4. Garcilaso de la Vega
● Toledo (1501)- Niza (1536)
● Caballero renacentista: armas y letras
● Dos mujeres importantes en su vida: Elena
de Zúñiga e Isabel Freire
● Nápoles (1522-1523)
● Influencia: Petrarca y otros poetas italianos
contemporáneos.
● Considerado “petrarca” castellano
5. La obra de Garcilaso de la Vega
➢ Temática eminentemente amorosa
➢ La naturaleza como espacio escénico donde se
desarrolla la acción
➢ Influencia de Petrarca
➢ Influencia clásica, utilización de tópicos:
○ Beatus ille
○ Locus amoenus
○ Carpe diem
7. Características de su obra
Utilización de nuevas estrofas, además del endecasílabo
Cuidada musicalidad: aliteración
Empleo de la personificación: los elementos del paisaje
sienten y se expresan
Idealización de la naturaleza: vida pastoril
Deseo de apresar el tiempo y de hacer permanente lo
fugaz
Episodios de su vida personal: antropocentrismo
8. Égloga I
Características:
Dedicada al virrey de Nápoles.
Silva (versos endecasílabos y heptasílabos).
Pastores:
Salicio (sauce llorón): Llora por la ingratitud de su
amada Galatea (1ª parte).
Nemoroso (bosque): Se lamenta por la muerte de su
amada Elisa (2ª parte).
9. Égloga I. Fragmento analizado
NEMOROSO
Corrientes aguas puras, cristalinas, 11A
árboles que os estáis mirando en ellas, 11B
verde prado de fresca sombra lleno, 11C
aves que aquí sembráis vuestras querellas, 11B
hiedra que por los árboles caminas, 11A
torciendo el paso por su verde seno; 11C
yo me vi tan ajeno 7c
del grave mal que siento, 7d
que de puro contento 7d
con vuestra soledad me recreaba, 11E
donde con dulce sueño reposaba, 11E
o con el pensamiento discurría 11F
por donde no hallaba 7e
sino memorias llenas d’alegría. 11F
Y en este mismo valle, donde agora 11A
me entristezco y me canso en el reposo, 11B
estuve ya contento y descansado, 11C
¡Oh bien caduco, vano y presuroso! 11B
Acuérdome, durmiendo aquí algún hora, 11A
que, despertando, a Elisa vi a mi lado.11C
¡Oh miserable hado! 7c
¡Oh tela delicada, 7d
antes de tiempo dada 7d
a los agudos filos de la muerte! 11E
Más convenible fuera aquesta suerte 11E
a los cansados años de mi vida, 11F
que’s más que’l hierro fuerte, 7e
pues no la ha quebrantado tu partida. 11F
10. Análisis de la Égloga I
Corrientes aguas puras, cristalinas, Epíteto épico
árboles que os estáis mirando en ellas, Personificación
verde prado de fresca sombra lleno, Epíteto épico Tópico locus
aves que aquí sembráis vuestras querellas, Personificación amoenus
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno; Personificación Naturaleza = interlocutor
11. yo me vi tan ajeno Introducción del yo poético = expresión de sentimientos
del grave mal que siento, sin su amada se siente desamparado, separado del mundo
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas d’alegría. Recuerda los momentos vividos junto a su amada
Ello le causa bienestar.
12. Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso en el reposo,
estuve ya contento y descansado,
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Acuérdome, durmiendo aquí algún hora,
que, despertando, a Elisa vi a mi lado. Hipérbaton
Tópico Tempus Fugit referido a:
- Vida y amor.
Mismo valle; sensación
opuesta a la del Beatus Ille
13. ¡Oh miserable hado!
¡Oh tela delicada,
antes de tiempo dada Metáfora: Pronta muerte de Elisa
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que’s más que’l hierro fuerte, Hipérbaton
pues no la ha quebrantado tu partida.
Tela: Metáfora del cuerpo; denota fragilidad.
14. Relación con otros textos
Agrádale tumbarse unas veces bajo añosa encina,
otras sobre el tupido césped;
corren entretanto las aguas por los arroyos profundos,
los pájaros dejan oír sus quejas en los bosques
y murmuran las fuentes con el ruido de sus linfas,
invitando con ello al blando sueño.
Epodo II o Beatus Ille, Horacio, vv. 23-28
Corrientes aguas puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembrais vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno.
15. yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba [...]
Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso en el reposo,
estuve ya contento y descansado,
En tanta soledad, ¿qué hace un alma,
que en fin llego a saber qué cosa es gloria,
o dónde volveré mis tristes ojos,
si el prado, el bosque, el monte, el soto, y sierra,
la arboleda, y fuentes de este valle,
no hacen olvidar tan dulce tiempo?
La Diana, Libro II, Jorge de Montemayor