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- 1. Vivir el Espacio Vertical
Águeda Latorre
FUNDAMENTACIÓN
ORÍGENES DE LAS TÉCNICAS VERTICALES
Teniendo en cuenta los conocimientos previos obtenidos en etapas educativas anteriores,
abordamos el tema de la “escalada deportiva” planteando una aproximación a lo que son las “técnicas
verticales”.
Las “técnicas verticales” son modalidades deportivas que utilizan el espacio vertical como base
para su desplazamiento. Este espacio abarca desde una rampa de nieve hasta una pared para escalar.
Algunas de estas modalidades son: el alpinismo, la escalada, el descenso de barrancos, el rapel, la
espeleología, etc.
El alpinismo puede ser considerado el máximo exponente de los desplazamientos verticales, así
como el origen del resto de las técnicas verticales. Esta actividad, que tiene por objetivo la conquista de
una cumbre, empieza a desarrollarse a partir del siglo XVIII, siendo en el siglo XX cuando alcanza su
máxima popularidad. Una fecha clave para el desarrollo del alpinismo es 1786, año en el que se consigue
llegar al “techo de Europa”, el Mont Blanc. A lo largo del siglo XX se han conquistado las montañas más
altas del mundo, alcanzándose la primera cumbre de 8.000 metros en 1950.
Hasta los años sesenta, la “escalada” era una técnica que contribuía a la conquista de una
cumbre, es decir, se trataba de una técnica complementaria del alpinismo. A partir de la década de los
setenta surge en Estados Unidos y Alemania la “escalada deportiva”. El objetivo de los escaladores
deportivos no es ya conquistar una cumbre, sino realizar una vía, aunque sea de escasos metros, con la
única ayuda del propio cuerpo. Esta nueva especialidad se caracteriza por no hacer uso de elementos
artificiales para la progresión, empleando tan sólo elementos de seguridad (arnés, mosquetones, cuerda,
etc.), al contrario que la escalada tradicional (también denominada clásica o artificial), que sí los utiliza
(escalas o estribos). La escalada deportiva se practica en paredes preparadas para ello o en rocódromos
(espacios artificiales construidos para escalar). Es importante, por tanto, distinguir entre escalada
deportiva y escalada tradicional.
EQUIPO PERSONAL Y ELEMENTOS DE SEGURIDAD
Tanto en la escalada deportiva como en otras modalidades relacionadas con las técnicas
verticales, es imprescindible el conocimiento de los materiales que se van a utilizar, sus características,
limitaciones, condiciones de uso y conservación.
Es necesario que todos los materiales estén homologados; el sello de la UIAA (Unión
Internacional de Asociaciones de Alpinismo) es una de las mejores garantías de que los elementos
utilizados cumplen las normas básicas de calidad.
A continuación, relacionamos los materiales necesarios para llevar a la práctica cualquier
modalidad incluida dentro de las técnicas verticales.
Cuerdas
Las cuerdas son uno de los principales elementos de seguridad en la práctica de la escalada, por
lo que de su correcta conservación y utilización va a depender nuestra seguridad. La cuerda está formada
por dos partes diferenciadas:
• Camisa: es la cubierta externa de la misma.
• Alma o núcleo: es la parte interna, formada por varios cabos trenzados. Es la zona
que soporta las tensiones a las que sometemos la cuerda.
Las cuerdas de montaña se dividen en dos tipos: estáticas y dinámicas.
Las cuerdas estáticas, siempre de color blanco, son muy poco elásticas y, por ello, nunca deben
utilizarse para asegurar a una persona, ya que en caso de caída la cuerda actuaría de forma brusca, con
el peligro de provocar lesiones.
Las cuerdas dinámicas se diferencian de las estáticas, fundamentalmente en que poseen cierto
grado de elasticidad, por lo que la cuerda asume parte del impacto, caso de que el escalador sufra una
caída.
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La longitud de la cuerda debe oscilar entre 45 y 60 metros y su diámetro entre 9 y 11mm. Esta
longitud puede ser mayor en función de la vía que se vaya a escalar.
La vida media de una cuerda depende del uso que se le haya dado y del número de caídas que
ésta haya sufrido. En general, recomendamos no utilizar una cuerda más de cinco años. Aun así, es
importante conocer el número de caídas que ha sufrido la cuerda, para lo que existen unas tablas que
cuantifican la carga que sufre en cada tipo de caída, a lo que se denomina “factor de caída” (FC). Este
concepto se resuelve dividiendo la altura de la caída entre la longitud de la cuerda activa (longitud de
cuerda desplegada entre la reunión y el escalador). El mayor FC es 2, y son las caídas más peligrosas.
