4. Comprender que la acción
salvífica de Dios realizada
por Jesucristo sigue
presente a partir de la
acción litúrgica continuada
por la Iglesia.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11. Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de
la redención humana por el misterio pascual
de tu Hijo, concédenos que, al anunciar
llenos de fe por medio de los signos
sacramentales, su muerte y resurrección,
(Oración Colecta –
De la Sagrada Eucaristía I)
12.
13.
14. Algo esencial
que debemos
tener presente
para que
pueda hablarse
de liturgia en
sentido cristiano
y trascendente
es: la presencia
de Cristo.
15. Es decir, no
podemos
hablar de
liturgia sin
hablar de
Cristo
presente en
nuestras
celebraciones
, sobre todo,
en la
Eucaristía.
16. La liturgia es un acto
de Cristo antes que
nada y nosotros
participamos del
ejercicio de su
sacerdocio en la
medida de que él nos
asocia a todos como
Iglesia en su acción
salvadora.
17. Esta acción debe
ser realizada no
sólo por los
presbíteros o
ministros
ordenados sino
también por otros
miembros del
cuerpo de Cristo.
18.
19.
20.
21. Todos los
bautizados y
confirmados son
incorporados a ese
cuerpo.
Pero, además, el
mismo Cristo
instituyó un
sacerdocio visible,
el sacerdocio de
quienes en su
nombre presiden la
Eucaristía y la
comunidad.
22. De este modo, se mantiene
vivo el sacerdocio de Cristo.
Y puede decirse que es el
propio Señor, ya glorioso, el
que sigue actuando en el
mundo la salvación. La vida
de la Iglesia, especialmente
la Liturgia, es una
manifestación de la
presencia real, santificadora
y redentora de Cristo, el
Señor.
23. La liturgia es, por tanto, acción de
Cristo, presente en ella (SC 7.33; LG
21; DV 21; AG 9). A la vez, e
inseparablemente, la liturgia es
también acción de la Iglesia,
sacramento de Cristo, que ha
brotado de su costado en la cruz
para continuar en el mundo su obra
de salvación (SC 5; LG 1. 9). La
liturgia no es el único modo de
presencia (Mt 28,19-20).
24. Apoyándonos de la Constitución sobre la
Liturgia (Sacrosanctum Concilium) del
Vaticano II, en el número siete se nos
presentan los modos de presencia de Cristo
en su Iglesia desde las celebraciones
litúrgicas:
25.
26. Esta presencia se afirma tanto en la
persona del ministro, que hace las
veces de Cristo, como en las especies
eucarísticas (en el sacramento).
27. Ahora, Cristo se
ofrece por
ministerio de los
sacerdotes. La
función de estos
es instrumental y
representativa.
Por eso se dice
que actúa in
persona Christi
(Sto.Tomás). Y, con
S. Agustín
recordamos que,
cuando alguien
bautiza, es Cristo
quien bautiza.
29. Se trata de una presencia, por la
que se comunica el mismo Cristo,
en una concreción histórica, a un
determinado hombre, en una
situación fundamental de su vida.
Se ve así que se trata de una
presencia que hace del
sacramento un acontecimiento de
salvación.
30. Así se hace vivo y actual el
Misterio de Salvación para un
individuo o una comunidad
concreta. El signo sacramental
es el vehículo simbólico y eficaz
de la Palabra hecha carne y el
Espíritu Santo es el agente
interno que transforma y
santifica al hombre mediante el
sacramento.
32. “...En la liturgia, Dios habla a su pueblo;
Cristo sigue anunciando el evangelio. Y el
pueblo responde con el canto y la oración"
(SC 33)
33. afirma que la
Liturgia es un
momento que
continúa y
actualiza la
Historia de la
Salvación, en la
que Dios habla
34.
35. La Palabra es un memorial de la Historia
de la Salvación y del Misterio de Cristo
y, por ello, contribuye a hacer presente
y operante el Misterio salvador.
Las lecturas, dice S.
León, hacen de una
celebración litúrgica el
memorial de un
acontecimiento de la
vida de Cristo.
36. Presencia de
Cristo en la
asamblea reunida
en su nombre
37. Cristo está presente en la asamblea
reunida en su nombre, realizándose el
ejercicio de su sacerdocio.
38. Además, vincula a su ejercicio
concreto en la acción litúrgica a
todo el cuerpo eclesial, del que es
signo evidente la asamblea litúrgica.
39. mos
fácilmente
que, al
estar la
comunidad
compuesta
de
miembros
bautizados,
también en
ella esté
Cristo
40.
41. es presencia del Señor Resucitado y de su obra de
salvación o misterio pascual. A través de esta presencia
se sigue salvando al hombre.
42. La Liturgia sigue siendo acontecimiento
de salvación y medio de salvación. En
ella, ha quedado el "Dios-con-nosotros"
de una manera intensa y muy extensa
en medio de su pueblo.
43.
44. "Las acciones
litúrgicas no son
acciones privadas,
sino celebraciones
de la Iglesia, que
es sacramento de
unidad, es decir,
pueblo santo
congregado y
ordenado bajo la
dirección de los
obispos…
45.
46.
47. Pero además, la liturgia es oración y celebración de la
Iglesia. La liturgia es de toda la Iglesia y nadie se la puede
apropiar o instrumentalizar al gusto de la comunidad o el grupo.
48. Celebramos con toda la
Iglesia, oramos con toda la
Iglesia… así se manifiesta el
misterio mismo de la Iglesia y
de Cristo.
49.
50.
51.
52.
53. Son todos los
bautizados que
se reúnen en el
nombre del
Señor como
asamblea los que
celebran junto
con Cristo, que
es el celebrante
principal.
54. Y esto se realiza mediante gestos,
lenguaje, espacio, palabras y
oraciones.
55.
56.
57. Y era lógica esta insistencia porque
venimos afirmando que es toda la
Iglesia la que celebra y lo hace como
un cuerpo vivo, un cuerpo que
agradece la bendición de Dios.