Cuadernillo para-primera-web

PREVENCIÓN DEL CONSUMO
PROBLEMÁTICO DE DROGAS

desde el lugar del adulto
en la comunidad educativa

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Presidenta de la Nación
Dra. Cristina FERNÁNDEZ

Ministro de Educación
Prof. Alberto SILEONI

Secretaria de Educación
Prof. María Inés ABRILE de VOLLMER

Subsecretaria de Equidad y Calidad
Lic. Mara BRAWER

Consumo Problemático de Drogas
Dra. Irene SACCONE
Lic. Susana RYAN

Colaboración Técnica
Lic. Ana CAMPELO
Claudia FAGABURU

2 - Ministerio de Educación de la Nación

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ÍNDICE

Presentación ..................................................................................................................... 5

Introducción ...................................................................................................................... 7

Capítulo 1: Algunos prejuicios y preconceptos .................................................................. 11

Capítulo 2: Información cierta y confiable ........................................................................ 15

Capítulo 3: Diferentes miradas, diferentes propuestas ...................................................... 19

Capítulo 4: ¿QUÉ PODEMOS HACER? La prevención en la escuela, la prevención
en la comunidad ............................................................................................................. 25

Palabras finales ............................................................................................................... 31

Bibliografía ...................................................................................................................... 33

Actividades ..................................................................................................................... 35

PREVENCIÓN DEL CONSUMO PROBLEMÁTICO DE DROGAS - 3

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PRESENTACIÓN
Hoy llegamos a los coordinadores de las colonias de vacaciones del receso de verano y de cam-
pamentos educativos y a los maestros y profesores que acompañan a los niños y jóvenes provenien-
tes de las distintas jurisdicciones, con un tema de importante dimensión en todo el país, el consumo
de sustancias psicoactivas, las llamadas «drogas».
Este material se inscribe en el marco de las acciones que estamos desarrollando ante un nuevo
desafío que asume el Ministerio de Educación: la prevención del consumo problemático de drogas
desde el ámbito educativo, con un enfoque integral que promueva la salud de todos.
Nuestro objetivo es hablar de salud, de proyectos, de realizaciones individuales y colectivas. No
queremos referirnos específicamente a las sustancias, porque entendemos que no es ése el camino.
Las aproximaciones y herramientas habituales de prevención basadas en un prohibicionismo a ultran-
za, que promueven el miedo, tanto a perder la libertad como a perder la salud y aun la vida, han de-
mostrado ser ineficaces a la luz de los resultados obtenidos hasta el momento.
Sabemos que la exclusión social, económica y cultural generan condiciones que claramente
predisponen para el abuso y la dependencia a las drogas. Desde el Estado nacional junto con los
Estados jurisdiccionales estamos luchando contra estas condiciones. El trabajo por la inclusión
educativa se inscribe en ese proyecto de país, y para ello resulta vital avanzar en la construcción de
vínculos significativos con los niños y jóvenes que posibiliten que los adultos construyan una es-
cuela donde se expliciten los problemas, los intereses y las necesidades juveniles. Sólo así podre-
mos desarrollar prácticas de cuidado de cada uno y de todos.
Para ello privilegiamos tener hacia cada niño, niña y adolescente una mirada y una escucha
activas. Se trata de percibir las necesidades que se plantean en cada uno de ellos, en la escuela y en
la comunidad donde ésta se halla inserta, reflexionar sobre demandas y trabajar en las dificultades
a partir de la participación de los jóvenes y de los adultos en proyectos de realización individual y
colectiva.
Queremos llegar a ustedes, con información cierta y confiable sobre las sustancias, sobre los
factores que intervienen en un uso problemático y con propuestas sobre lo que todos nosotros,
como parte de la comunidad, podemos hacer. Necesitamos hablar del tema, sin prejuicios ni tabúes,
desarmar preconceptos que nos inhabilitan para entender y, por lo tanto, reducen nuestra capaci-
dad de promover en los niños y jóvenes conductas saludables, para ellos y para toda la comunidad.
Consideramos que las colonias y los campamentos son un sitio privilegiado de interacción con
los niños y jóvenes por ser un lugar de juego, de recreación, de gran intercambio entre los alumnos,
y entre éstos con sus docentes. Un tiempo y un espacio donde los niños y jóvenes pueden plantear
inquietudes, dudas, fantasías y esperanzas, que pueden posibilitar un diálogo más abierto con los
adultos
Por último, esperamos que este cuadernillo colabore con la apropiación de una mirada diferente
sobre la problemática del consumo de drogas, que en alguna medida les facilite a los docentes el
ejercicio de un rol promotor de la salud, de la inclusión, de la vida.

Prof. Alberto E. Sileoni
Ministro de Educación de la Nación


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Introducción
El consumo de drogas es un tema que pre- establece entre el consumo de drogas y la adic-
senta múltiples aristas, y en tanto tal requiere ser ción, como así también la idea de que el consu-
abordado en forma interdisciplinaria, desde los mo de drogas genera necesariamente problemas
distintos campos del saber involucrados, evitan- para el usuario o en su grupo o comunidad.
do caer en explicaciones simplistas o determi- Del universo de personas que consumen sustan-
nistas, cuando no fuertemente connotadas por cias, una inmensa mayoría no incurrirá en con-
representaciones y prejuicios propios del “senti- sumos problemáticos, sólo en un grupo relati-
vamente pequeño en proporción al universo de
do común”. En sus problemáticas, intervienen fac-
consumidores el uso adquiere características
tores de orden individual y social, que no pue- problemáticas. 1
den ser considerados en forma aislada, sino que
requieren una mirada integral. Aspectos tales Y es precisamente en este grupo donde el
como las diferentes subjetividades y las condi- consumo atenta contra la salud y la construcción
ciones en las que ellas se producen, marcos éti- de proyectos de vida.
cos y culturales, conocimientos científicos social- Esta perspectiva reconoce que existe un uso
mente disponibles, marcos jurídicos, condicio- que puede ser problemático. Tales son los casos
nes socioeconómicas, entre otros, no pueden ser de consumos compulsivos, (un impulso irresis-
soslayados si se desea trabajar la problemática tible por consumir, que no puede dejar de reali-
con la complejidad que merece y exige. zarse y cuyo correlato es la adicción), pero tam-
De ello se desprende que es necesario supe- bién otros usos en los cuales no hay compulsión
rar, de manera crítica, las representaciones y los ni adicción, como por ejemplo el simple hecho
prejuicios sociales con los que habitualmente se de probar sustancias de alto nivel de riesgo para
tiñen los discursos sobre las drogas y sobre quie- la salud, sin información y sin precauciones, o la
nes las consumen, ya que suelen sustentarse en exposición a situaciones en las que el consumo
concepciones irracionales que, a su vez, gene- de por sí no sería problemático, pero que por la
ran discriminaciones de diversa índole. Resulta situación en la que se realiza o por la cantidad
imperioso reconocer que existe desinformación que se consume termina siéndolo, como, por
sobre esta problemática en la población en ge- ejemplo, el conducir un vehículo en estado de
neral, pero también entre docentes y profesio- ebriedad.
nales de la salud, lo que conduce muchas veces Ahora bien, así como con toda evidencia
a prácticas e intervenciones que pueden ser pro- existe un consumo problemático, no necesaria-
fundamente discriminatorias, estigmatizantes, mente todo consumo tiene estas características,
inconducentes, cuando no iatrogénicas. porque no se trata únicamente de las sustancias
En primer lugar, consideramos que debemos consumidas, sino del vínculo que los individuos
cuestionar la relación mecánica y directa que se establecen con ellas en un contexto determina-

1 Documento sobre Usuarios de Drogas y las Políticas para su Abordaje, del año 2009, elaborado por el Comité Científico Asesor
en Materia de Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, sustancias psicotrópicas y Criminalidad Compleja, del Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos.