Las cuerdas homologadas por la UIAA están garantizadas para soportar un mínimo de cinco caídas de
factor 2.
PARA ESCALAR NUNCA DEBEN UTILIZARSE CUERDAS
ESTÁTICAS
PARA RAPELAR PUEDEN UTILIZARSE CUERDAS
ESTÁTICAS O DINÁMICAS
Aspectos esenciales en el cuidado de las cuerdas:
• Evitar pisar las cuerdas, aunque al principio es difícil.
• Evitar rozarlas con aristas cortantes.
• Protegerlas del sol y de agentes químicos (aceites, detergentes, etc.).
• Después de su uso, verificarlas en toda su longitud para comprobar que no han sufrido daños.
• Si están llenas de barro o arena, lavarlas sólo con agua.
• Guardarlas en un lugar seco y bien liadas, sin nudos.
Cintas y cordinos
Las cintas y cordinos que se utilizan en escalada poseen una resistencia similar a los
mosquetones. Los cordinos son cuerdas con un diámetro inferior a 7 mm. Las cintas, llamadas
habitualmente cintas americanas, oscilan desde los 10 a los 50 mm, siendo su ancho habitual de 25 mm.
Éstas son muy útiles para la construcción de arneses de fortuna y para la formación de anclajes.
Existen en el mercado las llamadas cintas cosidas, que consisten en cintas americanas cerradas
formando un anillo. Éstas tienen una mayor resistencia que las cintas anudadas, cerradas mediante un
nudo. Un tipo especial de cinta cosida es la cinta exprés, que viene a ser un pequeño anillo de cinta que
une dos mosquetones. Su principal finalidad es la de servir de autoseguro en la escalada de primero.
Tanto los cordinos como las cintas deben gozar de los mismos cuidados que detallamos para las
cuerdas, ya que son elementos de los que depende nuestra seguridad.
El ocho
El ocho, como su nombre indica, es un mecanismo de bloqueo manual en forma de ocho. Se
utiliza principalmente como descensor en los rápeles, aunque su precio asequible y la facilidad de su
utilización provocan que su uso esté muy extendido como elemento para asegurar. El ocho se fabrica en
aluminio y podemos encontrarlo de diverso tamaño.
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La forma de utilizarlo en el rapel es pasando la cuerda en doble por el agujero más grande y
fijándola en la unión entre el agujero pequeño y grande. El agujero pequeño se utiliza para pasar el
mosquetón y unir el ocho al arnés.
Mosquetones
Los mosquetones, junto al ocho, son los elementos metálicos del equipo. Son elementos
fabricados en aleaciones ligeras, muy resistentes ante cargas de fricción y tracción, pero muy frágiles si
sufren grandes golpes con la roca. Por ello, hay que tener precaución para no tirarlos o dejarlos caer;
esta misma consideración hay que tener en cuenta en el uso del ocho.
MOSQUETONES NORMALES
Mosquetón recto: en una cinta exprés se utiliza unido a
un mosquetón curvo. Es el mosquetón que pasa por el
seguro.
Mosquetón curvo: su diseño curvo facilita la entrada de la
cuerda en el mosquetón. A esta acción se la denomina
TIPOS DE MOSQUETONES
mosquetonar.
MOSQUETONES DE SEGURIDAD
Son mosquetones normales, con la característica de
que el gatillo de apertura presenta un sistema de
bloqueo para evitar que se abran involuntariamente. Se
utilizan para unir el ocho al arnés, para montar
reuniones, para asegurar con el nudo dinámico, etc.
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Arnés
El arnés es una de las partes más personales del equipo. Existen tres tipos de arneses: arnés de
pecho, arnés de cintura y arnés integral (sujetan el pecho, la cintura y la parte superior de los muslos).
En escalada deportiva suele utilizarse el arnés de cintura, , formado por un cinturón unido a unas
perneras (se recomienda que éstas sean regulables). En la cintura están los portamateriales, la hebilla
para cerrar el arnés y la parte donde nos encordaremos o colocaremos el mosquetón de seguridad. Este
tipo de arnés es menos seguro que el denominado integral; aun así, es el más popular por su comodidad
y libertad de movimiento. Su principal limitación es que, caso de una caída incontrolada, es posible
voltear al escalador.
• Al comprar un arnés debemos asegurarnos de que:
• Esté homologado.
• Sea de nuestra talla (debe quedar justo, tanto en la cintura como en las piernas).
• Sea cómodo. Por ello, es recomendable que esté acolchado.
