Es importante que tengamos en cuenta que un talento solo tiene un valor enorme a los ojos de Dios, y que Él espera que lo apreciemos y lo multipliquemos al compartirlo con otros.
2. “Porque el reino de los cielos será
semejante a un hombre que al
emprender un viaje largo, llamó a sus
siervos y les entregó sus bienes. A
uno dio cinco talentos, a otro dos, y a
otro, uno. A cada uno dio conforme a
su capacidad y se fue lejos.”
(Mat. 25:14-15).
3. I. Dios nos ha dado a todos
valiosos talentos (v. 15)
Los talentos son cualidades,
habilidades, oficios, capacidades,
etc. dados por el Señor.
Pablo lo expresa de la siguiente
manera: “Todas estas cosas las
hace uno y el mismo Espíritu,
repartiendo a cada uno en
particular como él quiso” (1 Cor.
12:11).
4. “Dios desea que sus
obreros lo consideren
como el Dador de
todo lo que poseen,
que recuerden que
todo lo que tienen y
todo lo que son
procede de él.” (C. M.
C. pág. 120).
5.
6.
7.
8. Los talentos no son distribuidos en
forma caprichosa sino de acuerdo
a la habilidad del recipiente.
Cada persona tiene una misión
que cumplir y Dios la equipa con
los talentos que necesita.
Dios nos pedirá cuenta de los
talentos recibidos.
9. “Las utilidades que se exigirán, estarán
de acuerdo con los talentos otorgados.
La obligación más pesada descansa
sobre quien ha sido hecho mayordomo
de grandes habilidades. Una persona
que posee diez libras esterlinas es
responsabilizada por todo lo que podría
hacer con esas diez libras si las usara
correctamente. El hombre que tiene sólo
diez peniques es responsable tan sólo
por esa cantidad...” (C. M. C. p. 122).
10. Los siervos que fueron
aprobados son los que
multiplicaron sus talentos.
¿Cómo se multiplican?
Una ley de la naturaleza es “lo
que no se usa se atrofia y lo
que se usa se conserva, crece,
perfecciona y multiplica”.
Un talento bien empleado
produce mucho bien.
11. Quien hace buen uso de ellos
puede impactar y cambiar el
rumbo de la existencia de
quienes lo rodean.
Es a través de la práctica, el
esfuerzo y la perseverancia
como se perfeccionan.
Los grandes atletas,
profesionistas, especialistas no
nacieron siendo prodigiosos.
12. Lo más importante es lo que te
motiva a ejercerlos.
“Deben usarse para la gloria de Dios
y la promoción de su reino… El
bendecirá el uso debido de esos
dones.” (C. M. C. p. 122).
El que no usa sus talentos o los
esconde no producirán beneficio
alguno y finalmente los perderá.
(Mat. 25:28).
13. Los siervos prudentes veían a
su Señor con gratitud.
Se esmeraron por entregar
buenas cuentas a su Señor.
Trabajaron por amor.
Como resutado duplicaron sus
talentos.
14.
15. El regreso del Señor representa la
segunda venida de Cristo.
Entonces pedirá cuentas de los
talentos que puso en nuestras manos.
Los que le hayan servido fielmente,
ecucharan las palabras melodiosas:
“Bien, buen siervo y fiel, en lo poco
has sido fiel, en lo mucho te pondré,
entra en el gozo de tu Señor”. (Mat.
25:21).
16.
17. Escucharán las terribles palabras:
“Apartaos de mí, hacedores de
maldad”. (Mat. 7:23).
Finalmente lo poco que tenían les
será quitado (Mat. 25:28-29).
“En el día del juicio no querremos
encontrarnos frente a estas
oportunidades desaprovechadas y
a los privilegios descuidados.
Nuestros intereses eternos en el
futuro dependen del
cumplimiento diligente del deber
en este momento...” (CMC 133.2).
18. Pidamos a Dios que nos ayude a descubrir y
usar sabiamente los dones que ha puesto en
nuestras manos.
Sirvamos a Dios y a nuestro prójimo de todo
corazón y nuestros talentos se desarrollaran y
multiplicaran.
Que cuando Cristo venga podamos decirle:
“Señor: cinco talentos me confiaste, aquí te
entrego otros cinco o dos talentos me
confiaste, aquí te entrego otros dos” (Mat.
25:29).