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do. Y en este sentido, es preciso considerar con tural. Esto impactó en las instituciones propias
especial énfasis a los sujetos y ya no las sustan- de la modernidad: el Estado, la escuela y la fami-
cias, lo que permite inferir que la probabilidad lia, y en los modos en que sus actores se relacio-
de que se establezca una relación problemática nan entre sí.
con las drogas aumenta considerablemente en Estas instituciones tuvieron en su momento
sujetos que se hallan en situación de vulnerabi- alta eficacia en tanto reguladores simbólicos de
lidad bio-psico-social. los vínculos sociales. Tomemos por ejemplo la
Si se aborda la adolescencia en su dimensión escuela. La escuela de antes, en tanto que signi-
de construcción de identidad, autonomía y ejer- ficaba la promesa de un futuro mejor, tenía un
cicio de la ciudadanía puede afirmarse que los alto valor simbólico que otorgaba autoridad a la
jóvenes atraviesan una particular etapa de tran- figura del docente. En la escuela de hoy, las ba-
sición que los hace particularmente vulnerables ses mismas del ejercicio de la autoridad de los
y esta vulnerabilidad es mayor en los miembros adultos están siendo cuestionadas. Los disposi-
de este grupo etario que además son pobres.2 tivos que regulaban las relaciones entre los adul-
Entre estos últimos, las carencias y desven- tos y las nuevas generaciones han dejado de ser
tajas que son transitorias para otros se convier- significativos y, por lo tanto, efectivos.
ten en definitivas (exclusión de servicios de sa- Desde los años 60, el consumo de sustancias
lud, de educación, de acceso a bienes culturales psicoactivas ha ido en continuo aumento. Sin
y de acceso al mercado formal de trabajo entre embargo, es a partir de los años 90 que esta pro-
otras) y el vacío de derechos que enfrentan impi- blemática se convierte en una clara manifesta-
den la construcción de un proyecto de vida. La ción sintomática de malestar, asociándola pro-
realidad nos muestra que la población más ex- gresivamente y cada vez con más fuerza a otros
puesta o vulnerable al consumo problemático es conflictos sociales, tales como la violencia, la
cada vez de menor edad, más pobre y más des- deserción escolar, la delincuencia, el VIH SIDA.
protegida socialmente, y es la que padece ma- La forma que asume el rechazo social al au-
yor aislamiento social. El reconocimiento de su mento del consumo de drogas en la población
situación de vulnerabilidad de ningún modo juvenil surge de analizar el fenómeno de mane-
implica afirmar que el consumo problemático de ra aislada y parcial, sin considerar que el mismo
drogas es un asunto exclusivamente de los jóve- se da en un contexto caracterizado por el estí-
nes, ni de los pobres, ni de los jóvenes pobres. mulo de prácticas de consumo desenfrenado e
Por otra parte, no pueden estar ausentes a la indiscriminado, en el seno una sociedad que
hora de pensar esta problemática algunas re- precisamente tiene al consumo de bienes y ser-
flexiones acerca de las condiciones de produc- vicios como base de sustento económico y como
ción de subjetividad en nuestra época actual. fuente de su crecimiento. Cotidianamente, des-
En las últimas décadas, la aplicación de polí- de los medios masivos de comunicación y des-
ticas neoliberales produjo procesos de exclusión de los grupos de pertenencia, se fomentan la
que trajeron aparejada una importante fragmen- compra y el uso de bienes no estrictamente ne-
tación social y el aumento de la violencia estruc- cesarios, si no a efectos de “ser”, “pertenecer”,

2 Kessler, Gabriel, Sociologia del delito amateur, Buenos Aires, 2004, Paidós.


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en síntesis, “tener para ser”. Así, se promueve la Por otra parte, el aumento continuo del uso
satisfacción individual a partir de prácticas regi- de drogas se ha visto agravado con la búsqueda
das por la inmediatez, que cobran mayor enver- de salidas a través de respuestas penales y repre-
gadura ante un contexto de crisis de las figuras sivas, estigmatizando como delincuente a la per-
de autoridad y ante la dificultad de los sujetos sona consumidora, lo que conduce a mecanis-
para encontrar y orientarse por ideales. mos que en nada ayudan a una toma de con-
Por un lado, entonces, experimentamos esa ciencia global, porque sitúan el tema de tal ma-
presión, la presión para consumir cada vez más, nera que permite que se lo considere como un
pero por el otro, se pretende impedir un consu- problema de otros, alejado de lo cotidiano, so-
mo en particular, por juzgarlo como malo o da- bre el cual la sociedad en general no tiene nada
ñino para el individuo, para la sociedad toda. Esta que ver o nada puede hacer . En cambio, si se
actitud resulta claramente contradictoria, produ- toma en cuenta el consumo problemático de
ciéndose en consecuencia una evidente fractu- drogas en el día a día y se reconoce su difusión
ra entre un discurso y otro. Como sociedad, en distintas clases y estamentos sociales, éste se
estamos alentando el consumo generalizado de convierte en un verdadero problema social en el
todo tipo de bienes y servicios pero al mismo cual todos podemos y debemos tener participa-
tiempo intentamos prescribir el no consumo de ción.
las drogas, bajo el alerta permanente sobre los Con el fin de colaborar en la toma de con-
riesgos y daños de todo calibre que trae apareja- ciencia crítica por parte de la comunidad educa-
do, además de los castigos de toda naturaleza. tiva sobre el consumo problemático de drogas,
Y para ello, hacemos foco en los jóvenes sin iniciamos una serie de actividades entre las cua-
considerar lo involucrados que estamos los adul- les se encuentra la de difundir conceptos que
tos en esta contraposición entre el decir y el ha- creemos centrales a la hora de promover un es-
cer, entre el prescribir hacia los jóvenes el no pacio saludable para los niños y jóvenes de nues-
consumo, en tanto éste se realiza en la pobla- tro país.
ción adulta.


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CAPÍTULO 1: ALGUNOS PRECONCEPTOS Y
PREJUICIOS
Para poder pensar el tema del consumo de mos que es necesario reconocerlos y trabajar con
drogas en toda la complejidad que posee y apor- nosotros mismos a partir de su puesta en cues-
tar luego, desde el lugar que nos toca ocupar en tión, de someterlos al más riguroso análisis a la
la comunidad educativa, ideas y comportamien- luz de información científicamente validada.
tos que colaboren a reducir la problemática, Revisemos entonces, siquiera brevemente,
debemos primero despojarnos de ciertos prejui- los prejuicios y estereotipos más comunes y muy
cios y preconceptos muy arraigados en la socie- fuertemente arraigados que existen respecto del
dad. Éstos surgen de un gran desconocimiento, consumo de sustancias.
agravado por conocimientos falsos presentados
como validados, y por una aproximación super-
ficial y prejuiciosa a la temática. Lo grave de ello
es que estas representaciones sociales terminan ESTEREOTIPOS
marginando y responsabilizando a los individuos
o a las familias de comportamientos de los que, 1.Concepto monolítico de droga
como sociedad, también somos responsables.
El primer estereotipo se basa en el concepto
Estos estereotipos y prejuicios se encuentran de droga mismo. Se trata de considerar a las dro-
presentes y se sustentan en los diferentes enfo- gas como si fueran una sola, sin distinciones, sin
ques teórico ideológicos –que abordaremos y especificaciones, asignando una relevancia pre-
desarrollaremos más adelante en este material- y eminente a algunas de ellas (marihuana, LSD,
se trasuntan lógicamente en las estrategias de cocaína, etc.), y prácticamente excluyendo del
prevención que cada uno de ellos presenta. El concepto, a otras tales como el alcohol, los psi-
objetivo de este primer capítulo es que la comu- cofármacos, el tabaco, etc.).
nidad educativa adulta logre identificar los pre- Se agrupa entonces a los distintos tipos de
juicios y preconceptos articulados en los distin- sustancias bajo el concepto único de “droga”,
tos discursos y en las diferentes prácticas, para siendo ésta siempre prohibida. Subyace a este
reflexionar acerca de las propias actitudes y diri- prejuicio el criterio de legalidad o ilegalidad de
girlas a integrar y no a discriminar, a aclarar y no las sustancias, sin que tal distinción tenga fun-
ocultar. damento científico alguno, ni contemple el daño
Se entiende por prejuicio a un juicio emitido personal y/o social que produce, ni su mayor o
con anterioriodad a la consideración del cono- menor capacidad de generar dependencia. Son
cimiento cabal de un tema. Sabemos que mu- vistas como drogas sólo a las sustancias ilegales
chos de los obstáculos que debemos enfrentar y se las considera además en bloque como “la
para modificar las prácticas que no son efectivas droga”.
a la hora de prevenir el consumo problemático La ruptura de este estereotipo debería lograr
de drogas se relacionan con nuestros propios que no se hable de “la droga” sino, en todo caso,
prejuicios respecto del tema. Por ello, entende- de diversas sustancias con efectos distintos so-