Consideraciones en la colocación
del arnés
El arnés debe ajustarse bien en la cintura, por encima de los huesos de la
cadera. Debe insistirse en ello, especialmente en las mujeres (en la cadera
no; en la cintura).
Caso de tener perneras regulables, hay que ajustarlas, de forma que estén
bien sujetas pero sin hacer daño.
Cerrar bien el arnés. ¡No olvidar nunca dar la vuelta de seguridad en
la hebilla del cinturón y de las perneras!.
Vamos a referirnos específicamente al arnés de fortuna o de emergencia. Éste es el tipo de arnés
autoconstruido por nosotros mismos. ¡Nunca debe utilizarse en el medio natural; tan sólo debe
emplearse en situaciones de emergencia!. Nosotros lo vamos a usar para todas aquellas actividades que
se realicen dentro del gimnasio.
Para la construcción de este arnés se necesita cinta plana de 3 m de largo y 2,5 cm de ancho
aproximadamente. También puede fabricarse con cuerda, pero la ventaja que tiene la cinta sobre la
cuerda es que, al ser más ancha, resulta más cómodo. La cinta se anuda mediante el nudo de cinta
plana, formando un anillo. Este anillo lo pasamos por la espalda y entre las piernas, uniendo las tres
gazas formadas al frente con un mosquetón de seguridad.
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El arnés debe quedar bien ajustado, tanto en la cintura como en las piernas, de forma que no
pueda salirse. Según Gilpérez (1991: 73), es recomendable realizar varios ensayos, acortando o
alargando el anillo mediante el nudo, hasta encontrar el tamaño que se ajuste mejor a nuestro cuerpo.
Pies de gato
Es el calzado utilizado para la escalada. Se caracteriza por su flexibilidad, lo que permite una gran
adaptación del pie a la roca y su adherencia a la misma, producida por el tipo de goma que cubre su
suela y laterales. Existen diferentes tipos de pies de gato, según el tipo de escalada que se realice.
Es importante tener en mente que, a la hora de comprar unos pies de gatos, hay que elegir uno o
dos números por debajo del nuestro habitual, sin que llegue a producir un dolor insoportable.
CABUYERÍA BÁSICA
Todas las disciplinas verticales comparten el conocimiento de determinados nudos. El mundo de
los nudos es muy amplio, aunque es aconsejable manejar pocos y dominarlos perfectamente. Es por ello
por lo que sólo vamos a referirnos a los nudos básicos para poder llevar a la práctica esta Unidad
Didáctica.
LA CABUYERÍA ES EL ARTE DE HACER NUDOS
Chicote o cabo: cualquiera de los dos extremos de la
cuerda.
Partes de un nudo
Firme: parte de la cuerda alrededor de la cual se hace el
nudo.
Seno: curva que se forma en la cuerda cuando se hace
el nudo.
Principios a seguir en la realización de nudos:
• Se realizarán de forma fácil y sencilla.
• Serán fáciles de deshacer cuando se desee.
• Los nudos serán resistentes, es decir, se ajustarán más cuanto más tensión soporten, no
deshaciéndose al tirar de ellos.
• Se utilizará el nudo apropiado, según la finalidad para la que se destine.
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Los nudos que a continuación se detallan hay que practicarlos hasta asegurarnos de que se
domina su realización y uso, de lo que dependerá la seguridad de la actividad.
Nudo de cinta
Es un nudo que sirve para unir dos cintas planas o para formar un anillo de cinta.
Nosotros lo utilizaremos para autoconstruirnos un arnés. En su realización debemos tener en
cuenta las siguientes consideraciones:
• Las cintas deben quedar paralelas y no montadas en el recorrido que hacen.
• Deben dejarse cabos largos para evitar que el nudo se deshaga.
Nudo de ocho por chicote
Se utiliza principalmente para amarrar la cuerda por la que se va a escalar al arnés, aunque
otras de sus finalidades son: unir cuerdas del mismo diámetro y formar un anillo con una cuerda.
Consideraciones:
• El nudo debe quedar “bonito”; es decir, las cuerdas no pueden montarse, deben ir paralelas.
• Hay que dejar un cabo largo, al menos dos veces más largo que el propio nudo.
Nudo de presilla de alondra
Es un nudo muy fácil de realizar, para el que necesitaremos un anillo de cuerda o de cinta. Goza
de multitud de aplicaciones. En nuestro ámbito lo utilizaremos para fijar un anillo al arnés y,
fundamentalmente, para montar un punto de anclaje.
