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La piedra
de Alcublas

Aplicación en
patrimonio histórico
y en la arquitectura
vernacular local




  Ayuntamiento de Alcublas

ALCUBLAS ESCRIBE             José Luís Alcaide Verdés
                             María Desamparados Civera
                             Adrián Soler
                             María José López Azorín
                             Albert Ferrer Orts
La piedra
 de Alcublas
Aplicación en patrimonio histórico y
en la arquitectura vernacular local
© José Luis Alcaide Verdés (de CASETAS, REFUGIOS Y SIETES)
Adrián Soler, M. Desamparados Civera, María José López y Albert
Ferrer, de sus textos.

EDITA: AYUNTAMIENTO DE ALCUBLAS, con la colaboración de la
CONSELLERIA DE CULTURA I ESPORT
COLECCIÓN ALCUBLAS ESCRIBE
Depósito legal:
Imprime:
Diseño y maquetación: J. BLANCO
La piedra de Alcublas / 3




SALUDA DEL ALCALDE
De nuevo se me brinda la oportunidad de dirigirme a los lectores de nuestra
colección “Alcublas escribe”, con un nuevo trabajo sobre el patrimonio local,
en este caso sobre nuestro material más noble “la piedra de alcublas”, y sobre
construcciones de piedra que en nuestra historia tiene un papel tan relevante.
Es sin duda un primer catálogo que nos introduce en un mundo apasionante
y que debemos tener muy en cuenta.
La arquitectura tradicional vernácula nace ligada íntimamente al paisaje, fruto
de la sabia combinación inmediata de la materia disponible en un entorno
concreto, según sistemas constructivos y técnicas artesanales creados por la
mano de sus pobladores en el transcurso de generaciones y que responden a
una estricta funcionalidad. Su conocimiento y puesta en valor, así como el
uso ordenado del territorio son los ejes claves a tener en cuenta en cualquier
propuesta de futuro.
Sin duda alguna, la conservación y restauración de la arquitectura tradicional,
fomenta y desarrolla los oficios y la industria local, no sólo porque propor-
ciona actividad a los artesanos y pequeños industriales, sino porque el grueso
del beneficio de esa actividad en forma de mano de obra, revierte en un alto
porcentaje sobre nuestro ámbito inmediato. Este carácter conservador de
nuestros elementos de arquitectura tradicional, con sus virtudes ecológicas y
su voluntad bioconstructiva constituyen aspectos de rabiosa actualidad recla-
mados por una renovada sensibilidad medioambiental de técnicos, construc-
tores y futuros propietarios de casas en el espacio rural.
El nuevo trabajo que nos ofrece José Luis Alcaide, en colaboración con los
componentes de la Asociación Cultural Las Alcublas, que han convertido su
tiempo libre en una apasionante tarea de documentar nuestro patrimonio cul-
tural, para compartirlo con toda la vecindad, y ofrecer así la posibilidad de
reflexionar sobre niveles de protección y de su puesta en valor, y también
aportar elementos de juicio a la Instituciones para determinar su incorpo-
ración al planeamiento urbanístico de Alcublas. Tareas que, a su vez, per-
miten ir descubriendo y proponiendo iniciativas que puedan encadenar
empleo y desarrollo.
4 / La piedra de Alcublas




En esta ocasión contamos con la estimable colaboración de Adrián Soler,
licenciado en Bellas Artes y con una experiencia del uso de la piedra de
Alcublas en el noble oficio de escultor, que no sólo nos enorgullece como
alcublano y por su proyección profesional, sino que ofrece un nuevo abanico
de posibilidades de promoción local de dimensiones culturales muy impor-
tantes.
Conocer nuestra propia cultura, capturarla desde cualquier disciplina artística
y ponerla en valor, ha de ser una constante en todo pueblo que se precie.
Catalogar y registrar aquello que nos rodea con rigor y con actitud respetu-
osa por lo tanto que debemos a nuestros antepasados, será tarea a la que
poco a poco pero sin pausa, nos vamos sumando con mayores inquietudes y
aportaciones desde diferentes colectivos y profesionales. Los estudios que
nos aportan Adrián Soler sobre la pedrera, y el testimonio que nos ofrece el
profesor de Historia del Arte Albert Ferrer sobre la construcción de la Torre
de la Iglesia dan una relevancia muy significativa a esta nueva publicación. A
todos ellos nuestra consideración y enorme gratitud.
El presente texto se publica con la ayuda de la CONSELLERÍA DE CULTURA I
ESPORTS, y ofrecen una visión panorámica e histórica del material por exce-
lencia de Alcublas, la piedra. En sus aplicaciones, en su largo recorrido por
diferentes construcciones, que supera con claridad el ámbito estrictamente
local, le sitúa con todo merecimiento entre ejemplos sobresalientes de la
arquitectura como un material muy noble del patrimonio de nuestro país. En
consecuencia debemos insistir en el conocimiento y estudio de sus usos
históricos, con la búsqueda de testimonios y ejemplos de diferentes épocas. Y
sin duda, en el empeño de encontrar nuevas aplicaciones que ofrezcan opor-
tunidades de crecimiento y singularidades de usos actuales.
El agradecimiento sincero desde el Ayuntamiento y mi profundo
reconocimiento a quienes contribuyen a esta tarea tan apasionante, que nos
permiten mejorar como personas y colectivamente, y a su vez, posibilita
fortalecer la identidad como pueblo.

Manuel Civera Salvador
Alcalde de Alcublas
La piedra de Alcublas / 5




SALUDA DE LA CONCEJALA DE CULTURA
Es para mi una enorme satisfacción como Concejala de Cultura el poder escribir
estas letras, ya que quiere decir que editamos un nuevo libro que quedará para la
historia de todo un pueblo como es Alcublas.
La colección “Alcublas Escribe”, impulsada por un Ayuntamiento preocupado por
la cultura y la recuperación de nuestras historia, se va completando cada año con el
objetivo cumplido de poder ofrecer a vecinos y visitantes la historia viva y que con
tanto cariño y entrega están realizando todos los autores que relacionados de un
modo u otro con Alcublas. Así, van perfilando en distintos ámbitos una com-
pletísima investigación, que aflora facetas desconocidas o -diría yo- olvidadas y que
con su labor nos dan la posibilidad de plasmarlo por escrito, para que no se olvide.
Este libro que tienen en sus manos es el resultado de una cultura, historia,
economía... que existió alrededor de la piedra y que en sus muchas manifestaciones
inunda el paisaje de nuestro pueblo: paredes, ventisqueros, caleras, corrales de gana-
do, incluidas las casas del casco urbano, pero también -por su apreciadísima cali-
dad- nuestra piedra esta presente en numerosas edificaciones emblemáticas de la
ciudad de Valencia.
Quiero hacer una apreciación del Taller de Empleo de Mampostería que se esta
desarrollando en Alcublas, con ocho personas que están aprendiendo una oficio, a
la vez que se recupera esa tradición, y que tiene como objetivo la recuperación del
entorno de los Molinos, ya se esta viendo todo el trabajo realizado, que debemos
saber respetar.
Os recomiendo la lectura de este libro para adentrarnos de lleno en nuestra histo-
ria desde todas las facetas posibles, y que iremos recuperando con otros números
que siguen proyectándose y que se está trabajando con diversos autores -todos
ellos alcublanos de pro- que tienen a bien el poder enaltecer a Alcublas, y a su
historia.
Desde el Ayuntamiento y la Concejalía de Cultura, animo a que nos planteéis
nuevos temas de investigación que estaremos encantados en publicar.

Maria Desamparados Civera Domingo
6 / La piedra de Alcublas




La historia continua:
Taller de empleo de mampostería en Alcublas
                                            Maria Desamparados Civera Domingo



Cuando comienzo a escribir estas
letras siento que estamos inmer-
sos en una aventura, en algo que
habíamos pensado con anteriori-
dad y que la sucesión de acontec-
imientos y nuestra tenacidad han
hecho posible todo lo que esta-
mos viviendo en Alcublas.
La iniciativa del Taller de Empleo
se configura como un programa
que incentiva la cultura del apren-
dizaje, a través del compromiso
formativo de las Instituciones públicas, las empresas y el conjunto de la sociedad.
Las bases para la concesión de ayudas públicas destinadas a estos programas se
establecieron por Orden del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en 2001; pub-
licación del RD 395/2007, por el que se regula el subsistema de formación profe-
sional para el empleo; subvenciones de política activa de Empleo que viene desarrol-
lando el Servicio Público de Empleo Estatal La gestión de estos programas públicos
de empleo y formación corresponden a la Conselleria de Economía, Hacienda y
empleo a través del SERVEF.
Con la asignación y realización del Taller de Empleo lo primero y más importante a
destacar es la labor social llevando a cabo con todos los alumnos que asisten. Cada
uno es una vida y una historia que puede atestiguar que cada uno de ellos se lo ha
trabajado y apostado por estar donde están, en el Taller de Mampostería en Alcublas.
Ese sentimiento se ha palpado en todo este trabajo que están realizando. Desde
su proceso de selección, en los exámenes, entrevistas, y prácticas hemos esta-
do al lado de ellos, hemos visto la fuerza de su interés, tanto el Alcalde como
yo misma, y han tenido nuestro apoyo y reconocimiento. Ahora 8 personas -8
familias- se benefician de este gran proyecto y Alcublas se beneficia de ese tra-
bajo de recuperación que tanto necesitaba.
La piedra de Alcublas / 7




Este Taller de Empleo supone para Alcublas un derecho del que ya disfrutaban otras
localidades, pero al que nunca habíamos podido acceder, por despreocupación.

Cronología de una aventura que marcará la historia de Alcublas.
La idea se llevaba muchos años en mente por la importancia de la piedra en Alcublas,
y surge con el acceso a la alcaldia de Manuel Civera Salvador, cuando la Concejala de
                                                    Cultura, Maria Desamparados
                                                    Civera Domingo, lo lleva al
                                                    Consejo Local de Cultura el día 1
                                                    de agosto de 2008.
                                                    Con ello, se pretendia impulsar
                                                    una Escuela-Taller para recuper-
                                                    ar un oficio con mucha tradición
                                                    en Alcublas, y que las nuevas
                                                    generaciones no conocían, ya
                                                    que estaba en fase de desapare-
                                                    cer.
                                                    Nuestro objetivo era promover
                                                    un estudio sobre la posibilidad de
explotación de la Pedrera de Alcublas, que tanto renombre había dado a la población,
y a la vez obtener una fuente de ingresos que si se demostraba viable, llevara a crear
una industria alrededor de la misma, como antiguamente hubo. Y también, poner al
día todo el valor Patrimonial de Alcublas por medio de la piedra seca: caleras, ventis-
queros, paredes de bancales... una idea que diera impulso a la economía local y creara
empleo.
Los inconvenientes estaban en los limitados medios económicos con los que cuenta
el Ayuntamiento, con pocos ingresos, pero una Orden de la Consellería de
Economía, Hacienda y Empleo convocaba los programas de Escuela taller Casas de
Oficios Talleres de Empleo y Unidades de Promoción y desarrollo para el ejercicio
2009. Tenímos pocas posibilidades pero en la Mancomunidad “La Serranía” a la que
pertenecemos y de la que ostentamos el cargo de Vicepresidenta 2ª en la persona de
la Concejala de Cultura Maria Desamparados Civera Domingo, nos comunica que se
iba a presentar el proyecto del Taller de Empleo “La Serranía II”, ya que el año ante-
rior habían gestionado la fase I. Nos presentamos,compitiendo con otras localidades,
y la Comisión de Turismo, Empleo y Nuevas Tecnologías de 6 de febrero de 2009 -
reunida en Gestalgar- aprueba nuestra solicitud, junto a otras tres de otras localidades.
Puestos en marcha, presentamos el proyecto de la obra a realizar, la memoria valora-
8 / La piedra de Alcublas




da de la actuación a realizar y la memoria descriptiva, las actuaciones a desarrollar, el
presupuesto con estimación aproximada (los costes salariales no estarán reflejados
pues serán subvencionables al 100%), el plano de actuación de la zona...
Toda esta documentación esta ratificada en el Pleno de Mancomunidad del 16 de
marzo de 2009, donde indica que la puesta en marcha de esta especialidad prevé una
trayectoria en potencia de los alumnos que formen esta especialidad ya que, hoy por
hoy la Comarca carece de todo tipo de empresas que dominen esta técnica ancestral
pero dilapidada por las nuevas generaciones siendo los mas veteranos los únicos que
conocen y dominan esta práctica aunque cada vez más demandada ante todo de cara
a la construcción de casas típicas o acondicionamiento de antiguas obras realizadas
pro medio de esta técnica.
De este modo, la realización de esta especialidad formativa tendrá por objeto la recu-
peración de la antigua cantera, desde la que se abasteció en el pasado obras
pertenecientes a toda la Comarca y alrededores utilizando las extracciones que se
obtengan de esta para la recuperación de diversas construcciones del medio agrícola
como corrales, ribazos, caleras etc.
Así pues la realización de la especialidad de mampostería en la localidad de Alcublas
se situará en el entono de la zona denominada “Los molinos” , donde los alumnos-
trabajadores restauraran las casa del molinero, las laderas del terreno en las que los
ribazos derruidos y otras zonas erosionados por el tiempo serán rehabilitados.
A través de la formación que los alumnos-trabajadores recibirán durante el Taller de
empleo, estos adquirirán la suficiente formación de cara al desempeño de dicha pro-
fesión ofertando a las diferentes poblaciones de la Comarca así como a territorios
adyacentes la realización de este tipo de construcción creando así un nuevo servicio
La piedra de Alcublas / 9




hasta la fecha inexistente en nuestro territorio.
La aprobación de la Solicitud del Taller de Empleo “La Serranía II” establecía
las características de las plazas ofertadas, las condiciones de los aspirantes:
parados de larga duración, mayores de 25 años, con cargas familiares, el desar-
rollo de las pruebas y calificaciones, puntuación de la situación, de los
conocimientos generales y la entrevista personal al alumno por el Grupo Mixto
de Trabajo del Servef y Mancomunidad.
Hemos vivido a lo largo del verano los progresos que desde la sede en el
Albergue Edificio de Usos Múltiples se han llevado a cabo por la vistosidad de
los mismos, por su elaboración de arcos, pozos, pilares, que toda la gente que
se ha acercado ha disfrutado y valorado positivamente.
La historia sólo ha hecho que empezar. Quizá sea materia de historiadores la
tarea que a continuación se plantea por los restos hallados en la falda de Los
Molinos de anteriores generaciones y que con el inicio de los trabajos se han
descubierto: restos de una edificación importante, vasijas y otros enseres de
época indeterminada, que corresponde a los arqueólogos determinar.
Mientras tanto el paisaje de Los Molinos va cambiando y se denota el trabajo
tan arduo que están llevando a cabo, con el acondicionamiento de toda la
senda, que jamás ha estado tan hermosa. Es tarea de todos concienciar del
cuidado de toda la riqueza que nos rodea y pensar que quizás los hallazgos
cambien la historia escrita de Alcublas, o aporten nuevos datos a la historia
que no estaba escrita.
De una manera u otra, el Taller de Mampostería es la razón de toda esta aven-
tura que pronto dará nuevos frutos.
10 / La piedra de Alcublas
La piedra de Alcublas / 11




La Pedrera:
la antigua cantera de Alcublas
                                                                         Adrián Soler



 "Hállase la cantera abierta en un montecito al norte de
Alcublas en bancos casi horizontales ; dista como a un
quarto de legua de la población, (...) En casi todos los edi-
ficios del pueblo se ven sillares ó cantos de mármol
negro, porque esta es la piedra de los alrededores."
Observaciones de Cavanilles, 1795



La antigua cantera de Alcublas se encuentra, como apuntó Cavanilles en sus
'Observaciones,...' , al norte de la población, más o menos a un kilómetro y medio
por el camino que se dirige a Segorbe, se trata de una pequeña montaña rocosa a
la que se accede por un camino que aparece a la izquierda tras el puente que cruza
el barranco donde se encuentra la antigua ermita y el depósito de Santa Barbara.
El origen de su uso se pierde en el tiempo, pues desde la época romana se conoce
de la utilización de materia para la construcción que se extraía de dicha cantera.
Hay que tener en cuenta que, debido al terreno aluvial sobre el que se asienta la ciu-
dad de Valencia, no hay piedra en el subsuelo ni en sus cercanías, por lo que se
aprovisionarían de sus alrededores. En algunos yacimientos arqueológicos de la
Valencia romana, en el casco antiguo de la ciudad, donde se ubicó la parte monu-
mental de la colonia, se encontraron sillares oscuros de caliza de un color gris azu-
lado, de difícil identificación de producción, son conocidos como 'piedra de
Alcublas', aludiendo a su procedencia. Pero este dato no ha sido confirmado medi-
ante análisis petrográficos, así que bien podría tratarse de la caliza dolomítica de
Sagunto también utilizada para la construcción. Este dato hay que tenerlo en cuen-
ta porque se trata de dos ciudades costeras con puertos dedicados a la actividad
comercial en la época imperial.
En el S.XVII con motivo de la construcción de la Basílica, J. V. del Olmo describió
de esta manera los restos hallados, datados en la época romana:
12 / La piedra de Alcublas




   "Hallose a los diez y seis palmos un pavimento muy dilatado de piedras
   açules de los montes de Murviedro."
Por otra parte el historiador N. P. Gómez Serrano, menciona la existencia a 3,5
metros de profundidad de un pavimento y una cloaca de 'piedra de Alcublas' en la
calle del Palau y la Plaza de l'Almoina.
La historiadora María Jesús Blasco Sales, afirma que en la actual plaza de l'Almoina
restan fragmentos de losa de Alcublas, del antiguo foro romano, lo que sería como
la plaza mayor de nuestras ciudades actuales. Hay que destacar la importancia que
tendría este hecho, pues el forum, era el centro de la ciudad y lugar de convergen-
cia de la vida pública romana, donde se agrupaban las funciones políticas, reli-
giosas, judiciales, administrativas y económicas de la época.
La procedencia de los materiales en esta época puede dar lugar a confusión, pues
no se han conservado los registros, que realizarían las officinae lapidarias romanas,
encargadas del abastecimiento lapidario.
Además, los romanos también se abastecían de otra piedra de color gris extraída
de una cantera aun mas próxima que se encontraba en el término de Godella.
En la etapa republicana la piedra que se utilizó, normalmente en grandes sillares
era caliza travertínica, traída de las canteras de Rocafort y Godella.
La época imperial (27 a.c.-476) supuso una diversificación en el aprovisionamien-
to de piedra, desaparece la travertínica local y aparece el tipo del caliza lacustre gris
oscuro, de las canteras de Alcublas o Saguntum, junto a un lujoso elenco de már-
moles importados (Carrara, Grecia, Numidia...).
El abastecimiento de material lapídeo para la epigrafía o la construcción por parte
de las officinae lapidarias que dieron servicio en esta zona y a la ciudad de Valentia
se controlaría desde la ciudad romana de Edeta, actual Liria, encargada de la pro-
ducción y el comercio que tuviese lugar en todo el territorio edetano, mitad norte
de la provincia de Valencia y la sur de la provincia de Castellón.
Según Rosario Cebrián Fernandez, la conocida como 'piedra de Alcublas', se uti-
lizó como soporte ideal epigráfico en inscripciones y decoración durante la época
romana, también utilizaron el tipo similar de caliza extraído de las canteras sagunti-
nas, el uso de uno u otro material indistintamente se hacia en base a la proximidad
al área de Valentia, Edeta y Saguntum, respectivamente, en donde se concentran
mayor numero de inscripciones en torno a las ciudades.
Aunque 'La Pedrera', pudo ser descubierta anteriormente a la llegada de los colo-
nizadores romanos. Es conocida la existencia de varios asentamientos íberos en la
Calderona, conocidos como íberos Edetanos, anterior al siglo III a.c. No sería pre-
cipitado suponer que ya los íberos edetanos conociesen de la existencia de este
La piedra de Alcublas / 13




yacimiento, pese a que su arquitectura se basaba principalmente en los muros de
mampostería y adobe, también utilizaban este tipo de material en sus caminos
enlosados (Castellet de Bernabé), y que a través de estos conocieran la cantera los
posteriores ocupadores romanos.
La cantera de Alcublas nunca ha tenido una explotación regular, ha sido utilizada
ocasionalmente para obras concretas. Tras un periodo de cinco siglos de domi-
nación musulmana (VIII-XIII), maestros en el arte de la cerámica y el ladrillo,
como fundamental característica de su arquitectura., la caliza de Alcublas volvió a
ser requerida, durante la Baja Edad media, en dos edificios paradigmáticos del góti-
co. Encontramos restos de 'mármol' oscuro de 'la Pedrera', en las ruinas de la
Cartuja de Vall de Cristo, mal conservado y ruinoso por los ataques que ha sufri-
do a lo largo de la historia, y en la prestigiosa Lonja de los Mercaderes, declarado
Patrimonio de la Humanidad desde 1996, en el pavimento del Pabellón del
Consulado, y en la escalera de la Sala de Contratación.
Los cartujos de Vall de Cristo, administrarían la extracción de la cantera desde
1409, año en que fueron donados a los frailes los términos de Altura y Alcublas, y
estos controlarían los recursos que se hallasen en dichas tierras. Los destinatarios
se encargarían de la extracción del material, de separar los bloques y prepararlos
para el transporte, para una vez en el sitio rematar su adecuación y disposición final
en la obra.
Aunque el poder de comerciar con la cantera, perteneciese a los cartujos, los veci-
nos de Alcublas podían disponer a modo particular del material que necesitasen;
entre otras cosas, utilizaron la piedra de la cantera para la realización de obras pub-
licas: en La Casa Consistorial o Ayuntamiento, en la fachada y el arco de la entra-
da, en 'la mena', un conducto de agua que funciona a modo de acueducto cubier-
to desde el yacimiento hasta la fuente de San Agustín, en la fuente y su abrevaderos,
o los pavimentos y bordillos que rodean la iglesia. Así como en los lavaderos de La
Cava o El Balsón.
Volvemos a encontrarla en una obra importantísima del renacimiento valenciano
como es el Monasterio de San Miguel de los Reyes, ambicioso edificio concebido
por el duque de Calabria, diseñado por el prestigioso arquitecto del Rey Alonso de
Covarrubias. De esta época se conservan documentos manuscritos de los arqui-
tectos, dirigidos a los escultores en los que se detalla rigurosamente, la forma de
los diferentes elementos arquitectónicos, así como la cuantía que percibían y la
piedra que debían utilizar. Se encuentra en los tres sepulcros del interior de la crip-
ta, obra de Fr. Juan de San Eusebio. En la balaustrada del presbiterio, en la escalera
de acceso a la cripta, en diferentes zócalos y en la mesa del altar de los escultores
14 / La piedra de Alcublas