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bre la salud y con formas de consumo perfecta- algo externo a la sociedad e “infecta al cuerpo
mente diferenciadas. social sano”. Por lo tanto, al tratarse de un mal
Incluso una parte de los expertos en el tema, que infecta a los sujetos, se produce la identifi-
incapaces de argumentar el absurdo que supo- cación de la “droga como enfermedad”, lo cual
ne unir lo que debería estar separado, es decir, resulta tranquilizador para la sociedad, ya que
atribuir a todas las sustancias los efectos de los
visualiza como causa de sus problemas a un
opiáceos, y separar lo que debería estar unido,
esto es, no considerar drogas a sustancias tales
agente externo, un agente extraño, tanto para el
como el alcohol o los psicofármacos, ha elabo- cuerpo social como para los propios sujetos que
rado otro tipo de explicación para mantener el “son infectados”.
mismo equívoco: las drogas legales no produ- Frente a la “epidemia” de la droga, la actitud
cen desviación. Tal como si la desviación fuese natural, siguiendo este eje de razonamiento, es
una cualidad, intrínseca a determinados actos la lucha contra el mal, la guerra contra las dro-
humanos y no el producto de un proceso inte- gas.
ractivo entre el sujeto y el contexto normativo La droga ha asumido el mismo papel que en la
que define sus acciones como aprobadas o des- Edad Media ocupaba la peste (la heroína ha sido
aprobadas.3 definida como “la peste blanca”), esto es, la de
La ruptura del bloque “droga” debería lograr un mal extraño, causante de un terror irracio-
también que se reconozca a las drogas legales nal que dirigía sus ataques contra el peligro del
contagio, dando caza a los posibles portadores
(tabaco, alcohol, psicofármacos) como posibles
de la enfermedad…5
causantes de consumos problemáticos. Se suele
considerar que las drogas ilegales producen una La identificación de la persona adicta a las
desviación social, mientras que las legales, como drogas con el enfermo, con el “drogadicto”, mu-
por ejemplo el tabaco, no lo hacen. Bajo esta chas veces considerado incurable, tiene además
afirmación, es necesario ver que “el tabaco no el efecto de situar al sujeto en un papel pasivo e
crea dificultades a la socialización precisamente irresponsable. Este lugar que se asigna al consu-
porque previamente ha sido declarado ‘dentro midor dificulta indudablemente su recuperación.
de la norma’, encontrándose socialmente acep- También es grave otro de los efectos que
tado”. 4 deriva de este estereotipo. Al considerar a las
drogas como demonios que infectan a los in-
2- Fetichismo o demonización de la dividuos, se juzga que es necesario aislar,
sustancia marginar y excluir a la persona que ha sido
contaminada, lo que agrava –de más está de-
El segundo de los estereotipos es el así lla-
cir- su problema.
mado “fetichismo o demonización de la sustan-
Identificándose en el rol del enfermo, el toxi-
cia”, y consiste en la identificación de “la droga”
codependiente no se ve obligado a escindirse,
con una especie de ente mágico, con propieda- toda su debilidad se proyecta hacia afuera, so-
des casi demoníacas. Ese ente aparece como bre el virus de la toxicodependencia, y él pue-

3 González Zorrilla, Carlos.»Drogas y control Social», en Poder y Control Nº 2, 1987, Barcelona, pp. 49 a 51.
4 González Zorrilla, Carlos. Op cit.
5 González Zorrilla, Carlos. Op. cit.


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de considerar su propia personalidad como uní- convertirse en una persona “hiperadaptada” a las
voca e integrada en todas sus partes. Es así como pautas de consumo del medio y a las normas
el toxicodependiente (...) puede considerar sus sociales que exigen un mayor rendimiento por
propias acciones más allá del propio control.6
parte del sujeto.
Tal y como se afirma en el Correo de la Unes-
co, en el año 1975: “No existen problemas de la
3- Problema de jóvenes juventud, sino la repercusión de los problemas
globales de la sociedad en los jóvenes”.
Por último, el tercer estereotipo es el que
La identificación de “las drogas” con los jó-
considera que el consumo de drogas es un pro-
venes oculta, además, el creciente consumo de
blema de jóvenes.
sustancias psicoactivas en la población adulta,
Asocia las drogas con la cultura juvenil y con
tanto el de las legales como el de las ilegales.
la desviación social. Este estereotipo identifica al
Por ello, el discurso de los adultos “sanos” ha-
consumo de drogas como la expresión de una
cia los jóvenes “enfermos” es rápidamente de-
actitud individual o colectiva de oposición a la
codificado por los adolescentes como una gran
sociedad y de afirmación de una cultura propia
hipocresía, desaprovechándose, de esta mane-
contestataria y al margen de las normas sociales,
ra, una excelente oportunidad de prevención.
actitud típica de la juventud.
Esta situación profundiza aún más la fractura
Sin embargo, hoy, el consumo de sustancias
que divide el discurso adulto del discurso ju-
psicoactivas se encuentra más relacionado con
venil. Estas posiciones, muchas veces encontra-
la pretensión de inclusión social en el marco de
das, obstaculizan la posibilidad de que adultos
los discursos del mercado de una sociedad con-
y jóvenes construyamos juntos una propuesta
sumista. Por ello, con frecuencia el consumidor
mejor.
ha dejado de ser una persona contestataria, para

6 González Zorrilla, Carlos. Op. cit.


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CAPÍTULO 2: INFORMACIÓN
CIERTA Y CONFIABLE
Comencemos por definir científicamente el
término droga. Droga es toda sustancia, que
poco tiempo después de ser incorporada en el Clasificación social de las drogas
organismo, produce una modificación de sus Por clasificación social de las drogas, se en-
funciones. (Organización Mundial de la Salud. tiende aquélla que la sociedad en un determina-
OMS). Por lo tanto y desde esta perspectiva que- do tiempo y lugar establece como tal. La clasifi-
da claro que son drogas muchas más sustancias cación social divide a las drogas en:
que las que habitualmente nombramos como LEGALES: son las socialmente aceptadas, de
tales. producción y distribución dentro del circuito
A partir de ahora, y porque es lo que habi- legal. Ejemplos de ellas son: el café, el mate, el
tualmente se considera al referirse al uso proble- tabaco, el alcohol. Dentro de las legales también
mático de drogas, nos referiremos a las drogas se encuentran los medicamentos, pero dado que
psicotrópicas, que son las sustancias que actúan algunos de ellos tienen requisitos para ser adqui-
sobre el sistema nervioso central, modificando ridos, se los diferencia como sustancias legales
las percepciones y/o las conductas. reguladas o bien intermedias (puesto que requie-
Si consideramos las sustancias psicotrópicas, ren de la intermediación de una receta debida-
psicoactivas o psicomoleculares (a veces mal lla- mente extendida por un profesional habilitado).
madas estupefacientes7) podemos afirmar que: ILEGALES: son las socialmente prohibidas. La
Existen muchos tipos de drogas. Además de producción y distribución de estas sustancias se
la marihuana, la cocaína, el paco, el LSD y otras. realizan a través de un circuito ilegal clandesti-
También son drogas el tabaco, el alcohol, las no. En nuestra cultura, por ejemplo, son drogas
pastillas para dormir, las anfetaminas. Algunas ilegales la marihuana8, el paco, el éxtasis, la co-
drogas son de origen natural, producidas a par- caína, el LSD, entre otras.
tir de vegetales (marihuana, alcohol) y otras son La clasificación social de la drogas no se en-
de origen sintético o artificial (ketamina, éxtasis) cuentra vinculada con las propiedades farmaco-
sin que esto implique que causen mayor o me- lógicas que éstas tienen ni con sus efectos sobre
nor problema al momento del consumo. el organismo. Es una clasificación cultural por lo
que la distinción entre drogas legales o ilegales
no es universal.

