1. PAUL TILLICH<br />Contextualización del autor<br />Paul Tillich nació 1887 en la aldea de Starzeddel (Alemania Oriental). Hijo de un ministro luterano, estudió filosofía y teología en Berlín, en Halle y Tubinga (época donde abandono la fe confesional de su infancia). En 1914, fue capellán del ejército alemán y su experiencia en la primera Guerra mundial fueron definitivas para sus concepciones posteriores. Tillich, no solo leyó la Biblia (especialmente los profetas), sino también a Marx y a Nietzsche.<br />Él descubre que el “lenguaje de la Iglesia ya no llegaba a la mayoría de los hombres confiados a su cuidado”; por esta razón toma el camino del socialismo y en 1918 es uno de los principales predicadores del socialismo religioso y en el editor de Blätter fürreligiösen Sozialismus (1920-24), en 1924-25, profesor en Marburgo, allí conoció a Rudolf Bultmann y a Martin Heidegger (Ser y tiempo, obra que tuvo mucha influencia en Tillich y en Bultmann), en 1925 y 1929 remplazo en Frankfurt a Max Scheler, durante este tiempo escribió Die sozialistische Entscheidung (primer crítica fundamental al recién nacido nacional socialismo), inmediatamente fue separado y “purgado” al llegar Hitler al poder.<br />En sus lecciones sobre el dogmatismo se empiezan a esbozar los fundamentos de lo que va a ser después su Sistematic Theology. En 1933, fue removido de su cargo en la alemanía nazi, hecho que lo llevo a radicarse en Estado Unidos (durante este tiempo desapareció en la escena europea, tiempo después de la Segunda Guerra Mundial, volvió a oírse su voz en Europa). Fue miembro de la Union Theological Seminary de New York desde 1933 a 1955 y a partir de esta fecha fue profesor en Harvard. Tenía cerca de 80 años cuando murió en 1956. <br />Influencia en el pensamiento de Tillich<br />En el pensamiento de Tillich predomina en Tillich es Martin Lutero, hecho que se ve reflejado en su principal obra Sistematic Theology, en esepcial por el “principio protestante” sola gratia, “por la sola gracia”. También en su pensamiento predomina Schleiermacher (dentro del odealismo trato de reconciliar la tradición religiosa con el pensamiento moderno), también en Tillich se puede encontrar huellas de misticismos y la influencia de Karl Bart (de él toma varios elementos para su Teología Sistemática). En Tillich hay influencia del pensamiento católico romano, dentro del cual toma en cuenta a: Teilhard de Chardin, a san Agustín, la escolástica, Tomas De Aquino.<br />Además las escuelas filosóficas que predominan en pensadores individuales contribuyen a las síntesis en Tillich: “el idealismo alemán, Hegel y especialmente Schelling, a quien dedico su primer estudio, y los grandes opsitores del sigli diecinueve, Kerkegaard, Karl Marx y Nietzsche; también la filosofía de la vida y el existencialismo, especialmente Heidegger; finalmente la filosofía antigua: Aristóteles y sobre todo Platón…”. <br />Al querer interpretar el pensamiento de Tillich, se puede decir que es una serie de comentarios existenciales y teológicos sobre Platón (filosofo del Eros) y de la eterna preocupación metafísica del hombre con sus interrogantes que lo llevan a trascender “sobre lo qué es lo Uno, lo bueno y lo Real, preguntarse por la última realidad”. Por toda la influencia que existe en Tillich, se puede afirmar que él es un pensador del siglo veinte, marcado por el evangelio y con la tarea de mostrar la verdad de la fe de tal forma que pueda ser entendida por los hombres de hoy “para quienes el lenguaje tradicional se ha vuelto sin sentido y entendida como un respuesta a los interrogantes que ellos se plantean, a la pregunta que ellos mismos son”.<br />La teología de la cultura<br />Al iniciar un acercamiento a lo que es la teología de la cultura en Tillich, se debe partir del hecho que él acepta la secularización del mundo moderno y para quien “el reino religioso y el secular se hallan en análoga situación. Ninguno de ellos debe estar separado del otro, y ambos debe advertirse que su existencia separada constituye una situación de emergencia, que uno y otros hunden sus raíces en la religión, en el sentido más amplio de la palabra, en la experiencia de la preocupación última. En la medida en que se advierta esto se superaran los conflictos entre los religioso y lo secular, y la religión reencuentra su verdadero lugar en la vida espiritual del hombre, o sea, en su profundidad, a partir de la cual da sustancia, significado último, discerniente y coraje creativo a todas las funciones del espíritu humano”.