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Nudo doble pescador
Este nudo es recomendable para unir dos cuerdas. Es útil en cuerdas de distinto diámetro. Al
igual que en el ocho cosido, los cabos resultantes deben quedar largos, al menos de doble longitud que el
nudo.
EL RAPEL
Es una técnica de descenso por cuerda que, en sus inicios, se utilizaba exclusivamente para bajar
aquellas montañas que habían sido escaladas.
Con el tiempo, el rapel, además de practicarse como modalidad auxiliar de la escalada, el
alpinismo u otros deportes de montaña, se ha convertido en una actividad en sí misma. Para realizar
rapel es importante conocer qué tipo de materiales se necesitan, cómo deben montarse y qué medidas
de seguridad hay que adoptar.
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A) En cuanto a los materiales utilizados para rapelar, son similares a los empleados para escalar.
Por ello, hay que tener presentes las mismas consideraciones en cuanto a su utilización y conservación,
para que de esta manera podamos garantizar unas fiables condiciones de seguridad (este aspecto se ha
desarrollado con más detalle en el apartado “Equipo personal y elementos de seguridad”).
De todos los materiales utilizados para rapelar, el elemento más específico es el descensor. En el
mercado existen diversos tipos, siendo el ocho el más utilizado.
Material necesario para realizar un
rapel
Arnés Cuerda Anillo cinta plana (anclaje)
Mosquetones de Casco (recomendable)
seguridad y ocho
B) Respecto al montaje de un rapel, las pautas que se enuncian nos servirán tanto en el medio
natural como en las espalderas del gimnasio del centro.
El montaje se realizará anclando un anillo de cinta americana o de cordino grueso, mediante el
nudo de presilla de alondra, alrededor del árbol o la parte gruesa de la espaldera. En la gaza resultante
anclamos un mosquetón de seguridad y, por último, pasamos la cuerda en doble por el mosquetón.
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C) En cuanto a las medidas de seguridad a considerar, éstas se resumen en el siguiente
esquema:
Medidas de seguridad a tener en cuenta antes de iniciar un rapel
Constatar que el anclaje es correcto.
El arnés debe fijarse perfectamente a la cintura y a las piernas. La
hebilla debe tener dada la vuelta de seguridad.
La cuerda ha de pasarse por el ocho, que se encuentra anclado al
mosquetón de seguridad, y éste al arnés.
Los mosquetones de seguridad se encontrarán cerrados.
LA ESCALADA DEPORTIVA
Dentro de la escalada deportiva podemos distinguir dos tipos:
a) Escalada de primero: en la que no existe cuerda por arriba. El escalador está
asegurado desde abajo, por lo que debe ir pasando la cuerda, mediante mosquetones,
por los seguros intermedios.
b) Escalada de segundo (también denominada en top-rope o en yo-yo): es aquella
situación en la que la sujeción de la cuerda se realiza desde arriba. Esta forma de
escalada es más segura que la de primero, pues, si el asegurador realiza bien su
función, el riesgo de caídas es mínimo.
En el ámbito educativo, en el que nos encontramos, la escalada de segundo será el tipo de
escalada que practicaremos. Resaltemos, a continuación, algunos de sus principales aspectos:
Asegurar a un compañero que está escalando de segundo
Un top-rope o yo-yo es aquella situación en la que la cuerda se encuentra pasada por la reunión
(punto más alto al que queremos llegar) en doble. Uno de los extremos de la cuerda sirve para que el
escalador se ancle al arnés; el otro, para que el compañero lo asegure.
La función del asegurador es ir recogiendo cuerda a medida que el escalador va ascendiendo. La
recogida de cuerda debe ser progresiva; si recogemos rápido podemos desequilibrar al escalador, si lo
hacemos lentamente puede producirse una caída.
El escalador no debe desviarse de la línea vertical que hay entre la reunión (punto más alto de la
vía de escalada, y lugar donde se pasa la cuerda para escalar de segundo) y el suelo, ya que en caso de
caída puede producirse el efecto de péndulo.
La persona que asegura debe de pesar, al menos, dos tercios del peso del escalador (ejemplo: si
el escalador pesa 90 kilos, el que asegura debe alcanzar los 60 kilos, como mínimo). De no ser así, debe
utilizarse un sistema de aseguramiento adicional como, por ejemplo, anclarse a un punto fuerte (árbol o
roca).
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Instalar un top-rope
Para instalar un top-rope o yo-yo en una reunión equipada, subiremos al final de la vía por una
zona de fácil acceso y pasaremos la cuerda en doble por el sistema que forme la reunión.