7 Los estupefacientes son un tipo de drogas psicotrópicas con efectos depresores sobre el Sistema Nervioso Central. Sin embargo
se utiliza el término genéricamente, en especial en el ámbito jurídico, como sinónimo de droga ilegal, Ej. de ello es la Ley penal de
estupefacientes vigente.
8 La Corte Suprema de la Nación en el fallo de agosto del año 2009 «A. 891 XLIV. Arriola, Sebastián y otros s/n 9080», considera
inconstitucional penalizar a alguien por consumir marihuana en el ámbito privado sin producir daños a terceros. La marihuana, por
lo tanto, no fue legalizada.


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Diferentes culturas permiten y prohíben dro- +Alucinógenos: las drogas alucinógenas son
gas diferentes. Así, podemos ver que hay drogas sustancias que alteran las percepciones, provo-
que son legales en una cultura y se encuentran can alucinaciones, pesadillas y desvaríos.
prohibidas en otra. En los países islámicos es muy Ej.: LSD (ilegal), cucumelo, peyote (plantas de
habitual fumar hachís, mientras que está prohi- crecimiento natural).
bido tomar alcohol, vale decir, exactamente al +Cannabinoides: las drogas de la familia de
revés de lo que ocurre en nuestra sociedad. los cannabinoides son sustancias que se sitúan
A veces tenemos la creencia de que si una a medio camino del efecto del alcohol y de las
droga es legal, no es dañina. Sin embargo, las drogas que afectan la percepción.
drogas socialmente aceptadas no siempre son Ej: marihuana, hachís (ilegales).
inofensivas y pueden causar daño dependiendo
de cuánto, cómo y dónde se las consuma. Ade-
más, es importante insistir y remarcar que se LOS CONSUMOS
puede padecer una adicción tanto a drogas le- Habitualmente tiende a identificarse al que
gales como a drogas ilegales. consume una droga ilegal con un “adicto”. Sin
embargo, hay diferentes tipos de vínculos de las
personas con las sustancias, y no todos ellos son
Clasificación científica de las drogas
adicciones, ni necesariamente problemáticos.
Si bien en cada cultura existe una clasifica- Por otra parte, así como entre el consumo de
ción social de las drogas (permitidas y prohibi- drogas ilegales y la adicción o el consumo pro-
das), hay además una clasificación científica, que blemático no hay una relación directa necesa-
no se basa en las costumbres ni en las percep- ria, en el mismo sentido cabe destacarse que el
ciones, sino en los efectos que las sustancias consumo de drogas legales puede ser adictivo o
producen al consumirlas. Todas las sustancias bien llevar a situaciones problemáticas.
psicoactivas* causan diferentes efectos en el Ante un determinado consumo, la posibili-
organismo, independientemente de que sean dad de generar mayor o menor problema para la
drogas prohibidas o permitidas. persona o para la comunidad está dada por el
Según esta clasificación farmacológica, las vínculo que la persona establece con la sustan-
drogas pueden ser depresoras, estimulantes, alu- cia en un determinado entorno. Por ello es ne-
cinógenos o cannabinoides. cesario preguntarse quién consume, cuánto con-
+Depresoras: las drogas depresoras son sus- sume, dónde consume, cuándo y por qué los
tancias que deprimen el sistema nervioso cen- hace.
tral, lo lentifican, lo sedan y provocan sueño. Analizaremos ahora los diferentes niveles de
Ej.: alcohol (legal), tranquilizantes (legal regu- consumo de acuerdo al vínculo que establece la
lada), opio (ilegal). persona con la sustancia: esta relación puede ser
+Estimulantes: las drogas estimulantes son sus- de uso, de abuso o de adicción. El hecho de que
tancias que aceleran al sistema nervioso central. la droga sea legal o ilegal tiene independencia
Provocan excitación, euforia y aceleramiento. respecto de esta clasificación.
Ej.: café (legal), anfetaminas (legal regulada), USO: Todas las personas utilizamos drogas,
paco o pasta base de cocaína (ilegal). cuando tomamos infusiones, cuando necesita-
mos medicamentos porque estamos enfermos e


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incluso cuando tomamos una copa de bebida Así como hemos visto que el hecho de que
alcohólica durante la comida. Tambien se pue- una droga sea legal o ilegal tiene independencia
de ser usuario de drogas ilegales. El uso de dro- respecto de la clasificación de acuerdo a los efec-
gas es simpre esporádico y ocasional. tos, también es independiente del vínculo del
Como de cualquier otra cosa, de las drogas sujeto con ella, y no se encuentra necesariamente
se puede hacer un uso correcto o incorrecto. relacionada con el consumo problemático, ya
Ahora bien, es preciso considerar que el uso que el mismo puede darse con el consumo por
esporádico también puede ser problemático. Un única vez de una droga, por ejemplo una intoxi-
ejemplo de ello lo constituye una persona que cación aguda por alucinógenos, o por alcohol o
eventualmente consume alcohol y que luego por una reacción adversa a un medicamento.
conduce un vehículo. Otro ejemplo es el caso Y en el sentido contrario, en las prácticas
de alquien que decide “probar” alguna sustan- definidas como uso y como abuso, se pueden
cia alucinógena (droga ilegal), exponíendose a verificar casos en los que no necesariamente se
los riesgos de sus efectos y a cantidades que incurre en situaciones riesgosas.
podrían derivar en una sobredosis. Cuando hay adicción a una sustancia, se pro-
ABUSO: mucha gente hace abuso de drogas duce también dependencia a ella. En estos ca-
sin saberlo o sin haber tomado conciencia de que sos, las drogas se tornan indispensables en la vida
lo hace. Abusar de drogas es, por ejemplo, to- cotidiana de quienes las consumen, no ya por el
mar un medicamento no recetado o en dosis placer de consumirlas, sino para evitar el displa-
mayores que la indicada; o beber alcohol en cer que su ausencia causa en la vida del consu-
exceso. Por lo tanto, el abuso puede darse con midor. Dependencia es el estado psíquico o físi-
sustancias tanto ilegales como legales. El abuso co, provocado por el consumo continuo y rei-
de drogas es, en general, consumirlas en exceso terado en el tiempo de una sustancia. Siempre
y con cierta periodicidad. Se caracteriza por la que se haya generado dependencia a una sus-
intencionalidad del vínculo, se consume “para tancia, ante la supresión del consumo se hará
lograr algo”, por ejemplo reducir la fatiga, mejo- evidente el síndrome de abstinencia o de retira-
rar el ánimo, divertirse, animarse. da.
ADICCIÓN: cuando alguien siente o cree Síndrome de abstinencia, síndrome de reti-
que no puede vivir sin una sustancia, y la utiliza ro o estado de necesidad: son los trastornos psí-
en forma permanente y de manera compulsiva, quicos y/o físicos que surgen al interrumpir la
sufre una adicción. Tienen adicción las perso- administración de una droga cuando existe en
nas que no pueden parar de consumir, que vi- el sujeto un estado de dependencia.
ven por y para las drogas. Existe drogadicción De acuerdo a lo que venimos desarrollando
cuando se tiene la necesidad inevitable de con- hasta ahora, ya podemos ver que si bien consu-
sumir alguna sustancia y se depende física y/o midores de sustancias somos todos, algunos de
psíquicamente de ella. Se puede tener adicción estos consumos se pueden tornar problemáticos.
tanto a drogas ilegales como legales.
No sólo se puede tener una adiccion a dro-
gas, tambien existen otras situaciones que pue- ADICCIONES
den ser consideradas adicciones: adicción a la Las adicciones siempre encubren situaciones
velocidad, a la comida, al juego, al trabajo, a de conflictos sociales, familiares y personales. En
comprar.


