimo Corazón
de Jesús.

10. Padre de la Misericordia,
Te suplico por la amarga
Pasión
de Tu Hijo y por Su agonía
de
tres horas en la cruz,
permite que también ellas
glorifiquen el abismo de
Tu misericordia...
Amén.

11. Valiéndose de un rosario, en
las cuentas grandes antes de
cada decena rezamos:
“Padre Eterno, te ofrezco: el
Cuerpo, la Sangre, el Alma y
la Divinidad de tu
Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, en
reparación de nuestros
pecados y los pecados del
mundo entero”.

12. En las diez cuentas
pequeñas en cada
decena rezamos:
“Por su dolorosa
Pasión, ten
misericordia de
nosotros y del
mundo entero”.

13. Al final; después de las
cinco decenas
rezamos:
“Santo Dios, Santo
Fuerte,
Santo Inmortal,
ten misericordia de
nosotros y del mundo
entero”.
(tres veces)

14. Oración:
“Expiraste Jesús pero tu
muerte hizo brotar un
manantial de vida para las
almas y el océano de tu
Misericordia inundó todo el
mundo".
"Oh fuente de vida, he
insondable Misericordia
Divina, inunda el mundo
entero derramando sobre
nosotros hasta tu última Gota"

15. Como jaculatorias finales
rezamos tres veces:
"Oh sangre y agua que
brotaste del Sacratísimo
Corazón de mi Jesús como
fuente inagotable de
misericordia:
Confiamos en Ti".

16. rezamos también tres
veces:
Sagrado Corazón de
Jesús:
en Vos Confío.

17. rezamos una vez:
Dulce Corazón de María:
Sed la salvación del alma
mía.

18. Y terminamos diciendo:
JESÚS CONFÍO EN TI.

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Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor de Jesús.