Fray Atanasio de San Jerónimo y Fr. Francisco de Santa Barbara. El monasterio
fue declarado bien de interés cultural con la categoría de monumento en 2008.
Actualmente biblioteca valenciana.
En 1656, durante el Barroco español, se usó en un edificio Gótico, el Palau de la
Generalitat, en una nueva portada en la fachada de la Calle Caballeros, según dis-
eño del pintor Jeroni Espinosa, inspirado en la sacristía del Colegio del Corpus
Christi. Los canteros Josep Escrivá y Esteve Girardo se encargarían del trabajo,
usando piedra negra de las Alcublas, junto con mármol blanco de la Valldigna y
piedra de Ribarroja.
Encontramos más referencias relevantes en el catalogo de España para la exposi-
ción universal de 1867 en el apartado Cuerpo de Ingenieros de minas, Valencia,
con el nombre de Mármol negro y pardo de Alcublas, donde se encuentra catalo-
gada y tasada, muy bien valorada, con un precio por encima de los materiales
extraídos de otras canteras, llegando incluso a duplicarlo.
Esta formada por bancos sedimentarios de roca caliza lacustre formando
estratos horizontales.
Su antigüedad se remonta al periodo Jurásico ( 200-145 millones de años) Las man-
chas de color ocre que aparecen a veces están constituidas por óxidos de hierro.
Las finas líneas blancas sobre las rocas son de calcita, un mineral muy común for-
mado por cristales de carbonato de calcio.
Las calizas lacustres son rocas de grano muy fino que tienen su origen en
antiguos barros calcáreos, el carbonato de calcio de los cuales provenía en gran
parte de algas carofícias, de los caparazones de pequeños crustáceos ostráco-
dos y de caracoles. Las rocas son de un color gris oscuro con un tono azula-
do, los colores pueden ser más o menos oscuros según la cantidad de materia
orgánica que contienen.
La disposición y dimensión de los estratos facilitaba su extracción, y el tamaño de
los sillares la convertía en una roca ideal para trabajar en las épocas pre-industriales.
Por su dureza, relativamente blanda ( 3 en la escala de Mohs), menos dura que
el cobre, es una roca fácil de trabajar, pero este tipo calizas lacustres tienen
muy poca porosidad y son muy resistentes al paso del tiempo, lo que tradi-
cionalmente las ha hecho idóneas para la construcción, especialmente para la
fabricación de pisos o escaleras.
Generalmente, las canteras de piedra estaban situadas bastante próximas a las
obras para abaratar costes en el transporte, a no ser que se contara con la posi-
bilidad de trasladarla por vía fluvial o marítima. En las canteras a cielo abierto,
el primer paso era eliminar la capa vegetal y de piedra degradada; a contin-
La piedra de Alcublas / 15




uación se procedía a la extracción. Cuando se trataba de piedra blanda se uti-
lizaban sierras dentadas o cables de acero, obteniéndose de este modo cortes
muy limpios. Cuando, por el contrario, eran rocas más compactas o duras, cal-
izas, se empleaban cuñas.
Se usaban las grietas entre los bloques o se tallaban por todas sus caras a excepción
de la inferior. Para desprenderlo se utilizaban cuñas (cunei) de hierro o bien de
madera, que se empapaban en agua; la presión del hinchamiento hacían el resto
pues provocaba una fractura plana quedando desgajado el bloque de piedra.
Una vez extraído el sillar, terminaban de darle forma con la ayuda de un pico acer-
ado llamado malleus, convirtiéndolos en sillares perfectamente escuadrados o en
dovelas para arcos.
Del trabajo en la cantera se encargaba el lapidarius o cantero (tallaba la piedra una
vez extraída) y el marmorarius, obrero especializado en decoración ornamental,
talla de pedestales, columnas o molduras.
Las herramientas utilizadas eran muy diversas, en función del tipo de piedra; para
dar forma a los bloques empleaban asciae o hachas y la upupa, alcotana (uno de
sus filos tiene forma de hacha mientras que el opuesto es una azuela). La serrula o
sierra era utilizada para cortar piedras; el scalprum o escoplo se empleaba cuando
la roca era dura, mientras que el malleus o maza de hierro era servía para introducir
las cuñas de hierro y madera.
Para retirar malezas y escombros se ayudaban de sacenae (azadas) y dolabrae
(picos de dos puntas). Para elevar los sillares, una vez trabajados, y colocarlos
en carretas para su transporte se utilizaba el forfex, una especie de tenaza suje-
ta a una grúa.
Sinceramente creo que debería reconocerse y reivindicarse el nombre de la
roca caliza de color gris oscuro azulado, utilizada en la construcción de monu-
mentos reconocidos como bien de interés histórico cultural y patrimonio de la
humanidad, conocida como 'piedra de Alcublas' como patrimonio cultural,
debido a su importancia histórica, y a las características que la hacen única y la
hicieron seleccionada entre otras muchas y requerida por Maestros de la con-
strucción en diversas épocas de la historia valenciana. Exportando y difundi-
endo con el origen de su producción el nombre de un modesto pueblo de la
Serranía valenciana. Además de con su aspecto afilado y oscuro, definir el
entorno árido y rocoso de la geografía que circunvala nuestra localidad, nues-
tra Villa de Alcublas.

Adrián Soler, Licenciado en Bellas Artes
16 / La piedra de Alcublas
La piedra de Alcublas / 17




Unos apuntes sobre los frailes
arquitectos Sanmartí, Ortiz y Ruimonte
                                                      María José López Azorín y Albert Ferrer Orts *



   Las frecuentes reparaciones, ampliaciones o construcciones de nueva planta que
experimentaron numerosos cenobios e iglesias valencianas durante el primer tercio
del s. XVII hicieron necesaria la participación -además de numeroso personal seglar
especializado- de maestros de obras y tracistas o arquitectos pertenecientes al clero
regular que no sólo se dedicaron a satisfacer las necesidades de los conventos de las
órdenes a las que pertenecían, sino que intervinieron decisivamente en otras obras de
carácter religioso pero también civil.
   El final del quinientos y todo el seiscientos comprenden, por lo general, un perío-
do en el que esta formación específica hará que tanto jesuitas, como carmelitas, jerón-
imos, agustinos, cartujos... dispongan de un elenco de peritos en el arte de la con-
strucción sin parangón hasta entonces1. Baste citarse a significados artífices como los
hermanos jesuitas Andrés Ruiz, Fernández Bustamante, Juan de Tolosa, Bartolomé
de Bustamante, Juan Bautista Villalpando, Pedro Sánchez, Francisco Bautista, Pedro
Mato o Pablo Albiniano de Rojas; los frailes carmelitas Alberto de la Madre de Dios,
Alonso de San José o Gaspar de Sanmartí; los monjes jerónimos Francisco de la
Concepción, José de la Concepción; el agustino recoleto fray Lorenzo de San
Nicolás; los religiosos cartujos Antonio Ortiz, Pedro Ruimonte, Martín de Cinto,
Jaume Rebull...
    1 Arciniega García, L. El monasterio de San Miguel de los Reyes, vol. II, Valencia, 2001, p. 185 sintetiza muy bien este
fenómeno: “La progresiva, aunque muy lenta, intelectualización de la profesión del arquitecto, la ausencia de cauces forma-
tivos oficiales de la misma, la gran impronta de lo religioso en la sociedad y la gran expansión de órdenes nuevas o renova-
das facilitó la proliferación de los monjes tracistas. Su diversa formación anterior a su ingreso en la Orden se completaba
una vez dentro, asimilando la forma de vida, la normativa y la tradición que conferían cierta especificidad, desde un punto
de vista práctico y técnico asistiendo al proceso constructivo de las propias casas, y desde un punto de vista teórico por medi
ode una cultura libresca a la que accedían principalmente a través de las nutridas bibliotecas de la Orden.
Probablemente de las facetas que dominaban estos monjes sea más necesario subrayar el gran conocimiento técnico que
alcanzaron, pues su elevada cultura, al menos en términos comparativos, y el calificativo de tracistas parece desgajarles de
la experiencia en el tajo...
En definitiva, disponían de tiempo y de medios para el estudio, tenían la posibilidad de viajar y aumentar sus conocimien-
tos, y la mayoría no tenía grandes inquietudes mundanas, pues no aspiraban a cargos y no supeditaban su actividad al sus-
tento. Tenían una formación pausada, reflexiva y culta, y su actividad se centraba generalmente en las necesidades de la
propia Orden, aunque su prestigio hizo que fueran solicitados por algunas instituciones”.

* Publicado en el Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura. Nº. 84, 1-2, 2008 , pags. 257-264
18 / La piedra de Alcublas




   Durante el primer tercio del s. XVII, en el medio valenciano proliferaron
estos monjes, quienes participaron activamente en diversas obras como tracis-
tas, maestros de obras, comisionados para visurar los trabajos de otros cole-
gas... Particularmente, en este trabajo nos ocupamos del carmelita fray Gaspar
de Sanmartí y de los cartujos fray Antonio Ortiz y fray Pedro Ruimonte, y de
su relación con la construcción de dos campanarios singulares en el reino de
Valencia: el de Alcublas (desaparecido), relacionado con el primero2 , y el cono-
cido como de la alcudia de Xèrica, atribuido a los restantes3.
   Sanmartí (1574-1644)4 , a quien se le han dedicado algunas investigaciones
en los últimos tiempos, va cobrando paulatinamente un papel de primer orden
no sólo por su concurso en determinadas obras para el convento del Carmen
de Valencia5 del que era profeso, sino al constatarse su papel en la traza de la
cartuja de Ara Christi del Puig6. Circunstancia que, sin lugar a dudas, catapulta
su figura como uno de los máximos representantes de la arquitectura valen-
ciana de las primeras décadas del seiscientos. Su intervención en la torre par-
roquial de Alcublas a partir de 1633 no deja lugar a dudas:
    Die X mensis junii MDCXXXIII, el Consejo General de la presenta Villa de Las
    Alcublas, en presencia del Sr. Bayle, dicho consejo dio orden a los Jurados de dicha Villa
    para que traxeran artífices para dar la traça de la torre de la presente Villa y vino al
    dicho efecto el Padre Fr. Gaspar de San Martín, carmelita, y Pedro Ambuesa, obrero
    de villa, y viendo los puestos donde se puede hacer la torre vieron y arbitraron que será
    su coste quatro mil libras y si se crece una navada en la iglesia de la que hay tanta necesi-
    dad, habrá en todo coste 4.700 libras. Visto que el crecer dicha iglesia es de tanta necesi-
    dad como hacer la torre, determinó que se haga dicha torre y navada y qu epara esto se
    hagan capítulos con los cuales se corra dicha obra y asimismo que al dicho P. Fray
    Gaspar y Pedro Ambuesa se les dé ciento y quarenta reales por la venida, traça y hazer
    los capítulos. Actum en la sala etc. [Joan] Muñoz, Notario y Escribano7.

2 Domingo Comeche, D. Alcublas. Aproximación a su historia, Valencia, 1999, pp. 273-274.
3 Pérez Martín, J. Mª. “Torre (mudéjar) de las campanas de Xèrica”, Archivo de Arte Valenciano, VIII, 1922, pp. 3-71.
Recientemente Martín Gimeno, E. R. “Los cartujos Antón Ortin y Pedro Raymonte y la construcción de la torre mudé-
jar de Jérica”, Cuadernos de Valldecrist, núms. 2 y 3, junio 2007, pp. 69-88 hace una aproximación a las biografías de
ambos cartujos en lo referido a su participación, además de la torre de Xèrica, en determinadas obras de Portaceli y
Valldecrist. Cabe reseñar, no obstante, la confusión que produce al investigador introducirse en las fuentes que mane-
ja el autor, alejadas de los mínimos criterios científicos cuando se citan.
4 Orellana, M. A. Biografía pictórica valentina, Valencia, 1967, pp. 90-96.
5 García Hinarejos, D. La arquitectura del Convento del Carmen de Valencia, Valencia, 1989, pp. 29 y ss.
6 Ferrer Orts, A. La cartoixa d´Ara Christi (1585-1660), tomo I (pp. 214-215) y tomo II (pp. 83 y ss.), Analecta Cartusiana,
197, Salzburg, 2004; donde se recogen otros trabajos anteriores sobre el particular. Reseñamos, igualmente, que
quien se encargó de dirigir las obras fue fray Antonio Ortiz.
7 Archivo del Reino de Valencia (=ARV), Diversos de Alcublas (1598-1660), L. 9, f. 128 r.; cfr. Domingo Comeche, D. Op.
cit., pp. 273-274.
La piedra de Alcublas / 19




Informaciones que acaban concretándose de la siguiente forma:
     Die XI mensis Decembriis MDCXXXIII, el Consejo General de la presente villa de Las
     Alcublas, en presencia de dicho Bayle, determinó dar la obra de torre y navada de la iglesia de
     la presente Villa a Pedro Ambuesa por cuatro mil y seiscientas libras por las capitulaciones con-
     tenidas en un cuaderno firmado de la mano de dicho Ambuesa y de dicho Joan Muñoz, notario,
     escribano en ocho años, a pagar desta manera, dando en el presente año seiscientas libras antes
     de comenzar la obra, y las restantes cuatro mil en siete años, es a saber, de cuatro en cuatro meses
     comienzan los siete años desde el día del año nuevo en adelante y la dicha obra se ha de dar
     acabada conforme las capitulaciones. Actum Alcublas, etc. Muñoz, Notario y Escribano8.
Aunque las mejoras en el remate del campanario continuarán años después por
otros artífices9 .
   Desgraciadamente destruida por un incendio en 1917, y a falta de las capitula-
ciones de la misma y del tramo de la iglesia, en 1633, sólo disponemos de una
fotografía antigua que nos informe de su aspecto10. Se trataba de una sólida con-
strucción de cantería, con dos cuerpos prismáticos de volumen ligeramente decre-
ciente, rematados posteriormente por una linterna o cupulín (bocellón) octogonal,
ubicándose a los pies del templo, como la actual. Llama poderosamente la atención
el sistema de fajas desornamentadas del segundo cuerpo de la caña por sus simili-
tudes con las torres de la fachada de la iglesia conventual de San Miguel de los
Reyes de Valencia, obra en la que tan activamente participaron Juan Cambra y,
especialmente, Pedro Ambuesa (ca. 1580-ca. 1661)11.
   La intervención de los cartujos fray Antonio Ortiz (¿?-1637)12 y fray Pedro
Ruimonte (¿?-1640) en algunas fases de la traza y elevación de la torre de la Alcudia
de Xèrica –fábrica que se alargó por la desidia del cantero Domingo Frasnedo13 y sus
constantes pleitos con los jurados de la villa castellonense- es incuestionable a tenor
de las informaciones publicadas en 1922, como se ha indicado:
   Que la obra de la Torre de la Alcudia [cuya traza había dado Fr. Antón Ortín] se ponga

8 ARV, Diversos de Alcublas (1598-1660), L. 9, f. 128 r.; cfr. Domingo Comeche, D. Op. cit., p. 274.
9 Domingo Comeche, D. Op. cit., pp. 275-277.
10 Véase al respecto la portada del libro de Dolores Domingo Comeche.
11 Canteros y tracistas vinculados, entre muchas otras obras, a la fábrica de San Miguel de los Reyes, como atesti-
guan las exhaustivas investigaciones de Arciniega García, L. Op. cit., vol. II, pp. 236-271.
12 Arciniega García, L. Op. cit., vol. I (p. 392) y vol. II (pp. 184, 185, 268, 274 y 277); Ferrer Orts, A. Op. cit., tomo I (pp.
201-202) y tomo II (pp. 83-100); Hogg, J. “The Valencian Charterhouses in the Chartae of the Carthusian General
Chapter (1272-1658)”, Actas del Congreso internacional sobre las cartujas valencianas, [El Puig, abril, 2003], tomo I,
Analecta Cartusiana, 208 bis, Salzburg, 2004, p. 92 y Ferrer, A. “De la procedencia de los artífices de la cartuja de
Ara Christi (1585-1682)”, Analecta Cartusiana, 225, Salzburg, 2005, p. 132).
13 Activo en 1607 en la accidentada capitulación de la parroquial de Ademuz y en 1620 en Mora de Rubielos, donde
consta que estaba domiciliado en la población del Alto Palancia.
20 / La piedra de Alcublas




    en encante y que se conceda u otorgue al que por menos la hiciere [Domingo Frasnedo], dando fian-
    za a voluntad de los oficiales para capitular con dichos maestros y hacer los autos que convengan14.
    Añadiéndose el 1 de enero de 1616 ...que el domingo después de Santa Águeda se trançe
o subaste la obra de la torre de la Alcudia, y que para el pago tome la villa un plazo de tres o cua-
tro años15, encargándole a fray Pedro Ruimonte la dirección de las obras16, las cuales
dieron comienzo el 19 de mayo de 1616.
    Consta que el 6 de junio siguiente las obras de demolición del viejo baluarte esta-
ban muy avanzadas así como, dada la penuria económica de la villa, de algunas mod-
ificaciones en la traza original por parte del donado de Valldecrist. Cambios que se
consideraron desproporcionados respecto a la idea original concebida por Ortiz. Por
lo que, el 15 de julio de 1618, se acordó llamar de nuevo al monje de Portaceli con el
objeto de que ambos realizaran una nueva traza de la torre17 .
    El 4 de noviembre de 1619, a propuesta de Ruimonte dado el progreso de la nueva
construcción, se determina hacer caso a las sugerencias del cartujo, quien
    ... proponía, porque estaría mejor, la substitución del tritón que rezaba la Capitulación, por una
    águila que habíase hecho para el Colegio del señor Arzobispo D. Juan de Ribera de Valencia que
    dicen venderán, mandando que se pagase al momento el coste del águila, sin perjuicio de compen-
    sarse la diferencia del tritón que viene obligado el constructor…18
    Asimismo, se acuerda
    ... que vaya a Altura el Síndico Pedro Gutarra a dar asiento con Fr. Pedro sobre los ladrillos
    que se han de hacer, quién los ha de hacer y el modo de ellos, para la torre…19
    Y, en 6 de julio de 1620, cuando Frasnedo requirió el pago a las mejoras realizadas
de acuerdo con la nueva traza, decide
    ...el que vengan Fray Pedro Ruhimonte y Fr. Antonio Ortin, y acompañados de las personas que
    fueren necesarias, hagan visura en la obra nueva para ver las mejoras de la Torre20,
    entre las que se encuentra Francisco Catalán, maestro de obras de Valencia,
vinculado desde entonces a la cartuja de Ara Christi junto con Sanmartí, Ortiz,
Ruimonte21. Visura que no debió de favorecer al constructor dado el enojoso
proceso a que dio lugar22 y que desembocó en un nuevo examen de la misma

14 Archivo Municipal de Xèrica (=AMX), Libro IV determinaciones (1607-1637), 29-III-1615; cfr. Pérez Martín, J. Mª.
Art. cit., p. 9.
15 Archivo Municipal Xèrica (=AMX), Libro IV determinaciones (1607-1637), 29-III-1615; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 9.
16 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 10.
17 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., pp. 12-13.
18 AMX, Libro IV Determinaciones (1607-1637), 4-XI-1619; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 14.
19 AMX, Libro IV Determinaciones (1607-1637), 18-V-1620; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 14.
20 Ibídem.
21 Ferrer Orts, A. Op. cit., tomo I (pp. 176-177) y tomo II (pp. 83-89), Analecta Cartusiana, 197, Salzburg, 2004.
22 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., pp. 15 y ss.
La piedra de Alcublas / 21




entre 1622, en la que Catalán fue requerido por los jurados de Xèrica y Pedro
Hombuena (u Ombuena) “cantero de Rubielos” por Frasnedo23. Tasación que
parece aseguró la definitiva terminación de la torre, pues el 23 de diciembre de
1622 se firmó el ápoca de liquidación de sus obras con un sobrecoste de 1.503
libras sobre el precio previamente pactado24.
   Considera Pérez Martín en sus conclusiones que, en un principio, tanto Ortiz
como Ruimonte debieron ejecutar una traza distinta; aunque sobre la que se capitu-
la con Frasnedo es sobre la del primero, la única que entonces se había presentado.
Que sobre ésta, Ruimonte –como director de las obras- había practicado unas
primeras modificaciones de acuerdo con Ortiz (1617-18) y otras con ¿Pedro
Hombuena? (1620-21), como se colige de las visuras y tasaciones que se realizan
sobre la marcha25. Finalizando su disertación remarcando que la afección mudéjar del
cuerpo central se debe al cartujo del cenobio de Serra26.
   Sin embargo, procede ahora recordar que en este mismo período ambos monjes
colaboraron en la planificación de la cartuja de Ara Christi entre 1619 y 1621, para la
que incluso Ruimonte llegó a presentar una planta. Diseño que fue finalmente
reprobado en beneficio del proporcionado por Sanmartí, a quien se envió finalmente
a la cartuja de Aula Dei de Zaragoza para que sus planos se inspiraran y se ajustaran
en lo posible a aquella
   Féu-se portar la traça ques executa en Aula Dei y fr. Pedro [Ruimonte] comensà a traçar de
   son cap, yn féu altra mudant algunes coses de com estava en Aula Dei, y esta la delinià en forma
   tan gran que paresia un llansol y, aprés, la posà en forma més chica, les quals encara van per casa,
   si bé lo pare prior no tenia molta confiança de la sua architectura27.
   lo que nos hace pensar -junto a otras deliberaciones del cenobio de l´Horta
en las que la pericia de Ruimonte no queda muy bien parada a tenor de las
continuas faltas que sus reputados colegas hallan en sus propuestas- que en
el caso de la torre de Xèrica el plan director seguido fue el del conventual de
Portaceli, principalmente, quien a la postre fue el director de las obras de la
cartuja de El Puig.