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general existen factores predisponentes y facto- miento adecuado y el conocimiento de que el
res desencadenantes. No es posible hablar de adicto es un hombre con derecho a un lugar en
“un motivo” de este tipo de consumo problemá- la sociedad. 9
tico, sino que suelen incidir una multiplicidad de El interjuego de los factores sociales, familia-
factores. res e individuales puede predisponer para la
Entre los factores que predisponen a la adic- emergencia de prácticas adictivas, pero en ge-
ción, podemos mencionar algunos, tales como: neral es necesaria, además, la aparición de algu-
Factores sociales: indiferencia institucional, na situación de crisis, de un “factor desencade-
ausencia de proyectos, falta de compromiso, nante”.
descreimiento. Estas situaciones críticas pueden ser diversas:
Factores familiares: dificultades para comu- frustraciones, problemas, carencias afectivas,
nicarse, ausencia de pautas y límites claros, falta crisis evolutivas, pérdida del trabajo, mudanza,
de momentos para compartir, poca contención. pérdida de un familiar, de un amigo, de la pareja,
Factores individuales: estructura psicobio- fracaso escolar, etc. Los factores desencadenan-
lógica de cada individuo. tes son situaciones que generan angustia y que
La adicción, como fenómeno contemporáneo, si no se elaboran adecuadamente pueden llevar,
a drogas no usuales (prohibidas) sólo puede ser como síntoma del problema no resuelto, a este
revertida si se ofrecen alternativas de inserción
tipo de consumo problemático de drogas. Es
adecuadas al adolescente, si éste percibe que
su proyecto vital tiene medios y fines, y si toda necesario entonces reconocer que la adicción
la sociedad desea encontrar en sí y desde sí las es la expresión de una conjunción de factores.
respuestas adecuadas a este verdadero desafío Tenemos que poder entenderla como el sínto-
por medio de la prevención primaria, el trata- ma visible que apunta a otra problemática.

9 Calabrese, Alberto. Extraído de la Conferencia dictada en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de
Tucumán, julio de 2009.


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CAPÍTULO 3: DIFERENTES MIRADAS,
DIFERENTES PROPUESTAS
Hemos visto los prejuicios y estereotipos que Mensajes como “no te dejes atrapar por la
existen en torno al consumo de drogas, y hemos droga” responden a este modelo.
revisado brevemente información científica so- Así caracterizado el problema, las acciones
bre las sustancias y el vínculo que los sujetos se orientan por lo tanto a controlar al agente cau-
establecen con las mismas. Analizaremos ahora sal “la droga”.
seis modelos en conceptualización de la proble- Este modelo tiene como ejes tanto el este-
mática del consumo de drogas, junto con las reotipo del concepto monolítico de droga como
estrategias de prevención que se desprenden de el de la demonización o fetichización de la sus-
cada uno de ellos. Los cuatro primeros son los tancia.
modelos clásicos o sectoriales; los dos últimos No es el sujeto que se dirige a las drogas, sino
realizan, a partir de los anteriores una síntesis o que son las drogas, las que poseerían el “poder
propuesta superadora. La revisión de estos mo- en sí mismas de dirigirse y atrapar, de poseer al
delos nos permite adentrarnos en las distintas individuo”.
estrategias que la sociedad ha adoptado para Desde esta perspectiva la persona, colocada
abordar el tema. Es necesario reconocer que se en un segundo plano, pasa a ocupar el lugar de
trata de temas polémicos, sujetos a diversas opi- objeto.
niones y ante los cuales, las propuestas de ac- Se produce una inversión lógica:
ción son no sólo múltiples, sino por lo general, Las drogas son vistas como sujetos y las per-
divergentes. sonas pasan a ser vistas como objetos. El objeto
Estos modelos analizan, cada uno desde su droga pasa a ser sujeto y el sujeto persona pasa
perspectiva, la interacción de tres elementos que a ser objeto.
intervienen en el consumo: la sustancia, la per- A las personas se las categoriza según entren
sona y el contexto. o no en contacto con “la droga”. Bajo el criterio
de legalidad. El consumidor de drogas (siempre
ilícitas) viola la ley, y es por lo tanto un trasgresor.
Modelo Ético Jurídico. En lo que concierne al contexto, éste se en-
El Modelo Ético Jurídico asigna a la sustancia carna en la norma, vale decir que lo social se
un lugar preponderante en la configuración del subsume a lo normativo, y así quedan claramen-
problema. La droga es pensada como sujeto, te delimitados dos ámbitos: el de los “normales”
como elemento activo y es definida a partir del y el de los “desviados”.
criterio de legalidad. Términos como ‘flagelo’, ‘delincuente’, ‘vicio-
Este modelo reconoce como droga sólo las so’ pertenecen a esta visión conceptual.
sustancias ilegales, a las que asigna el rol de Este modelo se denomina ’ético’ pues de las
agente causal del “problema drogas”. Se habla máximas que lo componen se desprende una
de “la droga”, y la sustancia es vista casi como valoración de la conducta: prescribe lo que está
un ser poderoso con capacidad de captar con- bien y lo que está mal.
sumidores.


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Si uno asume la perspectiva de este modelo, preventores más prototípicos de este modelo son
afirmará: CONSUMIR DROGAS ESTÁ MAL. los agentes de seguridad.
El término ‘jurídico’ alude al mandato social
encarnado en la norma, cuya trasgresión impli-
ca una sanción: el consumidor se convierte, en- Modelo Médico Sanitario
tonces, en delincuente. El Modelo Médico Sanitario, al igual que el
Pero surge aquí una paradoja. Ya vimos que anterior, también pone el acento en la sustancia,
la droga es el sujeto activo y la persona, una mera pero entendida ahora como agente causal de
víctima de esa sustancia poderosa. Sin embar- enfermedad. El consumidor de drogas ya no es
go, al violar la norma, el consumidor de drogas visto como delincuente, sino como enfermo. Se
es considerado culpable. Por lo tanto, una per- trata de una persona que estaba sana, y que se
sona es víctima (en tanto objeto) y culpable (en enfermó a causa de las drogas. La identificación
tanto sujeto de la trasgresión) de la misma situa- del agente ya no se producirá por criterios nor-
ción. Ésta es una contradicción interna del mo- mativo – morales, sino en función de su toxici-
delo. dad o potencial adictivo.
Otra característica de este modelo es que se Bajo este modelo se consideran drogas tanto
maneja con pares antitéticos absolutos: bueno/ las ilegales como las legales, por lo que incluye
malo, sano/enfermo, permitido/prohibido y nor- también como problema el consumo de tabaco,
mal/desviado. alcohol y medicamentos. La distinción que se
En efecto, el discurso preventivo que resulta hace de las sustancias tiene que ver con sus efec-
de este enfoque enfatiza que el uso de drogas es tos y se diferencian entonces las drogas blandas
ilegal y moralmente malo. Se propugna la prohi- de las duras, de acuerdo a su mayor o menor
bición, se orienta directamente a evitar el consu- toxicidad.
mo de drogas prohibidas, es decir, es una pro- Desde el punto de vista preventivo se aborda
puesta abstencionista. Se enseña sobre las pe- el tema desde una perspectiva médico epidemio-
nalidades para el trasgresor centrándose en la in- lógica, analogando la drogadicción con una
formación acerca de las sanciones jurídicas y enfermedad infectocontagiosa, donde la droga
morales. En consecuencia, el elemento disuaso- es el agente causal, como si fuera un ser vivo
rio para el consumo será el miedo: “Miedo a la capaz de contaminar al sujeto (huésped) en caso
sanción, miedo a perder la libertad” de que el contexto lo torne vulnerable.
Se refuerza el concepto de autoridad que le- Siguiendo la lógica habitual de prevención de
gisla y sanciona, y bien puede tratarse de la au- las enfermedades infectocontagiosas, nos remi-
toridad del Estado, o de la del grupo social o la te a la tríada ecológica constituida por el agente,
familia. La prevención se asimila al control: el huésped y el contexto.
“¿Sabe usted donde está su hijo ahora?”. Esta perspectiva está presente en el imagina-
Para graficar las prácticas de prevención de rio colectivo y se expresa en frases tales como:
este modelo, podríamos mencionar la realización “El problema son las malas juntas…” o “la man-
de conferencias en los colegios coordinadas por zana podrida…”
personal policial, dónde se explican los alcan- Por otra parte, este modelo, al igual que el
ces de las leyes, se habla de los trasgresores y de Ético Jurídico, tiene como eje el estereotipo de
las sanciones de las de que son pasibles. Los demonización o fetichización de la sustancia.


