1. GARCILASO DE LA VEGA
Déborah Sabater Santiago
1er Bachillerato
Lengua Castellana
2. Índice
• -Contexto socio-cultural
• -Poema ( solo poema)
• -Análisis del poema
• -Análisis del autor ( biografía)
• -Bibliografía
3. Contexto socio-cultural
CONTEXTO HISTORICO-LITERARIO:
Garcilaso de la Vega es un poeta que pertenece a la época del
renacimiento, la cual vamos a analizar a fondo, incluyendo la política, le
religión y la sociedad:
En el siglo XVI se produce un movimiento artístico, intelectual y literario
de carácter europeo; el Renacimiento. Surge en Italia en el siglo XV, a
partir del interés por la cultura clásica greco-latina. Pero su difusión y la
novedad que suponía al mundo medieval hicieron que se convirtiera en un
movimiento ideológico general, en un siglo de cambios políticos, religiosos
y culturales, y de avances científicos y técnicos. Los principales países
europeos fijan sus limites territoriales y comienzan una lucha por la
supremacía política que originó frecuentes conflictos bélicos.El paso a los
tiempos modernos se manifestó en el arte y la literatura con el
Renacimiento. La admiración e imitación del mundo griego y latino llevó a
un cambio estético, temático e ideológico, donde la belleza y el disfrute de
este mundo ocupaba el principal lugar. Las nuevas ideas renacentistas, que
se habían manifestado en Italia desde el siglo XV, se difundieron por todo
Europa durante el siglo XVI.
4. El renacimiento en España:
España estuvo muy implicada en los asuntos de Italia: guerras con
Francia por la hegemonía en la Península y presencia española en el
Reino de Nápoles. Las primeras sospechas renacentistas se
producen a mediados del siglo XV pero el triunfo de las nuevas
ideas no se produce hasta el reinado de los reyes Católicos. El
petrarquismo poético se manifiesta en la obra de Garcilaso y de
Boscán; el humanista en las Universidades de Alcalá y Salamanca.A
partir de la subida al trono de Felipe II, el rey cierra las fronteras a
las influencias extranjeras, con lo que la cultura española se
encierra en si misma y se aleja de la evolución de las ideas
europeas.
5. POEMA
SONETO III
La mar en medio y tierras he dejado...
La mar en medio y tierras he dejado
de cuanto bien, cuitado, yo tenía;
y yéndome alejando cada día,
gentes, costumbres, lenguas he pasado.
Ya de volver estoy desconfiado;
pienso remedios en mi fantasía;
y el que más cierto espero es aquel día
que acabará la vida y el cuidado.
De cualquier mal pudiera socorrerme
con veros yo, señora, o esperallo,
si esperallo pudiera sin perdello;
mas no de veros ya para valerme,
si no es morir, ningún remedio hallo,
y si éste lo es, tampoco podré habello.
7. • Éste poema se compone de endecasílabos estructurados en forma de dos
cuartetos y dos tercetos con rima consonante. Podemos dividir el soneto en tres
partes :
En la primera, Garcilaso nos presenta la acción: alguien que lo ha dejado todo
atrás y no deja de alejarse. Es una estrofa con mucho movimiento y bastante triste
que se utiliza a modo de introducción.
En el segundo, el autor ya nos cuenta los pensamientos del protagonista.
Finalmente llega la conclusión del poema, en el primero el protagonista nos
muestra la fuente real de su desgracia: una dama; y en el último finaliza con una
sentencia catastrofista, diciendo que aun siendo la muerte su único remedio, no
podrá encontrarlo.
El poeta aborda el tema del sufrimiento por ausencia de la amada, su musa Isabel,
este soneto es un poema claramente de temática amorosa. Desde el principio,
dónde Garcilaso muestra la huída del protagonista hasta el final, en el que muestra
sus preocupaciones y demuestra que se encuentra en un callejón sin salida, se
nota en el poema la sensación de pesadez, de tristeza y pesimismo que sufre el
hombre por su amada.
8. •
ANÁLISIS DEL AUTOR
Nació este eminente poeta, gran señor por su familia como por su ingenio, en la imperial ciudad de Toledo, en
1503, correspondiéndole por la elevada alcurnia de su casa el hábito de la orden de Alcántara.
Desde muy joven siguió las banderas del Emperador Carlos Quinto, mostrando tales bríos y arrestos, que
pronto se distinguió entre todos sus compañeros. Estuvo en casi todos los grandes hechos de armas de aquel
glorioso reinado, habiéndose particularmente lucido en la defensa de Viena y en el sitio de Túnez, donde fue
herido.
Entonces se volvió a Nápoles, donde a pesar de sus eminentes servicios incurrió en la desgracia del Emperador,
por haber protegido los amores de un sobrino suyo, que aspiraba a la mano de una dama que le era muy superior
en jerarquía, por lo cual fue desterrado a una de las islas del Danubio, que con tanto donaire había de cantar.
Mas no tardó en volver a la gracia del Emperador, dado que poco después le acompañaba en su expedición al
Piamonte, en cuyo ejército tenía bajo su mando once banderas de infantería.
Una vez derrotados los franceses y cuando ya se veían en retirada forzosa, el Emperador perseguía y daba caza;
en esta operación ordenó la toma de una torre que se hallaba en un lugar cerca de Frejus, donde
desesperadamente se defendían unos cincuenta franceses; Garcilaso fue de los primeros en subir, mas fue herido
de una pedrada en la cabeza, y cayó. Lleváronle de allí a Niza, pero no sobrevivió sino veinte días a sus heridas,
pues murió en dicho lugar a los treinta y tres años de edad. Era en 1536.
El Emperador, indignado por la pérdida de uno de sus primeros oficiales, que tan joven era y tanto prometía,
hizo pasar a cuchillo a todos aquellos franceses que le habían muerto.
Pero si lo corto de su vida le impidió dar de sí todo lo que para la gloria de las armas habría podido, no fue ella
tan corta para las letras, pues que ya en vida suya había recibido el título, que la posteridad le ha confirmado, de
príncipe de los poetas castellanos.
Sus obras eran conocidas de todo el mundo, y su autoridad tal, que el mismo Cervantes, que no tenía sobrada
propensión al elogio, le consideraba como una de las más indiscutibles glorias de las letras patrias. Así, cuando el
Licenciado Vidriera se partió para Italia, «los muchos libros que tenía los redujo a unas Horas de Nuestra Señora y
un Garcilaso sin comento, que en las dos faldriqueras llevaba». Es decir, que al ingenioso licenciado le era
imposible separarse de su gran poeta favorito.
Otros autores han sido más o menos discutidos, y hasta se !es ha negado que fuesen verdaderos poetas, y sólo
versificadores hábiles; pero la fama y renombre de Garcilaso han sido siempre y son de los más puros e
indiscutidos.
Es el primero de los poetas líricos castellanos, sin duda alguna, y representa por sí mismo uno de los géneros
más en boga en nuestra literatura: el género bucólico, en el cultivo del cual llegó a tal altura que por nadie ha sido
alcanzado.