6. Fugi, tene me,
cum revocuveris
me domino meo
Zonino, accipis
solidum.
He fogit, pren-me,
quan em tornis al
meu amo Zonino,
rebràs un sòlid.
7. “Ninguna norma regulaba el horario de trabajo y el esclavo
laboraba mientras no dormía. Los castigos no se ajustaban con
las faltas. Eran azotados y marcados con hierro caliente, les
cortaban las orejas, la nariz o la lengua, les rompían los dientes y
los mutilaban en sus órganos genitales. A las mujeres las
violaban y atormentaban cruelmente.”