El documento describe cómo la crisis económica de 2008-2009 afectó gravemente al empleo en España. Las empresas redujeron sus plantillas para recortar costes, lo que provocó un aumento del desempleo del 14,5% y la pérdida de 450.000 puestos de trabajo. Los sectores más afectados fueron la industria, la tecnología, el comercio mayorista y minorista, y los servicios profesionales. La economía española sufrió su primer descenso desde 1993, con una caída del consumo privado del 2,