2. En la iglesia del N.T. el bautismo
representa el momento fundamental y
totalizante del renacimiento cristiano. El
bautismo se realiza en el agua y en el
espíritu.
El mismo acontecimiento de Pentecostés
está caracterizado como bautismo no como
confirmación. La iniciación cristiana es un
hecho unitario que no conoce la
distinciones a las que estamos habituados:
la teología crismal se funda en la teología
bautismal.
3. Hay dos textos de Lucas que parecen aludir a un
segundo momento ritual para el don del espíritu,
que comprenden la imposición de las manos y la
oración. La hipótesis que quiere reconocer en el
rito el origen de nuestra confirmación está hoy
descartada.
En el paso de la edad apostólica al siglo III no
está bien documentada, pero permite una
reconstrucción que lleva a conocer la elaboración
del ritual de iniciación que en el siglo V se
articula en tres grados: Catecumenado, ritos
bautismales y ritos pos bautismales.
4. Estos últimos ritos no son idénticos en todas las
iglesias y varían en número, en importancia y en
significado. Los distintos ritos forman un todo
orgánico con la celebración bautismal y se
valoraran por su referencia al don del Espíritu
mediante la intervención del obispo.
Se creía que en el oriente el único elemento ritual
era la unción con el óleo perfumado (Myron),
pero con investigaciones se llegó a conocer que
también existía la imposición de las manos con la
invocación del espíritu para que llene con sus
dones al bautizado y evitar la confusión con el
rito usado para la reconciliación de los herejes.
5. En el África a la inmersión bautismal seguía la
unción con el crisma y la imposición de la mano
del obispo. “Tertuliano”
En la iglesia de Milán se habla de unción en la
cabeza, de lavatorio de los pies y de sello del
Espíritu Santo con sus siete dones. “Ambrosio”
En la Iglesia de España se encuentra la
consignación en la frente del bautizado y la
imposición de la mano con la invocación del
Espíritu Santo.
En Francia se conoce la unción crismal y la
imposición de la mano a la que se atribuye el don
del Espíritu.
6. La Iglesia en Roma, en el siglo III el
esquema comprende una doble unción:
por el presbítero con óleo bendito y el
obispo con crisma en la frente del
bautizado, la signación, la imposición de
las manos y el beso de la paz.
Estos ritos forman una unidad litúrgica, se
realizan después de la inmersión bautismal
y preceden siempre a la participación en la
eucaristía.
La celebración unitaria tiene lugar en la
vigilia pascual y está presidida por el
obispo.
7. No se puede hablar de la Confirmación como acto
distinto del Bautismo; hacer una distinción
atribuyendo efectos distintos sería un inaceptable
anacronismo.
Existe la convicción de que el Bautismo no ha
alcanzado aún su plenitud mientras el obispo no
haya finalizado la celebración comunicando el
Espíritu Santo al neo bautizado, para introducirlo
después en la comunidad eucarística.
Esta visión unitaria se sigue manteniendo en la
tradición oriental mientras que en la occidental se
asiste a la separación progresiva y, finalmente al
distanciamiento total de los dos polos sobre los
que se articulaba la única celebración: ritos
bautismales y ritos pos bautismales.
8. Los ritos pos bautismales tendrán mayor atención
gracias a las tendencias heréticas y cismáticas que
ponían en peligro la unidad de la fe eclesial.
A mediados del siglo V aparece la formula de la
oración todavía en uso por los bizantinos y
recogida por el nuevo ritual de la confirmación.
Aparece el término Confirmatio, con un
significado fluctuante entre el de robustecimiento
y el de complemento del rito final de la
celebración bautismal.
9. Entre el siglo V y el XIII la reserva episcopal de
la confirmatio (signatio, unctio, impositio) señala
un giro en la historia de la confirmación. El
Obispo no podía continuar presidiendo la vigilia
pascual gracias al aumento de las comunidades
presbiterales y la difusión del cristianismo.
En Oriente se opto por que el presbítero realice la
unción con el Myron bendecido por el obispo en
el jueves santo. En occidente se opto por que los
neo bautizados se acercaran a la catedral para la
confirmatio, negando así la facultad al presbítero.
