1. Año 11, nº 571 - 18 de octubre de 2015
“El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
Domingo 29º del Tiempo Ordinario
JORNADA MUNDIAL POR LA EVANGELIZACIÓN DE LOS PUEBLOS (DOMUND)
A los presbíteros, diáconos,
r e l i g i o s o s , r e l i g i o s a s ,
seminaristas y a todos los
fieles de la Diócesis de
Asidonia-Jerez,
[…] Hoy celebramos la
Jornada Mundial de las
Misiones (DOMUND), es el
d í a e n q u e l a I g l e s i a
recuerda y celebra la
universalidad de su misión.
Por eso debemos fijarnos
atentamente en el lema
p r o p u e s t o e s t e a ñ o :
« M I S I O N E R O S D E L A
MISERICORDIA»
Los misioneros son aquellos
que saben adelantarse sin
miedo y salir al encuentro
de todos para mostrar al
Dios misericordioso. Con su
vida de entrega al Señor,
sirviendo a la humanidad y
anunciándoles la alegría del
perdón revelan el misterio
del amor divino en plenitud.
Cuando Jesús curó al
leproso le dijo: «Vete a los
tuyos, y cuéntales cuán
grandes cosas el Señor ha
hecho contigo y cómo ha
tenido misericordia de
t i » ( M c 5 , 1 9 ) .
La misericordia es el rostro
de Dios, que da su corazón a
los más humildes, y es
también la identidad de la
Iglesia, hogar donde cada
uno puede sentirse acogido
y vivir la aleg ría del
Evangelio.
Os invito a todos a celebrar
la Jornada Mundial de las
Misiones en comunión con
toda la Iglesia, para vivir la
dimensión universal de la fe
y el compromiso de la
caridad con los más pobres.
P a r t i c i p a n d o e n l a s
actividades organizadas con
motivo de la celebración del
DOMUND, viviendo un signo
de comunión con vuestra
ayuda económica, y orando
i n s i s t e n t e m e n t e p o r
a q u e l l o s m i s i o n e r o s ,
e s p e c i a l m e n t e l o s d e
n u e s t r a D i ó c e s i s d e
A s i d o n i a - J e r e z , q u e
siguiendo las palabras de
Cristo han abandonado todo
y lo han seguido a anunciar
el Evangelio por todo el
mundo y ser Misioneros de
la Misericordia.
Un abrazo afectuoso en
María Nuestra Madre,
José
Mazuelos
Pérez,
obispo
de
Asidonia-‐Jerez
Misioneros de la misericordia Pan
y
vino
en
un
mundo
muerto
Fortaleces
con
tu
pan
al
que
hambriento
de
otros
panes
cae
bajo
el
peso
de
su
propia
debilidad.
Nos
sacias,
Señor,
con
tu
ternura
y,
cuando
falla
el
calor
humano,
te
haces
encuentro,
caricia,
abrazo,
respuesta
y
amor
entregado.
Eres
pan
vivo,
Señor,
en
un
mundo
que,
creyéndose
seguro,
es
zarandeado
al
viento
de
su
propio
egoísmo.
Eres
pan
vivo,
Señor,
que,
cuando
se
recibe
con
fe,
produce
el
milagro
del
amor
sin
farsa,
el
milagro
de
la
fe
sin
fisuras,
el
milagro
de
las
manos
abiertas,
el
milagro
de
darse
sin
agotarse.
Eres
pan
vivo,
Señor,
y
quien
te
recibe,
vive
eternamente
quien
te
recibe,
cree
y
espera;
quien
te
come,
ama
y
se
entrega;
quien
te
comulga,
perdona
y
olvida.
Eres
pan
vivo,
Señor;
ayúdame
a
responderte
con
mi
fe,
enséñame
a
ver
más
allá
de
mi
mismo;
condúceme
hasta
tu
regazo
para
que,
allá
donde
yo
vaya,
siempre
conFgo
me
encuentre.
Y,
cuando
yo
crea
senFrme
demasiado
vivo,
haz
que,
con
tu
pan,
comprenda
que
el
mundo
está
demasiado
muerto,
cuando
es
incapaz
de
reconocerte
como
el
pan
vivo
y
verdadero
sustento.
Amén.
ORACIÓN
Padre bueno, Dios rico en misericordia, concédenos la gracia de seguir
el camino de los misioneros y misioneras.
Ellos nos enseñan a ser Iglesia “en salida”, a vencer la comodidad y el miedo,
a tomar la iniciativa, movidos por el Espíritu; a salir al encuentro del otro para
mostrarle esa infinita misericordia de tu corazón que ellos mismos han conocido.
Entregados a Ti en el servicio a los pobres, muestran las puertas siempre abiertas de
la Iglesia: el lugar de la misericordia gratuita, donde cada persona puede sentirse
acogida, amada, alegre por el perdón y alentada a vivir
según la vida buena del Evangelio.
