El documento presenta tres historias breves sobre objetos misteriosos encontrados en bibliotecas o durante búsquedas. La primera historia trata sobre un detective que compra una muñequera mágica de un vendedor ambulante y termina quedándose ciego. La segunda habla sobre un hombre que escucha el relato de un libro cambiante de colores encontrado en una biblioteca oscura. Y la tercera presenta la historia de un amigo que buscaba un libro llamado "Libro de arena".
1. “ A lo largo del tiempo, nuestra memoria va formando una biblioteca dispar, hecha de libros, o de páginas, cuya lectura fue una dicha para nosotros y que nos gustaría compartir (...)” “ Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo, hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos (…)” “ Ojalá seas el lector que este libro aguardaba.” Jorge Luis Borges Jorge Luis Borges
2. Borges, Jorge Luis: (1899-1986) "Nací en el corazón de esta ciudad en el año 1899 en la casa que pertenecía a mis abuelos maternos. Al poco tiempo nos mudamos a los suburbios de Palermo. El Palermo de aquellos tiempos estaba en los bordes porteños de la ciudad, y recuerdo que mucha gente avergonzada de vivir allí, decía de una manera imprecisa que habitaba en el norte. Nosotros vivíamos en una de las pocas casas de dos pisos que existía en esa calle, el resto casas bajas y baldíos. En cuanto a mi, viví puertas adentro. Al no tener chicos amigos, mi hermana, Norah, y yo creamos compañeros imaginarios llamados Quilos y Molino. Finalmente, cuando nos aburrimos de ellos, le dijimos a nuestra madre que habían muerto. Siempre fui corto de vista, usaba lentes y era bastante frágil.
3. En mi casa hablábamos inglés y español. El inglés lo habíamos heredado de mi abuela paterna, ya que había nacido en Staffordshire -Inglaterra- Mi padre, Jorge Guillermo Borges, trabajó como abogado. Él me enseñó lo hermoso que era la poesía y la literatura, y desde ese entonces comencé a escribir. Mi madre, Leonor Acevedo, alentó silenciosa y eficazmente mi carrera literaria. Siempre fue una compañera para mí, especialmente en los últimos años, cuando perdí la vista. Si me preguntaran cuál ha sido el principal acontecimiento de mi vida contestaría que fue la biblioteca de mi padre. De hecho, a veces pienso que nunca he salido de ella. Empecé a escribir a los seis o siete años. A los nueve años aproximadamente, traduje "El príncipe feliz" de Oscar Wilde y el trabajo fue publicado en el diario El País. Al firmar sólo Jorge Borges, la traducción se la adjudicaron a mi padre.
4. En 1914 viajamos a Europa; los motivos la pérdida de la vista de mi padre y que nosotros fuéramos a una escuela en Ginebra. En 1921, volvimos. Me sorprendió advertir que mi ciudad natal había crecido y que era ya una gran ciudad, casi interminable. Aquello fue algo más que un retorno; fue un redescubrimiento. A lo largo de toda mi producción creé un mundo fantástico, metafísico y totalmente subjetivo. No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía en forma de literatura." (Extracto del texto autobiográfico escrito por Borges para la revista “The New Yorker en 1977)
5. Leímos algunos relatos de Borges Analizamos algunos de sus tópicos Escribimos cuentos siguiendo su estilo
6. EN BUSCA DEL LIBRO DE ARENA Les voy a contar una historia que me narró un amigo, acerca de un libro, pero al parecer no todo era una fantasía. Era cerca de las nueve de la noche cuando salí de mi casa y me dirigí a la Biblioteca Nacional en busca del Libro de la Arena que había sido guardado por mi padre hace un largo tiempo. Cuando llegué me encontré con en un laberinto, caminé para cualquier lado hasta que llegué a un espejo. Me acerqué a él, reflejó mi imagen y detrás la del libro. Rápidamente me di vuelta, pero de repente desapareció. Entonces revisé todo el lugar, luego encontré una puerta, la abrí, bajé por las escaleras y llegué a un lugar lleno de diarios y mapas antiguos. Busqué y busqué, pero no hubo resultado. En ese instante, encontré unos anaqueles llenos de polvo y vi un libro viejo desgastado, casi roto ... Al verlo me di cuenta de que era ese. Me senté en el piso, lo abrí y al instante me dormí. Al día siguiente al despertarme el libro no estaba más. Todo el lugar estaba vacío. Daiana - Mayra
7. LA BÚSQUEDA Hace un tiempo el señor R. Wiliams* me narró una historia que a pesar de parecer fantástica es totalmente verídica y comienza así. En una tarde tranquila buscaba como siempre algún informe o detalle del tan misteriosamente llamado “Libro de arena”; el cual según otros cuentos existía y se hallaba en la antigua Biblioteca Nacional ubicada en la calle México. Luego supe por alguien que ese libro todavía se encontraba oculto allí. Esa misma noche decidí ir a buscarlo, pero ante la absoluta oscuridad esperé al amanecer. Cuando amaneció comencé a buscar por todos los anaqueles, no encontré nada, pero al fondo, en un espacio iluminado se encontraba un gran y antiguo espejo. Al reflejarme logré ver el fantástico libro detrás de mí. Luego al darme vuelta no estaba ¿Cómo había desaparecido? ¿Sería cierto lo que había visto? Lo que estoy seguro es que ya no se encontraba en medio de las ruinas de esa biblioteca y si lo que había visto era una ilusión ya no lo volvería a tener más. * Buscador de objetos históricos (1940-1980) Verónica y Cecilia
8. EL ESPECTRO EN EL ESPEJO La historia que les referiré a continuación me sucedió hace unos meses con uno de mis mejores amigos que ama tanto la lectura como yo. Todo comenzó una lluviosa mañana de septiembre cuando decidí leer el libro que me había obsequiado mi abuela, escrito por uno de sus autores favoritos, James B. Rally. Era tan extraño y a la vez interesante, que estuve días y días leyendo hasta acabarlo. Unos cuantos días luego de terminarlo conversaba con uno de mis mejores colegas, Peter Piterson , el bibliotecario . De pronto, mi amigo vio el libro en un anaquel y me preguntó acerca de él. - Ah... ese es un ejemplar que ha enviado mi abuela desde Croacia. Es muy antiguo, del siglo XVII, eso creo.. ¿Por qué preguntas? - Es que ese libro nos ha sido prestado hace ya dos años y jamás fue devuelto.