<br />Este es el motivo para que su teología sea una teología de la cultura, ya que para él, “la cultura es desde donde los hombres, en cada tiempo y en cada lugar, responden a preguntas claves de si situación fundamental, a la vez que crean sus propias formas de vida, la cultura es la verdadera portadora de lo religioso y la manifestación más generalizada de lo absoluto: la religión es la sustancia de la cultura. La cultura es la forma de la religión”. De este modo es claro que para Tillich aunque la teología es función de la Iglesia, su teología se convierte en una teología de la cultura.<br />Por lo tanto la tarea del teólogo se encuentre en medio de dos tensiones: entre la verdad eterna y la situación temporal en la que debe ser recibida la verdad del mensaje cristiano y la interpretación de esta verdad para las nuevas generaciones, pero a la vez existe el peligro de de quedarse aferrado a la “verdad del ayer” o el peligro del liberalismo si abandona su identidad religiosa y centra su atención sólo en los acontecimientos actuales. Por lo tanto la tarea del teólogo consiste en la correlación entre la tradición y situación con el fin de dar respuestas a las preguntas que surgen en el ahora, en la finitud del hombre.<br />Por tanto, para acercarse a Dios existen dos maneras: la primera el hombre al descubrirse a sí mismo, está descubriendo a Dios, descubre algo dentro de sí mismo que lo trasciende algo que es el mismo, pero que a la vez no lo es; y el segundo modo del hombre hacercarse a Dios descubre un desconocido en Dios, es decir el encuentro es accidental y ninguno se pertenece, tanto el uno como el otro son diferentes esencialmente. Esto lleva a fromular dos tipos de filosofías de la religión, en un plano lo ontológico y en el otro lo cosmológico, de esta forma en el plano ontológico es fundamental la filosofía de la religión y en el cosmológico mediante las cuales el hombre se acerca Dios, par que luego el plano cosmológico se funde en lo ontológico de manera que no se produzca una escisión entre la filosofía y la religión, por lo tanto la tarea de la filosofía de la religión debe ser la de contribuir entre la filosofía y la cultura secular cuando el enfoque cosmológico esta subordinado al plano ontológico.<br />Esto es lo que lleva a Tillich a plantear el método teológico de la correlación entre mensaje y situación, pues esta correlación ontológica entre Dios y el hombre: “Dios responde a las preguntas del hombre y, bajo el impacto de las respuestas de Dios, el hombre plantea sus interrogantes”, ya que la pregunta por la existencia, sobre el fundamento y fin de la existencia son la preocupación ultima de la religión y estas preguntas surgen del interior del hombre que lo remiten a Dios, pero las respuestas de Dios no son caídas desde el cielo, sino que se van manifestando al interior del hombre, de eso que lo supera yd desborda. <br />Esto lleva a Tillich a decir que “que la preocupación ultima de la religión constituye aquello que es u debe ser nuestra preocupación última” por lo tanto la fe se constituye en la preocupación última al interior del hombre y a cuyo contenido se le da el nombre de Dios.