Señor, que aprendamos de estos hermanos nuestros a ser “discípulos misioneros”,
testigos convincentes de tu misericordia.
2. PRIMERA LECTURA
(Is 53, 10-11)
“Lo que el Señor quiere prosperará
por su mano”
El Señor quiso triturarlo con el
sufrimiento, y entregar su vida como
expiación: verá su descendencia,
prolongará sus años. Lo que el Señor
quiere prosperará por su mano. Por
los trabajos de su alma verá la luz, el
justo se saciará de conocimiento. Mi
siervo justificará a muchos, porque
cargó con los crímenes de ellos.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 32, 4-5.18-22)
R: Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros
como los esperamos de ti.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R.
Los ojos del Señor están puestos
en sus fieles,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos
en tiempo de hambre. R.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R.
SEGUNDA LECTURA
(Hb 4, 14-16)
“Acerquémonos con seguridad al
trono de la gracia”
H e r m a n o s : M a n t e n g a m o s l a
confesión de la fe, ya que tenemos un
sumo sacerdote grande, que ha
atravesado el cielo, Jesús, Hijo de
Dios. No tenemos un sumo sacerdote
incapaz de compadecerse de
nuestras debilidades, sino que ha
sido probado en todo exactamente
como nosotros, menos en el pecado.
P o r e s o , a c e r q u é m o n o s c o n
seguridad al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y encontrar
g r a c i a q u e n o s a u x i l i e
oportunamente.
SANTO EVANGELIO
(Mc 10, 35-45)
“Concédenos sentarnos
en tu gloria uno a tu derecha
y otro a tu izquierda”
En aquel tiempo, se acercaron a
Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago
y Juan, y le dijeron: “Maestro,
queremos que hagas lo que te vamos
a pedir”. Les preguntó: “¿Qué queréis
q u e h a g a p o r v o s o t r o s ? ”
Contestaron: “Concédenos sentarnos
en tu gloria uno a tu derecha y otro a
tu izquierda”. Jesús replico: “No
sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de
beber el cáliz que yo he de beber, o de
bautizaros con el bautismo con que
yo me voy a bautizar?” Contestaron:
“Lo somos”. Jesús les dijo: “El cáliz
que yo voy a beber lo beberéis, y os
bautizaréis con el bautismo con que
yo me voy a bautizar, pero el
sentarse a mi derecha o a mi
i z q u i e r d a n o m e t o c a a m í
concederlo; está ya reservado”. Los
otros diez, al oír aquello, se
indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: “Sabéis
que los que son reconocidos como
jefes de los pueblos los tiranizan, y
que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera
ser grande, sea vuestro servidor; y el
que quiera ser primero, sea esclavo
de todos. Porque el Hijo del hombre
no ha venido para que le sirvan, sino
para servir y dar su vida en rescate
por todos”.
“El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(1ª semana del salterio)
Lunes 19: San Pedro de Alcántara
Rm 4, 20-25; Sal Lc 1, 69-75; Lc 12, 13-21
Martes 20: Santa Adelina
Rm 5, 12.15b.17-19.20b-21; Sal 39, 7-10.17;
Lc 12, 35-38
Miércoles 21: San Hilarión de Gaza
Rm 6, 12-18; Sal 123, 1-8; Lc 12, 39-48
Jueves 22: San Juan Pablo II
Rm 6, 19-23; Sal 1, 1-6; Lc 12, 49-53
Viernes 23: Santa Juan de Capistrano
Rm 7, 18-25a; Sal 118, 66.68.7677.93-94;
Lc 12, 54-59
Sábado 24: San Antonio María Claret
Rm 8, 1-11; Sal 23, 1-6; Lc 13, 1-9
Domingo 25: Santos Crisanto y Daría
Jr 31, 7-9; Sal 125, 1-6; Hb 5, 1-6; Mc 10, 46-52
Jueves Eucarístico y Sacerdotal
(hora de meditación con exposición del Santísimo)
Todos los jueves de 20.30 a 21.30h.Envíe sus aportaciones a hojaparroquialmilagrosa@yahoo.es
ORACIÓN A JUAN PABLO II
¡Oh, San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo
dónanos tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido,
y guiado, animándola a caminar con coraje por los
senderos del mundo para llevar a Jesús a todos
y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión.
Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto
para encontrar la luz, que ilumina los caminos
de la vida en la tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e
indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre
la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las
familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por
tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la
guerra invocando el diálogo y sembrando el amor:
ruega por nosotros, para que seamos incansables
sembradores de paz.
Oh, San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te
vemos junto a María, haz descender sobre todos
nosotros la bendición de Dios. Amén.
Cardenal
Angelo
Comastri
Vicario
General
de
Su
San>dad
para
la
Ciudad
del
Va>cano