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En relación con el contexto, lo que interesa- cucha “la droga mata”, considera que se le ha
rá determinar son los grados de vulnerabilidad, mentido. Cuando se dice por ejemplo que con-
por lo que se introduce la preocupación por los sumir un cigarrillo de marihuana produce esterili-
factores de riesgo y se identifican algunas po- dad, en lugar de decir que años de consumo cró-
blaciones de riesgo, los niños y jóvenes, por ex- nico de marihuana la pueden producir, los jóve-
celencia. De esta manera llegamos al tercer este- nes sienten que se les miente. El efecto de esto es
reotipo ya mencionado, el estereotipo que con- que el mensaje pierde credibilidad, lo cual difi-
sidera que éste es un de problema de jóvenes. culta entonces la posibilidad de comunicación.
Este modelo inscribe a la prevención en el Si el emisor “miente” el receptor “no escucha”.
campo de la salud pública y su objetivo es evitar
el consumo de drogas al igual que el anterior es
abstencionista. El elemento disuasorio vuelve a Modelo Psico-Social
ser el miedo, pero no ya a través de la amenaza El Modelo Psico Social es mucho más mo-
de sanción, sino mediante la información de los derno que los dos anteriores, ya no pone el acen-
daños producidos por el uso de drogas. En efec- to en las sustancias, sino en el sujeto que la con-
to, en este modelo el mensaje da gran importan- sume. Introduce un ordenamiento distinto en la
cia a una exhaustiva descripción de los efectos interacción sustancia - persona – contexto. El eje
de cada una de las sustancias en el organismo, de la causa del problema es desplazado de las
su aspecto, la forma de presentación, el color, el drogas a la personas: el protagonista es ahora el
olor, los peligros. La amenaza no se cierne ya sujeto, es el individuo.
sobre la libertad, sino sobre la vida misma. Por Al no poner el acento en las sustancias, no
lo tanto, las frases representativas serán del tipo: se distingue entre sustancia lícitas e ilícitas, ni
“vida o droga”, “la droga mata”. entre drogas blandas y duras. Aquí, lo importan-
Se recomienda que las personas reconozcan te será el tipo de vínculo que una persona esta-
las sustancias, y también que detecten la presen- blece con la sustancia, cualquiera sea su status
cia de un consumidor. “¿Cómo me voy a dar legal o farmacológico.
cuenta si mi hijo se droga?” Al poner el énfasis en la relación de las per-
La actividad preventiva típica de este mode- sonas con las drogas, son considerados los con-
lo es la charla o conferencia dictada, en general, ceptos de uso, abuso y adicción, reconociendo
por un médico que marca con claridad su lugar como uso problema a las dos últimas categorías.
de especialista, “el que sabe”, en relación asimé- Es decir que en el Modelo Psico Social no se
trica con un público que “no sabe”, asumiendo considera especialmente si una persona consu-
ante todos su rol del experto en drogas. me cocaína o alcohol, sino que se presta aten-
Si se asume la perspectiva de este modelo, se ción a si ese consumo es esporádico, ocasional,
afirmará: CONSUMIR DROGAS HACE MAL. reiterado o compulsivo.
Uno de lo peligros en este enfoque consiste Al igual que en el modelo anterior, se consi-
en que con frecuencia al sobredimensionar los dera enfermo al consumidor abusivo o compul-
efectos tóxicos de las sustancias con el objetivo sivo, pero una persona ya no se enferma por
de asustar más para disuadir más, lo que se ob- consumir drogas, sino que la enfermedad es pre-
tiene es la pérdida de credibilidad del mensaje. via al consumo: porque estaba enfermo consu-
Cuando una persona consume sustancias des- me drogas. Aquí, entonces, el consumo será leí-
de hace un cierto tiempo, sin sentirse mal, y es- do como síntoma de una enfermedad previa.


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Recordemos que los dos modelos anteriores junto, sino a un curso en particular, ya que el
consideraban que el consumo se producía por universo de estas propuestas es micro grupal.
haber entrado en contacto con las drogas; en
cambio en este enfoque la causa del consumo
es la existencia de conflictos del sujeto con su Modelo Socio-Cultural
medio microsocial, los grupos de pertenencia y Para el Modelo Socio Cultural, el contexto es
de referencia, con especial énfasis en la familia y el eje del problema y por lo tanto, la lectura se
el grupo de pares. El sujeto corta los canales de efectúa desde una dimensión macrosocial. Es en
comunicación, se aísla y en ese aislamiento ex- el medio social donde deben buscarse las cau-
presa su enfermedad a través del consumo de sales del consumo de drogas, entendiendo por
sustancias. La adicción no es la enfermedad, sino social a la sociedad toda.
la manifestación de un trastorno psíquico. El Aquí se toman en cuenta las características
consumo de drogas sera entonces el síntoma de de la estructura social, señalando los rasgos de
una enfermedad psíquica. la sociedad contemporánea y definiendo como
Si se asume esta perspectiva, se afirmará: determinantes los factores culturales y socio-eco-
CONSUME PORQUE TIENE PROBLEMAS FAMI- nómicos. Es la presión ejercida por estos facto-
LIARES. res sobre el individuo lo que conduce al consu-
En consecuencia, la prevención no recono- mo de drogas, leído éste como forma de evadir-
ce como propósito exclusivo evitar el uso de se de una realidad que es vivida como insopor-
drogas, sino intervenir en la modificación de table.
actitudes y comportamientos. La propuesta no es “La droga como evasión de la realidad”
abstencionista, sino que consiste en una preven- Nuevamente aquí aparece la caracterización
ción inespecífica, que incluye acciones tendien- del uso de drogas como síntoma, pero no ya en
tes al desarrollo de actitudes de autocuidado y términos psicopatológicos, sino sociales, como
al mejoramiento de las relaciones interpersona- manifestación de las “disfunciones” del sistema.
les. La prevención deja de apuntar únicamente El consumo de drogas será, entonces, un sínto-
al tema drogas para inscribirse en un marco más ma social.
amplio, en el campo de la salud mental. Este enfoque comenzó a tener vigencia a ini-
La transmisión de información no es la tarea cios de los años ‘70, admitiendo dos vertientes,
principal, sino que se trabaja a partir de técnicas según se tratase de los países centrales o perifé-
que mejoren la comunicación intra e intergru- ricos.
pal, que refuercen la autoestima y favorezcan la En el caso de los países centrales, la lectura
asunción de nuevos roles. El supuesto que fun- se circunscribe a los jóvenes, y el uso indebido
da y sostiene estas prácticas de prevención ines- de drogas constituye el síntoma evidente de una
pecífica afirma que la disminución de las situa- patología social característica de las sociedades
ciones de conflicto individual y grupal reducirá industriales, cuyo desarrollo obstaculiza el ver-
la demanda de drogas junto con otras proble- dadero florecimiento de la personalidad juvenil.
máticas (violencia, fracaso escolar, etc.). Surge la Se acuña el concepto de inadaptabilidad de los
figura del Tallerista, quien tendrá por función ten- jóvenes a las condiciones sociales. Consumir
der a facilitar la comunicación del grupo. En el drogas es síntoma de una sociedad en crisis. No
caso de la institución educativa, el proyecto no se trataría de enfermos como en el modelo ante-
se dirige a la comunidad educativa en su con-