Para instalar un top-rope en un árbol o, en nuestro caso, en las espalderas del gimnasio,
montaremos nuestra propia reunión (es decir nuestro punto de anclaje). Para ello, anclamos un anillo de
cinta americana o de cordino grueso al árbol, mediante el nudo de presilla de alondra. Sobre la gaza
resultante anclamos un mosquetón de seguridad. Por último, pasamos la cuerda en doble por el
mosquetón.
Encordarse al arnés
Antes de comenzar a escalar debemos asegurarnos de que el arnés esté bien colocado. Para ello,
se cumplirán todas las consideraciones planteadas en el apartado referente al arnés.
La persona que va a escalar une la cuerda al arnés mediante el nudo de ocho por chicote. Es
conveniente que el asegurador revise la colocación del arnés y el nudo de ocho.
Descender al compañero. Bloquear el descenso
Cuando el escalador llega al final de la vía, una de las posibilidades, y la más utilizada en
iniciación, es que el asegurador descienda al compañero. Para ello, el descenso debe ser lento. El
asegurador ha de dejar la mano de frenado abierta, lo que permite ir dando cuerda para que el escalador
descienda.
Para bloquear el descenso se realiza la acción contraria: la mano de frenado se cierra y se lleva al
glúteo, de forma que la cuerda quede totalmente tensa e impida que el escalador descienda.
TÉCNICAS DE LA ESCALADA
La escalada, al igual que otros deportes, posee una técnica elemental que debe conocerse desde
la etapa de principiantes. Se diferencian dos tipos:
• Técnica de pies (cómo colocar los pies).
• Técnica de agarre (cómo colocar las manos).
Técnica de pies
Cuando una persona se inicia en la escalada tiende a utilizar las manos más que los pies; sin
embargo, la musculatura de las piernas es más fuerte, por lo que debemos aprender a utilizar las piernas
para progresar y las manos para equilibrar.
En la escalada es importante utilizar los pies de todas las formas posibles.
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Apoyo de punta: el talón va ligeramente hacia abajo. Se utiliza
en pequeños agujeros y hendiduras.
TIPOS DE APOYOS DE PIES
Canteo interno o externo: se trata de apoyar el borde interno o
externo del pie.
Adherencia: se apoya la mayor superficie posible de suela para
aumentar la adherencia del pie sobre la roca. Se utiliza en placas
inclinadas.
Empotramiento: consiste en encajar el pie en una fisura para
que sirva de apoyo.
Técnica de agarre
En la práctica de escalada, todo agarre debe cumplir los siguientes principios básicos:
• Intentar acoplar todo lo posible los dedos y las manos a la estructura de la roca, lo
que mejorará la transmisión de la fuerza y la adherencia.
• Debe agarrarse todo lo que esté al alcance de las manos.
• Utilizar agarres variables para no cargar siempre los mismos músculos.
• Agarrar sólo con la fuerza necesaria para soportar el peso del cuerpo.
La clasificación más común de los tipos de agarre es la que hace referencia a la dirección de la
carga. Según esta clasificación, podemos distinguir:
Agarres para tirar: la carga se ejerce en dirección vertical hacia
abajo. Es un movimiento similar al de una flexión en barra. Son
los agarres que más se utilizan en iniciación.
TIPOS DE AGARRES
Agarres laterales: la carga se ejerce en dirección lateral.
Agarres inferiores o invertidos: la carga se ejerce en dirección
vertical hacia arriba y afuera. La palma de la mano está hacia
arriba.
Agarres de apoyo: la dirección de la carga es vertical. Las
palmas de las manos están hacia abajo.
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Es frecuente realizar agarres que resultan de la combinación de algunos de los citados
anteriormente.
Una regla básica que todo principiante en la escalada debe cumplir es la de los tres apoyos. De
los cuatro puntos de apoyo (dos manos y dos pies), siempre debemos mantener tres puntos en contacto
con la pared; el miembro que queda libre es el que se desplazará en busca de un nuevo sustento.
BIBLIOGRAFÍA
Association Prise de Téte (A.P.D.T.) (1999). Juegos de escalada. Barcelona: Inde.
Child, G. (2001). Escalada. Guía completa para la escalada en hielo y roca. Barcelona: Paidotribo.
Gilpérez, L. (1991). La técnica del rapel. Madrid: Penthalon.
Lizama, J.C. (1998). Los nudos. Madrid: Ediciones Desnivel.
Murcia, M. (1996). Prevención, seguridad y autorrescate. Madrid: Ediciones Desnivel.
Querol, S. y Marco, J.M. (1998). Créditos variables de actividades en la naturaleza. La orientación
y la escalada. Barcelona: Paidotribo.
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