Por tanto, desde el siglo V se entrevé una
separación entre la confirmatio y el bautismo.
10. Fausto presenta en una homilía la confirmatio
como un adiestramiento y equipamiento del
cristiano, a semejanza de un soldado para las
luchas de la vida: si el bautismo es un puro don de
Dios, el don del Espíritu Santo en la confirmatio
asegura la fuerza para la lucha moral y el
compromiso personal del individuo.
Se llegó a la separación del bautismo y la
confirmatio con la generalización del bautismo de
los recién nacidos. Si antes esto era una
excepción, ahora se estaba convirtiendo en una
regla dictada por la hipótesis de un peligro de
muerte, con lo que el bautismo administrado fuera
de determinadas fechas y en lugares alejados
aumento la dificultad de una celebración unitaria.
11. La anticipación del bautismo a los primeros días
de vida crea la necesidad de una formación en la
fe, que viene a relacionarse con la confirmación y
con la primera eucaristía .
Hubo la necesidad de cambiar los libros, pues
tenían una visión unitaria de los sacramentos de
iniciación, con el paso del tiempo han tenido que
establecer que edad es adecuada para recibir este
sacramento. El problema de la edad no sólo se ha
planteado en estas últimas décadas sino que se
plateó desde tiempo atrás primeramente con el
bautismo, la eucaristía y luego con la
confirmación.
12. NOCIONES GENERALES
Con este sacramento los fieles se configuran más
perfectamente con Cristo y reciben una mayor fortaleza a
fin que den testimonio de Cristo para la edificación de su
“cuerpo” en la fe y en la caridad.
Se debe procurar que esta celebración revista el carácter
festivo y solemne; por eso el por qué de una celebración
común no sólo con la presencia de los candidatos sino
también de sus familiares y conocidos.
Normalmente debe haber un padrino para cada uno de los
candidatos, conviene, si está presente, que sea también el
mismo del bautismo. De esta manera se manifiesta con
mayor claridad la conexión entre el bautismo y la
confirmación y se hace más eficaz el deber y la obligación
del padrino. No se niega que se elige otro padrino distinto.
13. El obispo es el ministro originario de la
confirmación y normalmente es el
mismo quien lo administra, para que
aparezca más clara la referencia a la
primera efusión del Espíritu Santo en el
día de Pentecostés
14. Además del obispo pueden
confirmar:
1. El administrador apostólico, que no sea obispo, el prelado
o abad “nullius”, el vicario y el prefecto apostólico, y el
vicario capitular, dentro de los límites de su territorio y
mientras dura su oficio.
2. El presbítero que, por un oficio legítimo a él
encomendado, bautiza a un adulto, o a un niño en edad
escolar, o admite a la plena comunión de la Iglesia a un
adulto ya válidamente bautizado.
3. En peligro de muerte, cuando no es fácil que esté el
obispo, pueden administrar este sacramento: párrocos,
vicarios parroquiales, vicarios cooperadores, vicarios
ecónomos, sustitutos y auxiliares. En ausencia de los
antedichos cualquier sacerdote no impedido por censura o
pena canónica.
15. Celebración de la confirmación
dentro de la misa
Las vestiduras para esta celebración pueden ser
roja o blanca.
Los textos propios de esta misa ritual pueden
usarse todos los días menos los Domingos de
adviento, Cuaresma y Pascua, las solemnidades el
Miércoles de Ceniza y en la Semana Santa.
17. Liturgia de la palabra (como de
costumbre tomando esquemas del
ritual)
Presentación de los candidatos (si es
posible cada confirmando avanza
hacia el presbiterio)
18. Una vez proclamado el evangelio el párroco, el
catequista, u otro presbítero, según la costumbre
pronuncia las siguientes palabras.
-Acérquense los que van a ser confirmados N y N
-Señor obispo estos bautizados (que viven en nuestra
parroquia piden por mi medio ser admitidos al
sacramento de la confirmación.
Obispo: ¿sabes si todos fueron preparados
convenientemente para recibir con fe y decisión
este sacramento?