23 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 21. Pensamos que, tal vez, la transcripción de Pedro Hombuena u Ombuena no sea la ade-
cuada y verdaderamente se trate de Pedro Ambuesa, natural de Valencia, quien se domicilió en Rubielos de Mora en 1606,
población en la que contrajo matrimonio el 13 de febrero de 1611 con Mariana Villanueva. Además, estuvo vinculado con
Cambra, su padrastro, en la obra de cantería de la iglesia de Rubielos de Mora desde 1608 (Arciniega García, L. Op. cit., vol.
II, pp. 253 y ss.).
24 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 22. No obstante, la torre fue objeto de reparaciones o reconstrucciones desde esta fecha,
como la reedificación del cupulín que la remataba entre 1685-86.
25 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., pp. 31-32.
26 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 36.
27 Ferrer Orts, A. Op. cit., tomo I (pp. 212-213) y tomo II (pp. 83-88), Analecta Cartusiana, 197, Salzburg, 2004.
22 / La piedra de Alcublas
La piedra de Alcublas / 23




EL PAISAJE Y LA PIEDRA:
ARQUITECTURA RURAL
EN ALCUBLAS ( I )

CASETAS,
REFUGIOS
Y “SIETES”

José Luís Alcaide Verdés
24 / La piedra de Alcublas
La piedra de Alcublas / 25




EL PAISAJE Y LA PIEDRA:
ARQUITECTURA RURAL EN ALCUBLAS ( I )
CASETAS, REFUGIOS Y “SIETES”




Hablar del paisaje de Alcublas supone hablar de vegetación, de fauna y de orografía, e
implica necesariamente hablar de la piedra, y más específicamente de su uso y apro-
vechamiento en la vida cotidiana y como material para la construcción.
Desde la perspectiva de un estudio integral de la localidad a nivel etnológico, uno
de los aspectos que más llama la atención es la profunda transformación del pai-
saje por el ser humano y las características que adquiere este paisaje en función
de las actividades y necesidades socio-económicas del grupo humano que ocupa
el territorio. Situados en la localidad, si observamos la naturaleza a su alrededor
vemos en los montes algo que, por lo familiar, suele pasar inadvertido: los banca-
les. Este es un territorio pobre en el que la vida del agricultor ha sido siempre
dura, en el que el esfuerzo de los alcublanos para subsistir desde hace siglos ha
dado lugar a un paisaje “domesticado”, y en el que por todas partes es posible
apreciar las huellas de ese construir los montes: campos abancalados en laderas,
barrancos en los que el agua de las tormentas se frena en las “garras” o peque-
ños bancales que los van escalonando, caminos que no se estropean, corrales para
el ganado, casetas para refugiarse, refugios descubiertos o “sietes”, caleras, ven-
tisqueros… Es un tipo de paisaje tradicional que no se percibe como algo ajeno a
la naturaleza, sino como algo integrado en ella. Pero al mismo tiempo es un tipo
de paisaje que está siendo sometido a importantes transformaciones que amena-
zan con desdibujarlo e incluso con destruirlo poco a poco.
Aunque al hablar de piedra en Alcublas necesariamente hemos de tratar sobre la pie-
dra procedente de la Pedrera - la cantera de mármol negro o “piedra azul de Alcublas”
explotada desde época romana, y presente en numerosos monumentos valencianos y
edificios locales -, si hablamos de piedra y paisaje hay que reconocer que el protago-
nismo lo tiene la piedra común, la piedra trabajada o sin trabajar usada en las cons-
trucciones del territorio alcublano.
El presente trabajo pretende llamar la atención sobre unos de los elementos más
humildes de esta arquitectura rural tradicional, las casetas, los refugios y los “sietes”,
26 / La piedra de Alcublas




en un intento por revalorizarlos socialmente y frenar así el deterioro que están sufrien-
do a causa de su abandono. La intención final de este estudio es transmitir la idea de
que estas construcciones también forman parte del acervo cultural local y, a través de
su catalogación, proporcionar la información necesaria para conservar y trasmitir este
patrimonio cultural y material a generaciones futuras.
La base e ideas que han dado lugar a este estudio han sido los trabajos en torno a la
piedra seca desarrollados por la Asociación Cultural Las Alcublas (ACLA), especial-
mente sus fichas de catalogación de arquitectura, cuya elaboración ha permitido esta-
blecer los rasgos tipológicos y característicos propios de estos elementos de la arqui-
tectura rural de Alcublas.




                                                               Corral Blanco. Ejemplo de
                                                               caseta con exterior en pie-
                                                               dra seca y acceso por el
                                                               lateral. Se aprecian el
                                                               umbral y dintel pétreos, y
                                                               el uso de piedras sobre las
                                                               tejas como contrapeso.




   Llano de La Balsa.
   Ejemplo de caseta reali-
   zada con piedra y mor-
   tero, y con acceso fron-
   tal ancho, para permitir
   el acceso del carro.
La piedra de Alcublas / 27




1. Casetas, refugios y sietes
Definición y tipologías.
Agricultura y ganadería son dos actividades económicas que tradicionalmente se han
desarrollado al aire libre –la estabulación de ganado y la agricultura en invernaderos
son un fenómeno relativamente reciente-, por lo cual siempre han estado muy expues-
tas a las inclemencias meteorológicas. Este motivo hizo necesaria la construcción de
instalaciones en las que el agricultor o el pastor se pudiera resguardar del frío, el
calor, la lluvia o la nieve.
Estas construcciones las encontramos por igual en lugares cercanos a la población y
en lugares alejados, y aunque hoy en día, en la era del automóvil, puede llamar la aten-
ción la presencia de casetas o refugios a menos de un kilómetro de la localidad, reco-
rrer esas distancias a pie o en carro suponía antaño una pérdida de tiempo que el agri-
cultor o el ganadero no podían permitirse. Así pues, se trata de construcciones emi-
nentemente prácticas, cuya tipología varía según su finalidad, pero también según la
época de construcción.

a) Las casetas.
Las primeras de estas construcciones de las que vamos a hablar son las casetas, sen-
cillas construcciones de planta rectangular de unas dimensiones que oscilan entre los
3.35 x 2.75 m. de la Caseta I de Los Bones, y los 9.00 x 3.40 m. de la Caseta I de Puerta.
Predominan las de una longitud por debajo de los 5 metros (aproximadamente 2/3 del
total), y en algunos pocos casos no pasan de ser meros refugios con pretensión de
caseta.
Son edificaciones de un espacio único, sin tabiques interiores, y están concebidas para
un uso sencillo: guarecerse de las inclemencias climatológicas durante un periodo de
tiempo reducido, sin contemplarse, en principio, la opción de pernoctar en ellas. Esta
concepción de las casetas hace que en su interior se combinen en ese espacio único
varios usos: una parte importante del espacio interior – la mitad, e incluso en muchas
ocasiones dos tercios-, se reserva para las caballerías, y en ella se disponen uno o
varios pesebres y estacas en los muros para colgar los aperos y atalajes. El resto del
espacio se reserva para las personas, y por lo general sólo destaca en él la presencia
de algunas estacas de madera en las paredes, algún hueco o alacena de reducidas
dimensiones, y un hogar con chimenea, e incluso en muchos casos ni esto. Por lo
general no hay ningún elemento que marque una separación entre ambas zonas de
uso, aunque en un caso hemos podido apreciar la colocación de una hilera de piedras
incrustada en el suelo con esta finalidad, y algún caso de un uso más moderno, con el
recubrimiento con cemento u hormigón de la zona destinada al uso humano, mante-
niendo en tierra pisada la parte destinada a pesebres.
28 / La piedra de Alcublas




En lo relativo al acceso, podemos hacer dos distinciones, según sea un acceso por la
parte larga o la estrecha de la caseta, y según sea un acceso estrecho o ancho para
permitir el acceso del carro. Aproximadamente dos tercios de las casetas tienen el
acceso por la parte larga, y en una tercera parte de éstas es lo suficientemente ancho
como para permitir el acceso de carros. Tan sólo en tres de las casetas catalogadas se
ha encontrado algún tipo de puerta: en uno de los casos se encuentra en el suelo de la
caseta, en otro ha sido colocada en tiempo reciente aunque es vieja, y en el tercer caso
es una persiana reutilizada a modo de puerta; en ninguna de las casetas se aprecia un
sistema de anclaje de una hipotética puerta, y aunque es posible que en algunos casos
la tuviesen, también es probable que si se utilizaba algún cerramiento éste no fuese
fijo, algo en cierto modo comprensible por el uso temporalmente reducido para el que
estaban concebidas. Hay que señalar igualmente que sólo en una de las casetas cata-
logadas hemos encontrado un umbral propiamente dicho, y que en lo relativo a los din-
teles, están realizados con una o varias vigas de madera –en las casetas de acceso
lateral lo más frecuente es que se use una de las vigas de sustentación de la cubierta
a modo de dintel-, excepto en una de las casetas en la que encontramos un dintel for-
mado por una piedra de considerable tamaño.
La técnica constructiva de las casetas es muy sencilla, basada en el uso de la piedra
como material base con el que levantar la estructura, ya sea sin utilizar ningún ele-
mento de unión –piedra seca-, o bien usando mortero de cal entre las piedras. Lo más
habitual es el uso combinado de piedra seca en los exteriores con piedra unida con
mortero en los interiores, aunque en muchos casos el uso de la argamasa en los inte-
riores era para “rejuntar” o tapar los huecos entre las piedras, más que para unirlas.
No obstante, en algunos pocos casos hallamos el uso de argamasa tanto en el interior
como en el exterior, usando una técnica que se ha querido emparentar con las técni-
cas usadas en Teruel o “a la aragonesa”. Uno de los muros en ocasiones se levanta
aprovechando la pared del bancal inmediatamente superior, y el grosor de las pare-
des, salvo ligeras variaciones y alguna excepción, es de 0.50 metros.
Para la construcción de los pesebres en todos los casos se usa la piedra seca como
base, y sobre ella se levantan las paredes y las separaciones internas usando losas
enlucidas con argamasa o yeso, colocando como remate un tronco para evitar abrasio-
nes de las caballerías con el pesebre al alimentarse. Un sistema parecido al de las
paredes de los pesebres se utiliza para construir las chimeneas, con un tronco fino
sobre el que se levanta la campana, realizada con finas losas de piedra enlucidas.
Exteriormente la chimenea carece de estructura alguna.
En lo concerniente a la cubierta, el esquema constructivo es uniforme, con una sus-
tentación mediante vigas de madera sobre las que se disponen cañizos, y sobre estos
teja árabe. Es muy frecuente observar sobre los tejados piedras colocadas en los extre-
mos de las hileras de tejas, cuya finalidad es asegurarlas ante posibles rachas fuer-
tes de viento que pudieran levantarlas.
Para concluir es preciso señalar dos cosas:
- por un lado la difícil datación de estas construcciones, ya que muchas de ellas han
sido reparadas y modificadas en diferentes ocasiones, hecho que complica esta tarea.
Tampoco es posible usar como criterio el estado de conservación, ya que éste sólo es
La piedra de Alcublas / 29




indicativo generalmente de la fecha en la que se abandonó su uso, pero no de la fecha
de construcción. Como mucho se puede aventurar un origen de la mayoría de las case-
tas catalogadas en el primer tercio del siglo XX, y es posible que algunas de ellas apro-
vechasen otras anteriores del último tercio del siglo XIX. De todos modos esto son sólo
conjeturas, y ni tan siquiera en la caseta del Corral Blanco, que por sus peculiaridades
y por su proximidad al antiguo corral que da su nombre a la partida podríamos datar
en el siglo XVIII o antes, se puede fijar una cronología con certeza.
- Por otro lado, señalar una peculiaridad constatable en aproximadamente la
mitad de las casetas catalogadas: la existencia de “escudilleros”, pequeñas alace-
nas realizadas en el muro con unas dimensiones medias que oscilan entre los
0.50-0.30 m. de largo por 0.30-0.35 m. de ancho y de profundo, en las cuales se
colocaba sal, útiles sencillos, cerillas, etc.

b) Refugios y “sietes”.
Más sencillos que las casetas, aunque con una finalidad parecida, son los refugios. Se
trata de construcciones de reducidas dimensiones y de una simpleza constructiva
enorme. Creados al mismo tiempo que se construía un majano asociado a la pared de
un bancal –de los refugios catalogados sólo el de la Pedrera escapa a esta norma-, son
tan sólo pequeños huecos en el majano cubiertos por una falsa bóveda creada por
aproximación de piedras o de grandes losas. Los majanos son acumulaciones artificia-
les de piedras que eran retiradas de las tierras para mejorar su calidad y permitir su
cultivo, y que en ocasiones formaban cuidadosos amontonamientos en forma de muro.
Este hecho nos permitiría una datación aproximada de estas construcciones en algu-
nas zonas si averiguamos el momento en el que se roturaron las tierras –por ejemplo
en el Carrascal la datación sería tardía, ya en el último tercio del siglo XIX.




                                                                     En la imagen puede
                                                                     apreciarse la técnica
                                                                     constructiva de los
                                                                     pesebres.
30 / La piedra de Alcublas




En los refugios tampo-
co existe un patrón
uniforme, y junto a
unos casos en los que
se debe entrar a gatas
y en los que sólo se
puede estar tumbado o
sentado en el suelo,
hay otros en los que la
altura     interna    es
mayor y permiten
estar sentados en una
silla baja. Un caso un
tanto especial lo supo-
ne el que hemos cata-
logado como refugio Majano construido en un campo de almendros en la partida de la
de La Balsilla II, un Balsa Calzón.
refugio inscrito en un
majano de grandes dimensiones, y que tiene una altura interior de 1.70 metros y
un diámetro de 2.20 metros. Además es este un caso peculiar por presentar una
planta circular perfecta en su interior y porque en su perímetro interno tiene un
pequeño banco adosado formado por una hilera de losas: en esta caseta podrían
refugiarse hasta 7 personas. Lamentablemente se encuentra en serio peligro de
derrumbe por los desprendimientos de piedras en la bóveda y en la esquina exte-
rior izquierda.
Casi todos los refugios, al estar asociados a majanos situados en la pared de ban-
cales - que suponen un engrosamiento de esa pared -, forman un pequeño abrigo
descubierto junto a la pared del bancal, abrigo que en algunos casos adquiere una
cierta complejidad: en el caso del refugio que hemos catalogado como “Los
Casales nº 1”, además de formar un pequeño abrigo vemos que aparece asociado
a una estructura en forma de letra “U” con uno de los dos brazos más corto, lo que
se denomina un “siete”.
Los ”sietes” son abrigos al aire libre formados por tres muros, uno de ellos más
corto – recuerdan la forma de un nº 7 escrito con caligrafía antigua -, cuya finali-
dad era dejar en ellos un tanto resguardados el carro y la caballería. Generalmente
se construían en terrenos baldíos en los que aflora la piedra, por eso aparecen
muchas veces asociados a los majanos, que también se formaban aprovechando
terrenos no cultivables. El tamaño es en la mayoría de los casos un poco mayor de
lo que ocupa un carro, y en lo relativo a la altura de los muros, aunque hay casos
en los que son relativamente bajos, lo normal es que se hiciesen aprovechando
paredes de bancal altas, y para quienes los desconozcan pueden confundirse con
casetas en ruinas. A veces encontramos en sus muros “escudilleros” para dejar el
hato o la botija del agua, elementos que es bastante frecuente encontrar también
aislados en las paredes de bancales.
La piedra de Alcublas / 31




2. Catálogo de casetas, refugios y sietes (I)
A continuación presentamos una primera entrega del catálogo de casetas y refugios
del término de Alcublas, formada por 19 fichas de casetas y seis de refugios y sietes.
Aunque no se trata de un catálogo completo, las casetas y refugios que se presentan
en este catálogo proceden de diferentes zonas del término, hecho que nos permite
considerar este muestreo como lo suficientemente representativo del conjunto de
casetas y refugios. Hemos incluido dos refugios de la partida de la Balsa Calzón que
probablemente se encuentran en término de Andilla, aunque en el mismo límite, y que
nos ha parecido oportuno presentar aquí por responder perfectamente a los modelos
de refugios alcublanos localizados en otros puntos.
En lo relativo al contenido de las fichas, se ha mantenido el esquema de las fichas de
la Asociación Cultural Las Alcublas que, con ligeras variaciones, sigue las pautas de
catalogación de la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Conselleria de
Cultura de la Generalitat Valenciana. Es precisamente por este motivo por lo que se ha
optado por conservar el apartado sobre autoría y fecha de realización del trabajo de
campo.




Refugio: se aprecia el abrigo en “L” que forma con la pared del majano.
32 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 1


IDENTIFICACIÓN:              Puerta. Caseta de Puerta.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta .

COORDENADAS UTM:       698912.12 m. , 4412204.46 m.
ALTITUD:               888 m.
CARTOGRAFÍA:           639 (3 – 4)
LOCALIZACIÓN: En la partida de Puerta, a mano derecha junto al camino, en un
campo de almendros. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
Ancho ...............................3.40 m.
Ancho puerta....................1.10 m.
Altura puerta....................1.60 m.
Largo ................................9.00 m.
Alto (mínimo/máximo) .....1.60/2.40 m.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: realizada con piedra seca, en su inte-
rior las paredes aparecen recubiertas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la
cubierta está formada por veinte vigas de madera sobre las que se dispone cañizo
cubierto por tejas. Otra viga hace la función de dintel. Algunas partes aparecen
“rejuntadas” con argamasa.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es regular. La campana de
la chimenea hace tiempo que desapareció, parte de los pesebres también ha des-
aparecido y existe alguna filtración en el tejado, a pesar de que la caseta está en
uso y ha sido objeto de numerosas reparaciones en la cubierta.

OBSERVACIONES: La caseta es de propiedad colectiva de al menos 10 propietarios
de campos de alrededor, motivo que explica sus dimensiones. En sus paredes hay
varias estacas clavadas a modo de perchas, y existen dos “escudilleros” o alace-
nas en la pared, una pequeña a la izquierda de la chimenea, y otra algo mayor en
la pared de enfrente de la puerta, cerca de la chimenea, con unas medidas de 0.44
m. de anchura por 0.40 m. de alto y 0.34 m. de hondo.

TRABAJO DE CAMPO: SERAFÍN MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 29/12/2007
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
La piedra de Alcublas / 33
34 / La piedra de Alcublas




                                       CASETAS. FICHA Nº 1




                             Rincón de la chimenea: se puede ver el
                             hogar, y uno de los escudilleros a aprox.
                             1.50 m. de altura en la pared de la derecha.




Detalle de los pesebres.     Rincón de la chimenea con las perchas.
La piedra de Alcublas / 35




CASETAS. FICHA Nº 2


IDENTIFICACIÓN:             Llano de la Balsa. Nº 1. Caseta de “los chicharras”.
LOCALIDAD:                  Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                  1ª Patrimonio agrícola.
                            2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta .

COORDENADAS UTM: 698740.49 m. , 4409905.37 m.
ALTITUD:                  836 m.
TOPOGRAFÍA:               667 (3 – 1)
LOCALIZACIÓN: En la partida del Llano de la Balsa. A unos 500 metros de la carre-
tera, en el camino que lleva desde La Balsilla al Prao, a mano izquierda del mismo.
La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sureste.
MEDIDAS:
Ancho ...............................3.90 m.
Ancho puerta ...................1.10 m.
Altura puerta ...................1.60 m.
Largo................................6.20 m.
Alto (mínimo/máximo).....1.60/2.30 m.
Pesebre:...........................2.30 m. de largo por 0.90 de alto y 0.50 m. de ancho.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: realizada con piedra seca, en su inte-
rior las paredes aparecen recubiertas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la
cubierta está formada por 16 vigas de madera sobre las que se dispone cañizo
cubierto por tejas. Otra viga hace la función de dintel. Algunas partes aparecen
“rejuntadas” con argamasa. Entrando a la derecha tiene un pesebre dividido en
cuatro partes.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es malo. La campana de
la chimenea hace tiempo que desapareció, aunque queda el palo de la parte infe-
rior, y han cedido dos de las vigas. Un buen número de tejas ha desaparecido o se
encuentran rotas, por lo que es de esperar que el tejado ceda a corto plazo.

