3. La fe es meritoria, ya que supone un proceso
interior en el que el creyente rinde su mente y
su voluntad a la Verdad suprema.
El obstáculo principal para la fe no siempre
proviene de las dudas de la razón, sino del
orgullo y de la soberbia.
No es suficiente creer, hace falta meditar en el
corazón lo que creemos, sacar conclusiones y
responder coherentemente.
La fe no es un conocimiento teórico, abstracto,
de doctrinas que debo aprender.
La fe es la luz para poder entender las cosas de
Dios.
4. Es la virtud teologal por la cual deseamos a
Dios como Bien Supremo y confiamos
firmemente alcanzar la felicidad eterna y los
medios para ello.
¿Cómo debe reaccionar un cristiano ante el
mal, los problemas, las dificultades de la
vida?
¿Por qué no es propio de un cristiano el
desaliento y la desesperación? ¿En verdad
Dios actúa en nuestras vidas?
5. Es el buen camino, el camino de un Dios
personal que te escucha y que quiere
entregarse a ti.
La oración es como elevar pensamientos y
afectos a Dios, tener conciencia de la
presencia de un Dios que es AMOR.
¿Qué entendemos por amistad y diálogo con
Dios?