1. PASTORAL JUVENIL
EL PUNTO DE PARTIDA DE LA PASTORAL JUVENIL
Es el propio joven, asumido en su realidad personal, cultural y social.
¿QUÉ PROPONE LA PASTORAL JUVENIL?
El grupo juvenil como experiencia básica.
¿QUÉ ES EL GRUPO JUVENIL?
Es el lugar irreemplazable para desarrollar la personalidad, para dialogar, compartir
vivencias e inquietudes y experimentar los valores de la vida en comunidad;
Es un lugar para encontrarse con Jesús de Nazareth, el único liberador, que nos
fortalece en la esperanza y reaviva nuestros compromisos.
ES UN ESPACIO DE PARTICIPACIÓN
Que permite a los jóvenes ser protagonistas de la propia pastoral juvenil, los capacita
para responder a sus expectativas y posibilidades de realización a su compromiso.
¿QUÉ OFRECE LA PASTORAL JUVENIL? UNA FORMACIÓN INTEGRAL AL JOVEN
Atiende en lo posible todos los espacios del crecimiento y maduración de los jóvenes.
El desarrollo de la autoestima, el autodescubrimiento, la facilidad de trabajar con los
demás, encontrar la vocación de vida y ponerla al servicio de la comunidad.
A nivel personal Esta dimensión busca, el reconocimiento de que somos personas,
ya sea en un hombre o una mujer, somos seres distintos que vivimos con otros. Cada
joven percibe su ámbito, sus emociones, desarrolla sentimientos, posee cualidades,
virtudes, defectos y limitaciones, potencialidades intelectuales y afectivas; en otras
palabras “el conocimiento de uno mismo”, llamada también la “relación del joven
consigo mismo”
Esta primera dimensión se muestra, para el agente de la pastoral juvenil como una
acción orientadora dentro de un proceso de educación en fe formados con distintos
itinerarios de trabajo, que ayudan al joven a estar conscientes de sus propios valores,
de sus propias actitudes y sobre todo del propio conocimiento de si mismo.
Aquí la propia persona comprenderá la importancia de la apertura a los demás para
sentirse amado, y a la vez brinda amor.
Para dar un paso en la vida necesitamos reconocer quienes somos. Jesús nos muestra
en su vida que también tuvo que hacerlo, después de ser bautizados por Juan, fue al
desierto ha reflexionar y ha sufrir tentaciones, ha alcanzar mayor claridad de su rol
orientador en esta primera formación.
Juan 8, 12-18
A nivel comunitario. Promueve la integración grupal para descubrir al otro y la
apertura a los demás.
El joven no es un ser aislado, sino un ser que vive con otras personas en distintos
ámbitos de socialización, lo que se define encuentro con los demás.
Esta dimensión abarca principalmente el acercamiento existente entre el o la joven o
adolescente con sus amigos/as y demás familiares.
2. Se busca en esta dimensión comprender el valor de la fraternidad, la amistad, la
esperanza y el amor que emerge dentro del contacto con los seres queridos o
cercanos.
Se desarrolla ya sea en el hogar, el colegio, la universidad, el trabajo, el barrio o la
calle, en vista que está dimensión lleva al desarrollo de pasos de maduración, al irse
construyendo relaciones de compañerismo que permiten la valoración de la
experiencia comunitaria por medio de la crítica constructiva, la tolerancia, el
descubrimiento de la realización propia de la persona en la relación con el otro, el
valor de la vida en grupo y la renuncia personal de intereses para asumir los intereses
de la comunidad o grupo de identificación.
En esta dimensión el joven aprenderá a vivir en grupo, aceptando y valorando a cada
persona, desarrollándose la capacidad de trabajo en equipo y servicio, dentro de una
actitud responsable para la propia vida y las personas que le rodean.
Jesús se desarrollo plenamente en esta dimensión con su madre, su padre, demás
familiares y con sus discípulos.
Lc 17, 1-4
A nivel social El joven estimula actitudes de solidaridad y de compromiso con la
justicia; y educa la relación con la naturaleza y la creación
E joven comprenderá lo que realmente es socializar e insertarse con otros grupos
humanos que no sean familiares, compañeros y amigos.
La experiencia de grupo será el punto de partida para abrirse a relaciones más
amplias y complejas, que preparan al descubrimiento de organizaciones sociales
intermedias, que comúnmente juegan un papel transformador como agentes de
cambio, como los partidos políticos, los grupos laborales, los barriales, entre otros.