OBSERVACIONES: Se aprecia en la factura de los muros la utilización de dos tipos
de piedra diferentes, una más clara en la parte superior que podría ser indicativa
de una construcción en dos fases o, más probablemente de una reconstrucción de
una caseta anterior.

TRABAJO DE CAMPO: COLECTIVO DE ACLA. 02/02/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías
36 / La piedra de Alcublas




                                                    CASETAS. FICHA Nº 2




Derrumbe del techo.                   Detalle del interior con los pesebres.




Lado izquierdo con los restos de la   Detalle de la parte trasera: se aprecia el mal
chimenea.                             estado de la cubierta.
La piedra de Alcublas / 37




CASETAS. FICHA Nº 3

IDENTIFICACIÓN:             Llano de la Balsa. Nº 2. Caseta del Tío Justo.
LOCALIDAD:                  Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                  1ª Patrimonio agrícola..
                            2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta .

COORDENADAS UTM:          698943.69 m. , 4410185.30 m.
ALTITUD:                  837 m.
TOPOGRAFÍA:               667 (3 – 1)
LOCALIZACIÓN: Partida del Llano de la Balsa. A 1000 metros de la carretera, en
el camino de La Balsilla al Prao, a mano izquierda. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sureste.
MEDIDAS:
Ancho ...............................4.00 m.
Ancho puerta....................1.90 m.
Altura puerta....................1.70 m.
Largo ................................7.65 m.
Alto (mínimo/máximo).....1.70/2.50 m.
Pesebres: ........................cuatro. 3.00 m. largo x 1.00 de alto y 0.50 m. de ancho.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: se trata de una caseta hecha en un estilo
un tanto peculiar para la zona, ya que está construida “a la aragonesa”, con piedra seca
y por fuera enlucida de forma basta con barro, con piedras que sobresalen de tanto en
tanto del enlucido. El interior está dividido en dos partes: el suelo es de tierra pisada en
la parte reservada para los animales, mientras que la parte destinada a las personas se
ha recubierto con hormigón, material con el que también se ha obrado la parte superior
de un poyo o banco que hay junto a los pesebres. La separación de ambas zonas se
marca en el suelo por una hilera de piedras clavadas en el suelo. En la parte destinada
a las personas, en el rincón frente a la puerta, hay una “llar” con su chimenea. La cubier-
ta está formada por 16 vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por
tejas. La puerta es más ancha de lo habitual para permitir entrar el carro, y el dintel está
formado por tres vigas y un bisel de hoja de lata que las protege de la lluvia. Junto a la
puerta hay una minúscula apertura cuadrada en piedra cuya utilidad no conocemos. En
las paredes interiores hay varias estacas para atar las caballerías y para colgar cosas.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: Es regular, ya que hay varias goteras y al menos dos
vigas están seriamente dañadas, con riesgo de derrumbe de la cubierta.

OBSERVACIONES: En octubre de 2008 ya se había derrumbado la cubierta.

TRABAJO DE CAMPO: COLECTIVO DE ACLA. 02/02/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
38 / La piedra de Alcublas




                                                                 CASETAS. FICHA Nº 3




Vista desde la carretera, junto al camino de acceso a los campos. Se aprecian el enlucido
de barro y las piedras que sobresalen del muro




Vista de la puerta. El ancho permite                    Vista de la zona de los pesebres.
la entrada de un carro.
La piedra de Alcublas / 39




  CASETAS. FICHA Nº 3




Detalle de la parte destinada a los animales.   Pequeña “ventana” junto a la puerta.
40 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 4

IDENTIFICACIÓN:              El Llano de la Balsa. Caseta nº 3.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:        699499.84 m. , 4409900.48 m.
ALTITUD:                835 m.
CARTOGRAFÍA:            667 (3-1)
LOCALIZACIÓN: En la partida del Llano de la Balsa, llegando al final de la recta de
la carretera en dirección Segorbe, a la izquierda. La accesibilidad es buena,
mediante un camino. A unos 12 metros de la carretera, en el margen de un campo
de almendreros.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
largo .................................4.05 m.
ancho................................3.70 m.
altura máx./mín ...............2.40 m./ 1.40 m.
ancho puerta....................1.45 m.
altura puerta ....................1.60 m.
pesebre ............................1.20 m. largo x 1.00 m. alto x 0.50 m. ancho
grosor muro .....................0.50 m.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es
de tierra pisada, y la cubierta está formada por diez vigas de madera de pino sobre
las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel.
En su interior hay un pesebre doble y en el rincón izquierdo una chimenea. A la
derecha de la puerta hay un escudillero de 0.50 m. de alto x 0.35 de largo x 0.30 m.
de profundidad, y junto a él un pequeño hueco formado por dos medias tejas. En la
fachada tiene adosado un pequeño banco o poyo de 2.20 m. de largo x 0.30 m. de
alto x 0.45 m. de ancho.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es aceptable, a pesar de
presentar alguna filtración en la cubierta..

OBSERVACIONES: Uso eventual.

TRABAJO DE CAMPO: BEGOÑA LLORENS Y J. L. ALCAIDE. 13/08/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
La piedra de Alcublas / 41




             CASETAS. FICHA Nº 4




              Escudillero y hueco hecho con
              tejas. Se aprecia el revocado
              rudimentario de las paredes.




Vista del
hogar y la
chimenea.
42 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 5

IDENTIFICACIÓN:              Collado de la Cruz. Caseta nº 1.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta 1.

COORDENADAS UTM:             699139.90 m. , 4410255.14 m.
ALTITUD:                     839 m.
TOPOGRAFÍA:                  667 (3 – 1)

LOCALIZACIÓN: Partida del Collado de la Cruz. A unos 1800 metros de la Balsilla,
en el camino que lleva desde La Balsilla al Prao, a mano derecha, cruzando un
campo de almendros. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sur-Suroeste.
MEDIDAS:
Ancho ...............................3.50 m.
Ancho puerta....................1.20 m.
Altura puerta....................1.75 m.
Largo ................................3.75 m.
Alto (mínimo/máximo) .....1.75/2.10 m.
Pesebres: .........................1.35 m. de largo por 0.80 de alto y 0.50 m. de ancho.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte frontal y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es
de tierra pisada, y la cubierta está formada por ocho vigas de madera de pino sobre
las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel.
En su interior hay un pesebre doble y en el rincón izquierdo junto a la puerta hay
un rudimentario hogar y una chimenea hecha con una lata vacía. Para proteger las
vigas del dintel y mitigar un poco la entrada de agua se colocó un bisel de hoja de
lata sobre la entrada.
 .
ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno.

OBSERVACIONES: Adosado a la parte trasera de la caseta hay un majano que sirve
al mismo tiempo de pared de separación entre campos. En la parte delantera esta
pared forma un pequeño refugio descubierto. Por los restos del hogar y la presen-
cia de una escoba rústica se puede deducir que la caseta está en uso.

TRABAJO DE CAMPO: COLECTIVO DE ACLA. 02/02/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
La piedra de Alcublas / 43




CASETAS. FICHA Nº 5




     Vista de la entrada.
     Se aprecia el bisel de
     hojalata.




           Detalle del pese-
           bre. Apoyado en
           el se ve una esco-
           ba “campestre”.
44 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 6

IDENTIFICACIÓN:              El Prao. Caseta nº 1.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:             699434.23 m. , 4411473.30 m.
ALTITUD:                     855 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3-1)

LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta,
a unos 200 m. del inicio. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
largo .................................4.30 m.
ancho................................3.85 m.
altura máx./mín. ..............2.40 m./ 1.60 m.
ancho puerta....................1.00 m.
altura puerta ....................1.40 m./ 1.60 m.
pesebre ............................1.70 m. largo x 1.20 m. alto x 0.60 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es
de tierra pisada, y la cubierta está formada por diez vigas de madera de pino sobre
las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel.
En su interior hay un pesebre doble y en el rincón izquierdo junto a la puerta hay
un rudimentario hogar.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno.

OBSERVACIONES: Uso eventual.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
La piedra de Alcublas / 45




                                                                 CASETAS. FICHA Nº 6




Vista desde el camino. La puerta se ha practicado en un lateral, por cuestiones de accesibilidad.




Pesebre de dos senos, aca-
bado con yeso y madera.




                                                             Vista del rincón del hogar, en la que
                                                             se aprecian antiguas filtraciones de
                                                             agua en paredes y vigas.
46 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 7

IDENTIFICACIÓN:              El Prao. Caseta nº 2. Caseta “de Cundito”.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:             699379.72 m. , 4411483.88 m.
ALTITUD:                     856 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3-1)

LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta,
a unos 250 m.del inicio a mano izquierda. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Este .
MEDIDAS:
largo .................................5.20 m.
ancho................................4.00 m.
altura máx./mín. ..............2.50 m./ 1.30 m.
ancho puerta....................1.10 m.
altura puerta ....................1.70 m.
pesebre ............................2.10 m. largo x 0.90 m. alto x 0.50 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte interior las paredes están enlucidas con barro. El suelo es de tierra pisa-
da, y la cubierta está formada por seis vigas de hormigón sobre las que se dispo-
ne cañizo cubierto por tejas. Dos vigas de madera en la parte interior y una de hor-
migón en la exterior forman el dintel. En su interior hay un pesebre de tres senos,
rematados con yeso y madera, y en el rincón derecho, junto a la puerta, hay un
rudimentario hogar.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: Dada la reconstrucción de la cubierta y de parte del
dintel, el estado de conservación es bueno, salvo por el estado de ruina de uno de
los senos del pesebre..

OBSERVACIONES: Uso eventual.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
La piedra de Alcublas / 47




  CASETAS. FICHA Nº 7




En contraste con otras casetas de la zona, el aparejo de piedra es de buena calidad




                                                          Vista de la puerta. Se aprecia el rudimenta-
                                                          rio hogar y las vigas de hormigón.
48 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 8

IDENTIFICACIÓN:              El Prao. Caseta nº 3.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:             699251.40 m. , 4411326.72 m.
ALTITUD:                     856 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3-1)

LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta,
a unos 250 m.del inicio. A mano izquierda, en la parte interior de un campo de
almendros y rodeada de higueras. La accesibilidad es buena.


TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
largo .................................4.80 m.
ancho................................3.60 m.
altura máx./mín. ..............2.50 m./ 1.30 m.
ancho puerta....................0.80 m.
altura puerta ....................1.80 m.
pesebre ............................1.70 m. largo x 1.20 m. alto x 0.60 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte exterior está rodeada por tres de sus lados por un majano. En el interior
hay zonas reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada y cascajo, y la cubier-
ta está formada por ocho vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubier-
to por tejas. El dintel y la parte de muro sobre este han sido rehechos con vigas de
hormigón, ladrillo y cemento. En su interior hay un pesebre al que le falta la parte
superior. En la parte exterior, a la izquierda de la puerta el majano que rodea la
caseta se prolonga formando un abrigo al aire libre.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno.

OBSERVACIONES: Uso eventual.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
La piedra de Alcublas / 49




                                                              CASETAS. FICHA Nº 8




Lateral y parte trasera con el majano adosado.




                                                 Majano adosado: se aprecia que parte de las
                                                 piedras han sido retiradas.
50 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 9

IDENTIFICACIÓN:              El Prao. Caseta nº 4.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:             699203.51 m. , 4411693.96 m.
ALTITUD:                     862 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3 -1)

LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta,
a unos 300 m.del inicio, a mano derecha, al final de un campo de almendros, en
un perdido y lindando con monte. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
largo .................................5.90 m.
ancho................................3.90 m.
grosor muro .....................0.50 m.
altura máx./mín. ..............2.70 m./ 1.60 m.
ancho puerta....................1.00 m.
altura puerta ....................1.80 m.
pesebre ............................2.60 m. largo x 1.15 m. alto x 0.50 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es
de tierra pisada, y la cubierta está formada por doce vigas de madera de pino sobre
las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel.
En su interior hay un pesebre de cuatro huecos y en el rincón izquierdo junto a la
puerta hay una chimenea. A los lados de la chimenea hay dos “escudilleros”, el
más cercano a la puerta de 0.20 m. x 0.20 m. x 0.20 m., y al otro lado uno mayor de
0.40 m. de largo x 0.35 m. de alto x 0.30 m. de hondo.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno.

OBSERVACIONES: Uso eventual.

TRABAJO DE CAMPO: B. LLORENS Y J. L. ALCAIDE. 12/08/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
La piedra de Alcublas / 51




                          CASETAS. FICHA Nº 9




Vista lateral. La piedra central grande es la trasera del
“escudillero”.
52 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 10

IDENTIFICACIÓN:              La Palacia. Caseta nº 1.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta y “siete”.

COORDENADAS UTM:             699051.11 m. , 4411320.90 m.
ALTITUD:                     861 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3 – 1)

LOCALIZACIÓN: A pesar de algunas dudas, consideramos que la caseta está en la
Partida de la Palacia. El acceso es complejo, desde la catalogada como nº 3 en la
Partida del Prao (la de las higueras), unos 500 m. en dirección Oeste.

TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Este.
MEDIDAS:
CASETA    Ancho .....................3.40 m.   SIETE  Trasera. . . . 4.20 m.
          Ancho puerta..........0.80 m.               Lados . . . . . 3.40 m.
          Altura puerta..........1.60 m.              Abertura. . . 3.00 m.
          Largo ......................3.75 m.
          Alto (mín./máx.) .....1.90 / 2.90 m.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta en piedra seca, a su derecha
tiene adosado un siete. La caseta ha sido reformada, añadiéndole una puerta de
madera, y en el interior se han revocado las juntas en las paredes y cubierto el
suelo con cemento. La cubierta está formada por vigas de madera sobre las que
se dispone cañizo cubierto por tejas. En uno de los rincones de la pared del fondo,
en concreto en el que está el hogar, hay una viga que cruza en diagonal de pared
a pared por debajo del techo. Tres vigas hacen la función de dintel. En todas las
paredes hay incrustados palos a modo de perchas, y en una de ellas, junto al
hogar, hay un “escudillero” o pequeña alacena de 0.40 x 0.20 x 0.20 metros.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado es bueno, como atestiguan los numerosos
objetos y la limpieza del interior. La caseta es usada con una cierta frecuencia.

OBSERVACIONES: Adosado a los lados y la parte trasera de la caseta hay un maja-
no reforzado con cemento. A unos 10 metros en dirección SO hay otro majano rec-
tangular de 10m. largo x 2 ancho y 1.50 de alto. Delante, en dirección Sur, hay en
el muro de la izquierda una hoquedad de 0.50 x 0.50 m. y 0.90m. de profundidad
para colocar “el hato y la botija” (comida y agua) resguardados del sol.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
La piedra de Alcublas / 53




CASETAS. FICHA Nº 10




   Detalle del siete anexo.
54 / La piedra de Alcublas




                                                             CASETAS. FICHA Nº 10




                                                                    Vista general. Se aprecia
                                                                    parte del majano que
                                                                    rodea la caseta.




                                                              “Escudillero” practicado en
                                                              una pared-majano cercana
                                                              a la caseta.




Escudillero junto al hogar.   El hogar, y sobre él la viga      Taburete y silla antigua
                              que cruza de pared a pared.       de “boga”.
La piedra de Alcublas / 55




CASETAS. FICHA Nº 11

IDENTIFICACIÓN:          La Palacia. Caseta 2.
LOCALIDAD:               Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:               1ª Patrimonio agrícola.
                         2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta .

COORDENADAS UTM:         698128.86 m. , 4411240.84 m.
ALTITUD:                 876 m.
CARTOGRAFÍA:             667 (3-1)

LOCALIZACIÓN: En la partida de la Palacia, junto a la carretera de Alcublas a Las
Dueñas, casi al final de la recta a mano derecha, en el margen de un campo de
almendros, a 25 m. de la carretera. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
Ancho ...............................3.70 m.
Ancho puerta....................1.35 m.
Altura puerta....................1.65 m.
Largo ................................6.25 m.
Alto (mínimo/máximo).....1.20/2.50 m.
Grosor muro.....................0.50 m.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: Construida en piedra seca, hace
tiempo que perdió su cubierta y elementos interiores (probablemente pesebres y
chimenea). En el interior sigue las mismas pautas que la mayoría de las casetas
de la zona, y presenta uso de argamasa para “rejuntar” las piedras. Como curiosi-
dad, en el dintel, formado por tres vigas de las que sólo quedan dos, una de las
vigas es un palo de prensa de un trullo o “trull”.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: Muy malo, hace tiempo que perdió la cubierta y sus
elementos interiores, y han empezado a derrumbarse las paredes, comenzando
por el lienzo de muro de encima de la puerta.

OBSERVACIONES:

TRABAJO DE CAMPO: JORGE MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 06/12/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
56 / La piedra de Alcublas




                                       CASETAS. FICHA Nº 11




Uno de los palos usados como viga en
el dintel era un palo de trul
La piedra de Alcublas / 57




CASETAS. FICHA Nº 12

IDENTIFICACIÓN:             Los Casales. Caseta nº 1.
LOCALIDAD:                  Alcublas (Los Serranos, Valencia).
TIPOLOGÍA:                  1ª Patrimonio agrícola.
                            2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:            698154.13 m. , 4407898.66 m,
ALTITUD:                    808 m.
CARTOGRAFÍA:                667 (3 – 1)

LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al
Corral Blanco, a aproximadamente 1.000m. desde el cruce del camino de las Oyas
Civeras, en un campo de almendros a la derecha del camino, un poco más delan-
te de una clocha. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
largo .................................3.85 m.
ancho................................3.00 m.
altura máx./mín. ..............2.15 m./ 1.70 m.
ancho puerta....................1.00 m.
altura puerta ....................1.60 m.
pesebre ............................0.70 m. largo x 0.80 m. alto x 0.50 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo
es de tierra pisada, y la cubierta está formada por seis vigas de madera de pino
sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Cuatro vigas hacen la función
de dintel. En su interior hay un pesebre simple realizado en piedra, argamasa y
madera.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno.

OBSERVACIONES: Uso eventual. En el camino, antes de desviarse hacia la casa,
hay una “clocha” de 75 x 75 cm. que aprovecha un afloramiento rocoso, y a la que
alguien ha colocado unas paredes y una cubierta de piedra.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
58 / La piedra de Alcublas




                             CASETAS. FICHA Nº 12
La piedra de Alcublas / 59




                                         CASETAS. FICHA Nº 12




“Clocha” en el camino antes del desvío
hacia la caseta
60 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 13

IDENTIFICACIÓN:              Los Casales. Caseta nº 2.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia).
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:             698434.72 m. , 4408133.74 m.
ALTITUD:                     816 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3-1)

LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al
Corral Blanco, a aproximadamente 1.300m. desde el cruce del camino de las Oyas
Civeras, en una curva cerrada a la derecha hay un entradero con asfalto: siguien-
do ese camino varios campos está la caseta en un campo de almendros. La acce-
sibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur-Este.
MEDIDAS:
largo .................................4.95 m.
ancho................................3.80 m.
altura máx./mín. ..............2.45 m./ 1.85 m.
ancho puerta....................1.65 m.
altura puerta ....................1.75 m.
pesebre ............................1.20 m. largo x 1.00 m. alto x 0.40 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es
de tierra pisada, y la cubierta está formada por siete vigas de madera sobre las que
se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel. En su
interior hay un pesebre simple realizado en piedra, argamasa y madera. La puer-
ta es más ancha de lo habitual para permitir la entrada del carro.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es regular, con filtracio-
nes en la cubierta.

OBSERVACIONES: Uso eventual.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
La piedra de Alcublas / 61




CASETAS. FICHA Nº 13
62 / La piedra de Alcublas




                                                        CASETAS. FICHA Nº 13




Vista de la parte delantera, con la
entrada ancha para el carro.




                                      Vista general de la caseta desde el bancal de arriba.
La piedra de Alcublas / 63




CASETAS. FICHA Nº 14

IDENTIFICACIÓN:             Los Casales. Caseta nº 3.
LOCALIDAD:                  Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                  1ª Patrimonio agrícola.
                            2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:            698420.96 m. , 4408203.06 m.
ALTITUD:                    820 m.
CARTOGRAFÍA:                667 (3-1)

LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al
Corral Blanco, a aproximadamente 1.300m. desde el cruce del camino de las Oyas
Civeras, en una curva cerrada a la derecha hay un entradero con asfalto: siguien-
do ese camino varios campos está la caseta, un bancal más adelante y más arriba
de la nº 2. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur.
MEDIDAS:
largo .................................4.50 m.
ancho................................4.30 m.
altura máx./mín. ..............2.20 m./ 1.60 m.
ancho puerta....................0.90 m.
altura puerta ....................1.60 m.
pesebre ............................1.00 m. largo x 0.70 m. alto x 0.50 m. ancho

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su
parte interior las juntas están reforzadas con barro. En uno de sus laterales aprove-
cha la pared del bancal superior para muro de la caseta. El suelo es de tierra pisada,
y la cubierta está formada por ocho vigas de madera sobre las que se dispone cañizo
cubierto por tejas. Sobre esta cubierta se ha colocado varios trozos de “uralita” en un
intento por evitar las filtraciones en el estropeado tejado. Dos vigas hacen la función
de dintel y se ha dispuesto una vieja persiana a modo de puerta. En su interior hay un
pesebre simple realizado en piedra, argamasa y madera.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es malo, con algunas vigas en
muy mal estado por las filtraciones y con un apuntalamiento muy rudimentario.

OBSERVACIONES: Uso eventual. En su interior se observan varias garrafas de pro-
ductos fitosanitarios, algunos sacos y varas, y algunos vasos de corcho para col-
menas ya en desuso.

TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
64 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 14




                             Vista desde el extremo del bancal
                             superior a la caseta 2.
La piedra de Alcublas / 65




CASETAS. FICHA Nº 14
66 / La piedra de Alcublas




CASETAS. FICHA Nº 15

IDENTIFICACIÓN:              Los Casales. Caseta nº 4.
LOCALIDAD:                   Alcublas (Los Serranos, Valencia)
TIPOLOGÍA:                   1ª Patrimonio agrícola.
                             2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta.

COORDENADAS UTM:             698429.96 m. , 4408067.86 m.
ALTITUD:                     810 m.
CARTOGRAFÍA:                 667 (3 – 1)

LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al
Corral Blanco, a aproximadamente 1.300m. desde el cruce del camino de las Oyas
Civeras, en una curva cerrada a la derecha hay un entradero con asfalto: siguien-
do ese camino, se llega a unos campos: a mano derecha bajando dos campos está
la caseta. La accesibilidad es buena.

TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Oeste.
MEDIDAS:
largo .................................4.00 m.
ancho................................3.60 m.
altura máx./mín. ..............2.20 m./ 1.60 m.
ancho puerta....................0.70 – 1.00 m.
altura puerta ....................1.60 m.
escudillero .......................0.30 m. x 0.30 m. x 0.30 m.

MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en
uno de sus laterales aprovecha la pared del bancal superior para muro de la case-
ta. El acceso es por un lateral en el que el muro del bancal superior hace de refu-
gio descubierto anexo. La anchura del acceso es decreciente según se desciende,
y en su interior no quedan restos de pesebre. Si que hay sin embargo un escudille-
ro, y como curiosidad existe una especie de respiradero en una de las paredes, for-
mado por dos tejas insertadas en el muro, a unos 70 cm. De altura.

ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es malo, ha perdido la
cubierta por completo.

TRABAJO DE CAMPO: JORGE MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 13/09/2008
MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
Libro La piedra de alcublas
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Libro La piedra de alcublas

