El documento habla sobre la dificultad de evaluar a artistas contemporáneos debido a las inmediatas comparaciones con pintores establecidos. Sin embargo, señala que algunos buenos pintores han surgido, como Slava Groshev, un pintor ruso de 40 años que recibió entrenamiento en dibujo y pintura y cuyos cuadros se encuentran en colecciones privadas en todo el mundo.