<br />Con este planteamiento se confronta lo que es hoy la religión, pues no es la creencia en un Dios superior llamado Dios, sino que “solo quienes ha experimentado la sacudida de la transitoriedad, la congoja en la que son consientes de su finitud, la amenaza del no ser, pueden comprender la noción de Dios. Sólo quienes han experimentado las ambigüedades trágicas de nuestra existencia histórica…pueden comprender lo que significa el símbolo del reino de Dios”. <br />De este modo la religión es el estado de hallarse por una preocupación última y Dios no es algo alejado del hombre, sino que en su mismo ser está, por lo tanto el universo entero se constituye su santuario y en cada realidad en la que se encuentra inmerso en el hombre con todas su dimensiones como ser antropológico, en todas sus acciones que realice se refleja Dios. Así, los planos de los religioso y secular no deben estar separados, sino que uno se incluye dentro del otro, esto se refleja pero ejemplo en Jesús, que como portador de la nueva realidad, está sometido a las condiciones de finitud y la ansiedad, la tragedia, los conflictos, la muerte, pero mantiene su unión con Dios. <br />Pero hoy la iglesia juzga al mundo como una realidad diferente a ella, olvidándose que ella es parte de ese mundo y esta inserta dentro de éste, por lo tanto el juicio que haga respecto al mundo, ella no se pude excluir, de lo contrario este juicio pierde su derecho al juzgar al mundo. Esta ha sido de cierto modo la tragedia de la iglesia Romana.<br />Tillich en su propuesta de la teología de la cultura y con su método de correlación entre religión y cultura, donde la religión como preocupación última, es la sustancia que confiere significado a la cultura, entonces, “la religión es el contenido de la cultura, y la cultura es la forma de la religión”. Así, la fe se para Tillich no es el convencimiento dogmático, ni un sentimiento religioso, sino la cautivación de toda la persona de toda la persona por aquello que en verdad le preocupa, o sea su preocupación última, es allí en su experiencia de no ser donde surge un nuevo coraje para existir, en la afirmación de la propia vida.<br />Con este concepto del “coraje”, Tillich asume una categoría psicoanalítica y la va denominar experiencia de la “aceptación”, donde el hombre se experimenta como aceptado por Dios (gracia, don) a pesar de su inaceptabilidad, este hecho de sentirse aceptado por Dios es lo que le proporciona una fuerza terapéutica, coraje de una nueva existencia, de una nueva personalidad. <br />Con este planteamiento Tillich, al igual que Butlmann y Ranher, recoge los contenidos de la experiencia de la existencia del hombre y a en la tradición cristiana y los contenidos de la fe personal, esto esta referido al sujeto. De este modo la religión es la cultura y la cultura es creación humana manifestada mediante un lenguaje no divino o caído del cielo, sino que es creatividad cultural, de modo que “el lenguaje es la expresión de la libertad del hombre respecto de la situación dada y sus exigencias concretas”. <br />Entonces hoy el teólogo al momento de hacer teología, está llamado a aprovechar el inmenso material de análisis existencial de todos los culturales apoyándose en la interdisciplinariedad para confrontarla con el mensaje cristiano de modo que la la respuesta no se puede inferir de la pregunta, pues el existencialismo no puede dar la respuesta, sino la respuesta la debe brindar la Iglesia a ese interrogante. <br />La teología sistemática de Tillich<br />Al elaborar Tillich su teología sistemática, una de las características de estos tres volúmenes en el lenguaje utilizado, pues se aparta del lenguaje bíblico tradicional y por el contrario prefiere conceptos filosóficos o psicológicos, pues el lenguaje tradicional ya no dice nada, él en esta obra trata de el significado de los símbolos cristianos, los cuales se ha vuelta cada vez más problemáticos en la actualidad, debido a la división entre una fe inaceptable para la cultura y una cultura inaceptable para la fe, de modo que la única solución posibles es la de interpretar los símbolos de la fe por medio de las expresiones de nuestra cultura, dando como fruto los tres volúmenes de su teología sistemática.