  • 1. La piedra de Alcublas Aplicación en patrimonio histórico y en la arquitectura vernacular local Ayuntamiento de Alcublas ALCUBLAS ESCRIBE José Luís Alcaide Verdés María Desamparados Civera Adrián Soler María José López Azorín Albert Ferrer Orts
  • 2. La piedra de Alcublas Aplicación en patrimonio histórico y en la arquitectura vernacular local
  • 3. © José Luis Alcaide Verdés (de CASETAS, REFUGIOS Y SIETES) Adrián Soler, M. Desamparados Civera, María José López y Albert Ferrer, de sus textos. EDITA: AYUNTAMIENTO DE ALCUBLAS, con la colaboración de la CONSELLERIA DE CULTURA I ESPORT COLECCIÓN ALCUBLAS ESCRIBE Depósito legal: Imprime: Diseño y maquetación: J. BLANCO
  • 4. La piedra de Alcublas / 3 SALUDA DEL ALCALDE De nuevo se me brinda la oportunidad de dirigirme a los lectores de nuestra colección “Alcublas escribe”, con un nuevo trabajo sobre el patrimonio local, en este caso sobre nuestro material más noble “la piedra de alcublas”, y sobre construcciones de piedra que en nuestra historia tiene un papel tan relevante. Es sin duda un primer catálogo que nos introduce en un mundo apasionante y que debemos tener muy en cuenta. La arquitectura tradicional vernácula nace ligada íntimamente al paisaje, fruto de la sabia combinación inmediata de la materia disponible en un entorno concreto, según sistemas constructivos y técnicas artesanales creados por la mano de sus pobladores en el transcurso de generaciones y que responden a una estricta funcionalidad. Su conocimiento y puesta en valor, así como el uso ordenado del territorio son los ejes claves a tener en cuenta en cualquier propuesta de futuro. Sin duda alguna, la conservación y restauración de la arquitectura tradicional, fomenta y desarrolla los oficios y la industria local, no sólo porque propor- ciona actividad a los artesanos y pequeños industriales, sino porque el grueso del beneficio de esa actividad en forma de mano de obra, revierte en un alto porcentaje sobre nuestro ámbito inmediato. Este carácter conservador de nuestros elementos de arquitectura tradicional, con sus virtudes ecológicas y su voluntad bioconstructiva constituyen aspectos de rabiosa actualidad recla- mados por una renovada sensibilidad medioambiental de técnicos, construc- tores y futuros propietarios de casas en el espacio rural. El nuevo trabajo que nos ofrece José Luis Alcaide, en colaboración con los componentes de la Asociación Cultural Las Alcublas, que han convertido su tiempo libre en una apasionante tarea de documentar nuestro patrimonio cul- tural, para compartirlo con toda la vecindad, y ofrecer así la posibilidad de reflexionar sobre niveles de protección y de su puesta en valor, y también aportar elementos de juicio a la Instituciones para determinar su incorpo- ración al planeamiento urbanístico de Alcublas. Tareas que, a su vez, per- miten ir descubriendo y proponiendo iniciativas que puedan encadenar empleo y desarrollo.
  • 5. 4 / La piedra de Alcublas En esta ocasión contamos con la estimable colaboración de Adrián Soler, licenciado en Bellas Artes y con una experiencia del uso de la piedra de Alcublas en el noble oficio de escultor, que no sólo nos enorgullece como alcublano y por su proyección profesional, sino que ofrece un nuevo abanico de posibilidades de promoción local de dimensiones culturales muy impor- tantes. Conocer nuestra propia cultura, capturarla desde cualquier disciplina artística y ponerla en valor, ha de ser una constante en todo pueblo que se precie. Catalogar y registrar aquello que nos rodea con rigor y con actitud respetu- osa por lo tanto que debemos a nuestros antepasados, será tarea a la que poco a poco pero sin pausa, nos vamos sumando con mayores inquietudes y aportaciones desde diferentes colectivos y profesionales. Los estudios que nos aportan Adrián Soler sobre la pedrera, y el testimonio que nos ofrece el profesor de Historia del Arte Albert Ferrer sobre la construcción de la Torre de la Iglesia dan una relevancia muy significativa a esta nueva publicación. A todos ellos nuestra consideración y enorme gratitud. El presente texto se publica con la ayuda de la CONSELLERÍA DE CULTURA I ESPORTS, y ofrecen una visión panorámica e histórica del material por exce- lencia de Alcublas, la piedra. En sus aplicaciones, en su largo recorrido por diferentes construcciones, que supera con claridad el ámbito estrictamente local, le sitúa con todo merecimiento entre ejemplos sobresalientes de la arquitectura como un material muy noble del patrimonio de nuestro país. En consecuencia debemos insistir en el conocimiento y estudio de sus usos históricos, con la búsqueda de testimonios y ejemplos de diferentes épocas. Y sin duda, en el empeño de encontrar nuevas aplicaciones que ofrezcan opor- tunidades de crecimiento y singularidades de usos actuales. El agradecimiento sincero desde el Ayuntamiento y mi profundo reconocimiento a quienes contribuyen a esta tarea tan apasionante, que nos permiten mejorar como personas y colectivamente, y a su vez, posibilita fortalecer la identidad como pueblo. Manuel Civera Salvador Alcalde de Alcublas
  • 6. La piedra de Alcublas / 5 SALUDA DE LA CONCEJALA DE CULTURA Es para mi una enorme satisfacción como Concejala de Cultura el poder escribir estas letras, ya que quiere decir que editamos un nuevo libro que quedará para la historia de todo un pueblo como es Alcublas. La colección “Alcublas Escribe”, impulsada por un Ayuntamiento preocupado por la cultura y la recuperación de nuestras historia, se va completando cada año con el objetivo cumplido de poder ofrecer a vecinos y visitantes la historia viva y que con tanto cariño y entrega están realizando todos los autores que relacionados de un modo u otro con Alcublas. Así, van perfilando en distintos ámbitos una com- pletísima investigación, que aflora facetas desconocidas o -diría yo- olvidadas y que con su labor nos dan la posibilidad de plasmarlo por escrito, para que no se olvide. Este libro que tienen en sus manos es el resultado de una cultura, historia, economía... que existió alrededor de la piedra y que en sus muchas manifestaciones inunda el paisaje de nuestro pueblo: paredes, ventisqueros, caleras, corrales de gana- do, incluidas las casas del casco urbano, pero también -por su apreciadísima cali- dad- nuestra piedra esta presente en numerosas edificaciones emblemáticas de la ciudad de Valencia. Quiero hacer una apreciación del Taller de Empleo de Mampostería que se esta desarrollando en Alcublas, con ocho personas que están aprendiendo una oficio, a la vez que se recupera esa tradición, y que tiene como objetivo la recuperación del entorno de los Molinos, ya se esta viendo todo el trabajo realizado, que debemos saber respetar. Os recomiendo la lectura de este libro para adentrarnos de lleno en nuestra histo- ria desde todas las facetas posibles, y que iremos recuperando con otros números que siguen proyectándose y que se está trabajando con diversos autores -todos ellos alcublanos de pro- que tienen a bien el poder enaltecer a Alcublas, y a su historia. Desde el Ayuntamiento y la Concejalía de Cultura, animo a que nos planteéis nuevos temas de investigación que estaremos encantados en publicar. Maria Desamparados Civera Domingo
  • 7. 6 / La piedra de Alcublas La historia continua: Taller de empleo de mampostería en Alcublas Maria Desamparados Civera Domingo Cuando comienzo a escribir estas letras siento que estamos inmer- sos en una aventura, en algo que habíamos pensado con anteriori- dad y que la sucesión de acontec- imientos y nuestra tenacidad han hecho posible todo lo que esta- mos viviendo en Alcublas. La iniciativa del Taller de Empleo se configura como un programa que incentiva la cultura del apren- dizaje, a través del compromiso formativo de las Instituciones públicas, las empresas y el conjunto de la sociedad. Las bases para la concesión de ayudas públicas destinadas a estos programas se establecieron por Orden del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en 2001; pub- licación del RD 395/2007, por el que se regula el subsistema de formación profe- sional para el empleo; subvenciones de política activa de Empleo que viene desarrol- lando el Servicio Público de Empleo Estatal La gestión de estos programas públicos de empleo y formación corresponden a la Conselleria de Economía, Hacienda y empleo a través del SERVEF. Con la asignación y realización del Taller de Empleo lo primero y más importante a destacar es la labor social llevando a cabo con todos los alumnos que asisten. Cada uno es una vida y una historia que puede atestiguar que cada uno de ellos se lo ha trabajado y apostado por estar donde están, en el Taller de Mampostería en Alcublas. Ese sentimiento se ha palpado en todo este trabajo que están realizando. Desde su proceso de selección, en los exámenes, entrevistas, y prácticas hemos esta- do al lado de ellos, hemos visto la fuerza de su interés, tanto el Alcalde como yo misma, y han tenido nuestro apoyo y reconocimiento. Ahora 8 personas -8 familias- se benefician de este gran proyecto y Alcublas se beneficia de ese tra- bajo de recuperación que tanto necesitaba.
  • 8. La piedra de Alcublas / 7 Este Taller de Empleo supone para Alcublas un derecho del que ya disfrutaban otras localidades, pero al que nunca habíamos podido acceder, por despreocupación. Cronología de una aventura que marcará la historia de Alcublas. La idea se llevaba muchos años en mente por la importancia de la piedra en Alcublas, y surge con el acceso a la alcaldia de Manuel Civera Salvador, cuando la Concejala de Cultura, Maria Desamparados Civera Domingo, lo lleva al Consejo Local de Cultura el día 1 de agosto de 2008. Con ello, se pretendia impulsar una Escuela-Taller para recuper- ar un oficio con mucha tradición en Alcublas, y que las nuevas generaciones no conocían, ya que estaba en fase de desapare- cer. Nuestro objetivo era promover un estudio sobre la posibilidad de explotación de la Pedrera de Alcublas, que tanto renombre había dado a la población, y a la vez obtener una fuente de ingresos que si se demostraba viable, llevara a crear una industria alrededor de la misma, como antiguamente hubo. Y también, poner al día todo el valor Patrimonial de Alcublas por medio de la piedra seca: caleras, ventis- queros, paredes de bancales... una idea que diera impulso a la economía local y creara empleo. Los inconvenientes estaban en los limitados medios económicos con los que cuenta el Ayuntamiento, con pocos ingresos, pero una Orden de la Consellería de Economía, Hacienda y Empleo convocaba los programas de Escuela taller Casas de Oficios Talleres de Empleo y Unidades de Promoción y desarrollo para el ejercicio 2009. Tenímos pocas posibilidades pero en la Mancomunidad “La Serranía” a la que pertenecemos y de la que ostentamos el cargo de Vicepresidenta 2ª en la persona de la Concejala de Cultura Maria Desamparados Civera Domingo, nos comunica que se iba a presentar el proyecto del Taller de Empleo “La Serranía II”, ya que el año ante- rior habían gestionado la fase I. Nos presentamos,compitiendo con otras localidades, y la Comisión de Turismo, Empleo y Nuevas Tecnologías de 6 de febrero de 2009 - reunida en Gestalgar- aprueba nuestra solicitud, junto a otras tres de otras localidades. Puestos en marcha, presentamos el proyecto de la obra a realizar, la memoria valora-
  • 9. 8 / La piedra de Alcublas da de la actuación a realizar y la memoria descriptiva, las actuaciones a desarrollar, el presupuesto con estimación aproximada (los costes salariales no estarán reflejados pues serán subvencionables al 100%), el plano de actuación de la zona... Toda esta documentación esta ratificada en el Pleno de Mancomunidad del 16 de marzo de 2009, donde indica que la puesta en marcha de esta especialidad prevé una trayectoria en potencia de los alumnos que formen esta especialidad ya que, hoy por hoy la Comarca carece de todo tipo de empresas que dominen esta técnica ancestral pero dilapidada por las nuevas generaciones siendo los mas veteranos los únicos que conocen y dominan esta práctica aunque cada vez más demandada ante todo de cara a la construcción de casas típicas o acondicionamiento de antiguas obras realizadas pro medio de esta técnica. De este modo, la realización de esta especialidad formativa tendrá por objeto la recu- peración de la antigua cantera, desde la que se abasteció en el pasado obras pertenecientes a toda la Comarca y alrededores utilizando las extracciones que se obtengan de esta para la recuperación de diversas construcciones del medio agrícola como corrales, ribazos, caleras etc. Así pues la realización de la especialidad de mampostería en la localidad de Alcublas se situará en el entono de la zona denominada “Los molinos” , donde los alumnos- trabajadores restauraran las casa del molinero, las laderas del terreno en las que los ribazos derruidos y otras zonas erosionados por el tiempo serán rehabilitados. A través de la formación que los alumnos-trabajadores recibirán durante el Taller de empleo, estos adquirirán la suficiente formación de cara al desempeño de dicha pro- fesión ofertando a las diferentes poblaciones de la Comarca así como a territorios adyacentes la realización de este tipo de construcción creando así un nuevo servicio
  • 10. La piedra de Alcublas / 9 hasta la fecha inexistente en nuestro territorio. La aprobación de la Solicitud del Taller de Empleo “La Serranía II” establecía las características de las plazas ofertadas, las condiciones de los aspirantes: parados de larga duración, mayores de 25 años, con cargas familiares, el desar- rollo de las pruebas y calificaciones, puntuación de la situación, de los conocimientos generales y la entrevista personal al alumno por el Grupo Mixto de Trabajo del Servef y Mancomunidad. Hemos vivido a lo largo del verano los progresos que desde la sede en el Albergue Edificio de Usos Múltiples se han llevado a cabo por la vistosidad de los mismos, por su elaboración de arcos, pozos, pilares, que toda la gente que se ha acercado ha disfrutado y valorado positivamente. La historia sólo ha hecho que empezar. Quizá sea materia de historiadores la tarea que a continuación se plantea por los restos hallados en la falda de Los Molinos de anteriores generaciones y que con el inicio de los trabajos se han descubierto: restos de una edificación importante, vasijas y otros enseres de época indeterminada, que corresponde a los arqueólogos determinar. Mientras tanto el paisaje de Los Molinos va cambiando y se denota el trabajo tan arduo que están llevando a cabo, con el acondicionamiento de toda la senda, que jamás ha estado tan hermosa. Es tarea de todos concienciar del cuidado de toda la riqueza que nos rodea y pensar que quizás los hallazgos cambien la historia escrita de Alcublas, o aporten nuevos datos a la historia que no estaba escrita. De una manera u otra, el Taller de Mampostería es la razón de toda esta aven- tura que pronto dará nuevos frutos.
  • 11. 10 / La piedra de Alcublas
  • 12. La piedra de Alcublas / 11 La Pedrera: la antigua cantera de Alcublas Adrián Soler "Hállase la cantera abierta en un montecito al norte de Alcublas en bancos casi horizontales ; dista como a un quarto de legua de la población, (...) En casi todos los edi- ficios del pueblo se ven sillares ó cantos de mármol negro, porque esta es la piedra de los alrededores." Observaciones de Cavanilles, 1795 La antigua cantera de Alcublas se encuentra, como apuntó Cavanilles en sus 'Observaciones,...' , al norte de la población, más o menos a un kilómetro y medio por el camino que se dirige a Segorbe, se trata de una pequeña montaña rocosa a la que se accede por un camino que aparece a la izquierda tras el puente que cruza el barranco donde se encuentra la antigua ermita y el depósito de Santa Barbara. El origen de su uso se pierde en el tiempo, pues desde la época romana se conoce de la utilización de materia para la construcción que se extraía de dicha cantera. Hay que tener en cuenta que, debido al terreno aluvial sobre el que se asienta la ciu- dad de Valencia, no hay piedra en el subsuelo ni en sus cercanías, por lo que se aprovisionarían de sus alrededores. En algunos yacimientos arqueológicos de la Valencia romana, en el casco antiguo de la ciudad, donde se ubicó la parte monu- mental de la colonia, se encontraron sillares oscuros de caliza de un color gris azu- lado, de difícil identificación de producción, son conocidos como 'piedra de Alcublas', aludiendo a su procedencia. Pero este dato no ha sido confirmado medi- ante análisis petrográficos, así que bien podría tratarse de la caliza dolomítica de Sagunto también utilizada para la construcción. Este dato hay que tenerlo en cuen- ta porque se trata de dos ciudades costeras con puertos dedicados a la actividad comercial en la época imperial. En el S.XVII con motivo de la construcción de la Basílica, J. V. del Olmo describió de esta manera los restos hallados, datados en la época romana:
  • 13. 12 / La piedra de Alcublas "Hallose a los diez y seis palmos un pavimento muy dilatado de piedras açules de los montes de Murviedro." Por otra parte el historiador N. P. Gómez Serrano, menciona la existencia a 3,5 metros de profundidad de un pavimento y una cloaca de 'piedra de Alcublas' en la calle del Palau y la Plaza de l'Almoina. La historiadora María Jesús Blasco Sales, afirma que en la actual plaza de l'Almoina restan fragmentos de losa de Alcublas, del antiguo foro romano, lo que sería como la plaza mayor de nuestras ciudades actuales. Hay que destacar la importancia que tendría este hecho, pues el forum, era el centro de la ciudad y lugar de convergen- cia de la vida pública romana, donde se agrupaban las funciones políticas, reli- giosas, judiciales, administrativas y económicas de la época. La procedencia de los materiales en esta época puede dar lugar a confusión, pues no se han conservado los registros, que realizarían las officinae lapidarias romanas, encargadas del abastecimiento lapidario. Además, los romanos también se abastecían de otra piedra de color gris extraída de una cantera aun mas próxima que se encontraba en el término de Godella. En la etapa republicana la piedra que se utilizó, normalmente en grandes sillares era caliza travertínica, traída de las canteras de Rocafort y Godella. La época imperial (27 a.c.-476) supuso una diversificación en el aprovisionamien- to de piedra, desaparece la travertínica local y aparece el tipo del caliza lacustre gris oscuro, de las canteras de Alcublas o Saguntum, junto a un lujoso elenco de már- moles importados (Carrara, Grecia, Numidia...). El abastecimiento de material lapídeo para la epigrafía o la construcción por parte de las officinae lapidarias que dieron servicio en esta zona y a la ciudad de Valentia se controlaría desde la ciudad romana de Edeta, actual Liria, encargada de la pro- ducción y el comercio que tuviese lugar en todo el territorio edetano, mitad norte de la provincia de Valencia y la sur de la provincia de Castellón. Según Rosario Cebrián Fernandez, la conocida como 'piedra de Alcublas', se uti- lizó como soporte ideal epigráfico en inscripciones y decoración durante la época romana, también utilizaron el tipo similar de caliza extraído de las canteras sagunti- nas, el uso de uno u otro material indistintamente se hacia en base a la proximidad al área de Valentia, Edeta y Saguntum, respectivamente, en donde se concentran mayor numero de inscripciones en torno a las ciudades. Aunque 'La Pedrera', pudo ser descubierta anteriormente a la llegada de los colo- nizadores romanos. Es conocida la existencia de varios asentamientos íberos en la Calderona, conocidos como íberos Edetanos, anterior al siglo III a.c. No sería pre- cipitado suponer que ya los íberos edetanos conociesen de la existencia de este
  • 14. La piedra de Alcublas / 13 yacimiento, pese a que su arquitectura se basaba principalmente en los muros de mampostería y adobe, también utilizaban este tipo de material en sus caminos enlosados (Castellet de Bernabé), y que a través de estos conocieran la cantera los posteriores ocupadores romanos. La cantera de Alcublas nunca ha tenido una explotación regular, ha sido utilizada ocasionalmente para obras concretas. Tras un periodo de cinco siglos de domi- nación musulmana (VIII-XIII), maestros en el arte de la cerámica y el ladrillo, como fundamental característica de su arquitectura., la caliza de Alcublas volvió a ser requerida, durante la Baja Edad media, en dos edificios paradigmáticos del góti- co. Encontramos restos de 'mármol' oscuro de 'la Pedrera', en las ruinas de la Cartuja de Vall de Cristo, mal conservado y ruinoso por los ataques que ha sufri- do a lo largo de la historia, y en la prestigiosa Lonja de los Mercaderes, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1996, en el pavimento del Pabellón del Consulado, y en la escalera de la Sala de Contratación. Los cartujos de Vall de Cristo, administrarían la extracción de la cantera desde 1409, año en que fueron donados a los frailes los términos de Altura y Alcublas, y estos controlarían los recursos que se hallasen en dichas tierras. Los destinatarios se encargarían de la extracción del material, de separar los bloques y prepararlos para el transporte, para una vez en el sitio rematar su adecuación y disposición final en la obra. Aunque el poder de comerciar con la cantera, perteneciese a los cartujos, los veci- nos de Alcublas podían disponer a modo particular del material que necesitasen; entre otras cosas, utilizaron la piedra de la cantera para la realización de obras pub- licas: en La Casa Consistorial o Ayuntamiento, en la fachada y el arco de la entra- da, en 'la mena', un conducto de agua que funciona a modo de acueducto cubier- to desde el yacimiento hasta la fuente de San Agustín, en la fuente y su abrevaderos, o los pavimentos y bordillos que rodean la iglesia. Así como en los lavaderos de La Cava o El Balsón. Volvemos a encontrarla en una obra importantísima del renacimiento valenciano como es el Monasterio de San Miguel de los Reyes, ambicioso edificio concebido por el duque de Calabria, diseñado por el prestigioso arquitecto del Rey Alonso de Covarrubias. De esta época se conservan documentos manuscritos de los arqui- tectos, dirigidos a los escultores en los que se detalla rigurosamente, la forma de los diferentes elementos arquitectónicos, así como la cuantía que percibían y la piedra que debían utilizar. Se encuentra en los tres sepulcros del interior de la crip- ta, obra de Fr. Juan de San Eusebio. En la balaustrada del presbiterio, en la escalera de acceso a la cripta, en diferentes zócalos y en la mesa del altar de los escultores
  • 15. 14 / La piedra de Alcublas Fray Atanasio de San Jerónimo y Fr. Francisco de Santa Barbara. El monasterio fue declarado bien de interés cultural con la categoría de monumento en 2008. Actualmente biblioteca valenciana. En 1656, durante el Barroco español, se usó en un edificio Gótico, el Palau de la Generalitat, en una nueva portada en la fachada de la Calle Caballeros, según dis- eño del pintor Jeroni Espinosa, inspirado en la sacristía del Colegio del Corpus Christi. Los canteros Josep Escrivá y Esteve Girardo se encargarían del trabajo, usando piedra negra de las Alcublas, junto con mármol blanco de la Valldigna y piedra de Ribarroja. Encontramos más referencias relevantes en el catalogo de España para la exposi- ción universal de 1867 en el apartado Cuerpo de Ingenieros de minas, Valencia, con el nombre de Mármol negro y pardo de Alcublas, donde se encuentra catalo- gada y tasada, muy bien valorada, con un precio por encima de los materiales extraídos de otras canteras, llegando incluso a duplicarlo. Esta formada por bancos sedimentarios de roca caliza lacustre formando estratos horizontales. Su antigüedad se remonta al periodo Jurásico ( 200-145 millones de años) Las man- chas de color ocre que aparecen a veces están constituidas por óxidos de hierro. Las finas líneas blancas sobre las rocas son de calcita, un mineral muy común for- mado por cristales de carbonato de calcio. Las calizas lacustres son rocas de grano muy fino que tienen su origen en antiguos barros calcáreos, el carbonato de calcio de los cuales provenía en gran parte de algas carofícias, de los caparazones de pequeños crustáceos ostráco- dos y de caracoles. Las rocas son de un color gris oscuro con un tono azula- do, los colores pueden ser más o menos oscuros según la cantidad de materia orgánica que contienen. La disposición y dimensión de los estratos facilitaba su extracción, y el tamaño de los sillares la convertía en una roca ideal para trabajar en las épocas pre-industriales. Por su dureza, relativamente blanda ( 3 en la escala de Mohs), menos dura que el cobre, es una roca fácil de trabajar, pero este tipo calizas lacustres tienen muy poca porosidad y son muy resistentes al paso del tiempo, lo que tradi- cionalmente las ha hecho idóneas para la construcción, especialmente para la fabricación de pisos o escaleras. Generalmente, las canteras de piedra estaban situadas bastante próximas a las obras para abaratar costes en el transporte, a no ser que se contara con la posi- bilidad de trasladarla por vía fluvial o marítima. En las canteras a cielo abierto, el primer paso era eliminar la capa vegetal y de piedra degradada; a contin-
  • 16. La piedra de Alcublas / 15 uación se procedía a la extracción. Cuando se trataba de piedra blanda se uti- lizaban sierras dentadas o cables de acero, obteniéndose de este modo cortes muy limpios. Cuando, por el contrario, eran rocas más compactas o duras, cal- izas, se empleaban cuñas. Se usaban las grietas entre los bloques o se tallaban por todas sus caras a excepción de la inferior. Para desprenderlo se utilizaban cuñas (cunei) de hierro o bien de madera, que se empapaban en agua; la presión del hinchamiento hacían el resto pues provocaba una fractura plana quedando desgajado el bloque de piedra. Una vez extraído el sillar, terminaban de darle forma con la ayuda de un pico acer- ado llamado malleus, convirtiéndolos en sillares perfectamente escuadrados o en dovelas para arcos. Del trabajo en la cantera se encargaba el lapidarius o cantero (tallaba la piedra una vez extraída) y el marmorarius, obrero especializado en decoración ornamental, talla de pedestales, columnas o molduras. Las herramientas utilizadas eran muy diversas, en función del tipo de piedra; para dar forma a los bloques empleaban asciae o hachas y la upupa, alcotana (uno de sus filos tiene forma de hacha mientras que el opuesto es una azuela). La serrula o sierra era utilizada para cortar piedras; el scalprum o escoplo se empleaba cuando la roca era dura, mientras que el malleus o maza de hierro era servía para introducir las cuñas de hierro y madera. Para retirar malezas y escombros se ayudaban de sacenae (azadas) y dolabrae (picos de dos puntas). Para elevar los sillares, una vez trabajados, y colocarlos en carretas para su transporte se utilizaba el forfex, una especie de tenaza suje- ta a una grúa. Sinceramente creo que debería reconocerse y reivindicarse el nombre de la roca caliza de color gris oscuro azulado, utilizada en la construcción de monu- mentos reconocidos como bien de interés histórico cultural y patrimonio de la humanidad, conocida como 'piedra de Alcublas' como patrimonio cultural, debido a su importancia histórica, y a las características que la hacen única y la hicieron seleccionada entre otras muchas y requerida por Maestros de la con- strucción en diversas épocas de la historia valenciana. Exportando y difundi- endo con el origen de su producción el nombre de un modesto pueblo de la Serranía valenciana. Además de con su aspecto afilado y oscuro, definir el entorno árido y rocoso de la geografía que circunvala nuestra localidad, nues- tra Villa de Alcublas. Adrián Soler, Licenciado en Bellas Artes
  • 17. 16 / La piedra de Alcublas
  • 18. La piedra de Alcublas / 17 Unos apuntes sobre los frailes arquitectos Sanmartí, Ortiz y Ruimonte María José López Azorín y Albert Ferrer Orts * Las frecuentes reparaciones, ampliaciones o construcciones de nueva planta que experimentaron numerosos cenobios e iglesias valencianas durante el primer tercio del s. XVII hicieron necesaria la participación -además de numeroso personal seglar especializado- de maestros de obras y tracistas o arquitectos pertenecientes al clero regular que no sólo se dedicaron a satisfacer las necesidades de los conventos de las órdenes a las que pertenecían, sino que intervinieron decisivamente en otras obras de carácter religioso pero también civil. El final del quinientos y todo el seiscientos comprenden, por lo general, un perío- do en el que esta formación específica hará que tanto jesuitas, como carmelitas, jerón- imos, agustinos, cartujos... dispongan de un elenco de peritos en el arte de la con- strucción sin parangón hasta entonces1. Baste citarse a significados artífices como los hermanos jesuitas Andrés Ruiz, Fernández Bustamante, Juan de Tolosa, Bartolomé de Bustamante, Juan Bautista Villalpando, Pedro Sánchez, Francisco Bautista, Pedro Mato o Pablo Albiniano de Rojas; los frailes carmelitas Alberto de la Madre de Dios, Alonso de San José o Gaspar de Sanmartí; los monjes jerónimos Francisco de la Concepción, José de la Concepción; el agustino recoleto fray Lorenzo de San Nicolás; los religiosos cartujos Antonio Ortiz, Pedro Ruimonte, Martín de Cinto, Jaume Rebull... 1 Arciniega García, L. El monasterio de San Miguel de los Reyes, vol. II, Valencia, 2001, p. 185 sintetiza muy bien este fenómeno: “La progresiva, aunque muy lenta, intelectualización de la profesión del arquitecto, la ausencia de cauces forma- tivos oficiales de la misma, la gran impronta de lo religioso en la sociedad y la gran expansión de órdenes nuevas o renova- das facilitó la proliferación de los monjes tracistas. Su diversa formación anterior a su ingreso en la Orden se completaba una vez dentro, asimilando la forma de vida, la normativa y la tradición que conferían cierta especificidad, desde un punto de vista práctico y técnico asistiendo al proceso constructivo de las propias casas, y desde un punto de vista teórico por medi ode una cultura libresca a la que accedían principalmente a través de las nutridas bibliotecas de la Orden. Probablemente de las facetas que dominaban estos monjes sea más necesario subrayar el gran conocimiento técnico que alcanzaron, pues su elevada cultura, al menos en términos comparativos, y el calificativo de tracistas parece desgajarles de la experiencia en el tajo... En definitiva, disponían de tiempo y de medios para el estudio, tenían la posibilidad de viajar y aumentar sus conocimien- tos, y la mayoría no tenía grandes inquietudes mundanas, pues no aspiraban a cargos y no supeditaban su actividad al sus- tento. Tenían una formación pausada, reflexiva y culta, y su actividad se centraba generalmente en las necesidades de la propia Orden, aunque su prestigio hizo que fueran solicitados por algunas instituciones”. * Publicado en el Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura. Nº. 84, 1-2, 2008 , pags. 257-264