Esta dimensión va guiando a comprender cual podría ser su rol futuro en la sociedad
con miras a un crecimiento personal al servicio de los demás, no sólo los más
cercanos, sino también de los que no son conocidos, desarrollándose la empatía en la
persona y una opción de servicio por los más pobres y débiles.
En esta dimensión la reflexión del Evangelio debe partir de la realidad para propiciar
una visión que descubra los valores y antivalores, los problemas y causas, el entorno
social y la motivación de la búsqueda de nuevas soluciones que de un
cuestionamiento de acciones que puedan llevar a la persona a ser un agente de
humanización y liberación al estilo de Jesús.
MC 10, 28-31
A nivel espiritual responde a la búsqueda de lo trascendente con Dios liberador en
la persona de Jesús, de otra manera responde al encuentro de la persona con Dios.
Luego de que uno ya ha iniciado un reconocimiento de su persona, de la relación
existente con los demás, y de los distintos aportes que se pueden realizar a la
sociedad desde las propias cualidades con las personas más cercanas, llega el
momento de preguntarse sobre la propia vocación de vida para reconocer con mayor
claridad el llamado que Dios nos hace para la construcción de su reino.
Puede ser que al contestarse esta pregunta se recuerden hechos del pasado donde
uno ayudaba a los hermanos/as en el campo. Investigando, o enseñando algo que se
domina. Lo cierto es que la profundidad de esta pregunta nos lleva a descubrir la
carrera de vida, quizás vemos en nosotros/as cualidades para: ser doctor/a,
enfermera/o, ingeniero/a, técnico/a; o descubrir que en la búsqueda realizada uno
3. está llamado al matrimonio, a la vida religiosa o sacerdotal. No cabe duda que en
nuestra existencia siempre se presenta un contacto con Dios, quien nos habla
fraternalmente en silencio y nos muestra las maravillas que podemos realizar en la
medida que crece nuestra espiritualidad.
Será entonces en la experiencia de fe, en el reconocimiento y encuentro continuo con
Jesús, y en la opción de vida de su seguimiento con la ayuda del Espíritu Santo, que la
religión brindará un significado al concepto “Proyecto de Vida” y al empuje de su
realización como un elemento personal de contribución para la edificación de un
progreso- civilización de amor y esperanzas.
Lc 4, 14-26
A nivel eclesial desarrolla la pertenencia e integración de Bautizado dentro de la
Iglesia. Con una meta. Cristo. Pues es en la Iglesia, comunidad de comunidades donde
se da el cisma- ruptura y el esplendor del desarrollo de la persona, con la plenitud de
las cualidades descubiertas en las dimensiones anteriores.
Dentro de la Iglesia y en una de sus formas de comunidad, nos hacemos más
sensibles a ciertos hechos: mis cualidades como persona (positivas o negativas), la
necesidad de compartir la vida con otros, la formulación de la cultura, la vocación a la
familia, el desarrollo a la empatía, la belleza de la creación, lo maravilloso de construir
algo nuevo, entre muchas otras realidades.
En esta dimensión se centran todas las dimensiones; convirtiéndose en punto de
encuentro y de crecimiento único, se podrán valorar las primacías de un progreso de
amor y esperanzas.
Esta experiencia se puede vivenciar en distintos niveles de organización (familia,
parroquia, vicaria, diócesis) que comulgan en un mismo ideal Cristo, verdad y vida.
Para el caso de un joven en esta dimensión se da por primera vez su inserción formal
como agente de cambio, semilla con frutos futuros, donde su grupo o comunidad
juvenil actuarán como eje articulador y moderador al ser una pequeña iglesia donde
se descubre la fe y una acción pastoral, con ayuda del Obispo, sacerdotes, religiosos y
laicos comprometidos, acrecentándose su conciencia y sentido de pertenencia como
miembro activo del pueblo de Dios, y la responsabilidad que cada uno tiene en la
construcción de su Reino. Para ello fuimos llamados y por ello debemos descubrir
nuestro rol dentro de este proyecto.
Mc4, 30-32
LA ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL JUVENIL
Gira en torno al seguimiento de Jesús que, encarnada en la realidad, genera un estilo
de vida nuevo y cristiano, logra el encuentro entre la fe y la existencia, promueve la
justicia y la solidaridad y alienta un proyecto esperanzador y generador de una nueva
cultura de vida.
La espiritualidad es obra del espíritu, que anima y orienta para hacer “memoria” y
vivir en el seguimiento de Jesús.
El es quien le ayuda a conocer, aceptar, seguir y vivir a Jesucristo: “nadie puede decir
“Jesús es Señor! Sino con el Espíritu Santo.
