Los aztecas eran politeístas que adoraban a varios dioses importantes como Huitzilopochtli y Tezcatlipoca. Su religión involucraba prácticas de sacrificios humanos donde la sangre de animales y seres humanos era ofrecida a los dioses, como extraer el corazón de un guerrero vivo para alimentar a Huitzilopochtli. También sacrificaban niños a Tlaloc en las montañas creyendo que más llantos traerían más lluvia.