<br />En esta obra, Tillich parte del hecho que existen muchos hombres para quienes el lenguaje tradicional ha perdido su sentido, pero que a la vez no quieren abandonar su fe, porque esta les ha traspasado la mano con un clavo (M Ijhoff). Para estos hombres es que Tillich ha escrito su obra buscando dar respuesta a si ¿es posible creer y vivir al mismo tiempo en el siglo veinte en su sociedad y civilización, sin encontrar contradicciones? Es claro que la teología moderna le preocupa el establecimiento de la paz entre la fe y la civilización actual, entre la fe y la ciencia. <br />Así, Tillich el método de su teología sistemática, expone los posibles caminos para la elaboración de una teología dogmática tomando como punto de partida la Biblia y la tradición para luego formular el kerigma (Karl Bart y Lutero construyen una teología kerygmática), pero uno de los peligros de la teología kerygmática puede llevar a una teología fundamentalista y un segundo peligro es el que este tipo de teología pueda ya no decirle nada al hombre, sino como pasar por encima de él y “a que la verdad ya no tenga los pies sobre la tierra, por dejar de responder a los interrogantes reales y a las situaciones concretas del hombre”.<br />Este es el motivo que lleva a Tillich a tomar como punto de partida el hombre, así lo afirma diciendo. “escuchemos a pueblo de nuestros tiempos antes de dirigirnos a él. Dejemos que nos digan que piensan de sí mismo, cual es su situación su ser en el mundo. Tratemos de descubrir su mirada interior su comprensión de sí mismo”. De este modo junto a la teología kerygmática aparece una teología apologética, encargada de escuchar, consultar la psicología, sociología, antropología para poder tomar en cuenta lo que expresan los hombres y los que sienten, esto para Tillich filosofía del existencialismo, de modo que el hombre se convierte en un ser que pregunta y preguntando se trasciende a sí mismo, pues al hombre preguntarse es un ser que no encuentra su propia identidad, es un ser que aún no está terminado dentro del cual existe una profunda “inquietud” dentro de él. <br />“Es un preguntarse pro una realidad en la que se supere el auto-extrañamiento de nuestra existencia, la realidad de nuestra existencia, la realidad de la reconciliación y la unión, del significado y de la esperanza”. Por lo tanto la tarea de la teología es la de interpretar los símbolos de la fe cristiana para dar respuesta a los interrogantes, pues el kerigma es la respuesta; entonces la teología sistemática deberá partir del método de la correlación en el que el punto de partida es la filosofía y luego la teología, es decir primero los interrogantes del hombre y luego Dios y sus respuestas. <br />La tarea de la teología sistemática es la de iluminar la correlación existente entre ellas, por lo tanto el procedimiento será: primero se analiza la situación humana de donde surge el interrogante existencial y demuestra los símbolos que utiliza en el mensaje cristiano son la respuesta a ese interrogante. De este modo Tillich pretende establecer una relación armoniosa entre la fe cristiana y la sociedad moderna, sin con ello se excluya la critica tologica a la sociedad moderna y el rechazo a la interpretación tradicional de la Biblia y de la fe cristiana, además Tillich rechaza el sobrenaturalismo (defensa teológica contra la concepción de la realidad, las cuales parecen componerse de de nociones fundamentales como las de providencia y milagros), pues para él Dios se vale de relaciones causales para hacer su voluntad pero también puede sobrepasar los hechos naturales cuando quiere, es decir existen hechos naturales y sobrenaturales.<br />Por este motivo Tillich en su teología sistemática se opone al sobrenaturalismo y aplica el principio protestante que es un rechazo de toda heteronomía y una aceptación de toda teonomía, es decir que no existe en el mundo ninguna autoridad que tenga la última palabra (ni la Iglesia, ni la Biblia, ni san Agustín, ni el Estado etc), pues solo Dios quien habla al hombre no solo por medio de estos acontecimientos y escritos, sino que también habla al interior del hombre y da respuesta al interrogante de sus vida, de modo que sólo Dios tiene la última palabra.<br />Hay que señalar que en Tillich es una profunda convicción en que la fe cristiana no se debe encerrar en sí misma, en mundo aislado, sino que ha de situarse en medio del universo de la ciencias, en diálogo con la ciencias humanas, especialmente con la filosofía de tal forma que no se llegue a considerar una actividad fuera de tiempo.<br />