4. Esta referencia a la realidad concreta de Jesús no apunta sólo al conocimiento de su
persona y de su misión, sino, sobre todo, a la posibilidad de participar en su vida y de
recrearla en la propia historia.
Sólo hay seguimiento donde hay encuentro personal con Jesucristo. Él llamó a los
apóstoles “para que estuvieran con él”: este estar con él es la experiencia fundante del
seguimiento de Jesús. Es establecer una relación que implica toda la existencia y el
modo de vida del discípulo; es presencia, compañía, afecto, intimidad, es poner al otro
en el centro de la vida y hacerlo el motivo principal de lo que le gusta o disgusta, de lo
que prefiere o desecha, de lo que se hace o se deja de hacer…. “para mi la vida es
Cristo”.
LA PASTORAL JUVENIL TIENE UNA PEDAGOGÍA PASTORAL EVANGELIZADORA
QUE:
Sirve para acompañar a los jóvenes en sus procesos juveniles, inspirada en Jesús hijo
de Dios.
Esta pedagogía es experiencial, comunitaria, participativa, transformadora y
testimonial.
Más allá de los contenidos, lo que se enseña y aprende en la relación pedagógica es
una forma de ser, de vivir, de manifestarse y de comunicarse.
La pedagogía que pretende acompañar en el proceso de educación de un joven debe
inspirarse necesariamente en la pedagogía del mismo Dios, es decir, en la relación de
amor y de encuentro que el Padre quiso establecer con los hombres.
Dios acompaña la historia y el caminar de su pueblo. Respeta su libertad, espera su
respuesta, propone los pasos a dar y al mismo tiempo, no deja olvidar la meta final
que procura alcanzar.
En él se inspira también lo que propone la Pastoral Juvenil Latinoamericana, que se
realiza ante todo en una relación de amor y de encuentro entre el evangelizador y el
evangelizando.
Jesús se acerca a las personas, capta sus búsquedas e inquietudes, su situación,
tiene en cuenta el contexto en que viven, se expresa en su lenguaje…. Camina a su lado
e inicia un diálogo que las lleva a encontrarse consigo mismas y a descubrir en lo
profundo de su ser la propuesta de amor del Padre. Este descubrimiento es un
llamado a la conversión. Si la invitación es aceptada y libremente respondida, la
persona recibe el don del Espíritu y su vida es transformada.
La pedagogía es la experiencia que vivieron la Mujer Samaritana (JN4, 1-45) Zaqueo
(LC19, 1-9) Nicodemo (JN 3, 1-22), los discípulos de Emaús (LC24, 13-35), el mismo
Pedro en su barca (LC5, 1-10) el ciego de nacimiento (JN 9, 1-41) y tantos otros a
quienes Jesús se acercó.
Una pedagogía evangelizadora de la juventud de América Latina
Trata de formar un joven maduro en la fe
Con una espiritualidad juvenil, laical, liberadora, encarnada e integradora de la
fe y la vida
Vive la opción preferencial por los pobres
5. Propone como meta final, el reino escatológico de Jesús, la civilización del
amor, la construcción de una nueva sociedad.
Anima un proceso integral de maduración y de formación en la acción.
RASGOS DE UNA PEDAGOGÍA PASTORAL
Experiencial.- La evangelización tiene que hacerse, partiendo de las experiencias de
vida y a la luz del evangelio. Se produce en lo más profundo de la experiencia de cada
joven.
Transformadora y liberadora.-
La evangelización se entiende como una Buena noticia que libera, que invita a vivir la
plena relación fundadas en la fraternidad y en la acogida y que promueve la
participación de todos para la construcción de una nueva sociedad.
Comunitaria.- No es posible vivir la fe sin la comunidad: en ella se recibe, en ella se
celebra, desde ella se es enviado a la misión.
Coherente y testimonial.- El medio se identifica con el mensaje. El anuncio es un
mensaje que se acoge por la coherencia que existe entre el contenido que se anuncia y
el modo de anunciarlo, entre lo que se ha visto y lo que se ha oído. De lo contrario, la
evangelización se hace incoherente e inconsecuente.
Participativa.- La evangelización es fruto de la acción del espíritu y no obra del
evangelizador. En realidad, ambos son evangelizados por el mismo Espíritu, cada uno
participa del proceso de fe desde su propia experiencia y desde el evangelio.
Personalizante y personalizada.- La pedagogía pastoral asume al joven en su
condición de persona y procura su crecimiento como persona y como cristiano.
Integral.- la pedagogía asume la persona y la experiencia del joven en forma integral,
teniendo encuenta los tiempos y las etapas de maduración que necesita todo ser en
crecimiento y la multiplicidad de dimensiones de la personalidad en las que va
madurando y consolidando su proceso de formación.