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rior, sino de individuos a los que la sociedad no su trabajo, se inició en Latinoamérica un análisis
les ha permitido desarrollarse plenamente. crítico de los enfoques vigentes.
En el caso de los países periféricos, el mode- El FAT (Fondo de Ayuda Toxicológica) de
lo socio cultural no asoció las drogas a una acti- Buenos Aires presentó ese mismo año el Mode-
tud contestataria juvenil, sino las drogas a la po- lo Ético Social a la UNESCO. Su perspectiva, ins-
breza. Esta perspectiva remite la prevención al cripta en una sociología crítica, no niega la vali-
campo de la acción social, reivindicando el me- dez de los enfoques parciales anteriores, sino que
joramiento de las condiciones de vida. los integra en una síntesis superadora. Este mo-
Si se adoptara este enfoque, se podría decir: delo se refiere a la problemática del uso indebi-
CONSUME PORQUE SE QUEDÓ SIN TRABAJO. do de drogas y toma en cuenta no sólo la inte-
Este modelo es muy interesante porque cuenta racción de la tríada sustancia-persona-contexto,
con una rica y acertada fundamentación teórica sino también la preocupación por la existencia,
de tipo sociológico, pero no es aplicable en pe- por el sentido de la vida.
queños grupos ya que apunta a condicionantes Considera que la enseñanza para la preven-
estructurales. ción de la drogadicción necesita de un “hilo
Un proyecto preventivo construido desde conductor” a partir del cual la complejidad de
este enfoque tendría como objetivo mejorar las los análisis adquiera sentido.
deficiencias de la calidad de vida de las perso- Para determinar los alcances de una “ética
nas desde una perspectiva macro-social, y re- social” afirma que es necesario construir un
queriría por lo tanto, la intervención en las polí- proyecto grupal.
ticas globales del Estado, orientándolas a mejo- Plantea una ética social a partir de la cual es
rar las condiciones de vivienda, de empleo, de factible conducir un fenómeno o proceso histó-
acceso a la salud, la educación, la cultura, etc. El rico, sin dejar de lado la multiplicidad de signifi-
proyecto abarca a la sociedad toda y puede tra- caciones que de por sí implica el análisis de la
tarse, por ejemplo, de un plan nacional de alfa- drogadicción en el mundo actual.
betización, de planes de construcción de vivien- Tiene como premisas:
da, de generación de empleos, etc. 1) La felicidad es producto del tiempo creador.
La propuesta de prevención en los países 2) La enseñanza preventiva en drogadicción
económicamente más desarrollados, en cambio, debe dirigirse, preferentemente, a los educa-
consiste en orientar o promover la búsqueda de dores y padres.
estilos de vida alternativos. 3) La metodología de enseñanza debe tender a
un “circuito de aprendizaje” que posibilite el
desarrollo de un proyecto común entre edu-
El Modelo Ético Social 10 cadores y alumnos.
En 1975, Helen Nowlis sistematizó los cua-
tros modelos hasta aquí descriptos. A partir de

10 Un grupo de profesionales de FAT, bajo la dirección del Prof. Dr. Alberto I. Calabrese, desarrolló el «modelo ético social». Dicho
modelo fue presentado ante la UNESCO y recomendado por este organismo internacional como modelo de prevención primaria
aplicable a Latinoamérica, y en especial a la República Argentina, en lo concerniente a la educación relativa a las drogas.


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Modelo Multidimensional11 to (reducción del consumo de drogas), sino como
un replanteo global del lugar desde el cual el
El Modelo Multidimensional considera el
conjunto social encara la comprensión y la re-
consumo como un proceso multidimensional en
solución de sus problemas.
el que interjuegan la sustancia (elemento mate-
Por esto la prevención no se postula como
rial), los procesos individuales del sujeto (su po-
una “lucha en contra de”, sino como “promo-
sición en relación con la sustancia) y la organi-
ción”: promoción de alternativas, de protagonis-
zación social en que se produce el vínculo de
mo, de fortalecimiento de redes sociales, sentan-
los dos elementos anteriores, incluyendo las di-
do sus postulados básicos en:
mensiones política y cultural. Se analizan los fac-
el compromiso ético.
tores de riesgo y de protección como condicio-
la participación.
nantes que pueden, aunque no necesariamente,
la recuperación del sentido, siendo el tiem-
incidir en el consumo.
po libre el ámbito privilegiado por su posibilidad
Por lo tanto, el modelo preventivo apunta a
creadora.
la interrelación dinámica entre las características
la construcción de un proyecto personal y
individuales, las del entorno cercano (familia,
articulado en lo grupal y social.
grupo de pares, etc.) y las del entorno macroso-
La escucha como posibilitadora.
cial.
La responsabilidad individual y social.
La noción de prevención tradicional se am-
Siguiendo a estos dos modelos es que nues-
plía con la educación preventiva, que incluye la
tro enfoque plantea para la prevención una in-
prevención no específica, entendida como pro-
tencionalidad transformadora al problematizar el
moción comunitaria.
significado social del consumo de drogas.
En lo metodológico postula una dinámica
Incorpora así la necesidad de articular accio-
eminentemente participativa, circular, tendiente
nes interdisciplinarias e intersectoriales, reivin-
a la elaboración de un proyecto grupal. Esto sólo
dicando el protagonismo de todos los actores
puede concretarse a partir de promover y poten-
sociales. La prevención no distingue entre “pre-
ciar los proyectos individuales, inscribiéndolos
ventores y desprevenidos”; la trama social se
al mismo tiempo en un proyecto común.
fortalece o se debilita merced a una acción con-
La propuesta de este modelo es la de operar
junta.
sobre la comunidad fomentando su integración
De allí que intentar una aproximación al tema
en un proyecto solidario, alentando el trabajo en
implica necesariamente prestar atención a los
red en beneficio de la comunidad toda. Un pro-
diversos mecanismos sociales puestos en juego
yecto preventivo construido desde este enfoque
y develar qué hay “más allá” de la percepción
tiene como objetivo el logro de la participación
social generalizada.
de la comunidad en actividades tendientes a la
Desde esta conceptualización, la prevención
autogestión.
no se concibe únicamente como una actividad
linealmente orientada a la búsqueda de un efec-

11 La Lic. Graciela Touzé desarrolla ampliamente este modelo en «Prevención de Adicciones, un enfoque educativo», 2005,
Editorial Troquel.


mara.pmd 24 15/12/2009, 13:23

CAPÍTULO 4: ¿QUÉ PODEMOS HACER?
Prevención en la escuela, prevención en la comunidad

La prevención es la preparación y disposi- de objetos. Una vez adquirido un conocimiento
ción que se hace anticipadamente para evitar un serio sobre las sustancias, podremos adentrarnos
riesgo; es anticiparse a la aparición de un fenó- en las múltiples causales que inciden en el con-
meno por medio de la intervención sobre sus sumo, en los consumidores. Los problemas re-
causas. lacionados con el uso de sustancias no deberían
Es por ello que las causas que sean asigna- abordarse como problemas legales, ni médicos,
das a los usos problemáticos de drogas determi- ni psicológicos (aunque pueda ser necesario
narán los modelos de prevención que las guían. ahondar en éstas y otras perspectivas para com-
Las miradas parciales o clásicas de prevención prenderlos) cuando el escenario en el que se des-
se centran en la advertencia y basan la propues- pliegan es el comunitario.
ta preventiva en informar sobre las consecuen- Por esta razón, entendemos que nos halla-
cias y los daños del consumo de drogas. Es una mos frente a problemas que surgen y se expre-
prevención diseñada sobre la base de modelos san en la interacción entre personas, cuya diná-
cargados de prejuicios, que se viene utilizando mica está atravesada por factores personales,
desde hace más de 50 años y ha demostrado sociales, organizacionales. De allí la necesidad
claramente su ineficacia: vemos que el consu- de ejercitar prácticas de opinión, de escucha, de
mo de sustancias psicoactivas continúa en au- respeto por la palabra de otros, para poder pen-
mento a pesar de los denonados intentos de sar y aceptar propuestas diferentes a las propias,
advertir sobre “los males que las drogas causan”. con distintos valores y creencias. Estas alternati-
Justamente ante el rotundo fracaso que han vas de acción brindan la posibilidad de construir
tenido las estrategias prohibicionistas, realizamos respuestas institucionales coherentes que cuiden
otra propuesta. Estrategias que podrían ejempli- a las personas pertenecientes a la institución,
ficarse a través de consignas tales como “Decile saliendo de las habituales conductas de obede-
no a la droga”, “Droga o vida” o “Por un mundo cer o transgredir.
sin drogas” implican un tratamiento indiferencia- En los últimos años se le ha asignado a la
do sobre cualquier tipo de droga, sin tomar en educación un lugar privilegiado en toda acción
cuenta la relación que el sujeto establezca con preventiva. En el caso del consumo problemáti-
la misma, terminan, como ya hemos señalado, co de drogas, también consideramos que la es-
conduciendo a la pérdida de credibilidad del cuela es una institución que mucho tiene por
mensaje. hacer para el cuidado de los jóvenes, por ser el
Nuestra tarea busca en definitiva desalentar lugar donde niños y adolescentes pasan la ma-
cualquier tipo de consumo problemático pero, yor parte de su día, por ser el espacio en donde
por sobre todo, promocionar la salud, el cuida- se vinculan socialmente con su grupo de pares y
do del cuerpo y la construcción de proyectos de con los adultos, por ser un proyecto de realiza-
vida significativos. ciones o fracasos, por ser en definitiva el sitio
Para ello creemos que hay que desacralizar donde pueden empezar a construir proyectos de
las drogas, ponerlas en su verdadera dimensión vida.


