El documento contiene varios párrafos sobre diferentes temas como la llegada de los judíos a Londres, la descripción de un tablero de ajedrez, la revolución en América del Sur y el juramento de no ir más allá de su propia sombra en la revolución.
2. “ ¿Sé, todavía, que una risa larga y trastornada cruje en mi vientre, que hoy es la noche de un día de junio, y que llueve, y que el invierno llega a las puertas de una ciudad que exterminó la utopía pero no su memoria?”
3. “ Déjenme que les recuerde a esos muchachitos frágiles, de rodillas en la piedra húmeda, brillosa y suave por el roce de las rodillas de incontables muchachitos frágiles, y a quienes el sudario helado de la madrugada les cortaba la nuca, y que año tras año, día tras día, noche tras noche, elevan sus cánticos, los ojos legañosos, al Sufriente, tiritando de frío o de sueño o de terror o de místico placer o de extenuación.”
4. “ Un tablero de ajedrez: las treinta y dos piezas del juego son de peltre. El rey blanco y el rey negro parecen muy altos y muy encorvados, como si hubieran cargado un mundo sobre sus espaldas. Tienen cara, supongo, porque están encapuchados.”
5. “ Sus uniformes con vivos de color carmesí y botones dorados, y a los labios que se mueven en las caras rasuradas de los testigos, y mira, en la luz plomiza que atraviesa los ventanales de la sala, las respuestas circunspectas de los testigos.”
6. “ Mis padres eran judíos. Llegaron los padres de los padres de mis padres, a Londres, con documentos fraguados. Falsificar documentos y hacerlos pasar por auténticos no es difícil: eso se sabe. Las caras, los cuerpos, el terror a la execración que el judío incorpora a su carne, el mandamiento de pueblo elegido que sobrelleva, contra toda lógica, y que narra, en la celebración furtiva del sábado, no se adulteran.”
7. “ Con los dueños de estancias pobladas por diez, veinte, treinta mil cabezas de ganado, que sólo aceptan, como bueno, que llueva, que las tierras de pastoreo no se les inunden, que el sol salga y se ponga, y que sus impuestos no sobrepasen el valor de dos, tres o cuatro novillos, haya guerra o no, haya rey o no? ¿Con los paisanos que viven de la caza de la vaca, la caza más salvaje y menos riesgosa que nadie, en la tierra, haya imaginado?”
8. “ Hasta donde lo permite nuestra santa religión católica. Y al describirme como hombre casto y pudoroso, sin ánimo de menoscabar a ninguno de los aquí presentes, y aun a los ausentes sin excusa, acepto, con humildad, pero sin mengua de mi castidad y pudor, el castigo que Dios.”
9. “ ¿Juré de rodillas, en la sala capitular del cabildo, que no iría mas lejos que mi propia sombra, que nunca diría ellos o nosotros? Juré que la revolución no será un té servido a las cinco de la tarde.”