EL METODO QUE UTILIZA ES <Ver- juzgar- actuar- revisar- celebrar>
Esta busca despertar la conciencia crítica ante la realidad, ayuda a confrontarla con la
Palabra de Dios, promueve una actitud de conversión y lleva al compromiso con el fin
de construir la civilización del amor
Primer momento- VER
El objetivo de este momento es plantear un “hecho de vida” en los que se hayan
algunos de los integrantes del grupo, con el fin de, analizándolos, se llegue a descubrir
las actitudes y los modos de pensar, valorar y actuar.
Segundo momento- JUZGAR
Es el momento central de la revisión de vida. Su objetivo es tomar posición frente al
hecho analizado, explicitar el sentido que descubre la fe, la experiencia de Dios que
conlleva y las llamadas a la conversión. Es indicar que las personas implicadas se
confronten con el Dios vivo que revela su voluntad y su proyecto- el Reino en la
historia de salvación y en la experiencia pascual de Jesucristo.
6. Tercer momento-ACTUAR
El objetivo de este momento es determinar aquellas actitudes que las personas deben
cambiar en sus vidas, los criterios de juicio que deben ser transformados, los hábitos
que son cuestionados por la Palabra de Dios y las acciones que se van a desarrollar
para poner en practica las nuevas responsabilidades asumidas. Responde al planteo
“¿qué pide el Señor ante los hechos revisados?”
Cuarto momento- REVISAR
La revisión de vida contempla tiempos especiales para la revisión y celebración. Las
reuniones del grupo comienzan generalmente con la evaluación de los compromisos
adquiridos en la revisión anterior e incluyen momentos de oración y celebración,
especialmente de la Reconciliación y de la Eucaristía. Por otra parte, el ambiente en
que se realiza la Revisión de vida sólo puede entenderse si se parte del deseo de
quienes la realizan, de tener un encuentro real con el Dios de la vida y el hombre
nuevo Jesucristo, en un clima de autenticidad, conversión y esperanza.
Quinto momento- CELEBRAR
Momento privilegiado para unir la fe y la vida, para reavivar la esperanza y para
reafirmar que, en medio de una cultura de la muerte, los jóvenes quieren vivir y
crecer en una cultura de la vida.
PARA ESTE PROCESO
Se necesita de alguien que les pueda iluminar, ayudar a discernir, indicar caminos
nuevos, remitir a otras experiencias, colaborar para enfrentar situaciones y estimular
para purificar motivaciones y actitudes.
EN LA PASTORAL JUVENIL SE DA ACOMPAÑAMIENTO CONTINUO Y
PERSEVERANTE
Por personas – sacerdotes, religiosos, religiosas o laicos- con madurez humana sólida,
con vivencia vocacional de su fe y con preparación para esa misión eclesial. Capaces
de situarse en la realidad y en la vida del joven, de dar un testimonio de compromiso
que motive y de hacer presente el amor y la predilección del Padre expresados a
través de una Iglesia que acompaña y los quiere.
Es un acompañamiento de hermanos mayores, fieles a Dios y a los jóvenes, capaces de
dialogar con ellos y de establecer relaciones personales que aseguren su respuesta
libre al llamado de Dios.
EN LA PASTORAL JUVENIL se valora la amistad sin límites, la cultura, la vida, la
fiesta, la naturaleza y a Dios mismo.
Quiere ámbitos donde sea posible vivir las buenas relaciones humanas espontáneas,
auténticas e igualitarias
No se puede hablar de pastoral juvenil donde se despunta el actuar por el actuar y
se cae en un activismo sin contenidos y procesos.
7. CULTURA JUVENIL
¿Qué es?
ES el intento de los jóvenes de expresarse y comunicarse a pesar de las
desigualdades, es la formulación de una serie de símbolos, mitos y ritos que buscan
unificar, clarificar, celebrar y reconocer el mundo que les rodea, a pesar de la pobreza
y los problemas que aparecen.
¿Porqué se caracteriza la cultura juvenil?
La cultura juvenil se caracteriza por la alegría, la creatividad, y la esperanza de
sueños, que pueden ser frustrados por la influencia y la manipulación de la sociedad
de consumo, intereses individuales de adultos y la cultura de la muerte que se
caracteriza en estos tiempos. Es por eso que una cultura juvenil mal orientada puede
resultar en el futuro de una nación, al salir tradiciones y ritos que promuevan la
violencia y olvide la dignidad humana. Es de gran importancia entonces que la familia,
la escuela, el barrio, la universidad, el grupo juvenil y los medios de comunicación, se
conviertan en espacios de crecimiento de orientación sana para la aparición de una
cultura universal juvenil, en sintonía de valores e ideales que opten por la vida, el
trabajo, la solidaridad, la libertad, la verdad, el diálogo, la participación, la paz, la
justicia y el amor.
