El documento discute cómo tanto los estudiantes como los profesores son responsables de los fracasos escolares. Señala que algunos profesores se niegan a ayudar a los estudiantes y hacen que estudiar sea aburrido, desanimando a los alumnos. Argumenta que para que los estudiantes puedan aprobar, se requiere el esfuerzo conjunto de los profesores y los alumnos, no solo el esfuerzo de los estudiantes.