2. Lo puedes borrar haciendo de cuenta que no te importa.... Qué irónico, no? Que irónico como la gente deja a un lado a Dios y después se pregunta porque el mundo se va al infierno.
3. Que irónico, como crees todo lo que dicen los diarios, pero cuestionas lo que dice la Biblia
4. Que irónico como la gente se quiere ir al Cielo, aunque no crean, piensen, digan o hagan algo de lo que la Biblia dice
5. Que irónico, como algunos dicen "creo en Dios" pero siguen a Satanás (quien también "cree" en Dios)
6. Que irónico, como la gente manda cientos de bromas a través del email ( los cuales se reenvían por doquier), pero cuando mandas mensajes que hablan de Dios, las personas no lo comparten.
7. Que irónico como cosas vulgares y obscenas se mandan por el ciberespacio, pero el hablar de Dios en la escuela y en el trabajo te da vergüenza
8. Que irónico, como alguien puede estar tan emocionado por Cristo los domingos, pero ser un cristiano invisible el resto de la semana
9. Que irónico que cuando te llegue este mensaje, no se lo vas a mandar a muchos de tus amigos que están en tu lista de contactos, porque no estas seguro si pensaran mal de ti cuando se los mandes.
10. Que irónico como puedes estar mas preocupado por lo que otros piensen de tí, por si no lo sabias Jesús murió por tí y por mi sólo para salvarnos Jesús espera ante tu puerta, solo deja que el entre Si usted cree en Dios, continué leyendo
11. Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento. Señor, en el silencio de este día que nace vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza. Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno. Ver detrás de las apariencias, a tus hijos, como los ves tu mismo, para así poder apreciar la bondad de cada uno. Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia, que solo los pensamientos que bendigan permanezcan en mi. Quiero ser tan bien intencionado y justo que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia. Revísteme de tu bondad, señor, y haz que durante este día, yo te refleje.