9. Al oír eso, recordé que justamente ese libro había llegado a mí hacía dos años. Entonces decidimos ir a investigar un poco sobre la persona que se lo había llevado. En el camino hablamos sobre nuestra opinión del muy peculiar ejemplar y le comenté que era un buen libro de extravagantes conjuros falsos. Al llegar a la biblioteca me mostró la ficha del sujeto, que si la memoria no me falla se llamaba Wilfredo Williams, y al parecer no era el primer libro que se llevaba, ya había alquilado casi toda la colección. Luego me condujo a la sala donde se hallaba el resto de la colección. Los hojeé rápidamente, eran catorce tomos y vi el espacio perteneciente al que poseía. Al voltearme observé un gran espejo cubierto de polvo. Pero no vi mi reflejo sino al de un anciano; lo que lo único que le llegué a ver fueron unas pequeñas iniciales en su camisa W. W. Me restregué los ojos y encontré mi rostro en el espejo. Pensé que sólo era una ilusión y seguí examinando el sitio.
10. Luego tomé un extraño papiro que se encontraba sobre una mesilla. Lo leí en voz alta y tanto Peter como yo quedamos estupefactos. Era la biografía de Williams Wilfredo: "Nació el 3 de noviembre de 1732. Brujo renombrado. Recorrió pueblos y pueblos estafando sociedades. Hasta que llegó a una pequeña villa, conoció a una hermosa mujer y se enamoró. Empezaron a salir juntos hasta que se enteró que la mujer estaba comprometida. La bella joven le rompió el corazón. Como él no soporto la desilusión, decidió embrujar un espejo para que lo recordaran por siempre, y luego se quitó la vida el 5 de octubre 1789 dejando que su fantasma vagara por toda la eternidad en el espejo ." No podíamos creer lo que decía, ese hombre ya había muerto hacía casi doscientos años. No podía ser el mismo, pero … Estaba tan asustado que al retroceder tropecé con el espejo, éste cayó y se rompió en mil pedazos.
11. En ese maldito instante, vimos un espíritu salir de allí y agradecernos por ello. Temblando dejamos el tomo en su lugar y nos fuimos corriendo espantados. Ya ni pasar por la pequeña biblioteca de Callao y Corrientes quiero. Luego de eso perdí todo contacto con Peter ... Ailin - Marcela
12. “ LA MUÑEQUERA MÁGICA” En Buenos Aires, el detective me contó su historia. Lo hizo con mucha paciencia y tranquilidad, a pesar de lo extraña que era. “ Fue una noche de 1932, cuando alguien golpeó la puerta de mi casa. Era un hombre viejo, algo extraño, con un sobretodo grande, elegante para mi gusto. Me dijo: Ando por el mundo vendiendo objetos antiguos ¿quiere observar los que tengo? Sí claro, por qué no. Le contesté con entusiasmo. Se abrió el sobretodo y tenía un montón de valiosos objetos. Desde anillos rarísimos hasta coronas de oro, que por cierto estaban algunas desgastadas. Me llamó la atención una muñequera de color dorado que parecía mágica. Aparecía un dibujo de un águila, que luego desaparecía y otro dibujo brillaba. Entonces le dije: - ¡Quiero esa!
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14. El libro que cambia de color Fui en la iglesia Tránsito de la Virgen, para confesar lo que había hecho, cuando escuché un relato que no pude creer. “ Sí, todo sucedió cuando fui a la biblioteca de la calle Ecuador por un libro. Al llegar golpeé la puerta y se abrieron solas. Di tres pasos, cuando entré estaba todo oscuro y se escuchaban frecuentes golpes. Entré y fui caminando derecho por un pasillo, éste parecía infinito. Después de un rato encontré un pasillo que doblaba hacia mi derecha, allí encontré un libro diferente a los demás. Cambiaba de color cada vez que parpadeaba y cuando intentaba agarrarlo el pasillo se alargaba. Al mismo tiempo vi un espejo, se veía borroso, pensé que era por la calidad, pero no. Seguí caminando y me encontré con otro espejo, pensé que era igual, pero se veía más borroso, en ese momento volví a ver el libro y logré agarrarlo. Corrí hacia atrás, y me encontré con una salida que no conocía. Salí desesperado, y al salir me encontré con un lugar desconocido que cambiaba constantemente de color. Al otro día me desperté en mi casa, y pensé que todo había sido un sueño. Entonces corrí como loco para comprobar si había sucedido en realidad y al llegar todo volvió a ocurrir como en mi supuesto sueño. Rodri, Piro, Iván.