El documento describe varios programas educativos para niños maltratados. Estos programas se enfocan en entrenar a los padres en habilidades parentales positivas como la disciplina no violenta, el refuerzo positivo, y el control de la ira. También abordan factores de riesgo como el estrés, la pobreza, y la falta de habilidades sociales a través de consejería, entrenamiento laboral, y apoyo social. El objetivo final es prevenir el maltrato infantil mejorando la interacción entre padres e hijos.