mara.pmd 25 15/12/2009, 13:23

Y al entender el tema de las adicciones como - ayudar a que desarrollen valores firmes y po-
una problemática social, construir y defender sitivos.
- ofrecerles modelos saludables.
espacios de salud se convierten en un verdade-
- fomentar que adultos y jóvenes formen parte del
ro desafío comunitario, del que la escuela debe
proceso de tomar decisiones.
ser protagonista.
Así entendida, la prevención es promoción:
La clave en cada caso se encuentra en una
se trata de lograr una situación útil para la satis-
movilización solidaria, creativa, que recree lazos
facción de la salud y de las apetencias en fun-
afectivos y aglutine transformando esta situación
ción de la posibilidad de construir un proyecto
que, de no ser conjurada por propuestas de la
vital. Prevención no es prohibición ni adverten-
comunidad, sólo daría lugar al miedo y a la ino-
cia, sino posibilidad.
perancia.
Necesitamos prestar atención a:
• Saber escuchar para captar las verdaderas de-
¿Qué podemos hacer para prevenir? mandas.
Abordar las temáticas del consumo de sus- • Fortalecer nuestro criterio y el de todos aquellos
que necesiten de este esfuerzo preventivo.
tancias no implica entonces, solamente actuali-
zar información sobre las drogas, sino discutir y En cada comunidad encontraremos distintas
dar lugar a aprendizajes más globales e inespe- pulsiones y necesidades que requieren tanto de
cíficos referidos a formas alternativas de organi- la imaginación del docente como del alto grado
zar las experiencias de un modo más saludable. de participación del grupo para elegir los tipos
Esto compromete procesos a más largo plazo, ya de acción que la comunidad necesita. Puede tra-
que incluye el trabajo con valores, actitudes, tarse de organizar un taller que libere a los parti-
comportamientos. Se trata de la construcción de cipantes de ciertas maneras del prejuicio; de un
una “cultura del cuidado”, como la instauración taller creativo, de una acción recreativa; de un
progresiva de reglas de juego que posibilitan una microemprendimiento que canalice funciones
mejor calidad de vida institucional. laborales, o aquellos otros que surjan como de-
Es importante: manda del grupo.
- conocer la problemática de las drogas. Esto no implica que dejemos de lado la res-
- hablar del tema con nuestros alumnos. puesta adecuada a las preguntas concretas so-
- participar y fomentar la participación y el de- bre las sustancias y su ingesta, pero lo que cam-
bate en todos los ámbitos donde desarrolle- bia es el marco. Y esto es muy distinto a empezar
mos nuestras actividades. y terminar con las sustancias. La clave más im-
- asumir y fomentar la asunción de un verdade-
ro protagonismo
portante es que las drogas no deben ser las pro-
- escuchar y tener en cuenta las demandas de tagonistas. El desafío mayor es la responsabili-
nuestra comunidad. dad, la autodeterminación, el contacto con el
- formar a los niños y jóvenes para que desarro- otro, el compromiso con la realidad y con la gente
llen un estilo de vida positivo, saludable y y el darse cuenta, además, de que no hay una
autónomo.
fórmula para hacerlo. Se trata de una prevención
- fomentar en los jóvenes la autodeterminación,
la responsabilidad y la confianza en sí mis-
inespecífica que genere hábitos y conductas sa-
mos. ludables y la posibilidad de establecer proyec-
tos individuales y colectivos.


mara.pmd 26 15/12/2009, 13:23

Todo ello combinado con el hecho de soste- • Fomentar conductas saludables en la co-
ner nuestro rol de adultos, nuestro rol docente. munidad.
Escuchar y posibilitar no implica ser “pares”, • Formar distintos agentes sociales en mate-
“compinches”, “amigos”, sino conservar un lu- ria de prevención del consumo problemático de
gar de saludable asimetría. El rol del docente drogas.
como guía, como maestro. • Mejorar, canalizar y aumentar las activida-
des de ocio y tiempo libre.
• Promocionar prácticas de cuidado de uno
Principales agentes preventivos mismo y de los otros
Así como hay factores que predisponen y
desencadenan el uso problemático de sustan- Es interesante repensar como docentes térmi-
cias, también hay factores preventivos. Los prin- nos tales como salud, norma, utilización del
cipales son la familia y la comunidad. tiempo libre.
La idea es abrir un espacio de reflexión para
La familia: el docente, que muchas veces se siente solo, ais-
• Sirve de modelo para el aprendizaje de con- lado y presionado, ante una sociedad con valo-
ductas, actitudes y valores. res en crisis y con mensajes contradictorios, que,
• Orienta y apoya el proceso de desarrollo de la por un lado le exige que mantenga una tarea his-
infancia, favoreciendo el proceso de creci- tórica que es la recreación y transmisión crítica
miento y maduración. de la cultura y de los valores, pero que por el otro,
• Coopera en las estructuras de participación
no se pone de acuerdo respecto de cuáles se-
para mejorar los recursos e intentar solucio-
nar los problemas que surjan en la comuni- rían estos valores.
dad. En esa encrucijada crítica en la que se en-
cuentra la escuela, el docente, como adulto de
La clave es la comunicación familiar, por eso nuestra comunidad, no puede recurrir a la for-
tengamos en cuenta: mación académica que recibió, en el marco de
• la capacidad de escuchar. la cual no se aborda en qué consiste la tarea del
• la expresión libre de opiniones y sentimientos. agente de salud. Entonces, la creencia es que hay
• el respeto al punto de vista del otro. que aprender algún contenido, o bien que tie-
nen que venir los especialistas a decirles aquello
La comunidad: que hay que hacer. Pretendemos que los docen-
La sociedad en su conjunto puede tomar me- tes puedan darse cuenta de que ésta es una tarea
didas preventivas, porque las razones del consu- de todos y de la escuela –formando parte de ese
mo problemático de drogas están vinculadas con todo-, diferenciando la actividad de prevención
nuestras dificultades sociales, cotidianas y crecien- de la actividad de asistencia y analizando críti-
tes. La caída de valores, la falta de credibilidad en camente la creencia de que el único rol de la
las instituciones, incluso la escolar, la incertidum- escuela es el de “detectar y derivar”, desvalori-
bre laboral y el desempleo hacen mucho por la zando así la riqueza de posibilidades de promo-
difusión y expansión del fenómeno. ción de la salud que tiene la actividad escolar en
Cada uno de nosotros tiene algo que aportar sí misma, en el día a día en el aula, incluso sin la
desde nuestro rol: necesidad de tener que hablar de las drogas. Les
proponemos adentrarnos en este desafío.


mara.pmd 27 15/12/2009, 13:23

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