  • 19. 18 / La piedra de Alcublas Durante el primer tercio del s. XVII, en el medio valenciano proliferaron estos monjes, quienes participaron activamente en diversas obras como tracis- tas, maestros de obras, comisionados para visurar los trabajos de otros cole- gas... Particularmente, en este trabajo nos ocupamos del carmelita fray Gaspar de Sanmartí y de los cartujos fray Antonio Ortiz y fray Pedro Ruimonte, y de su relación con la construcción de dos campanarios singulares en el reino de Valencia: el de Alcublas (desaparecido), relacionado con el primero2 , y el cono- cido como de la alcudia de Xèrica, atribuido a los restantes3. Sanmartí (1574-1644)4 , a quien se le han dedicado algunas investigaciones en los últimos tiempos, va cobrando paulatinamente un papel de primer orden no sólo por su concurso en determinadas obras para el convento del Carmen de Valencia5 del que era profeso, sino al constatarse su papel en la traza de la cartuja de Ara Christi del Puig6. Circunstancia que, sin lugar a dudas, catapulta su figura como uno de los máximos representantes de la arquitectura valen- ciana de las primeras décadas del seiscientos. Su intervención en la torre par- roquial de Alcublas a partir de 1633 no deja lugar a dudas: Die X mensis junii MDCXXXIII, el Consejo General de la presenta Villa de Las Alcublas, en presencia del Sr. Bayle, dicho consejo dio orden a los Jurados de dicha Villa para que traxeran artífices para dar la traça de la torre de la presente Villa y vino al dicho efecto el Padre Fr. Gaspar de San Martín, carmelita, y Pedro Ambuesa, obrero de villa, y viendo los puestos donde se puede hacer la torre vieron y arbitraron que será su coste quatro mil libras y si se crece una navada en la iglesia de la que hay tanta necesi- dad, habrá en todo coste 4.700 libras. Visto que el crecer dicha iglesia es de tanta necesi- dad como hacer la torre, determinó que se haga dicha torre y navada y qu epara esto se hagan capítulos con los cuales se corra dicha obra y asimismo que al dicho P. Fray Gaspar y Pedro Ambuesa se les dé ciento y quarenta reales por la venida, traça y hazer los capítulos. Actum en la sala etc. [Joan] Muñoz, Notario y Escribano7. 2 Domingo Comeche, D. Alcublas. Aproximación a su historia, Valencia, 1999, pp. 273-274. 3 Pérez Martín, J. Mª. “Torre (mudéjar) de las campanas de Xèrica”, Archivo de Arte Valenciano, VIII, 1922, pp. 3-71. Recientemente Martín Gimeno, E. R. “Los cartujos Antón Ortin y Pedro Raymonte y la construcción de la torre mudé- jar de Jérica”, Cuadernos de Valldecrist, núms. 2 y 3, junio 2007, pp. 69-88 hace una aproximación a las biografías de ambos cartujos en lo referido a su participación, además de la torre de Xèrica, en determinadas obras de Portaceli y Valldecrist. Cabe reseñar, no obstante, la confusión que produce al investigador introducirse en las fuentes que mane- ja el autor, alejadas de los mínimos criterios científicos cuando se citan. 4 Orellana, M. A. Biografía pictórica valentina, Valencia, 1967, pp. 90-96. 5 García Hinarejos, D. La arquitectura del Convento del Carmen de Valencia, Valencia, 1989, pp. 29 y ss. 6 Ferrer Orts, A. La cartoixa d´Ara Christi (1585-1660), tomo I (pp. 214-215) y tomo II (pp. 83 y ss.), Analecta Cartusiana, 197, Salzburg, 2004; donde se recogen otros trabajos anteriores sobre el particular. Reseñamos, igualmente, que quien se encargó de dirigir las obras fue fray Antonio Ortiz. 7 Archivo del Reino de Valencia (=ARV), Diversos de Alcublas (1598-1660), L. 9, f. 128 r.; cfr. Domingo Comeche, D. Op. cit., pp. 273-274.
  • 20. La piedra de Alcublas / 19 Informaciones que acaban concretándose de la siguiente forma: Die XI mensis Decembriis MDCXXXIII, el Consejo General de la presente villa de Las Alcublas, en presencia de dicho Bayle, determinó dar la obra de torre y navada de la iglesia de la presente Villa a Pedro Ambuesa por cuatro mil y seiscientas libras por las capitulaciones con- tenidas en un cuaderno firmado de la mano de dicho Ambuesa y de dicho Joan Muñoz, notario, escribano en ocho años, a pagar desta manera, dando en el presente año seiscientas libras antes de comenzar la obra, y las restantes cuatro mil en siete años, es a saber, de cuatro en cuatro meses comienzan los siete años desde el día del año nuevo en adelante y la dicha obra se ha de dar acabada conforme las capitulaciones. Actum Alcublas, etc. Muñoz, Notario y Escribano8. Aunque las mejoras en el remate del campanario continuarán años después por otros artífices9 . Desgraciadamente destruida por un incendio en 1917, y a falta de las capitula- ciones de la misma y del tramo de la iglesia, en 1633, sólo disponemos de una fotografía antigua que nos informe de su aspecto10. Se trataba de una sólida con- strucción de cantería, con dos cuerpos prismáticos de volumen ligeramente decre- ciente, rematados posteriormente por una linterna o cupulín (bocellón) octogonal, ubicándose a los pies del templo, como la actual. Llama poderosamente la atención el sistema de fajas desornamentadas del segundo cuerpo de la caña por sus simili- tudes con las torres de la fachada de la iglesia conventual de San Miguel de los Reyes de Valencia, obra en la que tan activamente participaron Juan Cambra y, especialmente, Pedro Ambuesa (ca. 1580-ca. 1661)11. La intervención de los cartujos fray Antonio Ortiz (¿?-1637)12 y fray Pedro Ruimonte (¿?-1640) en algunas fases de la traza y elevación de la torre de la Alcudia de Xèrica –fábrica que se alargó por la desidia del cantero Domingo Frasnedo13 y sus constantes pleitos con los jurados de la villa castellonense- es incuestionable a tenor de las informaciones publicadas en 1922, como se ha indicado: Que la obra de la Torre de la Alcudia [cuya traza había dado Fr. Antón Ortín] se ponga 8 ARV, Diversos de Alcublas (1598-1660), L. 9, f. 128 r.; cfr. Domingo Comeche, D. Op. cit., p. 274. 9 Domingo Comeche, D. Op. cit., pp. 275-277. 10 Véase al respecto la portada del libro de Dolores Domingo Comeche. 11 Canteros y tracistas vinculados, entre muchas otras obras, a la fábrica de San Miguel de los Reyes, como atesti- guan las exhaustivas investigaciones de Arciniega García, L. Op. cit., vol. II, pp. 236-271. 12 Arciniega García, L. Op. cit., vol. I (p. 392) y vol. II (pp. 184, 185, 268, 274 y 277); Ferrer Orts, A. Op. cit., tomo I (pp. 201-202) y tomo II (pp. 83-100); Hogg, J. “The Valencian Charterhouses in the Chartae of the Carthusian General Chapter (1272-1658)”, Actas del Congreso internacional sobre las cartujas valencianas, [El Puig, abril, 2003], tomo I, Analecta Cartusiana, 208 bis, Salzburg, 2004, p. 92 y Ferrer, A. “De la procedencia de los artífices de la cartuja de Ara Christi (1585-1682)”, Analecta Cartusiana, 225, Salzburg, 2005, p. 132). 13 Activo en 1607 en la accidentada capitulación de la parroquial de Ademuz y en 1620 en Mora de Rubielos, donde consta que estaba domiciliado en la población del Alto Palancia.
  • 21. 20 / La piedra de Alcublas en encante y que se conceda u otorgue al que por menos la hiciere [Domingo Frasnedo], dando fian- za a voluntad de los oficiales para capitular con dichos maestros y hacer los autos que convengan14. Añadiéndose el 1 de enero de 1616 ...que el domingo después de Santa Águeda se trançe o subaste la obra de la torre de la Alcudia, y que para el pago tome la villa un plazo de tres o cua- tro años15, encargándole a fray Pedro Ruimonte la dirección de las obras16, las cuales dieron comienzo el 19 de mayo de 1616. Consta que el 6 de junio siguiente las obras de demolición del viejo baluarte esta- ban muy avanzadas así como, dada la penuria económica de la villa, de algunas mod- ificaciones en la traza original por parte del donado de Valldecrist. Cambios que se consideraron desproporcionados respecto a la idea original concebida por Ortiz. Por lo que, el 15 de julio de 1618, se acordó llamar de nuevo al monje de Portaceli con el objeto de que ambos realizaran una nueva traza de la torre17 . El 4 de noviembre de 1619, a propuesta de Ruimonte dado el progreso de la nueva construcción, se determina hacer caso a las sugerencias del cartujo, quien ... proponía, porque estaría mejor, la substitución del tritón que rezaba la Capitulación, por una águila que habíase hecho para el Colegio del señor Arzobispo D. Juan de Ribera de Valencia que dicen venderán, mandando que se pagase al momento el coste del águila, sin perjuicio de compen- sarse la diferencia del tritón que viene obligado el constructor…18 Asimismo, se acuerda ... que vaya a Altura el Síndico Pedro Gutarra a dar asiento con Fr. Pedro sobre los ladrillos que se han de hacer, quién los ha de hacer y el modo de ellos, para la torre…19 Y, en 6 de julio de 1620, cuando Frasnedo requirió el pago a las mejoras realizadas de acuerdo con la nueva traza, decide ...el que vengan Fray Pedro Ruhimonte y Fr. Antonio Ortin, y acompañados de las personas que fueren necesarias, hagan visura en la obra nueva para ver las mejoras de la Torre20, entre las que se encuentra Francisco Catalán, maestro de obras de Valencia, vinculado desde entonces a la cartuja de Ara Christi junto con Sanmartí, Ortiz, Ruimonte21. Visura que no debió de favorecer al constructor dado el enojoso proceso a que dio lugar22 y que desembocó en un nuevo examen de la misma 14 Archivo Municipal de Xèrica (=AMX), Libro IV determinaciones (1607-1637), 29-III-1615; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 9. 15 Archivo Municipal Xèrica (=AMX), Libro IV determinaciones (1607-1637), 29-III-1615; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 9. 16 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 10. 17 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., pp. 12-13. 18 AMX, Libro IV Determinaciones (1607-1637), 4-XI-1619; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 14. 19 AMX, Libro IV Determinaciones (1607-1637), 18-V-1620; cfr. Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 14. 20 Ibídem. 21 Ferrer Orts, A. Op. cit., tomo I (pp. 176-177) y tomo II (pp. 83-89), Analecta Cartusiana, 197, Salzburg, 2004. 22 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., pp. 15 y ss.
  • 22. La piedra de Alcublas / 21 entre 1622, en la que Catalán fue requerido por los jurados de Xèrica y Pedro Hombuena (u Ombuena) “cantero de Rubielos” por Frasnedo23. Tasación que parece aseguró la definitiva terminación de la torre, pues el 23 de diciembre de 1622 se firmó el ápoca de liquidación de sus obras con un sobrecoste de 1.503 libras sobre el precio previamente pactado24. Considera Pérez Martín en sus conclusiones que, en un principio, tanto Ortiz como Ruimonte debieron ejecutar una traza distinta; aunque sobre la que se capitu- la con Frasnedo es sobre la del primero, la única que entonces se había presentado. Que sobre ésta, Ruimonte –como director de las obras- había practicado unas primeras modificaciones de acuerdo con Ortiz (1617-18) y otras con ¿Pedro Hombuena? (1620-21), como se colige de las visuras y tasaciones que se realizan sobre la marcha25. Finalizando su disertación remarcando que la afección mudéjar del cuerpo central se debe al cartujo del cenobio de Serra26. Sin embargo, procede ahora recordar que en este mismo período ambos monjes colaboraron en la planificación de la cartuja de Ara Christi entre 1619 y 1621, para la que incluso Ruimonte llegó a presentar una planta. Diseño que fue finalmente reprobado en beneficio del proporcionado por Sanmartí, a quien se envió finalmente a la cartuja de Aula Dei de Zaragoza para que sus planos se inspiraran y se ajustaran en lo posible a aquella Féu-se portar la traça ques executa en Aula Dei y fr. Pedro [Ruimonte] comensà a traçar de son cap, yn féu altra mudant algunes coses de com estava en Aula Dei, y esta la delinià en forma tan gran que paresia un llansol y, aprés, la posà en forma més chica, les quals encara van per casa, si bé lo pare prior no tenia molta confiança de la sua architectura27. lo que nos hace pensar -junto a otras deliberaciones del cenobio de l´Horta en las que la pericia de Ruimonte no queda muy bien parada a tenor de las continuas faltas que sus reputados colegas hallan en sus propuestas- que en el caso de la torre de Xèrica el plan director seguido fue el del conventual de Portaceli, principalmente, quien a la postre fue el director de las obras de la cartuja de El Puig. 23 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 21. Pensamos que, tal vez, la transcripción de Pedro Hombuena u Ombuena no sea la ade- cuada y verdaderamente se trate de Pedro Ambuesa, natural de Valencia, quien se domicilió en Rubielos de Mora en 1606, población en la que contrajo matrimonio el 13 de febrero de 1611 con Mariana Villanueva. Además, estuvo vinculado con Cambra, su padrastro, en la obra de cantería de la iglesia de Rubielos de Mora desde 1608 (Arciniega García, L. Op. cit., vol. II, pp. 253 y ss.). 24 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 22. No obstante, la torre fue objeto de reparaciones o reconstrucciones desde esta fecha, como la reedificación del cupulín que la remataba entre 1685-86. 25 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., pp. 31-32. 26 Pérez Martín, J. Mª. Art. cit., p. 36. 27 Ferrer Orts, A. Op. cit., tomo I (pp. 212-213) y tomo II (pp. 83-88), Analecta Cartusiana, 197, Salzburg, 2004.
  • 23. 22 / La piedra de Alcublas
  • 24. La piedra de Alcublas / 23 EL PAISAJE Y LA PIEDRA: ARQUITECTURA RURAL EN ALCUBLAS ( I ) CASETAS, REFUGIOS Y “SIETES” José Luís Alcaide Verdés
  • 25. 24 / La piedra de Alcublas
  • 26. La piedra de Alcublas / 25 EL PAISAJE Y LA PIEDRA: ARQUITECTURA RURAL EN ALCUBLAS ( I ) CASETAS, REFUGIOS Y “SIETES” Hablar del paisaje de Alcublas supone hablar de vegetación, de fauna y de orografía, e implica necesariamente hablar de la piedra, y más específicamente de su uso y apro- vechamiento en la vida cotidiana y como material para la construcción. Desde la perspectiva de un estudio integral de la localidad a nivel etnológico, uno de los aspectos que más llama la atención es la profunda transformación del pai- saje por el ser humano y las características que adquiere este paisaje en función de las actividades y necesidades socio-económicas del grupo humano que ocupa el territorio. Situados en la localidad, si observamos la naturaleza a su alrededor vemos en los montes algo que, por lo familiar, suele pasar inadvertido: los banca- les. Este es un territorio pobre en el que la vida del agricultor ha sido siempre dura, en el que el esfuerzo de los alcublanos para subsistir desde hace siglos ha dado lugar a un paisaje “domesticado”, y en el que por todas partes es posible apreciar las huellas de ese construir los montes: campos abancalados en laderas, barrancos en los que el agua de las tormentas se frena en las “garras” o peque- ños bancales que los van escalonando, caminos que no se estropean, corrales para el ganado, casetas para refugiarse, refugios descubiertos o “sietes”, caleras, ven- tisqueros… Es un tipo de paisaje tradicional que no se percibe como algo ajeno a la naturaleza, sino como algo integrado en ella. Pero al mismo tiempo es un tipo de paisaje que está siendo sometido a importantes transformaciones que amena- zan con desdibujarlo e incluso con destruirlo poco a poco. Aunque al hablar de piedra en Alcublas necesariamente hemos de tratar sobre la pie- dra procedente de la Pedrera - la cantera de mármol negro o “piedra azul de Alcublas” explotada desde época romana, y presente en numerosos monumentos valencianos y edificios locales -, si hablamos de piedra y paisaje hay que reconocer que el protago- nismo lo tiene la piedra común, la piedra trabajada o sin trabajar usada en las cons- trucciones del territorio alcublano. El presente trabajo pretende llamar la atención sobre unos de los elementos más humildes de esta arquitectura rural tradicional, las casetas, los refugios y los “sietes”,
  • 27. 26 / La piedra de Alcublas en un intento por revalorizarlos socialmente y frenar así el deterioro que están sufrien- do a causa de su abandono. La intención final de este estudio es transmitir la idea de que estas construcciones también forman parte del acervo cultural local y, a través de su catalogación, proporcionar la información necesaria para conservar y trasmitir este patrimonio cultural y material a generaciones futuras. La base e ideas que han dado lugar a este estudio han sido los trabajos en torno a la piedra seca desarrollados por la Asociación Cultural Las Alcublas (ACLA), especial- mente sus fichas de catalogación de arquitectura, cuya elaboración ha permitido esta- blecer los rasgos tipológicos y característicos propios de estos elementos de la arqui- tectura rural de Alcublas. Corral Blanco. Ejemplo de caseta con exterior en pie- dra seca y acceso por el lateral. Se aprecian el umbral y dintel pétreos, y el uso de piedras sobre las tejas como contrapeso. Llano de La Balsa. Ejemplo de caseta reali- zada con piedra y mor- tero, y con acceso fron- tal ancho, para permitir el acceso del carro.
  • 28. La piedra de Alcublas / 27 1. Casetas, refugios y sietes Definición y tipologías. Agricultura y ganadería son dos actividades económicas que tradicionalmente se han desarrollado al aire libre –la estabulación de ganado y la agricultura en invernaderos son un fenómeno relativamente reciente-, por lo cual siempre han estado muy expues- tas a las inclemencias meteorológicas. Este motivo hizo necesaria la construcción de instalaciones en las que el agricultor o el pastor se pudiera resguardar del frío, el calor, la lluvia o la nieve. Estas construcciones las encontramos por igual en lugares cercanos a la población y en lugares alejados, y aunque hoy en día, en la era del automóvil, puede llamar la aten- ción la presencia de casetas o refugios a menos de un kilómetro de la localidad, reco- rrer esas distancias a pie o en carro suponía antaño una pérdida de tiempo que el agri- cultor o el ganadero no podían permitirse. Así pues, se trata de construcciones emi- nentemente prácticas, cuya tipología varía según su finalidad, pero también según la época de construcción. a) Las casetas. Las primeras de estas construcciones de las que vamos a hablar son las casetas, sen- cillas construcciones de planta rectangular de unas dimensiones que oscilan entre los 3.35 x 2.75 m. de la Caseta I de Los Bones, y los 9.00 x 3.40 m. de la Caseta I de Puerta. Predominan las de una longitud por debajo de los 5 metros (aproximadamente 2/3 del total), y en algunos pocos casos no pasan de ser meros refugios con pretensión de caseta. Son edificaciones de un espacio único, sin tabiques interiores, y están concebidas para un uso sencillo: guarecerse de las inclemencias climatológicas durante un periodo de tiempo reducido, sin contemplarse, en principio, la opción de pernoctar en ellas. Esta concepción de las casetas hace que en su interior se combinen en ese espacio único varios usos: una parte importante del espacio interior – la mitad, e incluso en muchas ocasiones dos tercios-, se reserva para las caballerías, y en ella se disponen uno o varios pesebres y estacas en los muros para colgar los aperos y atalajes. El resto del espacio se reserva para las personas, y por lo general sólo destaca en él la presencia de algunas estacas de madera en las paredes, algún hueco o alacena de reducidas dimensiones, y un hogar con chimenea, e incluso en muchos casos ni esto. Por lo general no hay ningún elemento que marque una separación entre ambas zonas de uso, aunque en un caso hemos podido apreciar la colocación de una hilera de piedras incrustada en el suelo con esta finalidad, y algún caso de un uso más moderno, con el recubrimiento con cemento u hormigón de la zona destinada al uso humano, mante- niendo en tierra pisada la parte destinada a pesebres.
  • 29. 28 / La piedra de Alcublas En lo relativo al acceso, podemos hacer dos distinciones, según sea un acceso por la parte larga o la estrecha de la caseta, y según sea un acceso estrecho o ancho para permitir el acceso del carro. Aproximadamente dos tercios de las casetas tienen el acceso por la parte larga, y en una tercera parte de éstas es lo suficientemente ancho como para permitir el acceso de carros. Tan sólo en tres de las casetas catalogadas se ha encontrado algún tipo de puerta: en uno de los casos se encuentra en el suelo de la caseta, en otro ha sido colocada en tiempo reciente aunque es vieja, y en el tercer caso es una persiana reutilizada a modo de puerta; en ninguna de las casetas se aprecia un sistema de anclaje de una hipotética puerta, y aunque es posible que en algunos casos la tuviesen, también es probable que si se utilizaba algún cerramiento éste no fuese fijo, algo en cierto modo comprensible por el uso temporalmente reducido para el que estaban concebidas. Hay que señalar igualmente que sólo en una de las casetas cata- logadas hemos encontrado un umbral propiamente dicho, y que en lo relativo a los din- teles, están realizados con una o varias vigas de madera –en las casetas de acceso lateral lo más frecuente es que se use una de las vigas de sustentación de la cubierta a modo de dintel-, excepto en una de las casetas en la que encontramos un dintel for- mado por una piedra de considerable tamaño. La técnica constructiva de las casetas es muy sencilla, basada en el uso de la piedra como material base con el que levantar la estructura, ya sea sin utilizar ningún ele- mento de unión –piedra seca-, o bien usando mortero de cal entre las piedras. Lo más habitual es el uso combinado de piedra seca en los exteriores con piedra unida con mortero en los interiores, aunque en muchos casos el uso de la argamasa en los inte- riores era para “rejuntar” o tapar los huecos entre las piedras, más que para unirlas. No obstante, en algunos pocos casos hallamos el uso de argamasa tanto en el interior como en el exterior, usando una técnica que se ha querido emparentar con las técni- cas usadas en Teruel o “a la aragonesa”. Uno de los muros en ocasiones se levanta aprovechando la pared del bancal inmediatamente superior, y el grosor de las pare- des, salvo ligeras variaciones y alguna excepción, es de 0.50 metros. Para la construcción de los pesebres en todos los casos se usa la piedra seca como base, y sobre ella se levantan las paredes y las separaciones internas usando losas enlucidas con argamasa o yeso, colocando como remate un tronco para evitar abrasio- nes de las caballerías con el pesebre al alimentarse. Un sistema parecido al de las paredes de los pesebres se utiliza para construir las chimeneas, con un tronco fino sobre el que se levanta la campana, realizada con finas losas de piedra enlucidas. Exteriormente la chimenea carece de estructura alguna. En lo concerniente a la cubierta, el esquema constructivo es uniforme, con una sus- tentación mediante vigas de madera sobre las que se disponen cañizos, y sobre estos teja árabe. Es muy frecuente observar sobre los tejados piedras colocadas en los extre- mos de las hileras de tejas, cuya finalidad es asegurarlas ante posibles rachas fuer- tes de viento que pudieran levantarlas. Para concluir es preciso señalar dos cosas: - por un lado la difícil datación de estas construcciones, ya que muchas de ellas han sido reparadas y modificadas en diferentes ocasiones, hecho que complica esta tarea. Tampoco es posible usar como criterio el estado de conservación, ya que éste sólo es
  • 30. La piedra de Alcublas / 29 indicativo generalmente de la fecha en la que se abandonó su uso, pero no de la fecha de construcción. Como mucho se puede aventurar un origen de la mayoría de las case- tas catalogadas en el primer tercio del siglo XX, y es posible que algunas de ellas apro- vechasen otras anteriores del último tercio del siglo XIX. De todos modos esto son sólo conjeturas, y ni tan siquiera en la caseta del Corral Blanco, que por sus peculiaridades y por su proximidad al antiguo corral que da su nombre a la partida podríamos datar en el siglo XVIII o antes, se puede fijar una cronología con certeza. - Por otro lado, señalar una peculiaridad constatable en aproximadamente la mitad de las casetas catalogadas: la existencia de “escudilleros”, pequeñas alace- nas realizadas en el muro con unas dimensiones medias que oscilan entre los 0.50-0.30 m. de largo por 0.30-0.35 m. de ancho y de profundo, en las cuales se colocaba sal, útiles sencillos, cerillas, etc. b) Refugios y “sietes”. Más sencillos que las casetas, aunque con una finalidad parecida, son los refugios. Se trata de construcciones de reducidas dimensiones y de una simpleza constructiva enorme. Creados al mismo tiempo que se construía un majano asociado a la pared de un bancal –de los refugios catalogados sólo el de la Pedrera escapa a esta norma-, son tan sólo pequeños huecos en el majano cubiertos por una falsa bóveda creada por aproximación de piedras o de grandes losas. Los majanos son acumulaciones artificia- les de piedras que eran retiradas de las tierras para mejorar su calidad y permitir su cultivo, y que en ocasiones formaban cuidadosos amontonamientos en forma de muro. Este hecho nos permitiría una datación aproximada de estas construcciones en algu- nas zonas si averiguamos el momento en el que se roturaron las tierras –por ejemplo en el Carrascal la datación sería tardía, ya en el último tercio del siglo XIX. En la imagen puede apreciarse la técnica constructiva de los pesebres.
  • 31. 30 / La piedra de Alcublas En los refugios tampo- co existe un patrón uniforme, y junto a unos casos en los que se debe entrar a gatas y en los que sólo se puede estar tumbado o sentado en el suelo, hay otros en los que la altura interna es mayor y permiten estar sentados en una silla baja. Un caso un tanto especial lo supo- ne el que hemos cata- logado como refugio Majano construido en un campo de almendros en la partida de la de La Balsilla II, un Balsa Calzón. refugio inscrito en un majano de grandes dimensiones, y que tiene una altura interior de 1.70 metros y un diámetro de 2.20 metros. Además es este un caso peculiar por presentar una planta circular perfecta en su interior y porque en su perímetro interno tiene un pequeño banco adosado formado por una hilera de losas: en esta caseta podrían refugiarse hasta 7 personas. Lamentablemente se encuentra en serio peligro de derrumbe por los desprendimientos de piedras en la bóveda y en la esquina exte- rior izquierda. Casi todos los refugios, al estar asociados a majanos situados en la pared de ban- cales - que suponen un engrosamiento de esa pared -, forman un pequeño abrigo descubierto junto a la pared del bancal, abrigo que en algunos casos adquiere una cierta complejidad: en el caso del refugio que hemos catalogado como “Los Casales nº 1”, además de formar un pequeño abrigo vemos que aparece asociado a una estructura en forma de letra “U” con uno de los dos brazos más corto, lo que se denomina un “siete”. Los ”sietes” son abrigos al aire libre formados por tres muros, uno de ellos más corto – recuerdan la forma de un nº 7 escrito con caligrafía antigua -, cuya finali- dad era dejar en ellos un tanto resguardados el carro y la caballería. Generalmente se construían en terrenos baldíos en los que aflora la piedra, por eso aparecen muchas veces asociados a los majanos, que también se formaban aprovechando terrenos no cultivables. El tamaño es en la mayoría de los casos un poco mayor de lo que ocupa un carro, y en lo relativo a la altura de los muros, aunque hay casos en los que son relativamente bajos, lo normal es que se hiciesen aprovechando paredes de bancal altas, y para quienes los desconozcan pueden confundirse con casetas en ruinas. A veces encontramos en sus muros “escudilleros” para dejar el hato o la botija del agua, elementos que es bastante frecuente encontrar también aislados en las paredes de bancales.