19. Párroco: me consta que todos han
recibido…
Obispo: en el nombre del Señor los
aceptamos para recibir este
sacramento…
Homilía (en la que explica las lecturas
de tal manera que todos logren una
mayor agudeza del misterio de la
confirmación)
20. Liturgia del sacramento
Renovación de los compromisos
bautismales (los candidatos se ponen de
pie y el obispo los interroga). Renuncias
Profesión de fe. (crees…)
Imposición de manos
Hermanos amadísimos oremos a Dios…
Todos oran en silencio unos momentos
21. En seguida el celebrante y los presbíteros
acompañantes imponen las manos sobre todos
los confirmandos mientras el obispo solo hace
una oración a la que todos responden amén al
culminar.
Unción con el santo crisma
Si se quiere y es conveniente los presbíteros
ayudan al obispo en la administración del
sacramento.
Cada confirmando se acerca al celebrante o a
los presbíteros, si parece oportuno el obispo y
los presbíteros se acercan a los confirmandos.
Quién presenta al confirmando le coloca la
mano derecha sobre el hombro y dice al obispo
el nombre del confirmando o si se prefiere este
dice su nombre.
22. El celebrante y cada presbítero moja
el dedo derecho en el Crisma y traza
el signo de la cruz en la frente del
confirmando mientras dice: Recibe
por esta señal el don del Espíritu
santo (el confirmando responde
amén) el obispo añade la paz sea
contigo (el confirmando responde y
con tu espíritu.
23. Oración universal
Liturgia de la eucaristía (se omite el
credo porque ya se hizo la profesión
de fe) lo demás es igual a todas las
eucaristías.
24. Celebración de la
confirmación fuera de la misa
Nociones generales
Es conveniente administrar este sacramento en la
eucaristía.
Por circuntancias especiales se realiza este
saramento fuera de la misa
Cuando se realiza este sacramento fuera de la
misa tengase previamente la celebración de la
palabra de Dios.
El celebrante se reviste con capa pluvial en lugar
de casulla.
25. Rito Introductorio
Saludo (la paz sea con vosotros todos
responden y con tu espíritu).
Se hace una oración consignada en el
ritual
Liturgia de la palabra (se proclama al menos
una de las lecturas propuestas en el ritual
si se seleccionan dos o tres lecturas debe
guardarse el orden tradicional de las
lecturas A.T. Apostol, Evangelio.
26. Presentación de los candidatos
(después de la proclamación del
Evangelio) la presentación es igual a
cuando se administra este sacramento
durante la misa.
Homilía
Liturgia del sacramento (igual que
cuando se hace durante la misa)
Oración universal
27. Rito de conclusión del sacramento
Padre nuestro
Bendición solemne según está
consignado en el ritual
28. Confirmación de un enfermo
en peligro de muerte
En caso de urgente necesidad
El celebrante impone las manos al enfermo
diciendo: Dios todopoderoso, padre de nuestro
Señor Jesucristo que has dado nueva vida del agua
y del Espíritu Santo, a este hijo (a) tuyo (a)
librándolo (a) del pecado envía ahora sobre él
(ella) el Espíritu Santo Paráclito, concédele
Espíritu de sabiduría y de inteligencia Espíritu de
consejo y de fortaleza Espíritu de ciencia y de
piedad, y cólmalo (a) del Espíritu de tu temor.
Por Cristo nuestro Señor (todos responden amén)
29. Luego moja el pulgar derecho en el
Crisma y traza el signo de la cruz en
la frente del confirmando diciendo:
N. Recibe por esta señal el don del
Espíritu Santo (el confirmando
responde amén)
30. En caso de extrema necesidad
N. Recibe por esta señal el don del
Espíritu Santo (el confirmando
responde amén)
31. Variaciones en el nuevo
derecho
Puede ser padrino o madrina, tanto
para varones como para mujeres
Puede haber padrino y madrina
La edad fija en 16 años, a no ser que
el obispo diocesano determine otra
edad.
32. Presbíteros
Para asociar a los presbíteros en esta celebración
se necesita en lo sucesivo causa grave; no sólo
gran número de confirmandos.
Cualquier presbítero puede ser asociado, ya no se
exigen los cargos especiales de que hablaba el
ritual en el numeral 8. A.b.
Peligro de muerte
La confirmación la puede conferir el párroco o cualquier
presbítero , aunque no tengan los cargos que antes se
exigían.