Porqué motivación nace la Cultura Juvenil y hacia donde se proyecta?
La cultura juvenil nace por la motivación del Espíritu Santo, y se proyecta a través del
amor y el respeto. Pues el Espíritu Santo es el gran regalo de Dios a los jóvenes.
Alienta sus vidas, fortalece sus trabajos, quita sus temores, los impulsa a ser creativos
y dinámicos en la tarea de transformar la realidad.
Jn8, 31-43
CONOCER SOBRE LOS JÓVENES NO ES FACIL
Conocer y comprender el mundo juvenil no es tarea fácil.
Un joven es siempre una incógnita, una invitación a dejar los propios esquemas
prefabricados y abandonarse a lo incierto e imprevisible. Para poder decir algo sobre
los jóvenes, hay que ser, estar y vivir con ellos.
DIFERENTES MIRADAS
La mirada biológica- cronológica.
La juventud es la edad de la persona en crecimiento, un período entre los 15 y 25
años. Se trata de una etapa de transición muy marcada por grandes cambios
fisiológicos, frutos de una maduración hormonal.
El resultado de estas transformaciones es la conciencia y vivencia del propio ser
corporal, la imagen del cuerpo y su valoración como símbolo del yo y de la
personalidad. La significación de lo sexual pasa a primer plano. Esta valoración del
cuerpo y de la sexualidad se expresa en una serie de aspectos psicológicos, como la
conciencia de su fuerza y de su capacidad física; psicosociales, como el cuidado
extremo de la presentación externa y psico-biológico sexuales, como el
descubrimiento del sexo como estímulo- reclamo.
8. La mirada psicológica.
Es como un segundo nacimiento y como tal es final y es comienzo. Final de una
forma de vida en el ambiente protegido de la familia e inicio de algo nuevo,
desconocido, de un mundo que muchas veces se presenta hostil y peligroso pero que
al mismo tiempo es atrayente y estimulante.
Es el paso del mundo interior de la familia al mundo exterior de las responsabilidades
y de las decisiones personales, lo que supone recorrer un camino angosto, lleno de
incertidumbres, temores y esperanzas que identifican al ser joven y que este debe
hacer suyo.
ES una etapa de búsqueda y crecimiento, de construcción de la identidad y de un
nuevo lugar en el mundo. Fruto del tejido de relaciones que se va teniendo con la
familia, la Iglesia, el colegio, el grupo de iguales, los partidos políticos, los medios de
comunicación.
ES un tiempo de opciones y de definición de vocaciones. Es un camino abierto, donde
queda la posibilidad de ensayar y de errar. Es un tiempo de valoración de lo
intransferible-personal, los sentimientos y la capacidad de actuación moral. Es un
tiempo para configurarse como persona, con derechos y deberes dentro del mundo
adulto.
Se ubican aquí muchos diagnósticos que hablan de las heridas afectivas y de los
desequilibrios psicológicos y de personalidad de los jóvenes.
De orden familiar, social o económico.
Falta de afecto y de relaciones personales
Están solos, necesitan amigos
Buscan un grupo al cual pertenecer y en cual participar y sentirse protagonistas
Un refugio que los libere de la soledad y los haga sentir acogidos y comprendidos.
JPII afirmó recientemente este carácter personal de los problemas que vive la
juventud: “el problema esencial de la juventud es profundamente personal” La
juventud es el período de la personalización de la vida humana. Es también el período
de la Comunión. Los jóvenes chicos y chicas saben que tienen que vivir para los
demás y con los demás, saben que su vida tiene sentido en la medida en que se hacen
don gratuito para el prójimo.
La mirada sociológica
Desde el punto de vista sociológico, la juventud es un grupo social con una posición
determinada dentro del conjunto de la sociedad.
Es una etapa particular de la vida, con identidad y valores propios, aunque
mediatizada (libre) por la posición que ocupan en cada sociedad e influenciada por lo
que esa sociedad acepta o impone.
Muchos jóvenes son víctimas del empobrecimiento y de la marginación social, de la
falta de empleo y del subempleo, de una educación que no responde a las exigencias
de sus vidas, del narcotráfico, de la guerrilla, de las pandillas; muchos viven
adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación social y alienados
por imposiciones culturales y por el pragmatismo inmediatista que ha generado
nuevos problemas en su maduración afectiva.