  • 32. La piedra de Alcublas / 31 2. Catálogo de casetas, refugios y sietes (I) A continuación presentamos una primera entrega del catálogo de casetas y refugios del término de Alcublas, formada por 19 fichas de casetas y seis de refugios y sietes. Aunque no se trata de un catálogo completo, las casetas y refugios que se presentan en este catálogo proceden de diferentes zonas del término, hecho que nos permite considerar este muestreo como lo suficientemente representativo del conjunto de casetas y refugios. Hemos incluido dos refugios de la partida de la Balsa Calzón que probablemente se encuentran en término de Andilla, aunque en el mismo límite, y que nos ha parecido oportuno presentar aquí por responder perfectamente a los modelos de refugios alcublanos localizados en otros puntos. En lo relativo al contenido de las fichas, se ha mantenido el esquema de las fichas de la Asociación Cultural Las Alcublas que, con ligeras variaciones, sigue las pautas de catalogación de la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana. Es precisamente por este motivo por lo que se ha optado por conservar el apartado sobre autoría y fecha de realización del trabajo de campo. Refugio: se aprecia el abrigo en “L” que forma con la pared del majano.
  • 33. 32 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 1 IDENTIFICACIÓN: Puerta. Caseta de Puerta. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta . COORDENADAS UTM: 698912.12 m. , 4412204.46 m. ALTITUD: 888 m. CARTOGRAFÍA: 639 (3 – 4) LOCALIZACIÓN: En la partida de Puerta, a mano derecha junto al camino, en un campo de almendros. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sur. MEDIDAS: Ancho ...............................3.40 m. Ancho puerta....................1.10 m. Altura puerta....................1.60 m. Largo ................................9.00 m. Alto (mínimo/máximo) .....1.60/2.40 m. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: realizada con piedra seca, en su inte- rior las paredes aparecen recubiertas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por veinte vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Otra viga hace la función de dintel. Algunas partes aparecen “rejuntadas” con argamasa. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es regular. La campana de la chimenea hace tiempo que desapareció, parte de los pesebres también ha des- aparecido y existe alguna filtración en el tejado, a pesar de que la caseta está en uso y ha sido objeto de numerosas reparaciones en la cubierta. OBSERVACIONES: La caseta es de propiedad colectiva de al menos 10 propietarios de campos de alrededor, motivo que explica sus dimensiones. En sus paredes hay varias estacas clavadas a modo de perchas, y existen dos “escudilleros” o alace- nas en la pared, una pequeña a la izquierda de la chimenea, y otra algo mayor en la pared de enfrente de la puerta, cerca de la chimenea, con unas medidas de 0.44 m. de anchura por 0.40 m. de alto y 0.34 m. de hondo. TRABAJO DE CAMPO: SERAFÍN MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 29/12/2007 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
  • 34. La piedra de Alcublas / 33
  • 35. 34 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 1 Rincón de la chimenea: se puede ver el hogar, y uno de los escudilleros a aprox. 1.50 m. de altura en la pared de la derecha. Detalle de los pesebres. Rincón de la chimenea con las perchas.
  • 36. La piedra de Alcublas / 35 CASETAS. FICHA Nº 2 IDENTIFICACIÓN: Llano de la Balsa. Nº 1. Caseta de “los chicharras”. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta . COORDENADAS UTM: 698740.49 m. , 4409905.37 m. ALTITUD: 836 m. TOPOGRAFÍA: 667 (3 – 1) LOCALIZACIÓN: En la partida del Llano de la Balsa. A unos 500 metros de la carre- tera, en el camino que lleva desde La Balsilla al Prao, a mano izquierda del mismo. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sureste. MEDIDAS: Ancho ...............................3.90 m. Ancho puerta ...................1.10 m. Altura puerta ...................1.60 m. Largo................................6.20 m. Alto (mínimo/máximo).....1.60/2.30 m. Pesebre:...........................2.30 m. de largo por 0.90 de alto y 0.50 m. de ancho. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: realizada con piedra seca, en su inte- rior las paredes aparecen recubiertas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por 16 vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Otra viga hace la función de dintel. Algunas partes aparecen “rejuntadas” con argamasa. Entrando a la derecha tiene un pesebre dividido en cuatro partes. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es malo. La campana de la chimenea hace tiempo que desapareció, aunque queda el palo de la parte infe- rior, y han cedido dos de las vigas. Un buen número de tejas ha desaparecido o se encuentran rotas, por lo que es de esperar que el tejado ceda a corto plazo. OBSERVACIONES: Se aprecia en la factura de los muros la utilización de dos tipos de piedra diferentes, una más clara en la parte superior que podría ser indicativa de una construcción en dos fases o, más probablemente de una reconstrucción de una caseta anterior. TRABAJO DE CAMPO: COLECTIVO DE ACLA. 02/02/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías
  • 37. 36 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 2 Derrumbe del techo. Detalle del interior con los pesebres. Lado izquierdo con los restos de la Detalle de la parte trasera: se aprecia el mal chimenea. estado de la cubierta.
  • 38. La piedra de Alcublas / 37 CASETAS. FICHA Nº 3 IDENTIFICACIÓN: Llano de la Balsa. Nº 2. Caseta del Tío Justo. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola.. 2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta . COORDENADAS UTM: 698943.69 m. , 4410185.30 m. ALTITUD: 837 m. TOPOGRAFÍA: 667 (3 – 1) LOCALIZACIÓN: Partida del Llano de la Balsa. A 1000 metros de la carretera, en el camino de La Balsilla al Prao, a mano izquierda. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sureste. MEDIDAS: Ancho ...............................4.00 m. Ancho puerta....................1.90 m. Altura puerta....................1.70 m. Largo ................................7.65 m. Alto (mínimo/máximo).....1.70/2.50 m. Pesebres: ........................cuatro. 3.00 m. largo x 1.00 de alto y 0.50 m. de ancho. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: se trata de una caseta hecha en un estilo un tanto peculiar para la zona, ya que está construida “a la aragonesa”, con piedra seca y por fuera enlucida de forma basta con barro, con piedras que sobresalen de tanto en tanto del enlucido. El interior está dividido en dos partes: el suelo es de tierra pisada en la parte reservada para los animales, mientras que la parte destinada a las personas se ha recubierto con hormigón, material con el que también se ha obrado la parte superior de un poyo o banco que hay junto a los pesebres. La separación de ambas zonas se marca en el suelo por una hilera de piedras clavadas en el suelo. En la parte destinada a las personas, en el rincón frente a la puerta, hay una “llar” con su chimenea. La cubier- ta está formada por 16 vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. La puerta es más ancha de lo habitual para permitir entrar el carro, y el dintel está formado por tres vigas y un bisel de hoja de lata que las protege de la lluvia. Junto a la puerta hay una minúscula apertura cuadrada en piedra cuya utilidad no conocemos. En las paredes interiores hay varias estacas para atar las caballerías y para colgar cosas. ESTADO DE CONSERVACIÓN: Es regular, ya que hay varias goteras y al menos dos vigas están seriamente dañadas, con riesgo de derrumbe de la cubierta. OBSERVACIONES: En octubre de 2008 ya se había derrumbado la cubierta. TRABAJO DE CAMPO: COLECTIVO DE ACLA. 02/02/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 39. 38 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 3 Vista desde la carretera, junto al camino de acceso a los campos. Se aprecian el enlucido de barro y las piedras que sobresalen del muro Vista de la puerta. El ancho permite Vista de la zona de los pesebres. la entrada de un carro.
  • 40. La piedra de Alcublas / 39 CASETAS. FICHA Nº 3 Detalle de la parte destinada a los animales. Pequeña “ventana” junto a la puerta.
  • 41. 40 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 4 IDENTIFICACIÓN: El Llano de la Balsa. Caseta nº 3. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 699499.84 m. , 4409900.48 m. ALTITUD: 835 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida del Llano de la Balsa, llegando al final de la recta de la carretera en dirección Segorbe, a la izquierda. La accesibilidad es buena, mediante un camino. A unos 12 metros de la carretera, en el margen de un campo de almendreros. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur. MEDIDAS: largo .................................4.05 m. ancho................................3.70 m. altura máx./mín ...............2.40 m./ 1.40 m. ancho puerta....................1.45 m. altura puerta ....................1.60 m. pesebre ............................1.20 m. largo x 1.00 m. alto x 0.50 m. ancho grosor muro .....................0.50 m. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por diez vigas de madera de pino sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel. En su interior hay un pesebre doble y en el rincón izquierdo una chimenea. A la derecha de la puerta hay un escudillero de 0.50 m. de alto x 0.35 de largo x 0.30 m. de profundidad, y junto a él un pequeño hueco formado por dos medias tejas. En la fachada tiene adosado un pequeño banco o poyo de 2.20 m. de largo x 0.30 m. de alto x 0.45 m. de ancho. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es aceptable, a pesar de presentar alguna filtración en la cubierta.. OBSERVACIONES: Uso eventual. TRABAJO DE CAMPO: BEGOÑA LLORENS Y J. L. ALCAIDE. 13/08/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 42. La piedra de Alcublas / 41 CASETAS. FICHA Nº 4 Escudillero y hueco hecho con tejas. Se aprecia el revocado rudimentario de las paredes. Vista del hogar y la chimenea.
  • 43. 42 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 5 IDENTIFICACIÓN: Collado de la Cruz. Caseta nº 1. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta 1. COORDENADAS UTM: 699139.90 m. , 4410255.14 m. ALTITUD: 839 m. TOPOGRAFÍA: 667 (3 – 1) LOCALIZACIÓN: Partida del Collado de la Cruz. A unos 1800 metros de la Balsilla, en el camino que lleva desde La Balsilla al Prao, a mano derecha, cruzando un campo de almendros. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sur-Suroeste. MEDIDAS: Ancho ...............................3.50 m. Ancho puerta....................1.20 m. Altura puerta....................1.75 m. Largo ................................3.75 m. Alto (mínimo/máximo) .....1.75/2.10 m. Pesebres: .........................1.35 m. de largo por 0.80 de alto y 0.50 m. de ancho. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte frontal y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por ocho vigas de madera de pino sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel. En su interior hay un pesebre doble y en el rincón izquierdo junto a la puerta hay un rudimentario hogar y una chimenea hecha con una lata vacía. Para proteger las vigas del dintel y mitigar un poco la entrada de agua se colocó un bisel de hoja de lata sobre la entrada. . ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno. OBSERVACIONES: Adosado a la parte trasera de la caseta hay un majano que sirve al mismo tiempo de pared de separación entre campos. En la parte delantera esta pared forma un pequeño refugio descubierto. Por los restos del hogar y la presen- cia de una escoba rústica se puede deducir que la caseta está en uso. TRABAJO DE CAMPO: COLECTIVO DE ACLA. 02/02/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 44. La piedra de Alcublas / 43 CASETAS. FICHA Nº 5 Vista de la entrada. Se aprecia el bisel de hojalata. Detalle del pese- bre. Apoyado en el se ve una esco- ba “campestre”.
  • 45. 44 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 6 IDENTIFICACIÓN: El Prao. Caseta nº 1. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 699434.23 m. , 4411473.30 m. ALTITUD: 855 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta, a unos 200 m. del inicio. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur. MEDIDAS: largo .................................4.30 m. ancho................................3.85 m. altura máx./mín. ..............2.40 m./ 1.60 m. ancho puerta....................1.00 m. altura puerta ....................1.40 m./ 1.60 m. pesebre ............................1.70 m. largo x 1.20 m. alto x 0.60 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por diez vigas de madera de pino sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel. En su interior hay un pesebre doble y en el rincón izquierdo junto a la puerta hay un rudimentario hogar. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno. OBSERVACIONES: Uso eventual. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 46. La piedra de Alcublas / 45 CASETAS. FICHA Nº 6 Vista desde el camino. La puerta se ha practicado en un lateral, por cuestiones de accesibilidad. Pesebre de dos senos, aca- bado con yeso y madera. Vista del rincón del hogar, en la que se aprecian antiguas filtraciones de agua en paredes y vigas.
  • 47. 46 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 7 IDENTIFICACIÓN: El Prao. Caseta nº 2. Caseta “de Cundito”. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 699379.72 m. , 4411483.88 m. ALTITUD: 856 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta, a unos 250 m.del inicio a mano izquierda. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Este . MEDIDAS: largo .................................5.20 m. ancho................................4.00 m. altura máx./mín. ..............2.50 m./ 1.30 m. ancho puerta....................1.10 m. altura puerta ....................1.70 m. pesebre ............................2.10 m. largo x 0.90 m. alto x 0.50 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte interior las paredes están enlucidas con barro. El suelo es de tierra pisa- da, y la cubierta está formada por seis vigas de hormigón sobre las que se dispo- ne cañizo cubierto por tejas. Dos vigas de madera en la parte interior y una de hor- migón en la exterior forman el dintel. En su interior hay un pesebre de tres senos, rematados con yeso y madera, y en el rincón derecho, junto a la puerta, hay un rudimentario hogar. ESTADO DE CONSERVACIÓN: Dada la reconstrucción de la cubierta y de parte del dintel, el estado de conservación es bueno, salvo por el estado de ruina de uno de los senos del pesebre.. OBSERVACIONES: Uso eventual. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 48. La piedra de Alcublas / 47 CASETAS. FICHA Nº 7 En contraste con otras casetas de la zona, el aparejo de piedra es de buena calidad Vista de la puerta. Se aprecia el rudimenta- rio hogar y las vigas de hormigón.
  • 49. 48 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 8 IDENTIFICACIÓN: El Prao. Caseta nº 3. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 699251.40 m. , 4411326.72 m. ALTITUD: 856 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta, a unos 250 m.del inicio. A mano izquierda, en la parte interior de un campo de almendros y rodeada de higueras. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur. MEDIDAS: largo .................................4.80 m. ancho................................3.60 m. altura máx./mín. ..............2.50 m./ 1.30 m. ancho puerta....................0.80 m. altura puerta ....................1.80 m. pesebre ............................1.70 m. largo x 1.20 m. alto x 0.60 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte exterior está rodeada por tres de sus lados por un majano. En el interior hay zonas reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada y cascajo, y la cubier- ta está formada por ocho vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubier- to por tejas. El dintel y la parte de muro sobre este han sido rehechos con vigas de hormigón, ladrillo y cemento. En su interior hay un pesebre al que le falta la parte superior. En la parte exterior, a la izquierda de la puerta el majano que rodea la caseta se prolonga formando un abrigo al aire libre. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno. OBSERVACIONES: Uso eventual. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 50. La piedra de Alcublas / 49 CASETAS. FICHA Nº 8 Lateral y parte trasera con el majano adosado. Majano adosado: se aprecia que parte de las piedras han sido retiradas.
  • 51. 50 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 9 IDENTIFICACIÓN: El Prao. Caseta nº 4. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 699203.51 m. , 4411693.96 m. ALTITUD: 862 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3 -1) LOCALIZACIÓN: En la partida del Prao, junto al camino que va del Prao a Puerta, a unos 300 m.del inicio, a mano derecha, al final de un campo de almendros, en un perdido y lindando con monte. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur. MEDIDAS: largo .................................5.90 m. ancho................................3.90 m. grosor muro .....................0.50 m. altura máx./mín. ..............2.70 m./ 1.60 m. ancho puerta....................1.00 m. altura puerta ....................1.80 m. pesebre ............................2.60 m. largo x 1.15 m. alto x 0.50 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por doce vigas de madera de pino sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel. En su interior hay un pesebre de cuatro huecos y en el rincón izquierdo junto a la puerta hay una chimenea. A los lados de la chimenea hay dos “escudilleros”, el más cercano a la puerta de 0.20 m. x 0.20 m. x 0.20 m., y al otro lado uno mayor de 0.40 m. de largo x 0.35 m. de alto x 0.30 m. de hondo. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno. OBSERVACIONES: Uso eventual. TRABAJO DE CAMPO: B. LLORENS Y J. L. ALCAIDE. 12/08/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 52. La piedra de Alcublas / 51 CASETAS. FICHA Nº 9 Vista lateral. La piedra central grande es la trasera del “escudillero”.
  • 53. 52 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 10 IDENTIFICACIÓN: La Palacia. Caseta nº 1. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta y “siete”. COORDENADAS UTM: 699051.11 m. , 4411320.90 m. ALTITUD: 861 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3 – 1) LOCALIZACIÓN: A pesar de algunas dudas, consideramos que la caseta está en la Partida de la Palacia. El acceso es complejo, desde la catalogada como nº 3 en la Partida del Prao (la de las higueras), unos 500 m. en dirección Oeste. TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Este. MEDIDAS: CASETA Ancho .....................3.40 m. SIETE Trasera. . . . 4.20 m. Ancho puerta..........0.80 m. Lados . . . . . 3.40 m. Altura puerta..........1.60 m. Abertura. . . 3.00 m. Largo ......................3.75 m. Alto (mín./máx.) .....1.90 / 2.90 m. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta en piedra seca, a su derecha tiene adosado un siete. La caseta ha sido reformada, añadiéndole una puerta de madera, y en el interior se han revocado las juntas en las paredes y cubierto el suelo con cemento. La cubierta está formada por vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. En uno de los rincones de la pared del fondo, en concreto en el que está el hogar, hay una viga que cruza en diagonal de pared a pared por debajo del techo. Tres vigas hacen la función de dintel. En todas las paredes hay incrustados palos a modo de perchas, y en una de ellas, junto al hogar, hay un “escudillero” o pequeña alacena de 0.40 x 0.20 x 0.20 metros. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado es bueno, como atestiguan los numerosos objetos y la limpieza del interior. La caseta es usada con una cierta frecuencia. OBSERVACIONES: Adosado a los lados y la parte trasera de la caseta hay un maja- no reforzado con cemento. A unos 10 metros en dirección SO hay otro majano rec- tangular de 10m. largo x 2 ancho y 1.50 de alto. Delante, en dirección Sur, hay en el muro de la izquierda una hoquedad de 0.50 x 0.50 m. y 0.90m. de profundidad para colocar “el hato y la botija” (comida y agua) resguardados del sol. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
  • 54. La piedra de Alcublas / 53 CASETAS. FICHA Nº 10 Detalle del siete anexo.
  • 55. 54 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 10 Vista general. Se aprecia parte del majano que rodea la caseta. “Escudillero” practicado en una pared-majano cercana a la caseta. Escudillero junto al hogar. El hogar, y sobre él la viga Taburete y silla antigua que cruza de pared a pared. de “boga”.
  • 56. La piedra de Alcublas / 55 CASETAS. FICHA Nº 11 IDENTIFICACIÓN: La Palacia. Caseta 2. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Construcciones de piedra en seco. Caseta . COORDENADAS UTM: 698128.86 m. , 4411240.84 m. ALTITUD: 876 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida de la Palacia, junto a la carretera de Alcublas a Las Dueñas, casi al final de la recta a mano derecha, en el margen de un campo de almendros, a 25 m. de la carretera. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: rectangular, con la entrada orientada hacia el Sur. MEDIDAS: Ancho ...............................3.70 m. Ancho puerta....................1.35 m. Altura puerta....................1.65 m. Largo ................................6.25 m. Alto (mínimo/máximo).....1.20/2.50 m. Grosor muro.....................0.50 m. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: Construida en piedra seca, hace tiempo que perdió su cubierta y elementos interiores (probablemente pesebres y chimenea). En el interior sigue las mismas pautas que la mayoría de las casetas de la zona, y presenta uso de argamasa para “rejuntar” las piedras. Como curiosi- dad, en el dintel, formado por tres vigas de las que sólo quedan dos, una de las vigas es un palo de prensa de un trullo o “trull”. ESTADO DE CONSERVACIÓN: Muy malo, hace tiempo que perdió la cubierta y sus elementos interiores, y han empezado a derrumbarse las paredes, comenzando por el lienzo de muro de encima de la puerta. OBSERVACIONES: TRABAJO DE CAMPO: JORGE MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 06/12/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Fotografías.
  • 57. 56 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 11 Uno de los palos usados como viga en el dintel era un palo de trul
  • 58. La piedra de Alcublas / 57 CASETAS. FICHA Nº 12 IDENTIFICACIÓN: Los Casales. Caseta nº 1. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia). TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 698154.13 m. , 4407898.66 m, ALTITUD: 808 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3 – 1) LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al Corral Blanco, a aproximadamente 1.000m. desde el cruce del camino de las Oyas Civeras, en un campo de almendros a la derecha del camino, un poco más delan- te de una clocha. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur. MEDIDAS: largo .................................3.85 m. ancho................................3.00 m. altura máx./mín. ..............2.15 m./ 1.70 m. ancho puerta....................1.00 m. altura puerta ....................1.60 m. pesebre ............................0.70 m. largo x 0.80 m. alto x 0.50 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por seis vigas de madera de pino sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Cuatro vigas hacen la función de dintel. En su interior hay un pesebre simple realizado en piedra, argamasa y madera. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es bueno. OBSERVACIONES: Uso eventual. En el camino, antes de desviarse hacia la casa, hay una “clocha” de 75 x 75 cm. que aprovecha un afloramiento rocoso, y a la que alguien ha colocado unas paredes y una cubierta de piedra. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
  • 59. 58 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 12
  • 60. La piedra de Alcublas / 59 CASETAS. FICHA Nº 12 “Clocha” en el camino antes del desvío hacia la caseta
  • 61. 60 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 13 IDENTIFICACIÓN: Los Casales. Caseta nº 2. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia). TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 698434.72 m. , 4408133.74 m. ALTITUD: 816 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al Corral Blanco, a aproximadamente 1.300m. desde el cruce del camino de las Oyas Civeras, en una curva cerrada a la derecha hay un entradero con asfalto: siguien- do ese camino varios campos está la caseta en un campo de almendros. La acce- sibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur-Este. MEDIDAS: largo .................................4.95 m. ancho................................3.80 m. altura máx./mín. ..............2.45 m./ 1.85 m. ancho puerta....................1.65 m. altura puerta ....................1.75 m. pesebre ............................1.20 m. largo x 1.00 m. alto x 0.40 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte exterior y en el interior las juntas están reforzadas con barro. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por siete vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Tres vigas hacen la función de dintel. En su interior hay un pesebre simple realizado en piedra, argamasa y madera. La puer- ta es más ancha de lo habitual para permitir la entrada del carro. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es regular, con filtracio- nes en la cubierta. OBSERVACIONES: Uso eventual. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
  • 62. La piedra de Alcublas / 61 CASETAS. FICHA Nº 13
  • 63. 62 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 13 Vista de la parte delantera, con la entrada ancha para el carro. Vista general de la caseta desde el bancal de arriba.
  • 64. La piedra de Alcublas / 63 CASETAS. FICHA Nº 14 IDENTIFICACIÓN: Los Casales. Caseta nº 3. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 698420.96 m. , 4408203.06 m. ALTITUD: 820 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3-1) LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al Corral Blanco, a aproximadamente 1.300m. desde el cruce del camino de las Oyas Civeras, en una curva cerrada a la derecha hay un entradero con asfalto: siguien- do ese camino varios campos está la caseta, un bancal más adelante y más arriba de la nº 2. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Sur. MEDIDAS: largo .................................4.50 m. ancho................................4.30 m. altura máx./mín. ..............2.20 m./ 1.60 m. ancho puerta....................0.90 m. altura puerta ....................1.60 m. pesebre ............................1.00 m. largo x 0.70 m. alto x 0.50 m. ancho MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en su parte interior las juntas están reforzadas con barro. En uno de sus laterales aprove- cha la pared del bancal superior para muro de la caseta. El suelo es de tierra pisada, y la cubierta está formada por ocho vigas de madera sobre las que se dispone cañizo cubierto por tejas. Sobre esta cubierta se ha colocado varios trozos de “uralita” en un intento por evitar las filtraciones en el estropeado tejado. Dos vigas hacen la función de dintel y se ha dispuesto una vieja persiana a modo de puerta. En su interior hay un pesebre simple realizado en piedra, argamasa y madera. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es malo, con algunas vigas en muy mal estado por las filtraciones y con un apuntalamiento muy rudimentario. OBSERVACIONES: Uso eventual. En su interior se observan varias garrafas de pro- ductos fitosanitarios, algunos sacos y varas, y algunos vasos de corcho para col- menas ya en desuso. TRABAJO DE CAMPO: S. MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 22/03/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.
  • 65. 64 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 14 Vista desde el extremo del bancal superior a la caseta 2.
  • 66. La piedra de Alcublas / 65 CASETAS. FICHA Nº 14
  • 67. 66 / La piedra de Alcublas CASETAS. FICHA Nº 15 IDENTIFICACIÓN: Los Casales. Caseta nº 4. LOCALIDAD: Alcublas (Los Serranos, Valencia) TIPOLOGÍA: 1ª Patrimonio agrícola. 2ª Estructuras de piedra en seco. Caseta. COORDENADAS UTM: 698429.96 m. , 4408067.86 m. ALTITUD: 810 m. CARTOGRAFÍA: 667 (3 – 1) LOCALIZACIÓN: En la partida de los Casales. En el camino de Los Casales al Corral Blanco, a aproximadamente 1.300m. desde el cruce del camino de las Oyas Civeras, en una curva cerrada a la derecha hay un entradero con asfalto: siguien- do ese camino, se llega a unos campos: a mano derecha bajando dos campos está la caseta. La accesibilidad es buena. TIPO DE PLANTA: Rectangular. La puerta aparece orientada hacia el Oeste. MEDIDAS: largo .................................4.00 m. ancho................................3.60 m. altura máx./mín. ..............2.20 m./ 1.60 m. ancho puerta....................0.70 – 1.00 m. altura puerta ....................1.60 m. escudillero .......................0.30 m. x 0.30 m. x 0.30 m. MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: caseta realizada con piedra seca, en uno de sus laterales aprovecha la pared del bancal superior para muro de la case- ta. El acceso es por un lateral en el que el muro del bancal superior hace de refu- gio descubierto anexo. La anchura del acceso es decreciente según se desciende, y en su interior no quedan restos de pesebre. Si que hay sin embargo un escudille- ro, y como curiosidad existe una especie de respiradero en una de las paredes, for- mado por dos tejas insertadas en el muro, a unos 70 cm. De altura. ESTADO DE CONSERVACIÓN: El estado de conservación es malo, ha perdido la cubierta por completo. TRABAJO DE CAMPO: JORGE MARTÍNEZ Y J. L. ALCAIDE. 13/09/2008 MATERIAL COMPLEMENTARIO: Croquis y fotografías.