2. No
No contenga la respiración mientras
piensa lo que va a decir. Evite los inicios
de voz tensos.
No apriete los dientes ni tense la
mandíbula o la lengua.
3. No exija a su voz más de lo que exigiría al
resto de su cuerpo.
No carraspee ni tosa habitualmente.
No grite ni chille.
4. Si
Mantenga la garganta relajada cuando
empiece a hablar.
Deje que la mandíbula se mueva de
forma libre durante el habla.
Destine varios períodos de tiempo al
reposo de la voz durante el día. La voz
también se fatiga.
5. Bostece para relajar la garganta, trague
lentamente y beba un poco de agua.
Utilice sonidos no vocales para llamar la
atención: palmas, silbidos…