2. … ví el camino como una línea sinuosa que se arrastra por la tierra, adaptándose fielmente a todos sus altibajos, subiendo y descendiendo, torciendo a un lado y a otro, pero siempre a ras de esa tierra que le sirve de apoyo. Lo ví paciente y seguro, transitar a él mismo por otro camino imponderable que es el tiempo...
3. Me contaron mil cosas de este camino que sirvió para sostener viejos íberos, valientes romanos, esforzados medievales, soñadores renacentistas...y hoy, cubierto de nuevo asfalto enlaza con rápidas y modernas carreteras, de hombres también rápidos y modernos, de los que difícilmente se detienen a contemplar un camino...
4. En su ferviente horizontalidad, él me sugirió la pregunta como contraparte: ¿y dónde están los caminos verticales, los que subiendo de la tierra al cielo marcan las rutas del alma?
5. el hombre marcha de pie: un extremo de su cuerpo se apoya en la tierra, y desde allí se alza vertical apuntando hacia arriba. ¿No tendrá, pues caminos ese alma que a fuerza de vertical, logró verticalizar al cuerpo?
6. Ciertamente, esos caminos existen. El Camino que me sugirió el de tierra que ví, ya no es de tierra; tiene la fuerza ancestral del espíritu que remonta, y por ello se levanta en tortuosos vericuetos que atraviesan numerosos puertos y encrucijadas de evolución.
7. No se ve, pero se siente; no se mide en kilómetros, pero sí en tiempo y aprendizaje.
8. Ahora que todo tiende a la comprobación científica, y en gran parte, a la recuperación de los conocimientos que, en muchos aspectos, ya tuvieron los hombres del pasado… ...deberíamos retomar la ciencia del Camino. No es una nueva ciencia, pues me la sugirió un viejo camino trazado en la tierra, por hombres también muy viejos.
9. El camino que ví hizo brotar en mí la pregunta más antigua de los tiempos: ¿de dónde vengo, quien soy a donde voy?.
10. Le pregunté al Camino... Soy un hombre atrapado en la materia que surca este camino horizontal.
11. Soy un alma inmortal que viene desde el Infinito habiendo bajado por una escala de tiempo vertical para detenerse en este recodo de la Vida a recoger experiencias.
12. Voy hacia el Infinito, nuevamente, por esforzado Camino vertical que ha tomado la forma de una espiral, sumando lo horizontal a lo vertical, lo humano a lo divino, lo que es a lo que debe ser.
