El documento resume cómo Satanás buscó destruir el libre albedrío de Adán y Eva al engañarlos para que comieran del fruto prohibido. Satanás quería que Adán y Eva creyeran que Dios no existía y que no había leyes sobre el bien y el mal, de modo que pudieran hacer lo que quisieran sin consecuencias. Aunque el Jardín de Edén era un paraíso, Adán y Eva escogieron transgredir para que sus descendientes pudieran tener experiencias, agencias y oportunidades de progresar.